Bueno, bueno, es cierto que me faltan cosas, pero soy bastante nueva en la pagina y aun no he aprendido a usarla muy bien ya que esta en ingles y no soy buena para eso.

Disclaimer: Todos los personajes (Exceptuando los inventados) son de Rumiko Takahashi

Todo lo que este en cursiva son Flash back.


Sesshoumaru ¿¡un esclavo!?

Capitulo 1. El sello.

Habían pasado dos años y medio desde que Naraku mato a todo el grupo de Inuyasha, menos a Ahome, ella se había marchado a su época con el ultimo fragmento y ese día el hanyou maldito atacó la aldea, los aldeanos sobrevivieron gracias a que Inuyasha y los demás los protegieron dando sus vidas; Ahome para superar el dolor entreno en su época todas las artes de defensa propia, se inscribió en varios clubes de deportes, practicaba arquearía utilizando más de una flecha a la vez, incluso aprendió diferentes bailes solo para distraer su dolor, pero le era imposible, quería venganza, así que volvió a la aldea pasado el tiempo y permaneció ahí seis meses entrenando sus poderes de sacerdotisa y también aprender varios sellos.

—Ahome, querida —. Llamó la anciana de la aldea.

—Anciana Kaede, me alegro verla, pero no es muy temprano para usted… hace dos horas que amaneció —. Le respondió la joven de cabellos negro.

— Y seguramente tú has estado entrenando desde que salió el sol verdad querida —. Dijo la anciana, Ahome asintió.- No crees que debes descansar más, recuerda que eres humana y tu cuerpo tiene un limite.

—Limite que estoy dispuesta a superar… —lanza un gran poder al bosque y varios youkais que merodeaban el lugar fueron purificados —, se lo dije hace tres años anciana Kaede, lo único que me motiva a seguir adelante es mi venganza… Naraku tiene que pagar —habló de manera fría.

—Lo sé, pero tu manera de ser ha cambiado mucho desde eso, ahora no pareces ser la misma Ahome.

—¡Porque no soy la misma! —Alzó la voz pero pronto se calmo segundos después —, disculpa Kaede, tiene razón he cambiado mucho… pero como no cambiar después de lo que vi —sacudió un poco su kimono.

Ahome llegaba muy agitada a la aldea, había corrido lo más rápido que dieron sus piernas para poder ver la razón del humo y la gran energía maligna, cuando vislumbro los cuerpos de sus amigos gritó desesperada sus nombres, los movía, los llamaba, pero nada, lloro desconsoladamente, todos estaban muertos, incluso su amado Inuyasha, tenía su forma humana, su colmillo de acero estaba a pocos centímetros de su mano.

¡Inuyasha! Grito con toda su alma al verle así, corrió a su lado, las heridas ya no sangraban, toda su sangre se había ido —. Por favor Inuyasha despierta… ¡Por favor no me dejes sola! ¡Te amo demasiado como para vivir si ti! ¡Por favor vuelve! ¡Por favor!

Ahome… Hablo la voz ronca de una mujer.

Anciana Kaede... —se lanzó a ella ¡Anciana Kaede! La abraza ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tenía que pasar esto, por qué?! Lloraba como nunca antes lo había hecho.

Naraku vino a atacar, Inuyasha y los demás lo distrajeron mientras todos íbamos a un lugar seguro, pero ellos… dieron sus vidas a cambio.

Ese maldito… ¡lo odio! —se separa y voltea para tomar la espada de Inuyasha Juro que no moriré hasta conseguir mi venganza… Naraku, por esto… ¡te enviare personalmente al infierno! Las lágrimas de dolor no dejaban de caer en su rostro demacrado.

—Entiendo tu dolor, yo… para mi todos ustedes eran mi familia y siempre lo serán aún después de su muerte, tú eres la única que sigue con vida y doy gracias a dios de que al menos estés en este mundo.

—Gracias Kaede, pero te dolerá saber… que me voy de la aldea.

—¿Y a donde iras querida? —Interrogo la mujer mayor.

—A aprender nuevas cosas y también a recolectar información de donde puede estar Naraku —contesto la joven —. Partiré hoy mismo —sentenció muy decidida.

—Entiendo tu decisión, pero ven a visitarme ¿si? —Le dijo la anciana acercándose a ella.

- Claro anciana Kaede.

Ahome ya podía valerse bien por si misma, Kaede lo sabía, ahora ella era más fuerte, resistente e incluso más flexible con su cuerpo agregando los poderes de sacerdotisa que ahora tenía era una de las personas más peligrosas, sin mencionar su mal humor que tenía con cualquiera sea humano o youkai ella lo trataba con gran frialdad e indiferencia.

Al mediodía la joven azabache partió en búsqueda de información, estuvo varias horas caminando, el atardecer llegó antes de lo esperado y se puso a acampar en un pequeño claro, colocó una bolsa para dormir y permaneció un rato sentada hasta que el sueño le ganó.

—Ahome…

—Esa voz, ¿de quién es? —Se pregunto con los ojos cerrados.

—Ahome me alegra verte —, dijo algo nostálgico.

—I… ¡Inuyasha! —Se levanto de golpe y ahí estaba —Inuyasha… estas…

—No Ahome... si, estoy muerto, lo que vez ahora es mi espíritu que permanece en tu mente —se acerca —, en el otro mundo no puedo descansar en paz sabiendo que puedes estar en peligro.

—No te preocupes —, unas lágrimas de alegría corrieron por sus mejillas —me he entrenado mucho y puedo defenderme muy bien yo sola… así que puedes descansar tranquilo, además, llevo tu espada conmigo… así siempre me protegerás aunque no estés a mi lado.

—Te amo… —le susurró antes de darle un sutil y dulce beso.

En ese momento despierta al sentir la presencia de varios youkais que la estaban rodeando, frunció el ceño muy molesta, hacía más de un año que no soñaba con Inuyasha, que no veía su espíritu, paso la yema de sus dedos por arriba de sus labios, justo después dio un salto hacía delante tomando su arco y dos flechas, disparó la primera que le dio en el brazo a un ogro, iba a disparar la segunda pero el youkai se adelanto, la golpeó alejando el arco y la flecha.

—Ahora que harás mujerzuela —. Dijo otro ogro y rió.

—Mujerzuela, ¡tu madre! repugnante adefesio de la naturaleza —respondió desafiante.

—¡Insolente! —Grito él.

Ahome esquiva el puño del ogro y hábilmente se trepa en el brazo, el ogro tratando de sacársela de encima sacude su brazo lo cual la hace volar por los aires, estaba justo arriba del youkai, desenvaino la espada de Inuyasha y al caer la inserta justo en la cabeza del ogro, antes de que pueda hacer algo la joven manda sus energías por la espada sumando el campo protector de la misma es suficiente para destruir al ogro dejando solo cenizas.

—¡Todos los que están todavía aquí! ¡Si no quieren morir de la misma forma lárguense! —Gritó sabiendo bien que podría tener problemas, los youkais a veces son demasiado orgullosos.

Y como la joven esperaba, varios youkais comenzaron a atacarla, pero casi parecía tener reflejos felinos ya que nadie llegaba a hacerle siquiera un rasguño, esquivarlos le era tan fácil, las clases de bailes le habían dado flexibilidad, los entrenamientos resistencia y velocidad, y las artes de defensa desarrollaron su fuerza, ya cansada de todos concentró sus poderes para liberarlos de una sola vez, purificando a todos los youkais que estaban a su alrededor, luego extrañamente se sintió muy cansada y cayó al suelo dormida.

Poco después un joven taiyoukai de cabellera plateada llega al lugar y ve a la mujer de su difunto hermano menor, parecía muy cansada como para notar su presencia, se acercó con cautela, la vio y se percató que estaba diferente, claro esta que él no la había visto en esos tres años, sus curvas maduras y bien contorneadas, los pechos grandes y redondos, las piernas largas y bien mantenidas, sintió una leve atracción por aquella mujer, la tomó con un brazo y con el otro tomo su mochila, luego desapareció junto con la joven.

Ahome despertó, no se encontraba en el bosque, estaba en una habitación con pocas cosas, miró a un costado y vio su mochila, se preguntó que hacía en un castillo, medito lo sucedido la noche anterior, después de haber destruido a los youkais ella cayó desmayada cosa muy rara. De repente salió de sus pensamientos al sentir la presencia de varios youkais.

—Al fin despiertas mujerzuela —dijo una voz ceremonial.

Ahome voltea y ahí encuentra la respuesta a su duda, pero le trae una mayor, ¿Por qué Sesshoumaru la trajo a su palacio? Recordó el día en el que sus amigos estaban muertos y no había sido una ilusión, Sesshoumaru también estuvo ahí pero no hizo nada, dejo que Inuyasha y sus amigos murieran, un fuerte odio creció dentro de ella y sus ojos reflejaban ese sentimiento que estaban fijos en los ojos dorados de ese ser.

—Sesshoumaru…—Se levanta —¿para qué me trajiste aquí?

—Te encontré en mis territorios y si quiero te puedo convertir en otra de mis esclavas si así me da la gana —, le dijo de manera cínica — O solo matarte.

— ¡Antes muerta que esclava! —Gritó.

Sesshoumaru por la insolencia de la mujer iba a abofetearla pero esta la esquivo con gran facilidad dejándolo sorprendido unos instantes, vio que había tomado su espada, el colmillo de acero. Aún después de la muerte de Inuyasha la espada no le aceptaba como dueño y nunca lo haría, se molesto con el simple hecho de que una humana la tuviera.

—¿Crees que eso te servirá? —Cuestionó acercándose.

—Tan solo intenta acercarte y verás, se muy bien que puntos débiles tienes —respondió la joven.

—¡Ja! —Rió sarcástico —. Yo no tengo puntos débiles.

—¿Ah no? —Susurró desafiante e irónica —te los haré ver.

—Inténtalo humana —. Gruño molesto.

Lo que Sesshoumaru no sabía era que Ahome había estudiado los puntos más vulnerables del ser humano y como su cuerpo tenía mucha semejanza con su apariencia falsa no había demasiada diferencia, además que el taiyoukai tenía un punto débil muy visible, Ahome se acercó a Sesshoumaru que estaba demasiado confiado para su bien y no vio cuando la mujer le había dado un golpe en la ingle con el mango de la espada que tenía una especie de pergamino que da una fuerte descarga en los nervios, eso dolió bastante, pero le dolió más cuando recibió otro golpe en nariz un punto muy sensible incluso para los perros youkai de su nivel.

—¡Maldita! – Gruño furioso.

—¡Uy! Se enojo el cachorrito —dijo divertida —. Persigue a tu "presa" perrito.

Dicho esto corre por el pasillo, Sesshoumaru al recuperarse de los dos golpes la sigue sin problema alguno y la alcanza, pero lo que no veía era que ella estaba preparada para eso, cuando iba a atacarla varias esferas salieron y se pusieron alrededor del cuello del taiyoukai, así era, tenía el mismo collar que Inuyasha.

—¡Que demonios! —Trata de quitárselo, pero le es imposible —pero ¿qué es esto?

—Un simple conjuro… ¡osuwari! —E instantáneamente Sesshoumaru cae al suelo.

—¡Maldita bruja!

Sesshoumaru se levanta y sus ojos reflejaban un gran odio, se enrojecieron pero con otra sentada logro tranquilizarlo, luego saco un pequeño amuleto mientras concentraba sus energías cuando el taiyoukai estaba de pie nuevamente ella le golpea el pecho con la palma abierta, él la alejo pero al hacerlo siente una fuerte descarga que lo tira de nuevo al piso.

—¿Te dolió? —Preguntó sarcástica.

—Maldita... ¿que me hiciste? —Trata de levantarse.

—Es inútil, deberías conocer bien ese sello —Sesshoumaru tensa los músculos —sello de encadenamiento, estrella de nueve puntas.

—¡Te atreviste a usar ese sello conmigo! —Bramó furioso —. Nunca imagine que una simple humana pudiera hacerme esto, se supone que es deshonroso para las sacerdotisas —pensó muy confundido.

—Creías que sería tan fácil convertirme en tu esclava, ahora mírate… tu serás mi esclavo.

—¡Eso ni muerto! —Gritó y la atacó.


Bueno creo que ahora tiene menos errores que antes, aunque veré cuales mas faltan modificar, tengo poco tiempo por tal razón paso cosas sin darme cuenta.

Espero al menos haber corregido los mas graves.