-¡JACKSON! Mueve ese trasero tuyo –grito un hombre a todo pulmón.

Fácil para usted decirlo pensó Percy al tiempo que saltaba de la cima del muro de escalar.

-Jo tío, no hagas trampa –dijo un chico al lado de el.

-Lo que digas, Santian –murmuro Percy a su compañero. Santiago 'Santian' Leante, un chico de 18 años, unos centímetros más bajo que Percy. De cabello castaño, ojos tan negros que a Percy le recordaba a Nico, piel clara y una sonrisa juguetona bastante parecida a la de los Stoll.

-¡Acérquense nenitas! –rugió nuevamente el hombre. Unos diez chicos entre los 17 y 20 años formaron una fila vertical mirando al hombre –Bien, bien. Hoy lo han hecho bien –dijo caminando frente a ellos, Santian sonrió orgulloso –Menos tu Leante. Mi hija que aun no nace es mejor que tu –y automáticamente su sonrisa desapareció.

Percy trato de no reír ante la mueca de su amigo pero como siempre, la suerte no estaba a su favor y el mayor se ubico frente a él.

-¿Tanta gracia le hace, Jackson? –interrogo mientras lo estudiaba.

-No.

-¿No qué?

-No, señor –respondió Percy algo incomodo.

-Bien, ahora estamos en sintonía –sonrió con arrogancia ocasionando que todas las arrugas de su cara se juntaran en la comisura de sus labios –Por cierto, felicidades Jackson, ahora es, Private First Class.

Santiago coloco su mano sobre el hombro de Percy y le dio una pequeña sonrisa.

-Eso es todo por hoy, nenitas. No vaya a ser que re rompan –y sin mas se alejo de los chicos.

-Vaya, ese tipo da escalofríos –murmuro un chico de la misma edad de Santiago, con cabello rubio claro, ojos cafés y estatura media.

-Lo sé Stephen, pero deberías tenerle más miedo al señor Woodley –comento otro joven rompiendo la fila. Tenía el pelo negro –aunque no como el de Percy- unos ojos azules como el cielo sin nubes y una tez del color de la nieve.

-Ya…se supone que deberíamos tenerles respeto y no miedo –dijo otro- y no debes romper la fila, William.

-Pero si se fue –se justifico William con un puchero en los labios -No lo defiendas Jhon.

-No lo defiendo, solo digo lo obvio –Jhon McArthur, de 19 años, cabello rubio ceniza y ojos cafés, se acerco a Percy y lo pico con un dedo -¿Estará vivo?

-No se –comento William.

-Oh vaya…Y me caía tan bien –dijo Stephen 'herido'.

-Si…Yo me quedo con su colección de comics.

-¡Hey! Esos son míos Jhonny. Tú quédate con Missy.

-Will –suspiro- soy alérgico a los gatos.

-Pues no es mi culpa. Ni que te hubiera metido un gato en la nariz cuando pequeño.

-¿A si? Y porque corriste donde Madame Lucy cuando llene tu cuarto de-

-¡SOY DE PALO , SOY DE PALO. TENGO OREJAS DE PESCADO!

-Chicos…- suspiro Stephen.

-¡Oigan! Nadie murió –dijo por fin Santiago- o eso espero –farfullo- ¡Felicidades, Perce!

-Yo…yo…-Percy parpadeo un par de veces y frunció el ceño- ya te he dicho que no me llames así.

-Sí, sí. También me dijiste que Will y Jhonny algún día dejarían de pelear y míralos.

-Creía que con cuatro meses en el ejército recapacitarían –se defendió.

-No lo creo –dijo John al tiempo que nockeaba a Will con un golpe en la cabeza.

-Bueno –Santian se froto las manos ansioso y se acomodo la camisa beige –Las nenas esperan –y dicho esto se esfumo a las enfermerías al lado Sur del recinto.

Cualquier parecido con G-man es coincidencia se burlo Percy Me pregunto si Santian no será un sátiro.

-¿Percy vienes? –pregunto Will a unos metros de el.

-Tú no me hables, te querías quedar con mis cosas –lo golpeo en el brazo.

-Oh, pero si estaba muy preocupadito –dramatizo colocando una mano en su frente y la otra abanicándose frenéticamente.

-No mientas, ni tú mismo te lo crees.

-No escupas tan alto Jhon .Eres igualito a él –sentencio Percy con 'el dedo acusador'.

Stephen paso su brazo por los hombros de Jhon y le despeino para desagrado de el –Mejor apurémonos. Hoy las enfermeras están de descanso y cuando Santian se entere no se qué-

-¡AHHHH! –un grito femenino seguido de un fuerte portazo los hizo reír.

-Muy tarde.

-Nah, ¿en serio genio? –ironizo Stephen.

-Cállate.

Los camareros iban y venían a una rapidez escalofriante maniobrando vigorosamente a los infantes que lanzaban quejidos con toda la potencia de sus pequeños pulmones.

Una melena rubia brillante se hizo paso en medio del caos y tomando asiento en una de las mesas cerca de la puerta saludo animadamente a una pareja algo llamativa.

-Annabeth, me alegra verte –sonrió con cariño Piper Mclean, llevaba su cabello marrón suelto con su típica pluma en color blanco, una blusa de tiras lila, unos vaqueros, zapatillas deportivas y una chaqueta negra. Se veía hermosa, sencilla pero hermosa. Con las diferentes tonalidades de sus ojos y esa despreocupada postura gritaban la chica perfecta.

-También me alegra verlos chicos –saludo Annabeth devolviéndole la sonrisa a Piper. Tenía una blusa azul celeste, unos jeans oscuros, zapatillas y estaba hecha un lio con la cantidad de libros no solo en su morral negro sino también los que llevaba a la mano.

-¿Muy dura la vida de universitaria? –pregunto Jasón con su café a centímetros de su boca. Vestía una polera negra, unos vaqueros, zapatillas y una chaqueta de aviador en verde militar. La chaqueta había sido un regalo de Nico y Jasón, como buen amigo la acepto gustoso. Y no le quedaba nada mal, al criterio de Annabeth.

-Un poco, pero siendo hija de Atenea ayuda un poco –suspiro de cansancio y tomo su café.

Hablaron un rato de sus vidas, las de sus amigos y ¿Por qué no? Su futuro. Y es que, al ser ellos –los 9, más específicamente- era todo un logro haber sobrevivido tanto tiempo y aun más teniendo cerca de ellos a cuatro hijos de Los Tres Grandes y un usuario de fuego. Aunque la que más fácil lo tenía era Thalia que, al ser la teniente de Artemisa algo de protección colaba allí.

-Annie ¿Cómo está Percy? –pregunto Piper algo dudosa, no sabía nada de su amigo desde hacía un buen tiempo y la preocupaba bastante. Por la expresión de Annabeth temió lo peor y se llevo una mano a la boca, Jasón se tenso preocupado. Rápidamente Annabeth suavizo su expresión al ver las reacciones de ambos y se apresuro a decirles.

-No se preocupen. No le ha pasado nada –les tranquilizo aunque dudativa siguió hablando- No he sabido de el hace unos cuatro meses –Jasón frunció el ceño y ella se sonrojo de la vergüenza- Nos hemos comunicado por email pero no nos hemos visto.

-Pero… ¿decidió estudiar algo? –cuestionó Jasón ahora más tranquilo. Paso su brazo por los hombros de Piper atrayéndola hacia si, cosa que ambas agradecieron.

-No lo sé –se encogió de hombros- Como les he dicho no hemos hablado mucho, pero no le veía entusiasmado con la idea de entrar en alguna Universidad.

-Debe ser porque no sabe que estudiar ¿no? –pregunto Piper.

-Le he dicho que estudie Oceanografía o Biología Marina, pero no le ha gustado –miro su turbio café- ¿Qué más podría estudiar? Además, siendo hijo de Poseidón es una ventaja.

-Annabeth, con todo respeto, el que Percy sea hijo de Poseidón no significa que tenga que estudiar algo sobre el océano. Soy hijo de Júpiter ¿Qué tendría que hacer yo? ¿Paracaidismo o algo por ese rollo? Lo estas subestimando, chica.

Minutos después los tres salieron del local y tomaron rumbos diferentes, no sin antes quedar en verse más seguido.

Las palabras de Jasón habían dejado en Annabeth un sabor amargo en la boca y el vacio en su corazón al recordar las miradas de los dos cuando supieron que no había quedado con Percy en cuatro meses.

Ya entrada la noche y lista para dormir se prometió hablar con Percy a la mañana siguiente y proponerle una cita. ¿Cómo podía ser tan mala novia?

Morfeo la llamaba con impaciencia y ella sin rechistar se dejo vencer por el sueño.

Mañana.

Bueno, esta es mi primeria historia por aquí: D Espero les agrade, si tienen alguna duda no duden en preguntarme.

Nos vemos.

RazelJackson