Hola!

Aquí un pequeño pequeño relato dennor (se podría decir así). Lo tenía escrito en mi teléfono y lo he tenido que transcribir, así que perdonad si hay faltas ortográficas. Espero que os guste :)

Disclaimer: Hetalia y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Hidekaz Himaruya. Yo solo invento historias sobre ellos sin ánimo de lucro.


Dinamarca es orgulloso. Y Noruega lo entiende porque él también lo es.

Por eso finge no darse cuenta cuando Anko se pone colorado de pronto y empieza a balbucear cosas ininteligibles. Hace caso omiso a todos los intentos (exactamente 20) por confesársele que han terminado en desastre. Si, pretende que no lo sabe porque no es como si él no lo hubiese intentado también. Y muchas más que Anko.

Lo hace todos los días, fingiendo no darse cuenta de cómo la mano de Dinamarca roza "casualmente" la suya, o incluso cómo ve reducido su espacio personal gracias a los abrazos de oso de ese cabezota.

Noruega no es de piedra, y tanto orgullo de ambos hace mella en su ánimo. Pero es orgulloso y por ende, no soltará ni una sola lágrima en público, no mostrará ni una sola reacción, sus labios no dejarán salir una sola palabra. Se oculta debajo de esa coraza de duro y frío hielo llamada normalmente orgullo, que poco a poco va creando más y más inseguridades. Y aunque Noruega lo sabe, no hace nada para remediarlo; ya sea por la reputación que se ha labrado de "insensible y estoico" o por sus propias inseguridades.

Dinamarca tampoco hace nada. Pese a que él exprese sus sentimientos con una relativa facilidad, el amor se le escapa. No es que no lo haya intentado, pero para él es como alcanzar un estante demasiado alto. Y eso le frustra. Salta, brinca, se retuerce, estira los brazos lo máximo posible y cuando va a conseguir alcanzarlo, su cuerpo no resiste más y se vuelve a encoger sin conseguir su objetivo. Sabe que su extremadamente fuerte orgullo es un vestigio de su pasado como conquistador. Todos los países que una vez fueron grades Imperios o naciones le entienden: Prusia, España, Inglaterra, Francia, Turquía… No es algo que desaparezca con solo chasquear los dedos. Es algo que está impreso en cada fibra de su ser, en su carácter. Y él odia esa barrera que le impide estar con Noruega.

A veces ambos desearían ser tan sinceros y honestos como Suecia y Finlandia. Les miran con una mal disimulada envidia durante las reuniones. Y es que esos dos se ven tan felices que no pueden evitar sentir un retorcijón en el estómago al pensar "si pudiese abandonar el orgullo…"

Pero al final solo apretarán los dientes y bajarán la mirada como siempre, decepcionados de sí mismos por su cobardía. Islandia les mirará con unos ojos frustrados, preparándose mentalmente para un regreso a casa incómodo. Y Suecia y Finlandia suspirarán resignados.

En realidad solo sería necesario que uno de ellos dijera lo que siente. Pero ninguno lo hará antes que el otro. Es una estupidez propia de dos niños pequeños, y aun así ninguno quiere ser el primero. Ambos tienen sus problemas, sus dificultades, sus inseguridades. Hace mucho que han comprendido que su relación se ha transformado en un castillo de naipes, y ni Dinamarca ni Noruega tienen el valor de tocarlo por si acaso se derrumba. Esa actitud un día les va a hacer mucho daño. Ellos lo saben pero no hacen nada.

Porque los dos son muy orgullosos.


Y aquí termina ^.^ La verdad es que no sé como me ha quedado. Yo siempre los he visto muy orgullosos a los dos, sin querer dar el primer paso.

Bueno, acepto críticas constructivas, comentarios felices y tristes. Ahora voy a apagar el ordenador que aquí es muy tarde. Muchas gracias si has leído hasta aquí XD

Si dejaseis un review sería muy feliz XD

Besos :)