Título: Celos
Fandom: Persona 3 Portatil
Personajes: Minato/Minako
Género: General, Comedia
Advertencias: -
Palabras: 362
Nota: Drabble dedicado a nanamiii~~
Minato se detuvo unos instantes frente la puerta, con aire pensativo.
Tras respirar profundamente tratando de calmar la emoción que sentía, esa emoción que no dejaba de desconcertarlo, tomó la perilla entre sus manos y abrió lentamente la puerta, sintiendo como su corazón saltaba de expectación. También de alegría, sabiendo que del otro lado estaba la persona responsable de todo eso que sentía. Sabiendo que estaría ella recibiéndolo con una sonrisa, como siempre.
Y no se confundió, pues al abrir y traspasar el umbral, vio la resplandeciente sonrisa de Minako dándole la bienvenida. La joven se incorporó rápidamente del sillón y salió corriendo hacia él, colgándose de su cuello. Él simplemente pasó su mano por sus cabellos, aspirando el perfume que desprendían las hebras rojizas de la chica. Eso lo ayudaría a no extrañarla tanto hasta la próxima luna llena, cuando podía verla unos minutos antes de que terminara la Hora Oscura, en aquella habitación a la que solo ellos tenían acceso.
Era su secreto, de él y de ella, y ese infantil pensamiento lo llenaba de una extraña alegría.
Al principio se le había hecho extraño el hecho de estar con alguien quien, teóricamente, era él. O era parecido a él. Pero con el tiempo se había dado cuenta de que esperaba con ansias esos pequeños encuentros una vez al mes.
Luego de intercambiar algunas palabras con Igor y entre ellos sobre como iban en la misión, se despidieron afectuosamente y Minato observó como la muchacha salía por la puerta, corriendo hacia sus compañeros que la esperaban ansiosos para volver a su hogar. Pero uno en especial le sonría más radiantemente que los demás. Levantó una ceja y una mueca de recelo se instaló en sus labios. Igor río a sus espaldas. Decidió ignorarlo y al salir de la habitación perdió de vista la espalda de la pelirroja, transportándose a su mundo.
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Minato jura que fue un accidente cuando, al día siguiente, ojeando despreocupado una revista sobre el sofá de la recepción, su pierna se deslizó misteriosamente hacia adelante interponiéndose de improvisto en el camino de Akihito.
—Perdón —le dijo sincero, pero enmarcando una picara sonrisa cuando su compañero le dio la espalda.
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(Fin)
