Disclaimer: Ni soy rubia, ni soy madurita, ni soy más rica que la reina de Inglaterra.
Siempre recordaría la primera noche que había ocurrido el desastre. ¡Cuatro alumnos, ni más ni menos, fuera de sus camas a deshoras! Y para más inri, tres de ellos eran de su propia casa. Se avergonzaba profundamente de tener esos estudiantes tan poco comprometidos con la grandiosa Gryffindor.
Sin embargo, eso no era lo que más le había llamado la atención de aquella noche. Quizá, si el pequeño Draco Malfoy no se hubiera presentado en su despacho para decir esas memeces, que en realidad no lo eran tanto, sobre que Potter y Granger tenían un dragón… Sólo quizá, no les habría impuesto un castigo tan duro. Porque al principio pensaba que le estaba mintiendo, pero después descubrió que tenía razón, en parte.
Sabía que ningún Malfoy era de fiar. Ni Draco, ni Narcissa, ni Lucius. Ninguno de ellos. Pero a pesar de lo que su sentido común le decía, no podía evitar pensar que en realidad Draco no se parecía tanto a sus progenitores. Sí, tenía ese pelo rubio casi blanco, esos ojos grises heredados de los Black y ese cuerpo enclenque que no le supondría ningún problema a la hora de desempeñar sus habilidades mágicas, pero tenía la sensación de que en el interior era completamente diferente.
No era un buen estudiante y apenas se esforzaba. De hecho, en uno de sus exámenes estuvo a punto de obtener un Troll. Puede que después mejorara, sí, pero en primer curso recordaba que Malfoy fue un alumno mediocre como el que más.
Pero había algo de todo aquello que la intrigaba. Era un niño, un niño pequeño, inteligente, suspicaz y con un futuro brillante frente a sí. Tenía el apellido Malfoy tras esa cara de porcelana que parecía la de un niño enfermo y mucho más dinero del que ella podría generar en su vida. Y, aun así, no se cansaba de perseguir a Potter, Weasley y Granger por los pasillos. Tanto por el día, como por la noche.
Minerva era una mujer inteligente, calmada y valiente, como su condición de Gryffindor, orgullosa Gryffindor, lo ameritaba. Pero era curiosa, mucho más de lo que le gustaría, y aunque discreta, era algo de sí misma que borraría si tuviera la más mínima oportunidad.
Así que puede ser que por esa curiosidad se lanzara a los pasillos, como si fuera el mismísimo Filch, para seguir todos y cada uno de los pasos que Malfoy daba. No es que fuera una acosadora, se decía. Tampoco era una pederasta, pues no tenía ningún tipo de interés físico o emocional. Simplemente era curiosa, estaba aburrida, y su conciencia tenía una voz muy débil en aquellos momentos que tan lejanos se le hacían.
Cualquier persona habría apostado su vida a que Minerva McGonagall no era irreflexiva. Esa persona habría muerto. Porque podía ser que Minerva fuera calmada y pensadora la mayoría del tiempo, pero eso no significara que siempre lo planeara todo a la perfección.
Claro, además de que odiaba ver a alumnos fuera de sus camas a deshora.
¡Hola a todos! Esta viñeta pertenece al reto Crack! propuesto por Dryadeh en el foro WeirdSisters, y que está dedicado a Thaly Black ya que ella propuso este prompt ;)
Espero que os haya gustado esta pequeña viñeta. A mí, en lo personal, no me ha gustado nada. Me ha costado mucho escribirla y me ha salido muy corta para mi gusto, no pasa nada ni nada (?) No veo mucho crack aquí, así que lo siento por no haber cumplido las expectativas, pero no he podido hacer nada mejor. Espero, al menos, que estos 5 minutos leyéndola os hayáis olvidado del mundo real.
Ah, y el resumen pertenece a Thaly Black, fue el prompt tal y como ella lo propuso :)
Reviews son muy bienvenidos.
