One–short de varias parejas, excepto de las que no me gustan v:

Espero que lo disfruten.


Kuroko no Basket no me pertenece, es propiedad de Fujimaki Tadatoshi.


Resumen: I. Los labios de Akashi–kun eran enigmáticos y, eso le llama la atención. *BL*


[One–short #I]

Enigmatic kiss


Quiera o no, siempre terminaba con los mismos pensamientos.

¿Cómo se sentían los labios de Akashi–kun?

Aunque cueste la vida negarlo, le avergonzaba ―un poco―, preguntarle aquello. Y es que Aomine–kun le miró con una cara rara cuando lo dijo en voz alta y por último, había reído estrepitosamente, comenzando a hacer insultos por la gracia que le daba.

¿Por qué era gracioso aquello? ¿Qué tenía de divertido?

Y sabía que la única forma de hacerlo era comprobándolo, es decir, preguntárselo a Akashi–kun directamente.

Pero simplemente no podía. Porque; cada vez que intentaba hacerlo, pasaba algo misteriosamente extraño y les interrumpían. Sea porque le llamaba Kagami–kun o le surgía una emergencia a Akashi–kun.

Es como si fuera que la vida quería que no tuviera suerte.

Eso pensaba hasta que recibió la rara llamada del de ojos bicolores, haciéndole hacer una rara expresión, que asustó a todos los de Seirin porque ―según ellos―, era raro verme hacerlo así sin más. Lo que significa que sonreí un poco… No creo que sea para tanto… creo…

Caminé hacía el parque donde nos íbamos a encontrar. Era raro que elija lugares así, a menos que haya una cancha, cosa que había y lo comprendió.

Finalmente Akashi–kun había llegado, con un paso elegante y firme; como siempre. Esos penetrantes ojos de color bicolor, dejándolo hipnotizado. Sin darse cuenta siempre terminaba pensando en ello, quiera o no, inconscientemente o no, es como si él le estuviera hechizando… Haciéndole pensar en cosas cursis como éstas.

¿Tan "absoluto" era Akashi–kun?

―Tetsuya, buenos días. ―saludó elegantemente con una pequeña curva en sus labios. Correspondió el saludo del mismo modo. ―Me he dado cuenta que en estos últimos días has querido decirme algo y no has podido hacerlo por varias interrupciones.

Él se sentó en la banca, dándole lugar a mí también.

¿Qué era lo que sentía en esos momentos? ¿Cómo se llamaba ese sentimiento?

Ah, sí. Estaba nervioso, muy nervioso.

―Bueno… Um… eso. ―por ello solo pudo balbucear cosas incomprensibles, confundiendo al otro y así, produciendo su risa. Esa dulce risa ―odio estos pensamientos― se sumergieron en toda su cabeza, contagiándole un poco a él. Pero a la vez que comenzó a hacerlo, él lo había dejado de hacer, mirándolo expectante y divertido, aunque no lo demostrará. Pronto se calló, con un leve sonrojo en sus mejillas. Bajo la cabeza para mirar sus zapatillas, así poder ocultar su sonrojo; aunque sea un poco.

Este comportamiento era muy raro en él y no le gustaba para nada.

―Estás raro, Tetsuya. Primero te pone nervioso y luego ríes. ―cerró sus ojos para tratar de no escucharlo; porque sabía que era la pura verdad. Pero; lo dicho después lo dejo confundido. ―Interesante.

―¿Eh?

―Realmente eres un misterio para mí, Tetsuya. ―lo dijo inexpresivo como siempre, que le hizo sonrojar furtivamente.

―Te quería preguntar algo, Akashi–kun. ―cuando obtuvo toda su atención; continúo. ―Es algo a lo que siempre tuve duda.

―¿Hmm? ―vio por el rabillo de su ojo que enarco la ceja divertido, haciéndole sentir más nervios. Esto era muy raro realmente. ―¿Algo a lo que siempre tuviste duda? ―asintió con su cabeza. ―Prosigue.

―Siempre quise saber… ¿Qué sabor tienen tus labios?

Y eso fue el inicio del silencio más incómodo que tuvo en toda su vida. Siempre fue como un fantasma y lo dejaban hablando solo; pero esta vez fue diferente.

Era como si una bomba se hubiera desatado en su interior.

¡Quería morir! ¡Y era algo raro que piense de éste modo!

Estaba pensando seriamente que Akashi–kun le hizo algo raro cuando jugaron el partido en la Winter Cup.

Tal vez lo enveneno con algo por haberle ganado al absoluto de Akashi Seijurouu. Si, ha de ser eso.

―¿Así que era eso? ―al parecer lo preguntó retóricamente y por ello quede en silencio. O eso trate.

―Sí.

Aunque no dije mucho, ya que era muy incómodo.

Tamborileé la superficie de la banca nervioso, desviando la mirada y tratando de centrarme en otra cosa que no sea en Akashi–kun, pero era prácticamente imposible.

―Tetsuya.

―¿Qu–? ―di la vuelta mi cabeza, para dirigirle la mirada. Pero antes de que pueda decir un mísero "qué" algo suave me interrumpió.

Di un respingo contra aquello, estremeciéndome.

Eran los labios de Akashi–kun.

Textura suave y fina con un sabor que no podría describir.

"Enigmático" pensó vagamente.

Sintió algo húmedo contra sus labios, era su lengua. Solamente pudo sorprenderse y abrir su boca por puro descuido, sintiendo la intromisión mientras que la recorría por toda su cavidad bucal, lamiéndolo por cualquier lado posible, haciéndole gemir. Para no quedar atrás adentro su lengua en la boca del otro, tratando de hacerlo mismo que Akashi–kun. Enredaron sus lenguas, comenzando así una guerra excitante y húmeda. Rápidamente me dejé llevar, cerrando mis ojos y abrazando fuertemente a Akashi–kun para apegar más sus cuerpos, acariciando su espalda y recorriéndola por todos lados. Trataba en vano de reprimir sus gemidos que le hacía hacer él.

Comenzó a faltarle aire, produciendo que se separen un poco, uniéndolos solamente un hilo de saliva y sintiendo el cálido aliento que desprendía la boca de Akashi–kun, aquella que había explorado y recorrido excitantemente hace solo segundos. Jadeo por el cansancio, con un color carmesí pegado a sus mejillas blancas. Entrecerró sus ojos celestes.

―Es… enigmático. ―completó, uniendo nuevamente sus labios.


Fin.


Espero que les haya gustaóh. 7u7 El sensual fandom de Knb necesita de más AkaKuro. c: Lamento por el Ooc uvu.

El próximo será de mi querido Takao y Shin-chan, ¡ya que Takao cumple el 21 de Noviembre! Escorpiano como yo c':

¡Nos leemos luego!

De pie, reverencia, ¡AYE SIR!