No me maten.

Si, se que tengo mis otras historias mas que olvidadas.

No, no planeo dejar ninguna, ni "La leona y su nido de serpientes" o "Saldando cuentas" y muchisimo menos "Los ojos melados de RJ. Lupin"

Pero hace una semana termine Sangre del Olimpo y necesitaba hacer esto. Quizas sea un fic de unos cinco capitulos y planeo terminarlo antes de que acabe el año, para que tengan una idea, es como pienso que siguien las cosas despues que dejamos el capamento meztiso... todo lo que pasa en los dias siguientes.

Para los fanaticos de Riordan, espero que lo disfruten y deben saber que contiene SPOILERS...

muchos besos y nos leemos pronto...

¡UN FIC CON REVIEWS ES UN FIC FELIZ!


1- NICO.

El hierro tenía un punto de fusión sorprendentemente alto, unos 1535 °C, para ser exactos. Y aun cuando el material cedía y se volvía una mezcla incandescente, tanto que él mismísimo Apolo estaría fascinado por su color, el metal no desaparecía, al enfriarse volvía a endurecerse, volviéndose fuerte y listo para la acción, otra vez.

En la fogata del campamento mestizo, el sudario de Leo Valdez, hijo de Hefesto, seguía ardiendo perezosamente, las llamas lamian el metal, pero este se resistía a su poder, brillando como una vida que lucha por permanecer así, indetenible, eterna.

Nico di Angelo observaba el liquido desplazarse sobre las llamas una y otra vez, algo había cambiado durante los últimos días, el podía sentirlo y aunque Hazel no respondía sus mensajes Iris tanto como quisiera, por lo poco que había compartido la hija de Plutón, ella sentía lo mismo. O había dejado de sentir… no podía describirlo.

- Creía que estabas en tu cabaña, haciendo sacrificios a los muertos o lo que sea que los hijos de Hades hacen en su tiempo libre… - La voz de Will Solace lo traspaso como un rayo de luz, inundando su cuerpo con esa sensación penetrante que ejerce el amanecer en todo su apogeo-

- Solace, uno pensaría que los hijos de Apolo tienen algo mejor que hacer que cotillear - Tardo un par de segundos en girar su cuerpo y dejar de mirar las llamas frente a él, quizás el calor que estas desprendían era una buena excusa para el ligero rosado que ahora tenía en sus mejillas… malditos niños de Apolo-

- Bueno, en la enfermería las cosas han estado tranquilas, así que algo hay que hacer por ahora - El pelo rubio de Will brillaba casi tanto como el hierro derretido en la fogata, Nico encontraba perturbante como sus ojos azules parecían cambiar de tono mientras lo observaban, parecía el que color bailaba en sus retinas, como notas musicales finas y delicadas-

- Bien pues deberías elegir mejor tus actividades si no quieres terminar por ser un sacrificio de los hijos de Hades - quería sonar mordaz, serio y si era posible, intimidante. Will había visto lo que era capaz de hacerle a seis legionarios sin tener más fuerza que la de sus músculos, debía tener un poco de miedo… pero no, parecía divertido ante sus palabras - ¿Qué? - cuestiono en tono osco.

- Eres impresionantemente denso Di Angelo… pero a ti te resulta, de alguna forma misteriosa, claro.

¿Había sido eso un cumplido? ¿Si? Oh… él en verdad no sabía cómo reaccionar a un cumplido y mucho menos uno que viniera del jefe de la cabaña siete… de un hijo de Apolo.

- En todo caso… ¿que hacías por aquí? La cena no será servida hasta dentro de un par de horas-

-Yo… solo… miraba - bien, su rostro giro hacia las llamas otra vez, el ardiente liquido seguía ahí, burbujeando lentamente -

Will pareció notarlo porque su propio rostro se asomo sobre su hombro, mirando mismo el punto que él.

- Parece que no terminara de arder nunca ¿eh? - murmuro mientras una burbuja especialmente grande estallaba, liberando algo de humo blanco- No conocí mucho a Leo, pero parecía un buen tipo… un buen jefe para los hijos de hefesto, sobre todo después de lo pedidos que se encontraban por lo que sucedió con Charlie.

Charlie Beckendorf, el hermano mayor de Leo, él mismo semidiós que salvo la vida de Percy en la princesa Andrómeda.

- No era mi tipo favorito, pero Leo era un gran chico… era familia después de todo.

El mismo Nico se encontró sorprendido al hallar la verdad en sus palabras, siempre se había sentido ajeno dentro de ese campamento y ahora se daba cuenta de que no era así. Después de su tiempo en el Argo II y toda la travesía que vivió junto a esos 8 semidioses, contando a Reyna y el Sátiro, Nico había encontrado un lugar entre ellos, un lugar como el semidiós que era, como el hijo de Hades, como él hermano y primo.

Will asintió lentamente a sus palabras, como si en silencio, aceptara sus palabras como verdaderas. Nico lo sintió antes de que llegara a su hombro, no sabía cómo lo hacía, pero él hijo de Apolo había despertado a las mariposas muertas que dormían en su estomago antes de que su palma de apoyara en su hombro, apretándolo suavemente.

- Me alegra saber que planeas quedarte en el campamento… es un buen lugar para vivir, incluso después del verano - Will sonreía y Nico se encontró a si mismo devolviendo la sonrisa, no sabía cómo ni porque, pero Solance parecía tener ese efecto en él.

- Planeo viajar al dominio de mi padre de vez en cuando también, además sigo siendo Embajador de Plutón en el campamento Júpiter… y debo cuidar de mi hermana -

- Pero siempre es bueno tener una casa a donde regresar ¿eh? Y el campamento mestizo será tu casa… Sera bueno tenerte aquí.

- ¿Así que tu estarás aquí también?

- A tiempo completo…


Cortito y simple... para comenzar.