Disclamer: Todo el mundo de Harry Potter pertenece a Rowling y la Warner
"Este fic participa en el minireto de septiembre para La Copa de la Casa 2018-19 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Personaje: James Potter
Casa: Gryffindor
Número de palabras: 399
Orden Cronológico: Verano de 1975
Un Potter Honorífico
Tumbado boca arriba sobre su cama James intentó comprender ese sentimiento que lo mantenía despierto aquella noche de verano, faltaba pocos días para volver al castillo y la idea de abandonar a sus padres siempre le hacía sentir mal, por supuesto, más aun con los tiempos que corrían. También estaba el hecho de que hacía más de una semana que Sirius no se comunicaba con él, ninguna carta, ningún vociferador grosero o palabra por el espejo que compartían.
Parte de su mal humor se debía a ello, estaba preocupado por Sirius Black, menuda cosa.
Decidido a mejorar su ánimo pre-Hogwarts decidió que por mañana escribiría a Lunático, probablemente el pudiera darle alguna razón sobre su amigo canino.
Acomodo el almohadón bajo su cabeza preparándose para dormir cuando el ruido de la chimenea en el piso inferior lo hizo detener, segundos después fueron los gritos de su madre lo que lo impulso escaleras abajo. Tendido en la alfombra de su sala de estar, parcialmente acunado por su madre, se hallaba Sirius Black en carne y hueso.
—¡DEBEMOS LLEVARLO A SAN MUNGO! - Dorothea Potter parecía desesperada mientras palpaba el rostro herido el chico.
— No hay de qué preocuparse señora Potter - las palabras se mezclaron con la tos ronca del muchacho, un hilo de sangre abandonó su boca - es sólo un rasguño, hemos salido de cosas peores ¡eh cornamenta!
Tardó una eternidad en asentir.
— Mamá se pasó de la raya esta vez -acepto de mala gana pero nunca aceptaría las lágrimas en sus ojos grises- no quería molestar, no tenía a donde ir, mañana buscare un lugar y...
— No puedes volver allí - James paseo su mirada desesperada desde su madre hasta su amigo herido en el suelo - Te mataran.
— Por supuesto que no lo hará - la bruja limpió el rastro de sangre en la mejilla del niño, el gesto maternal no paso de ser percibido por su hijo, probablemente era la primera caricia que Sirius recibía de una madre en mucho tiempo. La mujer mantuvo al chico entre sus brazos mientras evitaba a toda costa llorar por el - no volverás a ese lugar... desde hoy te quedarás con nosotros, serás un Potter honorífico.
La calma llegó a James mientras su madre abrazaba al chico en el suelo, a pesar de todo estaba allí, estaba vivo y Walburga Black no lo tocaría otra vez.
Estos retos de 400 palabras me lo complican tanto... espero que les guste.
