Quiero advertir que si eres muy muy muy muy fan de los monitos de Disney, no lo leas, o ya de menos no me tomes a mal el principio...la historia salió y yo no pude hacer nada para cambiarla, tampoco tengo nada contra los de Disney pero en fin...
Riku, Sora, Donald, Goofy Maléfica y todos los personajes que ya conocen no son mios y no tengo permiso de sus productores para usarlos...pero tampoco estoy ganando varo con esto así que espero no se molesten, ojala les guste la historia.
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Cuando el Juego Termina
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- ¿Necesitas ayuda? –
- ¡RIKU! – Gritó Sora, detrás de él, acababa de entran en la enorme habitación, junto con Donald y Goofy. Riku giro sobre para mirar de frente a los recién llegados
- ¿Es esa…? – Comentó Donald, sin poder terminar su frase, estaba atónito por lo que sostenía Riku en su mano derecha.
- Si – Respondió él – Una Keyblade, pero diferente a la suya. Esta Keyblade, tiene el poder de abrir el corazón de las personas – Sostuvo un momento en alto la oscura Keyblade, mirándola como fascinado - Permítanme demostrarlo…contemplen - giró sobre sí velozmente y con ella atravesó el pecho de Maléfica.
- ¡Ah…! – Gruño ella.
- Ahora, abre tu corazón, ríndete ante la oscuridad, conviértete en la oscuridad misma – Gritó Riku, sacando su Keyblade del pecho de Maléfica y escurriéndose por un vortice.
- Esto es, este poder, la Oscuridad¡¡la verdadera Oscuridad! – Exclamó, llena de alegría Maléfica, mientras de ella brotaba una especie de líquido verde y negro que la envolvía de pies a cabeza, cuando alzó los brazos riendo, el líquido exploto hacia arriba, llegando casi a tocar el techo, y envolvió por completo a Maléfica.
Cuando el líquido desapareció por completo, los tres amigos, Sora, Donald y Goofy tenían frente a ellos a un imponente dragón de piel de escamas negras, sus ojos, brillaban con un verde intenso, y de sus fauces, llenas de filosos colmillos, brotaban flamas del mismo color verde de sus ojos.
Sora, Donald y Goofy, miraron estupefactos al enorme dragón enfrente de ellos, Sora sintió como el miedo se apoderaba de él, la Keyblade casi cayó de sus temblorosas manos, Donald y Goofy lucían más decididos que Sora de vencer a aquella bruja.
Sin aviso alguno, la feroz bestia lanzó contra ellos su poderosa garra, golpeando solamente a Sora que seguía paralizado por el miedo y fue lanzado contra las paredes de la enorme habitación
- ¡Sora! – Grito Donald preocupado.
Una furia calcinante brotó desde el fondo de su corazón, al ver a su amigo, caído y posiblemente gravemente lastimado, sin pensarlo dos veces, se abalanzo asiendo su pequeño cetro contra el enorme Dragón, Maléfica volvió a lanzar su garra contra él, pero solo consiguió desprender su arma de su pequeña mano, dejándolo completamente indefenso.
- ¡Donald! – lo llamó Goofy, Donald intentó huir de aquel monstruo, después de que diera tres paso, las mandíbulas de la imponente bestia lo sujetaron, él intento escapar, pero solo consiguió sacar de las fauces del dragón la mitad de su cuerpo.
Los gritos y chillidos de dolor que emanaban de la garganta de Donald invadieron la estancia en la que se encontraban, el cuerpo y las ropas de Donald se tiñeron de un color rojo brillante, que emanaba desde la parte en las que su cuerpo era sujeto por las poderosas fauces de aquel enorme dragón.
Sujetándolo de los brazos, Goofy intentó desesperadamente liberar a su amigo, tirando de él inútilmente, cada vez que Goofy jalaba los brazos de Donald para intentar liberarlo de la bestia, este liberaba un chillido de dolor, los cuales provocaban, alcanzó a apreciar Sora, que el terrible animal esbozara una sonrisa maliciosa llena de regocijo.
La enorme cabeza del animal, dio entonces un latigazo hacía atrás de su cuerpo, lanzando por los aires a Goofy, quien soltó a Donald, estrellándose así, estrepitosamente contra el altísimo techo de la sala, la cabeza del dragón volvió a dar un latigazo, esta vez hacía abajo, azotando a Donald, o la mitad que no estaba dentro de sus fauces, contra el suelo, dejándolo inconsciente, la enorme garra del dragón, se movió y sujeto la parte de Donald que estaba expuesta.
- ¡NO! – Gritó Sora, imaginando lo que estaba a punto de hacer aquella bestia y sin hacer nada más.
Sin hacer caso a los gritos del chiquillo, el imponente Dragón, lanzó una vez más su cabeza al aire, partiendo en dos el cuerpo inerte del pequeño Donald.
Goofy cayó, impactando el suelo y haciendo que este se cuarteara un poco con un sonido sordo, lentamente, intentó levantarse, pero sus brazos ya no tenían la fuerza suficiente para hacerlo, le temblaban, como pudo, giró su cuello, para poder mirar a Sora, que seguía acurrucado en su rincón junto a la pared, llorando, Sora sujetaba la Keyblade en su regazo.
- So…r a…- Susurró Goofy
Sora extendió su brazo derecho…como si lo fuera a alcanzar desde su rincón, en ese momento, el enorme Dragón engullo a Goofy de un bocado, ahora Sora, estaba completamente solo, las esperanzas de poder rescatar a Kairi se esfumaron, siempre mantuvo su fortaleza en sus amigos, Goofy y Donald, pero ahora ya no estaban, por su estúpida cobardía, aquella bruja asquerosa, se los había tragado, si, por su culpa sus amigos estaban muertos…no, no era su culpa, la culpa la tenía ella, Maléfica, esa miserable bruja tenía que pagar por aquello.
La furia reprimida en el corazón de Sora, se abrió paso entre el miedo que lo inundaba, haciendo que su valentía regresara poco a poco, lentamente se levantó y sujetó con mayor fuerza la Keyblade, es sus oídos, podía escuchar los potentes latidos de su corazón, avanzó lentamente, para estar, cara a cara con aquella miserable bruja en forma de dragón, la miró a los ojos, esos profundos ojos verdes, llenos de una negrura terrible y le grito:
- Maldita bruja, esto no te lo perdonare – cerro los ojos para gritar aun más fuerte y…parece que dio resultado, pues junto con su voz el suelo a sus pies temblaba - ¡JAMAS TE PE…!- antes de que terminara su frase, Maléfica lo había aplastado como el insecto que…ya no sería nunca más.
- Has hecho un buen trabajo Maléfica – Riku, había aparecido por un vortice negro y en su rostro se reflejaba una sonrisa de de pura satisfacción por la muerte de Sora y sus amigos – Ahora – Continuo – llevémoslo hasta el Keyhole, para que devuelva el corazón de la princesa – Maléfica, dejo de ser un imponente dragón y volvió a tomar su forma humana, se encaminó, detrás de Riku y arrastrando el cuerpo sin vida de Sora tras de ella, para atravesar el vórtice negro, que los condujo hasta una habitación aun más amplia de la que estaban.
A lo largo del ancho pasillo, se extendía una alfombra roja, que llegaba hasta unos escalones, de allí subía hasta una pequeña plataforma y se partía en dos, para subir otros dos tramos de escaleras que circundaban la plataforma más alta y de forma hexagonal, de la cual, subían más escaleras que llegaban hasta un enorme hueco en la pared, en una forma extrañas de corazón, en el cual brillaban cuatro danzantes colores; rojo, verde, azul y negro. Sobre estos, como si estuviera protegiéndolos, chocaban entre ellos cuatro rayos de un azul más pálido que el del corazón.
Riku y Maléfica, se posaron entre el Keyhole y Kairi, quien se encontraba tendida en la brillante alfombra roja, inconsciente, dormida quizá pero no muerta, no, era necesario para Riku, que la pequeña se mantuviera con vida y así, junto con su corazón y el de las otras seis princesas, abrir por completo el Keyhole que los guiaría a través de otros mundos y poder destruirlos, y así, las sombras se extendieran por todo el universo.
- Han hecho bien…mis leales súbditos – De un nuevo vortice, apareció un sujeto, pequeño, cubierto entre las sombras, vestido tan solo con una sotana y capucha, la cual no permitía ver su rostro, aun así, parecía que su cabeza era más grande que su cuerpo.
- Gracias señor – dijeron al mismo tiempo Maléfica y Riku, haciendo una pronunciada reverencia y quedándose inclinados hasta que el pequeño hombrecito cabezón les indico que siguieran con el plan.
- Ahora – Dijo Riku, sujetando su Keyblade y apuntándola contra el pecho de Sora – Devuélvele su corazón a la princesa –
Del pecho de Sora, brotó un destello rojizo que iluminó por un momento los rostros llenos de júbilo de Maléfica Riku y el pequeño hombrecito, el rostro de este olmito, no se distinguió, ya que lo tenía cubierto con una mascara totalmente blanca y sin expresión alguna.
Seis pequeñas esferas, salieron del pecho de Sora, cada una de estas flotó por la habitación, llegando hasta el pasillo, donde, empotradas en la pared, se encontraban las seis princesas, cada una de las esferas se introdujo en el pecho de su respectiva dueña, al hacerlo liberaron destellos rojizos, justo como cuando salieron del pecho de Sora.
La última esfera que salió del pecho de Sora, flotó unos momentos sobre Kairi, y cayó silenciosamente dentro de su pecho. Cuando el destello rojizo de esta última se apago, los rayos que protegían el Keyhole, se desvanecieron lentamente.
- Por fin -. Rió Maléfica –. Hemos esperado tanto tiempo para esto y por fin lo hemos conseguido – Sin embargo, Riku no parecía tan emocionado como ella y el pequeño hombrecito seguía inmóvil.
De repente, el suelo bajo sus pies se estremeció, las paredes se cuarteaban y trozos del techo, firme hasta hace unos momentos, comenzaron a caer sobre ellos, estrellándose en el suelo y haciéndose añicos. Las paredes que sostenían a las princesas se despedazaban también, liberándolas de una en una. Algunas, fueron aplastadas inmediatamente después de que cayeran por los enormes trozos de techo.
El pequeño hombrecito, se percató que sin las princesas el Keyhole volvería a cerrarse - ¡Demonios! – exclamó y se lanzó estrepitosamente al interior de este, Maléfica y Riku se miraron sorprendidos unos segundos y echaron a correr al Keyhole también, en ese momento, un enorme pedazo del techo, cayó en el lugar donde, momentos antes, Maléfica había estado de pie, al darse cuenta de esto corrió más rápido.
La habitación se desplomaba junto con el castillo entero, al momento en que Riku y Maléfica entraron al Keyhole, sintieron como sus cuerpos se estiraron terriblemente, como si fueran succionados a través de un popote de tamaño colosal, al momento que avanzaban a través de este, giraban sin control, al mismo tiempo que franjas de colores, rojo, verde, azul y negro los rodeaban.
Al final del túnel, vieron una pequeña luz, que se hacía más y más grande conforme se acercaban, a una velocidad alarmante. Riku desvió el camino y Maléfica no pudo ver hacia donde se dirigía, aun así, la luz ya estaba más cerca, al llegar a ella, la luz se hizo tan intensa que Maléfica no pudo mantener los ojos abiertos, salió por el extremó del túnel y cayó a un lado de aquel extraño hombrecito en un lugar, rodeado por una negrura de color rojo, danzante a lado de ellos, como si se tratara de otro túnel, el suelo no era muy firme, parecía más un liquido viscoso, delante de ellos se encontraban tres personas mirándolos fijamente, dos hombres, uno con un extraño disfraz rojo y azul y el otro con un traje de artes marciales completamente blanco…aunque un poco sucio. A lado de ellos, una hermosa jovencita de unos dieciséis años.
Continuara…
Saludos: Pues este es mi primer fic publicado, no es la primer historia que escribo...pero las otras...bueno no importan, ahora, la idea de este fic, no es tan original como yo quisiera, llego a mi cuando Sirenita Enfermera™ me decía que estaba haciendo uno, y pues me dieron ganas a mi también, la cuestion era...como hacer la mezcolanza? y recurrí a Kingdom Hearts... y pues este es el resultado.
Quisiera agradecer el apoyo de mi fan Número dos, ya que sino fuera por ella, yo no hubiera hecho esto, dejen reviews, diganme si les gusto o no, quieren ver a alguien en especial, diganme ;)
Sweet Dreams!
