Hetalia Axis Power no me pertenece


Tras ganar la segunda guerra mundial, haberse desecho de Prusia y conseguir una parte de Alemania pensó que ya nada se interpondría ante él, incluso el chino se había unido a él, tenia a su lado además a sus hermanas y a los bálticos. Todo estaba saliendo según lo planeado, pero entonces él se interpuso.

El americano tenía las ideas y la vitalidad propia de la juventud y ante todo no le temía, había nacido en una época en la que todos luchaban por expandirse y hacerse respetar y el mas joven no se había visto en la necesidad de luchar ya que había sido criado por Arthur y este le defendía como una gallina a sus polluelos. Nunca tubo que enfrentarse al ruso y por lo tanto no había experimentado en sus carnes el poder de esté. Tampoco se había enfrentado en una batalla en la que pudiera perderlo todo, ni había sufrido la soledad, al menos no de la forma en la que el ruso la había sufrido, al ser tan joven le faltaban muchas de las experiencias dolorosas que a Ivan le habían convertido en quien era.

Pero lo que mas le gustaba de el americano era que no le tuviera ningún miedo, porque para ser sinceros incluso sus adoradas hermanas le temían y si sus hermanas que se habían criado con él y a quienes protegían le temían, el resto de países que no tenían ningún lazo con él en la mayoría de ocasiones ni se atrevían a levantarle la voz, incluso sus aliados elegían cuidadosamente sus palabras. En parte aquello le entristecía, probablemente no lo reconocería pero realmente deseaba ser amado por los demás, aunque solo fuera por sus aliados, estaba bien que sus enemigos le temieran y respetaran, pero no podía ser bueno que la gente cercana a él le temieran de la misma manera.

De todos los países el mas apropiado para ser su rival era Alfred, de haber sido cualquier otro probablemente le habría aplastado enseguida pero siendo él la cosa cambiaba, no sabia cuando empezó a sentir aquello pero lo que mas deseaba en ese momento era ser reconocido por el otro, aquello era el motivo de cosas como la carrera espacial, tal vez así le respetaría, pero no de la manera en que le respetaban los otros, si eso llegara a pasar se cansaría de el y haría una batalla en serio, si no de otra manera, lo que el ruso quería era tener a Alfred a su lado y que este tal vez llegara a amarle, tal vez se había vuelto un estupido con el paso de los años pero siempre deseó aquello, si supieran esto probablemente sus hermanas se decepcionarían pero ya estaba cansado de intentar que todos fueran uno con él cuando claramente no querían y estaban mejor tal y como estaban, se tapo la boca aun cuando no estaba hablando, nadie esperaría tales pensamientos de él.

Claro que aun quería que todos fueran uno con él, pero no se veía como si realmente quisieran que fuera así, si no ya habrían venido a él, estaba algo cansado de que le temieran y de tener que obligar a todos a que vinieran con el contra su voluntad, aplazaría todo eso ahora tenia algo mas importante que hacer, ya tenia alguien en mente, una vez le tuviera para el volvería a ocuparse de los demás, quería abandonar por un tiempo su "misión" y entregarse a su capricho.

Probablemente sus hermanas no entenderían, los bálticos no le mirarían con buenos ojos y el resto lucharían contra él, pero todo aquello merecía la pena. Aquella "guerra" estaba perdida desde el principio, lo sabia bien había luchado en demasiadas batallas como para saberlo, pero todo esto hacia que el otro se diera cuenta de su existencia y que solo le mirara a él. Tal vez con un poco de suerte el otro acabaría viniendo hacia él, tal vez no a ser uno, ya ni siquiera pedía eso, aunque fuera a acabar con él o pensando muy en positivo ha decirle que había disfrutado luchando contra él. No sabia si merecía algo así pero aquello le aria realmente feliz.


Disculpas por la ortografía y blablabla

No hay nada de acción... siento si les parecio aburrido.