Hey!¿Cómo va eso, gente? Bueno, como ya saben los que me han leído desde el perfil de DreamGirl93,esta es una historia que narra el Año Nuevo de Chris con su familia, que, como ella dice, no narró y jamás le perdoné el no hacerlo...y dije..."¿Por qué matarla, cuando puedo hacerlo yo sin cometer crímenes? Así que, bueno, cogí un poco de imaginación, tiempo, un documento en blanco...y salió esto.

Para aquellos que no me habían leído antes,d iré que esta historia es una "intercuela",creada por mí,de una historia creada por DreamGirl93,en cuyo perfil encontraréis esta historia, y además, el fic "Formando una familia", a criterio de una aficionada a este género,el mejor fic dedicado a esta temática jamás escrito. Bueno, pero, si no queréis tomaros la molestia de leerlo(aunque os advierto que os lo perdéis)os resumiré que,Chris tiene 32 años en esta historia, un hijo biológico, Leo, de 8 años, y dos hijos adoptivos. Nick y Peter, ambos con dos pasados muy difíciles. No puedo dejar de recomendárosla.

En fin,tanto para los que ya me habíais leído como para los que no, hago esta historia con personajes que NO ME PERTENECEN,(no me denunciéis, jo!),y que si la hago, es con el total conocimiento y consentimiento de ella.

También aprovecho para decir que ella me ha concedido el honor de co-escribir con ella "Formando una familia", por lo que las amenazas constantes que le hacéis,ahora también pueden recaer en mi...pero más en ella!No la toméis con una servidora.

Bueno,creo que eso es todo...en fin...el resto se irá diciendo a lo largo de esta historia.

Besasos.

Con amor,yo~


Capitulo 1:Recuerdos

-¡Nick!-Gritó Chris, tan agudamente que se le quebró la voz, sonando como una perfecta ama de casa molesta-¿Dónde se metió este niño?-era la cuarta vez que lo llamaba en un minuto, ya se estaba exasperando-¡NICK!-volvió a gritar, comenzando a sospechar que, a esa distancia, nada iba a lograr.,pero, insistiendo, aún no había muerto nadie.

-Papá, hazte a la idea,¿si?,que le conoces, Nick NUNCA baja sólo con llamarle-dijo Peter, entrando a la sala, luego de ver que, si no intervenía alguien, él y su hermano nunca desayunarían-si quieres, consigo unos tambores y los aporreo en su tímpano, así, a lo mejor, despierta-dijo con un deje de ironía, acompañado por un gesto que lo acompañaba.

-Si, quizás funcione, pero, no, mejor no, Peter, deja, que yo lo arreglo, tú y Leo, empezad a desayunar,¿sí?.

No hubo necesidad de terminar de decirlo, pues Peter ya había desaparecido por el umbral de la puerta, vociferando algún tipo de "VALE",perdido en las inmensidades del aire.

Suspirando, Chris subió a la habitación de su zombie-hijo-momia.

Toc, toc.

Nada.

TOC, TOC.

Nada.

TOC, TOC, TOC.

...

Nada.

-Nick, vas a hacer que la tire abajo-refunfuñó entre dientes Chris, pero optó por dejar de aporrear la pobre puerta e intentar abrirla.

Abrió, puesto que no tenía ni llave ni cerradura ni ningún tipo de impedimento para que no abriese al intentarlo.

Entró y vio a Nick despatarrado sobre algo que, alguna vez fue una cama.

Se acercó a él y le observo respirar.

Estaba echado boca arriba, con la cabeza contra el borde izquierdo del colchón, sin camiseta y en bóxers, tapado con una sábana y sólo una pierna, en una posición bastante antinatura, pero, por alguna razón, a Chris le inspiraba mucha ternura.

Le apartó un mechón de cabello del rostro y luego, siguió el curso de la caricia por todo su rostro.

Chris se tomó un segundo para mirarle.

¿Cómo había hecho para vivir sin el tanto tiempo?

-Mi amor, arriba, vamos, levanta-le dijo suavemente mientras seguía acariciándole el cabello-levanta que son las 10,Nick.

-Papá, yvasaf...-murmuró dormido.

Chris intuyó que eso quería decir algo, pero estaba bastante seguro de que no era un "buenos días".

-Anda, cielo, levanta, que vamos a desayunar, hijo-dijo pacientemente, jugueteando con sus rizos negros.

-¡No quiero!-dijo con vocecita infantil Nick, dándose la vuelta en la cama.

Chris sonrió, y, pacientemente, jaló de él hasta girarlo, y dejarlo mirándole. Él tenía ya los ojos abiertos, así que ya no podría fingir más su sueño.

-Te pillé-dijo a sólo algunos centímetros de su cara, en un susurro, dándole un toquecito en la nariz-buenos días.

-Hola, papi-dijo Nick sonriente.

A Chris le pareció que el corazón se le hinchaba de alegría.

Esa mimosería era más típica de un Nick que se sabía en problemas que de uno recién amanecido.

-Hola, amor,¿estas consciente de que me dijiste papi?-le chinchó, divertido.

-Sí, es que, no sé, me gusta como suena, ya sabes, decírselo yo a alguien...

-¿A alguien?,sólo a MI me dices esos motes,¿estamos de acuerdo?-dijo con fingida voz de sargento su padre.

-¡Señor, sí señor!-gritó Nick, sentándose en el colchón y haciendo el saludo militar.

-Anda, payaso, baja a desayunar, que hay día largo hoy, antes de ir a la casa de Wyatt en la noche.

-¿Iremos a casa de Wyatt?-exclamó Nick, feliz.

-No, iremos a la casa del TÍO Wyatt, de TU TÍO Wyatt-dijo Chris seriamente, aunque no demasiado-¿Dónde querías que pasáramos año nuevo entonces, Nick?-añadió olvidando el tono de padre-regañador (si es que esa palabra existe),para dejar paso a una sonrisa, tan cálida, tan confortante, tan, tan, tan Chris.

-¿Festejar año nuevo?¡ES HOY!,¡CLARO!,LO HABÍA OLVIDADO.-Dijo Nick, tomándose la cabeza con una mano-En 5 minutos me tienes abajo, papá, voy volando.

-Eso espero, y si puedes, que sean cuatro-dijo Chris, incorporándose y saliendo de la habitación.

Nick sonrió viéndolo alejarse. Se pasó la mano por la cara y, una vez se hubo despabilado, se quedo mirando fijamente al punto en donde su padre había desaparecido.

Se puso de pie, estirándose, dejando salir los restos de cansancio que le quedaban.

Caminó hacia el armario y lo abrió.

A él no le parecía necesario vestirse para desayunar, pero, ya que en ello se había empeñado Chris, bien podía darle el gusto.

"Hola,papi".Nick había notado cuánto le había gustado a Chris que se lo llamara.

Bajar temprano a desayunar, y, por una vez, en paños mayores.

Sería una buena forma de empezar el final de ese año.

Ese año…¡vaya año!.

Cuando a uno le preguntan cual es el día más feliz de su vida, uno no tiene a ciencia cierta UN SOLO DÍA, y, a veces, tampoco un mes.

Nick tampoco, pero si tenía un año favorito, puesto que en él estaban todos los posibles "días más felices de su vida".Todos ellos. Y Nick sabía cual era el factor especial.

Christopher Perry Halliwel.

¿Cómo podía una sola persona ser tan poderosa? Y no hablaba del poder de luz blanca, que por cierto, también tenía, y lo hacía ser doblemente guay, sino del poder que generaba en él.

Una persona que, únicamente con amor, había logrado hacer que él, y toda su vida, valiesen algo.

Le había hecho una persona feliz, le había enseñado muchísimas cosas y siempre, siempre, había creído en él.

Le había regalado la felicidad que jamás había tenido.

Sólo con amor, se había convertido en su padre, pero, un padre verdadero, puesto que, al igual que un padre biológico, le había regalado la vida.

Su amor, y, seguramente, alguna clara influencia de su mano.

Nick sonrió, e hizo una mueca mezcla de sonrisa y desagrado, meneando la cabeza divertido.

Cogió la ropa y se sentó en la cama, dispuesto a ponérsela, pero, de pronto, algún tipo de recuerdo nubló su mente.

"-Feliz año nuevo,Peter

-Feliz año nuevo,Nick".

Las lágrimas le inundaron los ojos.

Se vio a si mismo y a su hermano, sentados en la cama del cuarto del orfanato. Ese era su año nuevo con 11 años.

Dos niños, de 11 años, sólos.

Mantenían todavía la esperanza de que, algún día, alguien vendría a por ellos. Algún día.

Nick aún era un niño que poseía algo de inocencia, puesto que no había llegado a recibir los golpes más duros que la vida tenía dispuesto darle.

Peter aún se encontraba en la luz, y creía en la bondad humana. Derek no había llegado a su vida. Aún.

No sabían que, las peores cosas, estaban por llegar. Sólo eran dos gemelos solitarios, que se tenían el uno al otro para hacerse compañía.

"-¿Crees que tardará mucho en llegar?

-¿Quién, Nick?

-El ángel.

-¿Qué ángel, Nick?¿De qué hablas?

-Es mi deseo de Navidad, cumpleaños y año nuevo, desde el año pasado. Que haya un ángel que venga a por nosotros. Que nos saque de aquí-la mirada de Peter le hacía ver a Nick que no creía nada de su infantil ilusión-Yo sé que vendrá, Peter, lo sé-dijo Nick, para luego romper en lágrimas-¡Yo SÉ que él vendrá!"

-Y llegó, Nick. Tenías razón.

Nick se giró, sobresaltado. Peter le miraba sonriente desde el umbral de la puerta.

La mente de Nick ocupó sólo dos segundos para sorprenderse de que Peter supiera en qué estaba pensando. Eran gemelos, y Peter siempre parecía saber en qué pensaba.

-¿Qué haces aquí?-Preguntó Nick, secándose las lágrimas que le habían brotado con la camiseta que se acababa de poner.

-Papá hubiese preferido llamar a la policía antes que optar porque yo subiera, pero le convencí de lo contrario. Me veo a futuro en la abogacía-Respondió Peter, irónicamente.

-¡PAPÁ!-exclamó Nick-Mierda, lo olvidé, dije 5 minutos. Ya debí bajar, es sólo…-se interrumpió.

-No estés triste, Nick-dijo Peter sentándose a su lado en la cama-después de todo, llegó.

-Es que, no es tristeza…Es, felicidad.-Nick se detuvo un momento, y miró a su hermano-Peter,yo, esto…te, te quiero.

-Yo también te, te quiero-Tartamudeó burlonamente Peter, pero, a pesar de ello, abrazó a su hermano, que le devolvió el abrazo.

-Si alguien pregunta, me abrazaste y te golpeé,¿vale?-dijo Nick, separándose al cabo de un momento.

-Vale, vale, no seré yo quien te desmienta hermano, al menos, no hoy.

Nick sonrió y bajó detrás de su hermano.

Le hacía bien recordar, a veces, le hacía bien recordar lo afortunado que era de tener a Chris en su vida. Y estaba decidido a que, por lo menos, ese día, no le daría problemas a su padre, como algún tipo de agradecimiento por…todo.

Decidido, por ese día, nada de problemas, se comportaría, no le arruinaría a su padre ni a sus hermanos el primer año nuevo juntos.

-Creo que tu concepto de 5 minutos es diferente al mio,hijo-dijo Chris desde su silla mientras Nick y Peter ocupaban su lugar en la mesa.

Peter ya estaba terminando de comer, pero Nick aún no probaba bocado, así que, no pudo evitar comenzar a engullir no bien tuvo a mando el tenedor y hubo memorizado el número de los primeros auxilios en caso de algún posible futuro ahogamiento.

-Lhgo fsienfgto-murmuró Nick con la boca llena de alimentos varios, algo que, con optimismo, se traduciría como un "lo siento".

Chris torció el gesto en un intento bastante deplorable de ceño fruncido.

Luego, vencido, le sonrió.

Nick bajó la vista, dispuesto a atorarse con su desayuno, cuando, otro flashback le asaltó.

"Veía la mesa en la que comía cuando estaba en el orfanato. Vacía.

Sí, cuando tenían la cena de fin de año, comían con algo más de abundancia, pero ese era el desayuno, y, si querían cenar bien, el desayuno solía escasear.

-¡Maldita sea!-gritó un Nick de ya 14 años,golpeando la mesa con el puño-"¡¿Es que será igual todos los malditos años?!¿Jamás piensan darnos de comer?

-Nicholas, a veces parece que olvidas que siempre podrías no tener que comer, yo en tu lugar, agradecería tener, aunque sea poco, algo que llevarme a la boca-dijo uno de los profesores que vigilaban el comedor, con voz fría y severa. Se notaba a leguas que ese sujeto no deseaba estar trabajando allí.¿Por qué diablos la gente como el no se iba a tomar por…?-En vista de que no te apetece demasiado tu desayuno ,puedes irte a tu cuarto, a ver si allí encuentras un desayuno más,"sustancioso"

Nick le miró, desolado, pero no hubo caso. No tuvo desayuno alguno ese día…

Feliz año nuevo."

"Recordó a Peter, entrando a su cuarto, colándole un bocadillo.

-Si se enteran, nos matan, Nick, anda, zámpatelo rápido

-¿Para qué se lo das a él,Peter?, que se consiga su desayuno gourmet en otro lado.

Ambos miraron a la puerta de la que había provenido la afronta.

Uno de los muchachos mayores les miraba malévolamente.

Se acercó a Peter, y, sencillamente, de una torta, le tiró al piso.

Cogió el "desayuno" de Nick.

A su hermano le dio un ataque de asma, y Nick , entre la furia que sentía, la impotencia, y la desesperación que provocaba el estado de su hermano, no sabía cómo no se desmayaba.

Fue una de las sensaciones más horribles de su vida"

Se atoró. Comenzó a toser. La comida ni subía ni bajaba. Joder.

Pero si él se asustó, tendríais que haber visto a Chris.

Chris, al oirle toser, pareció activar algún receptor en su cuerpo, porque automáticamente giró su rostro en dirección a él.

-¡Nick!,¡HIJO!-eso, más que un grito, fue un rugido ,e inmediatamente estaba sobre él-Porfavor, Nick,¡porfavor!.

Si cuando Peter sufría un ataque de asma, Chris se asustaba, imaginaos ahora, porque, a lo que Nick le pasaba, no había inhalador que le valiese.

-Tranquilo, Nick, clámate-vociferaba Chris, y pareciera ser que más que decírselo a su hijo, se lo decía a si mismo.

Después de un segundo de pensar, comenzó a palmearle la espalda.

La comida no se movía, a Nick se le llenaron los ojos de lágrimas. A Chris también.

Peter y Leo se miraban aterrados; Nick golpeaba la mesa, y a Chris se le acabó la cordura.

Lo agarró del brazo, casi arrancándoselo, y le rodeó el pecho con los brazos, para luego apretar y tirar.

Nick tosió, tosió, y, finalmente, pasó la comida.

La calma volvió a Peter y Leo, pero a Chris, las lágrimas no se le fueron, sino que, al igual que las de Nick, CRECIERON.

Nick se desplomó en el piso, de rodillas, y miró a su padre, con los ojos inundados de lágrimas.

Chris voló a su lado e, hincando una rodilla en el suelo, le pasó los brazos por el cuerpo , para abrazarle con fuerza, dándole a cualquiera la impresión de que no le había visto en años.

Entonces, ambos se quebraron.

Nick se aferró a él, le clavó las uñas en los hombros; a Chris le valió. Estaba llorando él mismo.

No se dio cuanta de cuándo ni cómo, pero, al calmarse un poco, notó tres cosas:

Primero: Que Leo y Peter se habían evaporado.

Segundo: Que Nick aún seguía llorando como descosido y parecía que se podría tirar así el resto del día.

Tercero: Él aún no sabía porqué.

Respiró profundo un par de veces, hasta calmarse por completo, y, una vez realizada esta tarea, procedió a intentar hacer lo propio con su hijo.

Con fuerza, pero delicadamente, jaló de Nick sin soltarle, para hacerle poner de pie, al tiempo que él mismo lo hacía.

Nick temió que esa fuera una señal de su padre para soltarle, por lo que se aferró a él con más fuerza, si eso era posible, claro.

-Shh, mi amor, ya, no pasa nada-dijo enterrándole la mano en los rizos, y apretando un poco su cabeza; luego comenzó a acariciársela. Notó que Nick creyó que él se iba a ir. Si supiera que ya no podría soltarlo nunca.-No me voy a ningún sitio, mi amor, estoy aquí, contigo.

Nick no hizo ni dijo nada, por lo que Chris no estaba muy seguro de si le había escuchado, aunque ya no le clavaba las uñas. Bien, era un progreso.

Sin embargo, el llanto de Nick no cesaba.

A Chris le vino un déjà vú, recordó la primera vez que había,"tratado" con Nick.

Lloró muchísimo.

En ese momento, le recordaba a ese Nick que conoció aquel día.

Viendo que no dejaba de llorar, se le ocurrió hacer lo mismo que había hecho esa vez.

Miró a su alrededor buscando algo con la mirada, sin dejar de acariciar al muchacho que se encontraba fusionado a su pecho, hasta que lo encontró.

Chris guió a Nick hacia el sofá, y el chico se dejó hacer.

Al llegar, Chris se sentó y luego, lo más delicadamente que pudo, sentó al niño sobre su regazo.

-Shh,ya mi pequeño, ya, no llores, ya pasó, aquí estoy Nick, respira-decía Chris en el oído, intentando tranquilizar a su hijo.

Si Nick estaba intentando hacerlo, no se notaba, y eso exasperó un poco a Chris, que, realmente no sabía que narices le pasaba a Nick, y eso le hacía sentir impotente. Y él no soportaba la impotencia.

Nick se abrazaba a él con fuerza, pero no daba indicios de querer obedecer a la orden de su padre.

Por eso, Chris se acabó por desesperar y, suavemente, le cogió por las muñecas y le separó de si, para poder mirarlo a los ojos.

-Nick, por favor, mírame, cariño, sé que te sientes mal, pero la verdad es que no tengo ni idea de por qué, y así no puedo ayudarte, por qué no me explicas que tienes y me dejas ayudarte-Nick lo miró con los ojos llorosos, e intentó respirar, pero se atoraba, por lo que tosió.

Chris le palmeó la espalda y, cuando la tos pasó, le acarició la carita, limpiándole una lagrima que caía.

Vale, al menos ya no lloraba, pensó Chris.

-Papi…-dejó salir Nick con la vos aguda, y, la final de la palabra, se quebró en un sollozo ahogado.

Cris le acarició, pero no le abrazó, puesto que, si comenzaba a llorar otra vez, ya no habría quien le parase.

-Nick, cálmate ya, está bien, estoy aquí, por favor, cuéntale a papá que ha pasado, bebé, confía en mí, lo vamos arreglar, pero, para eso necesito que estés calmado y que me hables con coherencia,¿vale?-Chris hizo un movimiento hacia arriba con la rodillas e hizo botar a Nick, que se encontraba sobre ellas. Eso le hizo sonreír y eso, hizo sonreír a Chris- Anda, dímelo, hoy no es un día para estar triste, hoy es un día para que goces con tu familia, con NUESTRA familia- luego de decir esto, le dio un toque en la nariz con el dedo, y luego, puso un semblante más serio y le dijo-¿Me lo contarás?

-Es que, yo, papá…-Nick no sabía qué decirle, sólo veía a Peter en el suelo. Con asma, y él al borde del colapso.

Se perdió en el recuerdo, y estaba entrando en él, se estaba adueñando de su memoria, ya sentía que volvía a tener 14 años, y estaba en el orfanato, otra vez,¡NO!,las paredes se cerraban sobre él, no tenía salida, no, no….

Sí. Nick vio a los ojos a su padre, y se aferró a ellos. El recuerdo se iba alejando, él ya no estaba allí, estaba sobre las rodillas de Chris, él le cuidaba, él le amaba, él era su padre, ya no estaba sólo. No volvería a estarlo nunca.

Respiró profundo, y empezó a hablar.

-Papá, ayer fue mi cumpleaños, y, por primera vez en mi vida, fui feliz.¿Y sabes por qué? Porque, después de tanto tiempo esperando y suplicando, Peter y yo ya no estábamos solos.

Estábamos con Leo, con el tío Wyatt, con los primos…Estábamos contigo, estábamos en casa. Por fin.-los ojos de Chris, antes de que Nick comenzara a hablar, ya le escuchaban con interés, pero, al oír esta primera frase, le escucharon con aún más interés, y con algo más, pero, estaría lejos de descifrar en que gama del amor y el orgullo estaba. Pero Nick, aún no acababa-Papá, te juro que hacía ya rato que no me dormía tan feliz como anoche. Me sentí tan…tan…completo. Me sentí amado. Sentí que tú me amabas; y que yo te amaba a ti.

Y esta mañana…mientras me cambiaba, yo, sólo…-Nick iba a seguir, pero no pudo, algo se lo impedía.

-¿Tú qué, mi niño?-le incitó a continuar Chris. Sentía que, si no acababa ese relato, ambos se morían. Él niño necesitaba sacárselo de adentro, y él, necesitaba oírle. Porque sentía lo mismo, pero, claro, uno no va por la vida rindiendo culto eterno a quienes quiere.¿O sí?

-Yo, lo siento, yo recordé un año nuevo que Peter y yo pasamos en el orfanato, para variar entre otros años nuevos que pasamos-dijo Nick con un deje de ironía y de dolor. Chris pareció decirle con la mirada "¿Y entonces, qué pasó?"-Y, pues, jeje, verás, recordé mi deseo de año nuevo…Año Nuevo, Navidad, Cumpleaños, Día de Reyes, etc…

-Nick…-susurró Chris con vos ahogada por las emociones, anticipando a que regalo se refería su hijo

-Ese regalo, pues, resultó ser…tú.-Los ojos de Chris no pudieron brillar más, pero, de cualquier forma, lo hicieron –Papá, yo le pedí siempre al Cielo que nos enviara a mí y a Peter un ángel, y que él nos llevara lejos de ese lugar. Y luego, llegaste tú y, bueno, no es que tengas mucha pinta de muñeco con alas y arpa, pero, más allá de eso, tú sabes y yo sé, que eres un ángel. Eres mí ángel. Y juro, que jamás voy a querer ni a poder alejarme de ti. Papi, tú me has dado más en este año que el mundo en toda mi vida, y eso, para un niño que nunca había tenido nada es, pues, mucho para agradecer.

¿Crees que, cuando te hago enfadar y lloro, no pienso en lo malagradecido que soy por hacerte pasar esos momentos amargos, después de todo lo que me has dado? Porque lo hago, y mucho.

De hecho, creo que, si tú no me castigaras, mi culpa me comería desde dentro, porque no podría resistir saber que hago tanto mal a alguien a quien amo tanto.

Pero, no sé, es como que, cuando me dejas levantarme, tus brazos me limpian todo el pesar, porque sé que me perdonas y que me amas. Y eso, solamente eso, me basta para ser feliz.-Vale, Nick acababa de admitir que se sentía bien cuando Chris le castigaba, debería tomar apunte de eso, para recordárselo en un futuro-

Pero, eso no es lo que me hizo estar "así", de hecho, me hizo levantar de un humor excelente. Pero, cuando llegué…-Nick respiró profundo, porque, sino, seguramente, lloraría nuevamente, y ya no estaba para eso, no lloraría por eso, no había ya una razón-cuando llegué y vi el desayuno, adivina que recuerdo me asaltó esta vez. Pues sí, el del orfanato y sus, ejem, "abundantes" degustaciones culinarias…Verás, yo tenía 14 años y estábamos en la mañana del desayuno de Fin de Año y…

Nick le contó la historia a su padre con lujo de detalles, y pudo ver como se dibujaba el horror en su semblante

Cuando acabó, suspiró profundamente, se había sacado un gran peso de encima.

-Y bueno, eso me hizo sencillamente pedazos. Recordar esa angustia me trabó todo el sistema digestivo, y, te juro que me desesperé.

De no haber reaccionado como lo hiciste, papá, no sé que habría pasado.

Papi, cuando me encontré entre tus brazos y pasó el ahogamiento, simplemente, el contraste entre la desolación y la desesperación de mi pasado con la calidez y protección del presente fue demasiado fuerte para mí.

Creo que lloraba por muchas cosas, por el dolor que había vivido, por la impotencia que había sentido, por el miedo que sentí cuando me ahogaba, por lo desagradable de la sensación, por la tranquilidad que me dio que me abrazaras, por la felicidad de que me salvaras, por lo mucho que comprendí que te amo, por la paz que me dabas, por las ganas contenidas durante mucho tiempo de llorar y ya, por las ganas de que me consueles y por el miedo de que me faltaras algún día.

Por eso, cuando empecé, creí que ya no me podría detener jamás.

Pero, ahora, nada de eso me importa, porque, una vez más, solamente con tu cariño, me has sacado de esas situaciones tan horribles.

Porque sé que puedo apoyarme en ti y que puedo confiar en ti para todo siempre.

Lamento mucho haberte asustado así, pero, en realidad, yo necesitaba eso.

Te amo, papá. Sólo quería que lo supieras.

Cuando Nick terminó de decir todo esto, dejó salir un suspiro largo y miró a Chris con detenimiento para ver la mella que hicieron sus palabras.

Chris, por su parte, y, por primera vez en mucho tiempo, no supo que decir.

Rodeó a Nick con sus brazos y le abrazó con fuerza, acomodándole en su pecho, apoyando su mentón en la cabeza del muchacho.

Lo respiró un momento, llenándose de esa sensación que sus hijos le provocaban. Respiró una, dos, cuatro veces, y luego, en una de sus exhalaciones dejó salir una respuesta.

-Yo también te amo, hijo, yo también te amo.

Nick se removió ligeramente en sus brazos, y Chris le enterró una mano en el cabello, para luego seguir hablando, mientras le acariciaba.

-No tenía idea de que hubieses sufrido tanto. En realidad, si tenía idea, pero siempre intento negármelo a mí mismo, para no sentirme miserable, hijo. Esto que me cuentas me da ganas de llorar a mí también. Pero también me hace inmensamente feliz. Saber que significo tanto para ti es realmente importante para mí, porque tú y tus hermanos me significan lo mismo.

Jamás, óyeme bien, jamás, voy a dejarte sólo, Nicholas, no vas a volver a sufrir en tu vida. Para que alguien te haga daño, tendrá que pasar sobre mi cadáver.

Amor, si supieras como me sentí cuando te veía ahogándote, y que yo no podía hacer nada por ti.

Te deseo que jamás lo experimentes, porque creí que me daba un infarto. Y a mí no pueden darme infartos. Pero al cuerno eso, porque, a mí ME DABA UN INFARTO.

No puedo perderte, no puedo.

Te amo mi vida, jamás lo olvides. Me valen los enlaces sanguíneos, tú eres MI hijo, y hoy vamos a pasar Año Nuevo todos juntos en familia, ¡como debió de ser siempre!

-Y tú eres mi papá-dijo Nick en un susurro desde el pecho de Christopher, de donde sentía que no necesitaba salir. En serio.-También te amo.

Siguieron abrazados por un rato más, y luego, tal como la primera vez, se separaron ambos por propia necesidad.

Chris le puso a Nick una mano en la cabeza y le dijo:

-Nick, voy a ver que monstruo se comió a tus hermanos, espérame aquí hijo, que cuando vuelva…-una sonrisa pícara y malévola se dibujó en el rostro de su padre, y le dijo-pues, necesito que alguien me ayude a preparar toda la comida que me toca llevar esta noche…

Los ojos de Nick brillaron, y se echó a en los brazos de su padre, extasiado.

-¡Sí,sí,sí,papá!, que regalo tan maravilloso, claro que te ayudo, ¡empecemos ya!-gritaba eufórico.

-Vale, vale, relaja hombre, déjame ir a decirles a tus hermanos que hagan hasta la hora del almuerzo cualquier cosa que quieran hacer, porque luego hay que comenzar a alistarse que a las 6p.m. salimos para allá-informó Chris poniéndole las manos en los hombros para que dejara de brincar como marsupial-eso también va para ti. Tienes que prepararte ropa y ver qué quieres hacer.-Chris notó que la idea de hacer algo que no fuera ayudarle a cocinar no le gustaba demasiado a Nick- Pero por ahora, preocúpate por pensar qué podemos preparar,¿vale?-dijo intentando conciliar un poco la situación.

-Jo,¿a las 6 de la tarde?-de quejó Nick-¿Tan temprano?No vamos a poder hacer nada…

-¿Vale?-repitió Chris en un tono de advertencia bastante menos alegre.

-Glup. Vale-dijo Nick y salió corriendo hacia la cocina, antes de que su padre cambiara de opinión.

-¡Pero tranquilo!-Exclamó Chris al verle salir corriendo, pero, algo le dijo que no le escuchó.

Sonrió y subió las escaleras meneando la cabeza.

Como quería a ese chaval.

Gracias a Dios que él le quería también.

Por su parte, la planta alta ya perecía ser el recibidor de un salón de funerales.

Peter y Leo estaban sentados en la cama de Peter, y se miraban el uno al otro. Nadie decía nada. Y tampoco era como si alguien supiera que decir.

-¿Qué crees que le pasó a Nick?-preguntó inocentemente Leo a su hermano sentado junto a él mirando el decorado de la pared como si de la más grande obra del arte neoclásico se tratase.

-Pues, se ahogó,¿no?-respondió Peter aún distraído por la pared.

Leo puso una perfecta cara de circunstancia, similar a la que uno pone cuando pregunta"¿Qué cuentas?" Y le responden "números".

-Si Peter, maravillosa observación, no lo había notado-dijo Leo con sarcasmo infinito-me refiero a por qué así, de la nada, y luego llorando así, sin motivo, yo creo que quizás…¡¿podrías dejar de ver la pared?!-Peter le miró como sacado de un trance-Peter,¿Qué tienes?-pregunto Leo, ahora un poco más paciente-Miras la pared de tu propio cuarto como si estuviese sangrando. Eso no es normal en ti, anda,¿qué tienes?-preguntó Leo, en realidad preocupado por su hermano.

Nunca en su vida pensó que iba a tener hermanos. Pero mucho menos esperó que fuese atener dos hermanos gemelos mayores.

Porque lo normal no es que a uno le florezcan hermanos nuevos.

Pero a él sí, y eso le hacía increíblemente feliz. Por eso, aunque la sangre no fuera la misma, sabía que ellos eran su familia, y nadie cambiaría eso. Y una de las cosas que hace la familia es apoyarse entre ellos.

Nick estaba abajo, llorando, pero Chris se había quedado con él, ocupándose de que se le pasara. Lo estaba apoyando.

Chris siempre apoyaba a todo el mundo.

Y Leo quería ser como Chris.

Por eso, él intentaba apoyar a Peter, haciendo lo que creyó que su padre haría si estuviese allí.

Además no quería que su hermano estuviera triste ese día.

Leo había esperado muchísimo para que las fiestas de Fin de Año llegaran, para compartir por primera vez con su familia completa.

Y ahora que llegaban, uno de sus hermanos estaba abajo, prácticamente convulsionando, y el otro ahí, preocupado por algo, y él no sabía por qué.

El hecho era que de algo estaba seguro. Iba a averiguarlo, y luego, haría cuanto estuviera a su alcance para que se sintiera mejor.

Después de todo, eso hacen los hermanos.

Que irónico era como, en ambas plantas de la casa, tenían lugar dos escenas tan similares.

-No pasa nada, Leo, en serio-respondió Peter, intentando sonar lo más sincero posible. Sí pasaba, pero no era necesariamente algo malo. Sólo pensaba, pero, al igual que lo que le pasaba a Nick, dependiendo de que lado soplara el viento, era algo bueno o malo.

Y momentáneamente, era algo bastante bueno.

No, definitivamente, no valía la pena preocupar a su hermanito por algo que pasaba en su revuelta mente. Pretendía pasar un Año nuevo en paz.

-Vale-respondió Leo, siendo él el que esta vez estaba bastante inseguro.

Peter notó eso.

Cogió al niño por los hombros y le obligó a mirarle.

-Te aseguro que no es algo grave, sólo me preocupaba por Nick, no quiero pensar que justo hoy va a pasarle algo malo. Es sólo eso peque, tranquilo.

-Peter, te creo, pero ¿sabes?, algo me dice que tienes una cierta preocupación que va más allá del estado de salud de Nick.¿Quizás estás preocupado por esta noche?

Jolines. Leo era muy intuitivo, a pesar de su corta edad.¿Por qué había elegido justo ese momento para serlo?

-Leo, no…eh,e-en realidad, yo…-titubeaba Peter, visiblemente nervioso. Leo ya saboreaba algún tipo de imaginaria victoria-pues, esto, mira, te seré sincero-dijo Peter, sintiéndose derrotado, el sólo no quería preocupar a nadie-la verdad es que…

Salvado por la puerta.

La figura alta y amable de su padre se erguía en el marco de la puerta, y les miraba con cariño y diversión.

Peter suspiró aliviado. Por su parte, Leo corrió hacia su padre, y se detuvo a escasos centímetros de su cuerpo, con la distancia justa para evitar derribarlo.

-¡Papi, papi!¿Qué tiene Nick?¿Se ha enfermado?¿Le ha caído mal el desayuno? Yo no le vi comer.¿Se pondrá mejor?-preguntaba Leo a 5 preguntas por segundo, desesperado, como si su hermano acabara de volver de 5 meses en la guerra, en lugar de haberse ahogado en el desayuno. De pronto, su mirada se horrorizó-¡Papá!,¿Nick se pondrá bien para esta noche?-vociferó el niño, como si le hubiesen sugerido la cosa más horrenda en el destino de la humanidad.-¿Papá?¿Papi?¡¿PAPÁ?!¿SE PONDRÁ BIEN O NO? Pap…

-¡Ya Leo!¡Cálmate!-exclamó Chris, sin dejarle terminar la pregunta, exasperado por la impaciencia del niño-Leo, no me dejas ni responderte, sí hijo se va a poner bien, pero no puedes atosigarme así como si acabase de realizarle una operación a corazón abierto- explicó su padre, algo irritado.

Leo sonrió ante el tono y la exageración.

Christopher frunció el ceño y se arrodilló en el suelo frente a su hijo, pero manteniéndose erguido, para mantener un poco de altura sobre la cabeza de su hijo, como signo de autoridad, y con voz igualmente firme, le espetó.

-Leo, no estoy bromeando. Entiendo que te preocupes por tu hermano, y me alegro por eso, pero no pasó nada, no es para que reacciones de forma tan extremista. A la gente no le suele gustar que le asfixien a preguntas, y esa, ya de por sí, no es una actitud tuya, así que, si la tomas, sabré que es en parte a propósito, y me molestará el doble. Por favor, intenta no repetirlo, porque sabes cuánto me desagrada que hagas eso.

Cuando Chris acabó de reprenderle, Leo estaba mirando al piso, con las mejillas cubiertas de rubor, y jugueteando con su pie, dibujando círculos en el piso.

Era cierto, él sabía que a Chris no le gustaba eso, y no era la primera vez que lo hacía. Leo solía atacarle con preguntas por aburrimiento, o cuando se enfadaba, para molestarle un poco.

Lo malo era lo que pasaba cuando a su padre se le agotaba la paciencia.

Chris decidió ablandar un poco su mirada, no era para que Leo estuviera triste, pero como odiaba que hiciera eso.

Se puso de pie y le colocó una mano en la cabeza.

-Anda campeón, no pasa nada, no estoy enfadado, pero no es la primera vez que te lo digo. Me disgusta, y lo sabes.

Ála, olvida eso, no vuelvas a hacerlo y santas Pascuas,¿vale?-propuso en tono conciliador el hombre, para poder continuar en paz el día, que era lo que en realidad quería.

Pero quizás la paz no fuera su destino ese día.

Leo sabía que su padre esperaba que se disculpara, le sonriera, le abrazase y volvieran a ser felices.

Él también quería, pero, se sentía algo molesto por la reprimenda, cuando el sólo se estaba preocupando por su hermano.

Por eso, en lugar de tomar la acción inteligente, optó por tomar la no-inteligente, y, levantando desafiantemente la cabeza, respondiole:

-Claro, y como a ti te disgusta, está prohibido preocuparse por un hermano. Y claro, luego, viene tu estúpido intento de arreglar las cosas poniéndome la mano en cualquier parte del cuerpo-de un manotazo se apartó la mano de su papá de la cabeza-y decir "Ya te he perdonado"-imitó Leo, con voz burlona-cómo si fuera que me absuelves de un gran pecado.

No quiero que me perdones, si Nick se asfixia y no puede venir con nosotros, yo iré a celebrar mi año nuevo con el tío Wyatt de todos modos.

Y me importan un bledo tus preferencias idiotas, si quiero preguntar, pregunto, y si me quiero ir,¡me voy!

Y dicho esto, se dio media vuelta y se alejó pisando con exagerada indignación, sin siquiera darse la vuelta para ver a su padre.

Quizás eso fue la única idea buena que tuvo Leo en esos últimos 5 minutos, porque, de haberse dado vuelta, hubiera visto como a Chris le salía humo de las orejas.

Chris se quedó estático en el lugar donde se había parado, y vio alejarse a su hijo. Su caminar hubiera sido bastante gracioso, de no haber sido porque tenía ganas de desollarle vivo.

Miró a Peter, para asegurarse de que él también lo había visto, y que él no deliraba.

Peter lo miraba mudo, como si nunca más fuese a ser capaz de pronunciar palabra.

Genial, ya tenía un testigo que declarara el día del juicio.

Chris se dio a sí mismo un segundo más para reflexionar acerca de lo que acababa de pasar.

Él lo último que quería era empezar así ese día. Realmente se sentía mal, no quería tener que castigar a nadie ese día, ¿Por qué se empeñaban en hacerle poner el traje de verdugo?.

Luego entendió que Leo se había firmado él mismo su sentencia.

"Feliz Año Nuevo", se dijo irónicamente a si mismo, e inmediatamente, salió pisando firmemente detrás del muchacho.

Si bien Leo había salido caminando mucho antes, y, ya le llevaba bastante delantera, los pasos de su padre eran mucho más grandes, y tardó muy poco en darle alcance.

Ni siquiera se molestó en decirle algo. Lo cogió por la oreja para detener su "indignada" marcha.

-¡AU!-exclamó Leo, adolorido. Su padre no solía tomarle de la oreja, ni siquiera cuando se enfadaba mucho-Papá, me duele.

-Sí, y más te va a doler, pero ten por seguro que no va a ser la oreja- increpó su padre, pero, inmediatamente cambió la oreja por el brazo del niño, y teniéndole agarrado por ahí, desvió el camino de Leo a su habitación, y lo condujo a la suya.

-Ay, papá, lo sie…-dijo suplicante, al darse cuenta de que se la había cargado.

Pero su padre no lo dejó terminar la frase, puesto que, al escuchar lo que quería decir, se dio vuelta un poco más agresivo de lo que era necesario, y con voz fría le cortó:

-Ni te atrevas a decirme que lo sientes. Porque yo sé que ahora estás asustado porque sabes lo que te espera, pero bien que cuando me lo dijiste no te importó pensar en eso. Es fácil sentirlo ahora, la idea es que lo pienses antes, pera que luego no "lo sientas". De todas formas, yo te aseguro que aún no lo sientes, pero lo vas a sentir y mucho después de la zurra que te voy a dar.-dijo Chris, y en su voz se notaba que estaba furioso. Miraba a su hijo transmitiéndole sólo una parte de su enfado, pero fue suficiente, junto con la impresión que le habían causado sus palabras, debido a que él no solía hablarle tan crudamente, para que a Leo se le llenaran los ojos de lágrimas.

Entendía que había estado mal, pero es que estaba muy molesto, pero ya no le importaba, porque, de seguro, su padre ahora lo iba a matar.

Vale, quizás no lo iba a matar, pero de seguro que no iba a quedar lejos.

Se había pasado de la raya, y lo sabía.¿Y si su padre no solo le zurraba, sino que, además no le dejaba ir a festejar Año Nuevo con ellos? La idea le aterrorizó, y bastó para que se pusiera a llorar.

En el momento en que empezó a llorar, su padre acababa de atravesar con él el umbral de la puerta de su habitación.

Al entrar, Chris cerró la puerta, y atribuyó el llanto de Leo al miedo de ser castigado. Lo lamentaba por él, pero se la había buscado él solito.

Se sentó en la cama y, en un solo movimiento, practicado infinitas veces, colocó a su hijo boca abajo sobre sus rodillas.

En cuanto hizo además por bajarle el pantalón, Leo comenzó a llorar aún más, y por la forma desesperada en que lo hacía, Chris se preocupó un poco.

-P-papá, p-pa-pá, espe-era, n-no, no me pegues, papi, po-por favor. Sé qu-que estuve m-mal, pero, p-por favor, no me dejes aquí solo.

Chris casi se atragantó con esas palabras.¿De que demonios estaba hablando?

Le tomó por la cintura y le levanto, poniéndole de pie delante de él.

Le tomó por los hombros y le hizo mirarle.

Leo le miró con la cara cubierta de lágrimas, verdaderamente congestionado. Le partió el corazón.

Respiró profundamente antes de hablarle, puesto que, si bien estaba enfadado, el estado de su hijo le importaba más, por lo que su enojo fue sustituido momentáneamente por la preocupación.

-Leo,¿de qué estás hablando?-le preguntó seriamente.

Los niños a veces ponían excusas o frases algo carentes de sentido, sólo para retrasar el momento de su castigo, pero Leo no solía hacer eso, por lo que Chris decidió tomarlo como algo más que una jugarreta infantil.

-E-es que tu ahora estás muy enfadado conmigo y me vas a pegar y…y no me vas a dejar ir con ustedes a casa del tío Wyatt a festejar Año Nuevo, y yo no lo pensé papi, por favor, perdóname.

Quiero ir con ustedes, es Año Nuevo, ten piedad papá, no me hagas eso, seré el mejor hijo del mundo, perdóname,¡por favor!-suplicaba Leo desesperado, como si estuviese siendo llevado a la guillotina o algo similar-Nunca te volveré a decir eso, papá, nunca, pero perdóname.

Leo se arrodilló en el piso, bañado en lágrimas. Realmente no le hacía bien llorar así.

Pero eso no era lo que más le importaba a Chris; lo que más lo descolocaba era la "petición" de Leo.

¿De verdad su hijo le estaba rogando que le dejara ir a festejar con ellos Año Nuevo?

¿Qué inhumana tortura le había inflingido sin enterarse de que lo había hecho, para que su niño pensase así de él?

Dejar a su pequeño sólo en Año nuevo?

Lo imaginó. La idea le horrorizó.

Chris se arrodilló en el piso hasta ponerse a la altura del pequeño.

Le cogió por debajo de los hombros y lo levantó en el aire, poniéndose de pie él mismo, para luego cogerle en brazos en todo el sentido de la palabra.

Sí, se estaba poniendo algo pesado, pero en momentos así le valía si pesaba 80 kgs, era su bebé, y estaba realmente asustado.

Jamás, repito, JAMÁS, Christopher había pensado siquiera en la idea de querer infligir miedo en su hijo al reprenderle.

Para él, existían dos tipos de padres. Los que tenían autoridad y lo que no.

A su vez, dentro de los que tenían autoridad, se encontraban los que la tenían inflingiendo miedo y los que la inflingían mediante el respeto mutuo y la comprensión.

Chris tenía como única meta en la vida desde que vio por primera vez los ojitos de Leo, ser de los segundos.

Antes que tener el respeto de su hijo por el miedo, prefería morir.

Nunca se había manejado con respuestas del estilo "lo haces porque te lo digo yo",o "soy tu padre y haces lo que te ordeno y te callas"

Siempre trataba de mostrarle que, aunque quizás fuera duro con él a veces, le amaba con toda su alma, y que siempre buscaría de él respeto, pero jamás miedo.

Tener autoridad es algo importante para la educación, pero,¿a qué precio?

Es cierto que si cada vez que tu hijo respira más alto una vez que otra le das una torta que le desacomodas el cerebro no volverá a hacerlo más. Pero ¿Estás seguro?

En cuanto sepa que no le ves, lo hará, y cuando ya nada puedas hacer, lo hará el doble, porque lo verá sólo como algo que para ti está mal, pero que a él no le hará nada malo, salvo, quizá, ganarse tu odio.

De que sirve tener autoridad por miedo, si el miedo genera sólo más miedo.

Cielos, prefería que Leo le contestara mal y luego regañarle, antes que tuviera miedo de hablarle siquiera.

Dios, cuánto asco le daba eso a Chris. Sólo pensarlo, era…era negligencia pura.

Pero ahora, analizaba como había actuado con Leo y se daba cuenta de que su actitud correspondía más con ese tipo de padres que con él mismo.

No había hecho nada para calmar a Leo al ver su enojo y luego, su miedo, sino que, todo lo contrario, le había asustado más y había descargado en él su enfado.

¿Qué resultado esperaba obtener de ese castigo? Sino el que estaba obteniendo en ese momento.

Gracias al Cielo que Leo le había hecho reaccionar a tiempo.

En ese momento, pensaba, yo soy quién se merece unos azotes.

Se pasó una mano por la cara, para disipar esos pensamientos, y decidió hacer ahora sí, las cosas bien. Desde el inicio.

Colocó su mano sobre la cabeza de Leo, algo asustado por pensar que, si se la apartaba, esta vez tendría motivos.

Pero, en lugar de eso, Leo se abrazó más fuerte a él, lloró más ruidosamente.

Cris se sentó en la cama y sentó a su hijo en su regazo.

-Leo, hijo-comenzó, algo consternado, y sin ningún rastro en su voz del enfado que destilaba hacía escasos minutos-explícame,¿de qué estás hablando? Shh, mi amor, no llores así, no pasa nada.

Anda, dile a papá que tienes-Chris le dio un beso, y otro, y uno más, y le hizo botar sobre sus rodillas, igual que había hecho hacía un momento con Nick. Que gracioso, primero al mayor y ahora al menos. Peter debía sentirse discriminado.

-Papi, es que…-Leo no pudo terminar. Se sentía mal, tenía miedo.

-¿Qué, mi vida?

-Es que yo…tengo miedo.

ZAS, en toda la cara.

Es palabra fue la que bastó para destrozar a Chris.

Miedo.

Diablos.

¿Por qué no dijiste otra palabra, Leo?, se lamentó Chris en su mente.

Respiró profundo pon enésima vez en esa hora. Bien, empezó mal, pero estaba decidido a terminarlo bien.

-¿Miedo de qué, campeón?-preguntó acercando su cara a la de su hijo, intentando mirarle a los ojos.

Leo le miró no muy convencido, y en su mirada, efectivamente, había rastros de miedo.

-D-De que tú te fueras con Nick y Peter a casa del tío y me dejaras aquí, sólo-dijo Leo, con una voz realmente triste.

Se veía tan miserable, que cualquiera diría que acababan de sacarlo de un pozo después de 4 meses.

Chris le miró con seriedad, pero no por enfado, sino porque tomaba en serio las palabras de su hijo.

-Leo-dijo poniendo su mano en la mejilla de él-¿De veras crees que yo sería capaz de hacer eso?

Leo miró a su padre y vio que la pregunta iba totalmente en serio, y no sólo para intentar consolarle.

-Pues…-ya no lloraba, al menos era una mejoría.-No sé…es qué te vi tan enfadado…-explicó, dudoso. En ese tonito iba también iba disfrazada la pregunta "¿sigues estándolo?"

Chris lo detectó.

-¿Si? Y dime,¿Por qué?

Quería saber que Leo entendía cuál había sido su error, porque, aunque estuviera muy triste y todo, no se la iba a llevar de arriba después de eso. Sólo quería asegurarse de que comprendiera el por qué, y, además, que lo amaba con todo su corazón, aunque estuviera metido en una de aquellas.

Así que estaba decidido a entrar en el típico jueguito de los "porqués".Además, eso quizás le ayudara a relajar a Leo.

Por su parte, Leo estaba mudo, pero ya no le sostenía la mirada a Chris.

-¿Leo?

-Porque…Porque te dije Idio…y lo que sigue…

-¿Sólo eso, hijo?-preguntó Chris, seguro de que se estaba quedando algo corto…

-N-no…es que…¡perdón!-Leo se tiró a su cuello -papi, perdóname, por favor…

-Hijo, escúchame, yo te perdono todo, pero me gustaría saber-lo separó y lo hizo mirarle a los ojos-¿por qué estoy enfadado?

-Porque te ataqué a preguntas cuando entraste…-respondió el muchacho, apenado.

-Oh, y supongo que es la primera vez que te digo que eso me molesta,¿no?-preguntó inocente, cómo si necesitara que Leo le respondiera para saberlo.

-N-no…ya me dijiste varias veces antes…

-Es cierto.¿Qué más?. Porque, de hecho, luego de eso, te regañé, y pensaba quedarme ahí, pero creo que tu reacción no fue la mejor de todas,¿cierto?

-Yo…pues…Te contesté mal…tú sólo quería arreglarlo todo, pero yo me enfadé porque me regañaste y preferí contestarte mal, para sacarme yo también el enfado. L-lo, siento-respondió y luego, bajó la cabeza.

-Pues si es cierto que esa no es la manera. Si te reprendo, hijo, entiéndelo bien, es por tu bien, para que en el fututo no tengas problemas como el que tienes ahora por insolente. Además, siempre deberías preferir un regaño que unos azotes. Pero, lamentablemente, ahora te has ganado ambos. Ahora dime.¿Algo más?

-Dije idi..y lo que sigue, y estu…y lo que sigue.

-No Leo…ME lo dijiste.¿Crees que es bonito llamarle eso a tu padre?-esta vez Chris empleó un tono más duro. Su hijo ya entendía que no había riesgo real, así que abandonó la charla para reemplazarla por la reprimenda.

-No, papá. Tampoco debí darte un manotazo.

-Es verdad, no debiste. Pero,¿de verdad creíste que iba a dejarte aquí en casa?.

-No sé, estabas tan molesto…Sabía que ibas a castigarme.

-Sí, y VOY a castigarte Leo. Pero de ahí a dejarte aquí…

-Pero es que estabas MUY enfadado.

-Porque tú hiciste una GRAN travesura. Y por eso voy a darte un GRAN castigo.

Leo le miró apenado.

-Pero,¿si voy a ir con vosotros?.

-Sí, Leo. Jamás te castigaría con eso. Pareciera que no me conocieras. Ahora voy a abrazarte y darte un beso. Luego te voy a poner sobre mis rodillas y te voy a dar unos azotes.

Luego te voy a abrazar y nos vamos a olvidar de esto.

Y eso es TODO lo que voy a hacer. ¿lo entiendes, hijo?

Nunca, repito, por si no te quedo claro, NUNCA, te dejaría aquí sólo, y menos en Año Nuevo.¿Qué quieres, que tus abuelos y tus tíos me maten? Además, no sería Año Nuevo en familia sin mi campeón.

Leo sonrió ampliamente y se arrojó a los brazos de su padre.

Chris le meció de adelante hacia atrás y le dio muchos besos en la cabeza y el rostro.

-Ah,y,Leo-añadió Chris con calma-no me enfadé porque preguntaras por tu hermano. Me enfadé porque comenzaste con tus ataques descontrolados de preguntas y no es la primera vez que te digo que eso me disgusta. Quería dejarlo claro, para que no te confundas, hijo. Por el acceso de preguntas te regañé, pero es por tu comportamiento insolente que te voy a zurrar-añadió con voz firme.

Leo asintió.

-¿Me abrazas un ratito más, papi?-preguntó algo desganado.

Como respuesta Chris lo abrazó, mientras lo ponía de pie.

Cuando se separó de él, le dio un beso.

Finalmente, cambió su semblante por uno más serio.

Acercó a su hijo e hizo ademán de bajarle los pantalones, pero se lo replanteó.

-Bájate los pantalones y los calzoncillos-ordenó, con voz firme.

No buscaba asustarlo más, pero esperaba que así la lección quedase mejor grabada para así asegurarse de evitar tener que repetirla.

-Leo…-advirtió, al ver que su orden no daba señales de ser obedecida.

-Papi..es que…me…me da vergüenza-pidió, en voz baja.

-¿Te da vergüenza bajarte los pantalones delante de mí pero no así te da responderme cómo lo hiciste? Si lo que buscabas era demostrar lo "mayor" que eres, contestándome así, entonces ahora demuestra tu madurez y obedéceme, que te conviene-sentenció Chris duramente, y con eso dio por finalizada la conversación.

Leo por poco alucinaba. Definitivamente no estaba acostumbrado a que su progenitor le hablase así. Entendió que más le valía hacerlo, porque "el horno no estaba para bollos", y ya se las estaba viendo de color hormiga, así que, con las manos algo torpes, se desabrochó los pantalones y se los bajó.

Miró a su padre antes de bajarse los calzoncillos.

Aunque Chris también fuese hombre, y ya le hubiese visto desnudo en otras ocasiones, sintió una oleada de vergüenza recorrerle el cuerpo, y estiró la camiseta que tenía puesta para cubrirse un poco.

Luego miró a su padre, visiblemente angustiado, preguntándole con la mirada sobre cómo debía de proceder.

Chris asintió imperceptiblemente.

-Bien, ahora, túmbate aquí, sobre mi regazo-ordenó tranquilamente, dándose unas palmadas sobre los muslos.

Sabía que estaba siendo más duro de lo que él chico acostumbraba, pero no quería ni estaba dispuesto a permitir que ese tipo de situaciones se repitieran, y mucho menos, en esos días, que eran para el disfrute, y no para las riñas.

Pensó en eso para mantenerse firme, al ver la consternación en los ojos de su hijo ante su mandato.

-Pero, papá-intentó articular Leo.

-Leo. Te he dicho que te coloques sobre mi regazo, por favor.

-Por favor…Papi…-Leo tenía los ojos acuosos nuevamente, el tono de Chris, así, calmado lo asustaba aún más que los gritos. Pronunció ese ruego con voz aguda, y totalmente quebrada al final

Chris le cogió las muñecas y acercó su rostro al de su hijo.

-Obedéceme.

Sólo con esa orden, calmada, firme, hizo que las emociones vibraran en el muchacho.

Leo sorbió por la nariz y caminó hacia Chris, que se había enderezado y se puso como le había indicado..

Chris suspiró quedamente. Funcionó.

Acomodó bien a su hijo para que ninguno de los dos estuviera incómodo, y le rodeó con el brazo la cintura.

Levantó su mano derecha sobre el desprotegido trasero del pequeño, y respiró profundo, antes de comenzar.

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-Cuando hables conmigo, aunque estés enfadado, lo harás con respeto.

SWAT SWAT SWAT SWAT SWAT SWAT

-Si quieres saber de tu hermano, está bien por mí, pero no harás lo que te he dicho ya que no debes hacer-reprendió Chris severamente.

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-No te voy a permitir que me des manotazos. Va a sonarte irónico, pero yo nunca te he golpeado, ni he hecho ademán de hacerlo siquiera, así que no voy a tolerarte nunca que tú me lo hagas a mí.

SWAT SWAT SWAT SWAT SWAT SWAT

-No quiero que vuelvas a decir groserías. Han sido varias las veces que te has encontrado en esta situación por decirlas, así que piensa muy bien antes, porque sabes que, automáticamente, vas a acabar así.

SWAT SWAT SWAT SWAT SWAT SWAT

-Pero, escucha muy bien esto, esta fue la primera SWAT y la última SWAT vez que me las dices a mí.

Soy tu padre, y no voy a tolerarte que me insultes SWAT .Me debes un respeto, que es, al fin de cuentas, el mismo que yo te tengo a ti.

Así que, piénsalo de esta forma. Si no me respetas por el hecho de que soy tu padre ni por el de que yo también te respeto, al menos, se inteligente, y respétame porque sabes que soy quien te puede dar una zurra para ponerte en tu lugar.

Le dio dos palmadas más , un poco más fuertes que el resto, y finalizó.

Le dio un total de treinta azotes, y el chico tenía las nalgas visiblemente coloradas.

Con cuidado le acarició la espalda, para calmarlo. Estaba llorando, y de eso, seguramente se enteró hasta Nick.

Siguió con sus caricias por la espalda, y, paulatinamente fue bajando, hasta llegar a la parte del cuerpo que había castigado.

Le hizo caricias circulares con extrema suavidad, pues sabía que la piel estaba extremadamente sensible.

Le acarició un poco más y luego, antes de levantarlo, toco la rojiza piel con el dorso de la mano, para comprobar que, efectivamente, al igual que su palma derecha, estaban notablemente calientes.

Suspiró.

¿Por qué en Año Nuevo?

Tomó al niño por la cintura para levantarlo de sus piernas y, automáticamente, lo envolvió en un abrazo.

Le besó repetidamente la coronilla, y Leo enterró la cara en su pecho, y Chris sintió como su camisa iba mojándose, a medida que la manifestación física de la tristeza de su hijo se abría paso por ella, en forma de lágrimas.

Antes de seguir consolándole, le subió los calzoncillos e intentó subirle los pantalones, pero Leo se lo impidió con una manito.

-No, pa, me duele.

¿Pa? Definitivamente ahora Leo quería vengarse, matándole de ternura.

Chris le besó otra vez y le sentó sobre sus rodillas, cuidando que aquella parte de su anatomía que le molestaba, no tocase nada que no fuera aire.

-Ven aquí, mi amor. Claro que te duele,¿Se te ocurre por qué?¿mmmm?-cuestionó Chris cariñosamente, separándose de su hijo lo mínimo e indispensable para mirarle a los ojos.

-Porque me pegaste-afirmó con pena.

Chris le miró divertido.

-¿Por qué te pegué? Vale, y ¿Por qué?

Leo pareció pensárselo.

-Porque eres malo-afirmó con un gracioso gesto teatral, para luego ocultar su rostro en el cuello de su papá.

Chris fingió indignación.

-¡¿Por qué soy malo?!¿Estás seguro?

-Sí-murmuró Leo desde su escondite, lo suficientemente alto para que llegara a oídos de su interlocutor.

-Oh, vale, pues que pena. Porque si soy malo, entonces supongo que no querrás que alguien malo como yo te haga mimos,¿verdad?-exclamó, haciendo señas de separarse.

Leo cayó en el chiste, y, con vocecita indignada dijo:

-Es cierto, no te quiero, eres malo, me pegaste.

-¿Ah si? Pues no te mimo nada-dijo Chris con una muy mal actuada indignación, mientras tiraba a Leo boca arriba sobre la cama, cuidando de no ser brusco, por respeto a su maltrecha parte posterior.

-No te mimo, pero si te hago cosquillas-reafirmó, mientras comenzaba a hacerle cosquillas en todo el cuerpo, al tiempo que el niño se retorcía.

-¡No! Papá, jajajajajajaja, ¡PARA!

-No. Porque soy malo.

Leo sólo atinaba a seguir riendo.

-Basta ya, por favor jajajajajajaja

-¿Sigo siendo malo?

-Sí. .

Chris se detuvo y le miró con cariño.

Se inclinó sobre su hijo y le dio un beso.

Luego, le pasó los brazos por la espalda para levantarlo y sentarlo nuevamente en su regazo.

Enterró su cara en el cabello de Leo, mientras lo apretaba contra su pecho.

-Papi…

La voz de Leo ya no contenía tristeza, tampoco risa. Sólo era la voz de un niño de 8 años que a veces demostraba 14 y otras 4.

-Leo, entonces,¿Te pegué porque soy malo?

-No. Yo…En serio lo siento. No sé que me pasó.

-A veces las personas hacen cosas sin entender por qué las hacen. Yo creo que, quizás lo que querías ¿era llamar mi atención?…

-Eh…

-¿Querías que papá te hiciera unos mimos, campeón?.¿Era eso?

Leo miró al piso. Si, era una posible razón, sólo que hubiera preferido que su padre no lo supiera. Ahora si que quedaba como un niñito caprichoso.

Pero Chris notó su azoramiento, y le levantó la cabeza, para que lo mirara.

-Ese es un motivo muy noble para ganarse un castigo,¿eh?-dijo en tono de broma-Si quieres que te preste atención, hijo, prefiero mil veces que te tires en mis brazos, me jales de la camiseta, incluso que me grites desde la planta baja un "¡PAPÁ!", y yo voy a correr a tu lado.

Porque a mi me gusta atenderte tanto como a ti te gusta que lo haga. Estas son las cosas que no me gusta tener que hacer, pero tú vas a tener que aprender a controlar tus reacciones para conseguirlo.

Recuerda siempre Leo que no necesitas llamar mi atención, porque mi atención es toda tuya. Eres, junto con tus hermanos, el centro de mi mundo, y me importáis más que nada.

No vuelvas a pensar lo contrario, y por favor, no me hagas tener que repetir esto,¿de acuerdo?

Leo asintió y le dio un beso a su papá.

Chris le puso de pie y luego se paró el también.

-Hijo, anda, ve al cuarto de Peter que quiero deciros algo, y sonríe. Sonríe mucho.

Leo sonrió y Chris hizo lo mismo.

Metió la mano en un cajón que había en su cuarto y le tendió un caramelo a Leo.

Lo miró como si le hubieran ofrecido las llaves de Narnia.

Leo asintió y Chris le impulsó con una palmada cariñosa.

Se quedó parado viendo como el muchacho se marchaba, y lo siguió, con la sonrisa aún dibujada en los labios.

¿Descansar?

Y un cuerno. Ese día iba para laaaaaaargo, y aún no eran las 11.

Genial.

Entró en el cuarto de Peter cuando Leo se estaba sentando en la cama junto a su hermano.

Peter le rodeó con un brazo.

-Vale, sólo quería deciros que, como ya sabéis, hoy nos vamos a casa del tío Wyatt a festejar-comenzó Chris, mirando a sus hijos con alegrías renovadas-pero, aunque no es hasta la noche, nos vamos más temprano porque vamos a ir a ayudarle.

Más o menos a las 6 salimos de aquí, y los necesito listos, así que, hasta la hora del almuerzo, sois libres, pero, luego, necesitaría que os preparéis, arreglaos, haced todo lo que necesitéis. Leo, fíjate si quieres llevar algo para jugar con Alex o con .

Peter,¿Por qué no llevas la guitarra?,de seguro que puedes tocar algo y nos alegras la noche-ofreció Chris, sonriente.

-No, papá, yo…-interrumpió Peter, tímidamente.

-No, no me vengas con esas, te cambio la pregunta porque ya empiezas con tus "no pero yo…Coge la guitarra y llévala. Punto-dijo Chris con fingido hartazgo en la voz, con aires de "si no te doy un empujón, te quedas toda la noche escondido debajo de la mesa".

Peter le sonrió, y asintió, aceptando la "invitación".

Por su parte, Leo, en cuanto le mencionaron a sus primos, salió volando, olvidándose de sus penas, del castigo, de la alegrías, de Año Nuevo.

¿Qué tristeza ni que cosas del diablo en Año Nuevo?

-Vale, yo voy a estar abajo, preparando la comida con Nick…¿Nos quieres acompañar?

-¿Eh? No, papá…gracias-dijo Peter suavemente.

Chris detectó algo en la voz de su hijo, aunque tampoco quería presionar demasiado.

Le puso una mano en el hombro y le preguntó con voz suave:

-Peter, hijo,¿estás bien?

-Sí, papá. No te preocupes, sólo estoy algo impresionado por lo que le pasó a Nick.

Chris le dio un beso y le dijo:

-No te preocupes por él, está mejor que vosotros dos juntos. Hala, tesoro, no te preocupes. Si no quieres bajar, quédate aquí, haciendo lo que quieras, pero por favor, no mates a nadie,¿si?

Y, de verdad, si necesitas cualquier cosa, sólo llámame, aunque esté en el otro extremo de la casa, y yo vendré volando,¿vale?

Peter le asintió, sonriente.

Chris le revolvió el pelo y salió de la habitación.

Oyó revuelo en la habitación de Leo y eso le confirmó que su hijo estaba allí, por lo que ya no se preocupó y bajó, dispuesto a intentar, al menos, hacer algo de la comida, puesto que Nick se iba a ocupar de que él apenas pudiera tocar algo.

Entre tanto, mientras Chris se entretenía en la planta alta, Nick se había quedado parado en el lugar donde su padre lo había dejado…durante dos segundos.

Como había entrado corriendo a la cocina, vio que Chris, provisorio como era, ya había comenzado a hacer algunas cosas…

Había separado varias verduras, algunas ya lavadas.

Había comprado varias cosas para preparar entremeses…había fiambres, carnes, frutos secos y chocolates semipreparados, seguramente para confitarlos ellos mismos…

Y, sobre todo, había un gran pavo puesto en remojo, según lo que sabía, para que fuese más fácil removerle la piel…

A Nick le pareció que se le hacía agua la boca…o más bien, las manos…

Tantas cosas para preparar…quería empezar en ese instante, y estuvo a punto de comenzar él sólo, a punto…

"No quiero que te acerques a la cocina cuando yo no esté cerca,¿está claro?"

Nick recordaba a la perfección las palabras, que Chris le había repetido hasta el cansancio…también recordó el resentimiento de su trasero las veces que no las había acatado…

"No, nada de problemas, Nicholas, no hoy" se dijo a si mismo, dispuesto a hacer que ese día fuese perfecto para él y para su padre…

Respiró, e hizo frente a la tentación.

Fue hasta el pie de la escalera y se asomó para ver si su padre daba rastros de bajar…

Nada.

Caminó por la sala y repitió la operación.

Nada.

Quiso recorrer la cocina, pero se llamó a conciencia, y decidió no hacerlo, porque sabía que eso sólo incitaría su deseo de comenzar sin Chris.

Volvió a asomarse por la escalera, pero Chris, nada de nada.

Sintió que iba a volverse loco, así que comenzó a pensar.

¿Qué podía hacer?

Entonces, cómo caída del Cielo, le llegó la solución.

La mesa del desayuno seguía cubierta por los restos del desayuno.

Nick pensó que, si eso seguía allí para cuando Chris volviera, se entretendría recogiendo todo y así acabaría con la poca paciencia que le quedaba.

Se asomó una última vez a las escaleras y, nuevamente, no vio nada, por lo que se puso manos a la obra.

Comenzó a levantar todo y a llevarlo a la cocina.

Llevó todos los platos apilados en una torre, para acelerar, pero luego se dio cuenta de que no tenía apuro, puesto que, de hecho,

no tenía demasiado que hacer luego de eso.

Con más calma llevó los vasos de dos en dos, los cubiertos, bandejas y todo lo que pudo quedar en la mesa.

Puso todo para poder lavarlo, pero antes, fue una vez más a la mesa para asegurarse de que quedara totalmente limpia.

Y una vez eso, ya sí se dispuso a lavar todo.

Se tomó su tiempo para asegurarse de que todo estuviera bien limpio, y luego, se puso a secarlos.

Nick contempló su obra orgulloso, y, ya que estaba en eso, se puso a guardar todo en su lugar.

Con la misma calma que lavó todo, lo llevó a su lugar.

Estaba llevando uno de los últimos platos, y ya sólo le quedaba guardar 4 más, cuando escuchó los pasos de alguien bajando por las escaleras.

¡Jo!¿Se le daba por venir justo ahora?

Puso el plato en su sitio y corrió a coger los 4 que quedaban, los apiló rápidamente y corrió a ponerlos en su lugar.

Fue en el instante en que Chris entraba por la puerta que Nick tropezó con un charco de agua, cayendo al piso y con él los platos, que se estrellaron contra el piso, haciéndose añicos.

Chris voló a su lado por segunda vez, hincándose de rodillas a su lado, para ayudarle.

-Nick, hijo, ¿estás bien?-preguntó con extrema preocupación Chris-no, no te muevas, estás rodeado de vidrio, quieto, no te muevas. Deja ayudarte.

Le tendió la mano y, con cuidado, lo hizo sentarse en el suelo, y luego, con el mismo cuidado, lo incorporó.

Le sacudió un poco la ropa y le preguntó

-¿Te has hecho daño?

-N-no, estoy bien, papá.

-Pues menuda suerte, que ya te podrías haber hecho mucho daño-comentó Chris con calma, pero sin ocultar un deje de preocupación en la voz.

-Lo sé…Pero, papi, yo sólo quería…-empezó a decir Nick con desesperación, demasiada, según el criterio de Chris, que no entendía por qué todo el mundo en ese día parecía al borde del colapso nervioso.

Chris le cortó.

-Sí, eso te iba a preguntar justamente, hijo. ¿Qué estabas haciendo?

-P-pues, yo, sólo-respondió tímidamente el joven-esto, quería levantar la mesa, porque tú siempre me dices que no cocine si no estás, pero vi todo esto y sentí que no me podía resistir-Nick comenzó a hablar rápidamente-pero dije que tenía que esperarte, ¿ves cómo te hago caso?,y pues no sabía que hacer, y me asomé a las escaleras, pero no bajabas, y decidí ponerme a hacer esto, y como tardabas, me puse a hacerlo lentamente, pero oí tus pasos y como quería comenzar ya, pues cogí de a 4 los platos, y había agua en el piso, y me resbalé, y me caí, perdona, yo sólo quería ayudar y comenzar rápido papá, perdóname, pero, por favor, no te enojes-suplicó Nick.

Chris le miró con cara de "no se si se está burlando de mí"

Le cogió la barbilla y se la giró, para que quedara mirándole.

-Mi amor,¿Por qué crees que iba a castigarte por quebrar un plato?

-Fueron 4…

-Y si hubiera sido la vajilla entera.

-Es que…

-Nick-cortó Chris, viendo que si entraban en eso, no saldrían en un largo rato ¿Acaso se había vuelto loco todo el mundo?-Nunca me enfadaré por que rompas nada si es un accidente. Sólo querías ayudarme para poder hacer más rápido algo que tenías muchas ganas de hacer.¿Qué puede haber de malo en eso?

Querías hacer algo, pero sabías que no podías, entonces, en lugar de optar por desobedecerme, optaste por ocuparte en algo que sabías que podías hacer. Y justamente, haciendo eso, para acabar pronto, tropezaste y caíste. Pero estabas haciendo algo, para ayudarme.¿Cómo me podría enojar por eso?-consoló dulcemente.

Nick se sintió tan aliviado…Miró a Chris con ojos brillantes, lleno de agradecimiento.

Sintió como lo atrapaba en sus brazos, estrechándolo suavemente.

-Estoy orgulloso. Estás pensando antes de hacer las cosas, que es exactamente lo que quiero enseñarte siempre. Me estás demostrando que nunca me equivoqué contigo, ni por un segundo.-Chris le hablaba con dulzura mientras le acariciaba la espalda.-¿Nick?

-¿Si…papá?

-Gracias por levantar la mesa.

-De nada-dijo Nick separándose con suavidad-ahm. pá…¿podemos empezar?

Chris le sonrió.

-Podemos, sí.¿Quisieras empezar a confitar las frutas conmigo?

Nick asintió emocionado, y se pusieron manos a la obra.

No fue difícil cortar las frutas, cocinarlas y luego ponerse a cubrirlas en azúcar y caramelo.

Eso…y todo lo demás, ensaladas, frituras, carne, pollo, dulces…

Todo lo hicieron riendo y hablando de cosas triviales.

Nick le contó a Chris de Años Nuevos que habían pasado en el orfanato.

No le gustaron demasiado.

A todo esto se les hicieron casi las 2 de la tarde.

Chris estaba pelando la piel del pavo y Nick cortando los vegetales que acompañarían y las salsas.

-Papá…

-¿Qué sucede, Nick?-contestó sin levantar la vista del ave.

-¿Cómo…cómo es pasar Año Nuevo?

Chris levantó la vista extrañado. Miró a Nick a los ojos y dejó el pavo por un momento.

-Pero Nick, si eres tú el que me ha estado contando desde que empezamos cómo pasaba Fin de Año.

-Sí, pero…ya sabes…me refiero a, en familia…

El hombre entendió a dónde conducía la inseguridad de Nick. Le colocó una mano en el hombro,y habló:

-Pues…te reúnes con todas las personas que amas, y que te aman también.

Comes cosas deliciosas que preparamos entre todos, y reímos sentados en una mesa larga, larga.

Todos tienen un lugar en la mesa, aunque son pocos los que lo mantienen. El grado de permanencia es indirectamente proporcional a la edad del que está sentado-respondió Chris con una sonrisa. Nick también sonrió ante la explicación.

-Después-siguió Chris-nos reunimos y brindamos, para celebrar y recibir el año que llega, y nos expresamos nuestros mejores deseos, y todo nuestro cariño, aunque después acabemos montando una batalla campal en la casa misma.

-Normalmente, eso es todo…pero…nosotros no nos regimos por lo "normal"-esto les sacó otra sonrisa a ambos-siempre acabamos poniendo los dulces en la mesa después de eso, y empieza la música, y los bailes, y los gritos, y el que se acapara los dulces, y los brindis, que empiezan por los buenos deseos y acaban porque tu tío no deja pasar una botella sin usarla para brindar por lo que sea, con tal de darle un sorbo de litro y medio.

Nick parecía alucinado, la ilusión en su rostro no se ocultaba de ningún modo, y eso incitó a Chris a continuar.

-Básicamente, el Año Nuevo es el momento del año en que todos nos atrevemos a decirle a quienes amamos, pues, eso, que los amamos. Yo creo que todos en esta familia necesitan esto…especialmente tú y tu hermano, porque, si acaso alguna vez te quedaron dudas de que en esta familia todos os amamos, y os necesitamos, eso se va a aclarar esta noche.

Tú necesitas esto, tu hermano necesita esto, la familia necesita esto…

-¿Y tú, papá?

Chris le cogió la cara entre las manos, y le susurró.

-Yo sólo os necesito a vosotros, y pasar esta noche juntos, será lo que, sin saberlo, he necesitado toda mi vida. Es al día de hoy que puedo decir que, estoy completo.¿Entendiste, hijo?

Como única respuesta, Nick se abrazó con suavidad a Chris, y mantuvo su frente en el hueco de su cuello.

Chris pensó en todo lo que había pasado hasta el momento, y agradeció mentalmente.

Podrían haber seguido así, pero entonces, instintivamente, Chris miró el reloj de la cocina, y vio cómo marcaba casi las 2.

-¡¿Qué?!¡¿Las dos de la tarde, ya, tan pronto?!

Nick lo soltó y lo miró sorprendido.

-Nick, lo siento, hijo, pero en 4 horas hay que salir de aquí, y aún no he comenzado a preparar el almuerzo.

-¿Te ayudo?

-No, hijo, está bien, lo haré rápido y luego terminaré con esto-dijo señalando el pavo.

-Pero no hace falta que lo hagas solo. Yo no tengo que alistarme hasta después de almorzar. Tú lo dijiste. Vamos, te ayudo, dime que preparar.

-Nick, es en serio, sube a matar el tiempo en algo, me ocupo en unos segundos-insistió Chris, algo irritado. Ese día parecía que o bien estaban todos sensibles o bien todos le llevaban la contra.

-No, papá, vamos….¿Qué voy a hacer en ese tiempo?

-Mira, Nick, no estoy en el mejor momento del día. Tengo poco tiempo para acabar con todo, así que, por favor, haz lo que te pido.

Nick ni siquiera se movió. Cuando lo hizo, lo hizo hacia el refrigerador, mostrando que se disponía a preparar algo, que no sabía muy bien, pero, posiblemente, para mostrar su posición de "me vale lo que digas, lo haré de todos modos"

Su padre no lo dejó continuar. Le sujetó firmemente por el brazo,

y de un tirón le hizo retroceder. Lo miró a los ojos.

Chris le dirigió una mirada de cuidado y le advirtió, ya visiblemente molesto.

-Mira Nick, te estás acercando a pisar una línea que…

Pero en ese momento entró Peter.

Escuchó un segundo la conversación, y luego, se dirigió hacia el refrigerador, de donde cogió uno de los imanes con teléfonos de pizzerías.

Caminó hasta el teléfono y marcó.

Mientras esperaba, Chris liberó el brazo a Nick, pero no sin dedicarle una dura mirada.

El chico se encogió un poco.

Ya más tranquilo, suspiró resignado y miró a Peter.

-Pide una grande, tesoro.

Peter asintió y habló en el auricular, porque ya habían respondido.

Chris a todo eso se puso a poner la mesa.

Cuando Peter colgó, Chris no estaba en la cocina.

Nick le sonrió despreocupado, e iba a pasar a su lado para ir a su cuarto; pero Peter le retuvo, cogiéndole el brazo algo más violentamente que Chris, cosa que era muy poco normal en Peter.

Le dirigió una mirada sombría, y con voz igual de sombría, le dijo, en voz baja.

-Ten mucho cuidado, porque no te voy a permitir que le cagues el Año Nuevo a papá. La próxima vez podrías no tener tanta suerte, así que más te vale que tengas cuidado, porque si arruinas esto, te voy a hacer arrepentir.

Luego, lo soltó con brusquedad y se alejó, para ayudar a Chris con la mesa.

Nick sintió que la mandíbula se le desencajaba.¿De qué demonios iba eso?.No era para tanto, es decir…¿Por qué su hermano, que hacía sólo unas horas le había hablado con todo el amor del mundo le decía eso ahora?

Si tan sólo Nick hubiese estado en la cabeza del más inseguro de sus hermanos…habría entendido tantas cosas…

Pero no era así, así que se conformó con estar sólo en la suya propia.

¿No eras tú el que dijo que no quería causar problemas?,se preguntó a si mismo. Pues así no lo estás logrando.

"Yo sólo quería ayudarle a hacer el almuerzo","Sí, pero no de esa forma".Nick ya sentía cómo hasta su conciencia lo reprendía. "Le hubieras dejado sólo y te hubieras ido a tu cuarto y ya,¿No te quejas siempre de que no tienes tanto tiempo para ti? Pues aprovecharlo sin causar problemas"

Nick asintió con determinación y se propuso, nuevamente, no causar problemas.

Sí,claro.