El concierto había terminado, hordas de fanáticas esperaban ansiosas por fotografiarse con todos ellos, en el entretanto, Tomo conversaba animadamente con Matt, Jared bebía en silencio agua mineral y Shannon se secaba el sudor del torso con una toalla.

Pensativo, el menor de los Leto, miraba los tatuajes en los brazos de su hermano mayor, éste era todo un rebelde y podía darse ese lujo al no tener en su contrato una cláusula especial.

De pronto sintió que le arrebataban la botella, Shannon se sentó con la toalla en el cuello a su lado tan tranquilo como si no hubiera pasado nada entre ellos la noche anterior y la anterior a esa, Jared lo miró en silencio, estaba muy callado y eso era extraño en él pero su hermano sabia exactamente cual era el motivo y, de adrede, acercó mas su cuerpo.

-Esta noche estuvo fenomenal. - exclamó alzando una ceja y devolviéndole la botella a su hermano.

Jared se sobresaltó y recibiéndola, replicó con aire de cansancio:

- Tenemos un buen grupo de fans.

-Vamos, sabes que es mas que eso, es talento, entrega y pasión...es nuestro esfuerzo ¿no es eso lo que dices siempre?.

Había una ligera burla en sus ojos, quién diría que el líder natural de "30 secones to mars" podía ser tan introvertido, eso era algo que muy pocos sabían. Jared apretó los dientes y asintiendo miró hacia el frente, la burla que se leía en los ojos de Shannon desapareció y tomándolo por un hombro lo atrajo para acariciar sus cabellos guardando silencio. Era el mayor y a menudo sostenía a su hermano cuando tenía malos días, en el escenario lo daba todo y su belleza, talento y carisma enamoraban a todo el mundo, pero cuando bajaba de allí, sus dudas existenciales se apoderaban de él y permanecía callado hasta que debía enfrentar a fans y paparazzis.

- Ya sé por qué estás así - musitó Shannon bajando la mirada.

Jared sintió un escalofrío y poniéndose de pie se acercó a sus compañeros, éstos lo felicitaron animados.

Shannon dejó la toalla a un lado, viéndolo reír y bromear con Matt sintió una oleada de celos recordando las veces que los habían ligado, incluso existía un club de fans para comentar el amor inevitable entre su hermano y Wachter. Sin conocer bien la causa, desde que ambos eran niños siempre lo había protegido dando paso a una relación sincera y profunda, ahora compartían un secreto que los unía más aún.

-Shann, es hora - Jared salió y se escucharon los gritos y murmullos de los fans.

2

Shannon suspiró y poniéndose un poleron salió tras él, la sesión le pareció eterna hasta que un grupo de chicas le pidió una foto con su hermano, Jared le dirigió una mirada penetrante y se situó a su lado, en esos momentos se olvidaba de lo vacío que se sentía para transformarse en el líder del grupo o el guapo actor representándose a si mismo en una versión idealizada, una maldita estrella, como decía burlándose de si mismo en la intimidad de su habitación.

- Sonríe o maldice - susurró mientras los flashes los cegaban. El baterista de "30 seconds to mars" rió por lo bajo y pasándole un brazo sobre los hombros puso cara de circunstancias.

Así era día a día, sus fans eran su segunda familia, un grupo unido y organizado, repartido en diferentes lugares, la armada de Marte se caracterizaba por el amor que les profesaban y el continuo apoyo que les brindaban, lo que ellos retribuían compartiendo con todos y cada uno de ellos.

Matt fue el primero en subir al bus que los llevaría al hotel, Tomo lo secundó y Jared fue el último en subir, estaban agotados y la mayoría se fue durmiendo. Sólo Shannon permanecía despierto, para él tocar era su pasión y lo llenaba de adrenalina por lo que podía mantenerse despierto durante horas.

Al llegar al piso reservado para ellos, cada uno se dirigió a sus habitaciones, Jared se recostó en el sofá y cambiaba los canales con aire de fastidio, su camisa blanca dejaba entrever una pequeña medalla que llevaba en el cuello, Shannon se dirigió al cuarto de baño y abrió el grifo del agua caliente.

Quitándose la ropa con gestos pausados oía las maldiciones de su hermano en contra de la tv local, dejó de escuchar su voz al meterse bajo el chorro tibio, el agua corrió por sus tatuajes y cerrando los ojos sonreía ante los comentarios de Jared. Siempre despotricaba contra la estupidez, de esa forma desahogaba su afán perfeccionista.

- Todos los días, la misma basura...- exclamó y apagando la tv encendió el aparato de música, "The kill" llenó el silencio con su melodía potente.

Estirándose, cerró los ojos por unos segundos, era un ritual que repetía tanto estuviera solo como con alguien más, desabrochándose la camisa la tiró a un rincón, siguió con el cinturón, los jeans y las zapatillas quedándose sólo en ropa interior. Acercándose a la cama, la abrió y deslizó sus dedos por las sábanas negras, era su color favorito, en eso estaba cuando su hermano salió del baño, la luz se apagó y se encontró frente a frente con él.

- Te ves terrible - Shannon lo empujó y se sentó en la cama. - Mañana dirán que te vieron en "Hyde" quizás con quién.

- Lindsay,Jessica...bla bla bla - Los ojos azules de Jared recorrieron el lugar, Shannon le apartó los cabellos del rostro y rozando su mejilla con los labios le susurró un "buenas noches", un estremecimiento recorrió a su hermano y ladeando la cabeza lo besó con lentitud en la boca. Los brazos del mayor acariciaron la medalla que Jared portaba en el cuello mientras respondía el beso obligándolo a entreabrir sus labios, Shannon jugueteó con los labios de su hermano menor con el deseo exacerbado imaginándolo cantando un solo con su guitarra, no se detuvo hasta que lo sintió jadear en busca de aire.

Ambos se miraron estremecidos, humedeciéndose los labios,Shannon sonrió.

-Nuestro secreto...- Dijo.

Jared lo besó con brusquedad y separándose respondió:

- Nuestro secreto, hermano - Algo en el modo como recalcó la última palabra turbó a su interlocutor el cual abrazándolo sintió su cuerpo delgado y vibrante, ambos eran actores y podían fingir muchas cosas pero cuando se hallaban solos o estaban juntos casi podían palpar la intimidad que se extendía entre ambos como si fuese un velo, aislándolos del resto.

La forma en que se miraban, la manera en que se comprendían y la complicidad instantánea que sugerían sus gestos y palabras no era una mentira. Lentamente Shannon besó su cuello, deslizando sus labios hasta sus tetillas mientras Jared cerraba los ojos sintiéndose liberado de un enorme peso.

- Medio hermano deberías decir¿crees que te amarían tanto si supieran que duermes conmigo?.- La voz de Shannon era grave.

Rió en silencio, siempre estaba turbándolo con sus preguntas que iban directo a la raíz de las cosas, lo amaba por ser tan directo e intenso, estaba por responderle cuando sonó su celular. Con fastidio alargó el brazo para tomarlo pero su hermano lo hizo primero y una blasfemia escapó de su garganta al ver de quién se trataba.

- Maldita sea...¿Vas a contestarle?. Creí que lo de ustedes se había terminado junto con la maldita película.

- Y así fue, se acabó, la fantasía de Alexander y Hephaistión terminó. Vamos Shann.

Sin responderle éste le lanzó el móvil al rostro,Jared respiró hondo y mirándolo arrojó el celular al otro extremo del cuarto.

-¿Feliz? - susurró, molesto.

-¿Feliz¿Me preguntas eso a mí? - Shannon lo tomó por la barbilla - Dios, sí...estoy asquerosamente contento de tener que seguir esta farsa a diario, de decir que eres mi hermano y dejar que te lleves el maldito crédito por todo.

Sorprendido y furioso, esa explosión de ira no era habitual en Shannon, siempre era frío u reflexivo, seguramente llevaba guardándose todo pero lo último lo sacó de sí, empujándolo le gritó:

-¿El crédito? Vete al infierno, yo soy quién más debe mentir y olvidar toda la basura que se publica acerca mío, es mí carga, trabajo como un desquiciado para sacar todo adelante, estoy contigo y te quejas.

Shannon lo miró con frialdad aunque respiraba agitadamente.

- Hasta mañana "Hephaistión". - caminando hasta el lecho se vistió sin mirarlo, el maldito estaba acostumbrado a ser el centro de atención y ahora no estaba para darle ese gusto.

- ¿Adónde vas? - Inquirió Jared situándose a su lado.

- Al infierno dónde me enviaste.

Éste rió y antes de que terminara de vestirse y saliera susurró:

- Ok, vete pero después no te quejes si cuando regreses de allí, no estoy solo.

El mayor se giró y lo miró con sus ojos color miel, algo en su actitud puso en alerta a Jared el cual sintió que iba a golpearlo, pero su hermano se limitó a avanzar hasta él y acariciar su rostro con expresión fúnebre.

- No hablaba en serio...Shann - musitó abrazándolo, se sentía culpable del dolor que veía en los ojos de su hermano, lo amaba de una forma que estaba mas allá de todo límite y comprensión humana. Al no obtener ningún gesto o respuesta sintió que las lágrimas le hacían arder los ojos.- Dime algo, lo que sea. - le suplicó acariciando sus cabellos negros, impotente y desesperado.

Él era la estrella del grupo, el niño bonito.

Estaba consciente de eso y lo disfrutaba, sabía de su inmenso atractivo físico que atraía a hombres y mujeres por igual y que sólo se comparaba con su ego. Al ser actor sabía exactamente como manipular, con su faceta de compositor y sus respuestas llenas de ironía acallaba a las malas lenguas que decían que no tenía seso y, apareciendo de vez en cuando con alguna actriz de moda se mantenía siempre vigente.

Esas eran las condiciones de su carrera, muy distintas a las de su vida privada donde prefería estar rodeado de su familia, amigos y colaboradores.Shannon era lo más importante de su vida, el mismo al que había arrastrado a su espiral de tragedia.

"Ámame, ódiame pero por dios no me ignores" pensó prestando suma atención a los ruidos exteriores, risas en el pasillo, una sirena policial en la avenida. Todo pugnaba por traerlo a la realidad pero prefería ver la silueta de Shannon en penumbras, sentir el aroma de su loción y esperar que hablara.

Éste se removió.

- Me matas - jadeó.

Un inmenso suspiró se elevó de Jared y sintiendo que las lágrimas corrían por sus mejillas rió, Shannon lo imitó y en menos de un minuto ambos estaban riendo entre lágrimas, alargando un brazo el mayor tomó la mano de Jared y guió hasta la cama.

El celular volvió a sonar en un rincón pero ninguno le prestó atención.

-¿Con cuantos tendré que compartirte?.- en su voz se advertía un matiz de impaciencia.

-Olvídate de eso - Jared lo atrajo y literalmente lo arrastró en su afán por tenerlo, Shannon alzó una ceja y con paciencia volvió a quitarse la ropa.

- Espero que al menos, dejes de lanzarte en los conciertos...a veces creo que estás realmente loco hermanito - Rezongó mirándolo con seriedad.

Jared rió y su hermano lo abrazó, su cuerpo estaba tibio y pese a su delgadez se mantenía en buena forma, de hecho eso era algo que nunca dejaba de asombrarle, su salud no era de las mejores pero siempre andaba en todas partes y con mucha energía. Se estremeció al sentir los labios de éste en su cuello y ya estaba preparándose cuando unos golpes en la puerta los interrumpieron.

-Ahora qué maldita sea - Jared iba a abrir pero Shannon se puso los pantalones e indicándole con un gesto que se metiera a la cama se le adelantó.

Antes que terminara de abrir la puerta fue empujado hacia adentro y a tentones encendió la luz.

El protagonista de "Alexander" se sacó el cigarrillo de los labios.