La vida transcurría tranquila para los dos hermanos Winchester, con frecuentes visitas de Castiel y a veces de Charlie, acompañada o no por Carla.
Algunos fines de semana Dean quedaba con Jimmy y los dos chicos pasaban el día juntos.
El que no había dado señales de vida era Crowley. Desde que les comunicó que había capturado a Meg, que inexplicablemente seguía con vida, no se había sabido nada de él.
Lo cual alegraba a los dos hermanos puesto que Sam había prometido a Crowley ayudarle a acabar con quien conspiraba para quitarle el trono, a cambio de su ayuda para salvar a Dean.
Esta tarde los Winchester esperaban a sus amigos para una velada de pizzas y películas.
Castiel había quedado en traer tarta de manzana, y Charlie y Carla traerán las bebidas.
Dean había pasado la tarde preparando pizzas, con el permiso de Sam, y ya las tenía listas para meter al horno.
"¿Cuándo van a llegar? ¿Le has recordado a Cas que traiga la tarta? Ya sabes que él anda siempre por las nubes."
"Eso es normal Dean, es un ángel. Y te he dicho mil veces que llegan a las seis"
"Pues son ya las seis menos diez. Deberían estar aquí." Dijo el chico ansioso.
Sam buscó algo para que se entretenga y le dejara en paz un rato. Un Dean aburrido era como una de las siete plagas de Egipto. Y la mejor solución era buscarle algo que hacer.
"¿Has buscado ya las películas que vamos a ver?... Y hay que colocarlas en orden."
"Cierto Sammy." Dijo el chico y salió corriendo.
Un rato después sonaba la puerta y una Charlie resplandeciente, acompañada de Carla, saludaba:
"¡Me alegro de veros putas!"
Ambas besaron a Sam y Dean corrió a sus brazos.
"¿Cómo está mi muchacho guapo?" dijo Carla dándole dos sonoros besos.
"Impaciente de que llegarais. No ha dejado de incordiar con vuestra visita todo el maldito día."
Respondió Sam por él.
"¡No he estado incordiando! He estado preparando las pizzas." Protestó el chico.
"Charlie ayudame a elegir la que metemos primero al horno antes de que Sam meta la de vegetales. Me ha obligado ha hacer una."
Y arrastró a Charlie a la cocina a que admirase su obra.
"Da gusto verlo tan feliz" comentó Carla sonriendo a Sam "Creo que a pesar de tus temores estás haciendo un buen trabajo de padre."
"Eso espero. Al menos lo intento." aseguró.
"Vamos, llevemos las bebidas al frigorífico y evitemos que Charlie y Dean metan en el horno la monstruosidad de pizza de carne que ha hecho. Tiene como tres capas de carne y como comamos esa primero no podremos ni probar las demás."
Castiel apareció sin llamar al timbre portando una enorme caja, de más de un metro de largo por otro de ancho.
"Lo siento, pero tuve que venir volando en el plano etéreo, la caja no cabía por la puerta."
"¿Qué infiernos traes Castiel?" Sam gritó al ángel.
"Tarta de manzana"
"¡Pero eso es gigantesco! Solo somos cinco personas y tú ni siquiera necesitas comer."
"Dean me dijo que trajera la más grande que encontrara." Se disculpó el ángel.
Dean tenía los ojos abiertos como platos, eso realmente superaba sus sueños.
"No te preocupes Cas. Lo has hecho estupendo."
"Te lo agradezco Dean"
La gata Meg se acercó a saludar a Castiel frotándose contra sus piernas y ronroneando. Cas la levantó en sus brazos y la acarició.
Tras un pequeño debate sobre si era posible comerse toda la tarta o no, Sam acabó la discusión con una llamada a Loise, que seguía dirigiendo el centro de menores donde habían terminado con las Shtigras, y ella dijo que estaría encantada de quedarse con lo que sobrase de la tarta, que sería casi todo, `para repartir a los niños del centro.
Dean, que estaba calculando cuántos días le duraría la tarta, quedó un poco desilusionado, pero bueno… Se alegraba por los niños del Centro.
Pronto todos estaban sentados, recostados los unos en los otros, después de un atracón de pizza y pastel, viendo la tercera película de Batman. En este caso era la dirigida por Tim Burton en 1989. Charlie quería que las comparasen con las más modernas versiones.
A pesar de su pasión por Batman Dean dormía profundamente con la cabeza apoyada en Castiel. Meg dormía sobre las rodillas del ángel hecha una bola. Mientras Charlie, Carla y Sam discutían en voz baja qué actor había sido el mejor Batman.
"Oh, Vamos! Keaton sin duda…" defendía Charlie, cuando las luces del búnker se apagaron y la televisión empezó a parpadear.
Castiel protegió instintivamente a Dean con su brazo, provocando que el chico se despertara:
"¿Se,..se acabó ya?" Preguntó con un bostezo.
Pero pronto se dió cuenta de que algo pasaba y se puso en tensión.
En la televisión empezaron a sonar a todo volumen Los Eagles, la canción "Desperado" del álbum "Hell Freezes Over" (Cuando el cielo se congele):
Desperado, why don't you come to your senses?/ You been out ridin' fences for so long now/ Oh you're a hard one/ But I know that you got your reasons/ These things that are pleasin' you/ Can hurt you somehow/ Don't you draw the queen of diamonds boy/ She'll beat you if she's able/ You know the queen of hearts/ Is always your best bet ...
(Forastero, ¿ Por qué no recobras el sentido?/estuviste fuera sorteando obstáculos por mucho tiempo./Oh, tú eres duro,/pero sé que tienes tus razones./esas cosas que te gustan/pueden lastimarte quizás./¡No te tocó la reina de diamantes, chico!/Ella te ayudaría, si pudiera/Sabes que la reina de corazones es siempre tu mejor apuesta...)
"¡Hola Chicos!" La música paró y Crowley apareció en pantalla. Meg bufó y salió disparada a esconderse.
"¡Crowley!" exclamaron todos a coro.
"Lamento interrumpir esta bonita estampa de familia disfuncional pero… Aquí el alce y yo tenemos un acuerdo del que debemos hablar"
"¿Y tiene que ser ahora Crowley?" preguntó Sam con fastidio.
"¡Oh, no por supuesto! No corre prisa…Es algo sin importancia." ironizó el demonio "¡Solo están tratando de robarme mi trono!" grito enfadado.
"¡Esta bien!" aceptó Sam "¿Qué quieres que haga?"
"Meg no habla…"
"Es normal, es una gata…" Interrumpio Cas a Crowley.
"¡Callaté Castiel!" Dijeron todos a la vez.
"Si el imbécil emplumado me deja continuar os cuento el plan. Por más que he torturado a Meg, el demonio." aclaró mirando al ángel. "No suelta la lengua y dice no saber nada del asunto."
"¿No querrás que la torture yo?" dijo Sam preocupado.
"¡No alce estúpido! Cuento con los mejores torturadores del Infierno. ¿Podéis dejar de interrumpir?"
Crowley se pasó la mano por la cara y dio un profundo suspiro.
"El plan es el siguiente: Voy a facilitar que Meg escape y vosotros fingís encontraros con ella y estar de su parte. Ella no sabe que nuestras relaciones no son, digamos, tan tensas como antes. Y usais vuestros encantos para sonsacarle todo lo que sabe. Cuando tengáis la información me la pasáis. Es fácil, creo que hasta el Hamtaro lo ha entendido."
Todos miraron a Dean.
"¡Muy gracioso Crowley! Por supuesto que lo he entendido y no me gusta nada el plan."
"¡Me importa una mierda que no te guste! Sam y yo tenemos un acuerdo."
Sam pensó que podía haberles pedido cosas peores y que un acuerdo con el Rey del Infierno no se podía romper sin muy desagradables consecuencias. Cómo ser perseguido por perros del infierno,...
"De acuerdo Crowley. ¿Cuándo empezamos?"
"Mañana a las cinco dejaré a Meg libre en el Cementerio de Gottland, cerca de Concordia. Buscarla ahí con la excusa de alguna caza de fantasmas a las que sois tan aficionados. Cómo veis he pensado en todo"
"Allí estaremos"
"Espero tener buenas noticias pronto de vosotros. ¡No me falleis!"
La televisión se apagó señalando que el Rey del Infierno daba por terminada la reunión.
"Se acabó la traquilidad"
Suspiró Sam sentandos ante su ordenador:
"De aquí al Cementerio de Gottland tenemos una hora y cuarto de camino. Así que tenemos que levantarnos a las tres de la madrugada. Y son las once de la noche."
Dijo mirando su reloj.
"Chicos, lamento ser mal anfitrión pero voy a intentar dormir cuatro horitas."
Dean estaba dispuesto a comenzar la lucha con Sam para poder acompañarle. No pensaba dejar a su hermanito ir solo, aunque ahora fuera mayor que él.
"¡Dean a la cama!"
Le ordenó Sam. El chico meditó:
"¿Eso es porque soy pequeño y tengo que dormir o porque te voy a acompañar?"
"Por los dos motivos"
"Ahora mismo voy Sam. ¡Buenas noches a todos!"
Y por una vez Dean se fue a la cama sin discutir.
Continuará...
