CAPITULO 1 Un principio diferente

–En Japón ya debe ser de día...

Pensaba una bonita joven de cabello azulado y ojos plateados mientras veía como el sol comenzaba a ponerse, cerro la ventanilla del avión y se acomodo en su asiento, busco algo en la pequeña mochila que tenia sobre sus piernas, encontró su I pod y lo encendió, la música sonaba mientras ella sonreía, estaba emocionada por volver a Japón, y algo nerviosa por reencontrarse con su primo Neji, a quien no veía desde hacia cuatro años cuando su padre se había mudado a América llevándola a ella y a su pequeña hermana Hanabi con él. No estaba segura del motivo, pero hacia una semana su padre le informo que ella regresaría a Japón y se hospedaría en la mansión de la familia, misma que su primo ocupaba. Aunque ella y su primo nunca habían sido lo que se pudiera llamar muy cercanos, se sentía feliz de poder verlo nuevamente, con este pensamiento, fue quedándose dormida.

Mientras tanto, en algún lugar de Japón, más concretamente, en un salón de clases en una muy exclusiva escuela preparatoria, un joven rubio de ojos azules se encontraba escuchando la misma melodía que la joven que viajaba en el avión. Naruto Uzumaki miraba distraídamente por la ventana mientras los rítmicos sonidos que salían de su reproductor de mp3 evitaban que escuchara lo que decía la profesora, no fue sino hasta que vio que todos se ponían de pie que comprendió que el timbre que anunciaba el final de clases había sonado; se preparaba para salir del salón cuando sintió que alguien le propinaba un fuerte golpe en la cabeza con algo, probablemente con un libro, molesto por la agresión, Naruto giró para ver a su atacante, se encontró con su mejor amigo, Sasuke Uchiha, que lo miraba con una expresión algo severa.

–Estabas escuchando música nuevamente durante las clases ¿Verdad?, vas a reprobar otra vez la materia, estúpido

–Solo me perdí lo ultimo– Le respondió Naruto frotando la parte de su cabeza donde Sasuke le había golpeado –Estaba tan aburrido que iba a quedarme dormido...

–Pues desde ahora te digo que no voy a pasarte la tarea que dejo la profesora...

–¡¿Aaaahhh?!– Protesto el joven rubio con una expresión afligida –¡Vamos, no puedes hacerme eso! Sabes que si bajo mi promedio no me dejaran tocar con la banda...

–Pues debiste pensar en eso antes de ponerte a escuchar música...– Sasuke termino de guardar sus libros en su mochila y se dirigió a la puerta del salón, Naruto recogió todas sus cosas de manera rápida y descuidada para poder seguirlo

–¡Hey! ¡No actúes como si no te incumbiera, si no puedo tocar tu también tendrás problemas!

Sasuke lo miro de reojo, pero no detuvo su camino, la verdad era que Naruto tenia razón, si le prohibían tocar en la banda, también representaba un problema para él. Naruto y Sasuke se conocían desde la primaria, en un principio no se llevaban muy bien, especialmente en la secundaria cuando a los dos les gusto la misma chica: Sakura Haruno y aunque era obvio que la chica de cabello rosa prefirió a Sasuke desde el principio, Naruto no se rendía fácilmente, finalmente perece ser que se resigno, pero su relación con Sasuke seguía siendo algo hostil, hasta que descubrieron que tenían algo en común, ambos amaban la música, tras este descubrimiento, su relación pareció mejorar.

Se suponía que ambos jóvenes asistirían a diferentes preparatorias, pero la indisciplina, mala conducta y tendencia a participar en múltiples peleas habían provocado que Naruto fuera expulsado de tres escuelas, hasta que finalmente fue a dar en la misma donde Sakura y Sasuke asistían, lo que este ultimo no consideraba precisamente buena suerte. Sin embargo, Sasuke sentía aprecio por su problemático amigo, y además sentía que le debía algo después de arrebatarle a la chica de la que había estaba profundamente enamorado, así que en un intento por "encaminar" el exceso de energía que evidenciaba su amigo y conociendo su gusto por la música más su extraordinaria habilidad para tocar la guitarra, sugirió la idea de formar una banda musical, no era un proyecto ambicioso, más bien un mero pasatiempo, pero al joven hiperactivo le entusiasmo de sobremanera, en los siguientes días arrastro a Sasuke por toda la escuela buscando posibles candidatos para el proyecto, se encontraron con muchas negativas, finalmente, varios valientes decidieron acompañarlos en dicha aventura.

Él primero en aceptar fue Rock Lee, un compañero de un grado superior que era muy bueno tocando la batería, el entusiasmo de este era casi tanto como el de Naruto, al grado de que Sasuke se sintió arrepentido de haber puesto esa idea en la loca cabeza de su amigo, el siguiente en ser enrolado fue Shikamaru Nara, quien había sido su compañero en la secundaria, un chico bastante perezoso pero con una mente brillante, misma que le había valido que lo adelantaran un grado en la preparatoria, manejaba los teclados con un extraordinario talento, él acepto unirse al grupo solo para poder librarse de los constantes acosos de Naruto por convencerlo, finalmente, el ultimo en integrarse al grupo fue Kiba Inuzuka, quien tocaba el bajo extraordinariamente y se acoplaba perfectamente con Naruto. Y por supuesto que Sasuke no se iba a librar de acompañarlos, después de todo, había sido su idea, así que en él recayó la voz cantante en todo esto, literalmente, pues todos apoyaron la idea de que Sasuke fuera el vocalista de la banda "experimental" que había nacido.

Como era de suponer, a Sasuke no le hacia ni tantita gracia las dimensiones que el proyecto estaba tomando, sin embrago, poco a poco comenzó a contagiarse del entusiasmo de su amigo, quien para su sorpresa también poseía talento para escribir (cosa que realmente sorprendió a todos) resultaba que después de todo Naruto si tenia algo de sensibilidad, misma que le llevo a escribir un par de canciones que realmente eran buenas, finalmente, la banda se comenzó a convertir en algo de extrema importancia para todos los implicados.

–¡Vamos Sasuke! Si no me vas a ayudar con la tarea, al menos préstame las notas que tomaste en clase...– Insistía el rubio mientras caminaba detrás de su amigo por uno de los pasillos de la escuela

–Hmph... ¡Esta bien! ¡Pero será la ultima vez que te ayude con esto! ¿Entendiste?– Respondía el moreno al mismo tiempo que se detenía y comenzaba a buscar algo dentro de su mochila, finalmente saco un cuaderno y se lo entrego a su compañero –Y más te vale que me lo devuelvas mañana en excelentes condiciones

–OK. Eso haré

–¿Nuevamente le estas ayudando con la tarea a Naruto, Sasuke?– Se escucho una voz desde atrás, ambos chicos se dieron vuelta para ver de quien se trataba, era un estudiante de un grado superior, Neji Hyuuga los miraba con un brillo de desaprobación en sus ojos plateados –Si continuas así nunca vas a poder hacer nada solo, Naruto ¿No te fastidia depender siempre de Sasuke?

–¿Y a ti no te fastidia estar metiendote siempre en mis asuntos, Hyuuga?– Le respondió Naruto con enojo, desde que había ingresado a la preparatoria se había llevado mal con Neji, el joven de pelo largo y ojos plateados era lo que se podía llamar un estudiante modelo, responsable, educado, un genio tanto en los estudios como en los deportes, además de que tocaba el piano como todo un maestro, cada vez que alguno de los profesores sermoneaba a Naruto sacaban a relucir el nombre de Neji, poniéndoselo como ejemplo, cosa que ya tenia harto al rubio, provocando una severa antipatía entre ambos –¿Acaso piensas delatarme con la profesora? La verdad es que no me sorprendería que la palabra "soplón" se encontrara entre la lista de tus gracias

–Yo nunca haría algo tan poco educado– Le respondió el chico con cierto desdén en la voz –Además es tu problema si quieres salir de aquí con la cabeza tan vacía como cuando llegaste

–¡Repite eso!– Replico furioso Naruto, dispuesto a lanzarse sobre Neji, pero Sasuke lo detuvo, sosteniéndolo del brazo

–Ya esta bien Naruto, no busques problemas– Le decía a su amigo, después se dirigió a Neji –Te agradezco la observación, ahora se tan amable de retomar tu camino

Neji les lanzo una ultima mirada de fastidio y continuo su camino, tenia algo importante que hacer ese día y no podía darse el lujo de perder el tiempo con sujetos como esos

–¡Tsk! ¡Como odio la actitud de ese sujeto!– Decía molesto Naruto después de que Sasuke lo hubiera soltado –Actúa como si fuera mejor que cualquiera de aquí

–Si, a mi tampoco me agrada mucho, pero prefiero no darle importancia– En ese momento la alarma del reloj de Sasuke emitió un ruido, él vio la hora y después le hablo a su amigo –Es hora, debemos irnos ya si no queremos llegar tarde al ensayo

–¡Genial! Vamos entonces

Naruto comenzó a caminar apresuradamente por los pasillos hacia el salón donde se reunían para tocar, Sasuke lo seguía moviendo la cabeza de forma negativa, pero con una discreta sonrisa dibujada en los labios, el único lugar a donde Naruto no llegaba tarde era a los ensayos de la banda

Neji no se encontraba de muy buen humor después del incidente, si había algo que él odiara era la irresponsabilidad y la falta de educación, y Naruto tenia ambos, Neji estaba al tanto de el negro historial que precedía al chico, peleas, malas calificaciones, actos de vandalismo, en fin, una autentica lacra; los profesores trataban de justificarlo diciendo que su vida no había sido fácil, Naruto nunca conoció a sus padres, lo crió su abuelo, Jiraiya, un afamado escritor, aunque sus libros no eran precisamente joyas literarias, pero para Neji eso no era una excusa para tener semejante comportamiento, él había perdido a su madre cuando solo era un bebe y poco después también perdió a su padre. Después, Neji quedo al cuidado de su tío, quien lo educo al lado de sus primas: Hinata y Hanabi, al igual que Naruto, él se encontraba solo y sin embargo siempre se había esforzado para dar lo mejor de sí, Uzumaki no tenia excusa, era escoria por su propio gusto, y eso le molestaba a Neji, para él no había nada peor que un buen potencial desperdiciado.

Pero prefirió ignorarlo, después de todo, ese día era importante, hacia tan solo una semana su tío lo había llamado, eso no era nada raro, desde que se marcho para América, su tío lo llamaba al menos una vez a la semana para preguntar por su salud y sus calificaciones y asegurarse que nada le hiciera falta, lo que hizo especial esa llamada fue que su tío Hiashi le informo que su prima Hinata regresaría a Japón, aparentemente para una estadía de tiempo indefinido, pues el padre de está había hecho los arreglos necesarios para que ella ingresara inmediatamente a la misma escuela que Neji, cosa que no fue muy difícil, en primer lugar por la elevada posición económica de la familia Hyuuga y en segundo lugar porque Hinata contaba con un historial académico perfecto, casi tanto como el de su primo.

Neji paso la siguiente semana encargándose de los preparativos para la llegada de su prima, desde hacia cuatro años cuando por cuestiones de negocios que su tío se había marchado a América llevando a sus hijas con él que Neji no veía a su prima, le habían enviado algunas fotografías, pero ninguna reciente, Hinata ya debía tener 16 años, la ultima fotografía que tenia de ella era de cuando cumplió 14, en varias ocasiones su tío sugirió que él también se fuera a vivir con ellos a otro continente, pero Neji se había rehusado, principalmente por que sus padres estaban sepultados en Japón. A decir verdad, Neji se encontraba algo incomodo con la idea de tener a Hinata rondando por ahí, se había acostumbrado a la soledad, a la libertad que trae consigo el no tener que dar cuantas a nadie, pero no había remedio, la casa era tanto de él como de su prima, era la casa Hyuuga.

Miro su reloj, aun faltaba un buen rato para que el vuelo de Hinata llegara, pero también tardaría un buen rato en llegar al aeropuerto, así que se cambio el uniforme de la escuela y le pidió al chofer que lo llevara. Durante el trayecto seguía repitiéndose que la llegada de su prima no necesariamente tendría que perturbar su tranquilo modo de vida, pero muy en el fondo había algo que no lo convencía de esto. Después de un largo rato de marcha llego a su destino, y muy a tiempo, el avión de Hinata debía de estar llegando en cualquier momento. Bajo del lujoso automóvil y pidió al chofer que esperara, entro, leyó en el tablero que se encontraba en el centro de la enorme sala porque puerta descenderían las personas que venían en el mismo vuelo que su prima, una vez que hubo localizado la puerta se dirigió ahí. Pasaron unos cuantos minutos antes de que una voz anunciara que el vuelo había llegado y que los pasajeros estaban descendiendo, Neji trato de encontrar a su prima en medio de la multitud, pero había tanta gente que no era fácil localizar a alguien, fue en ese momento que escucho una voz llamándolo

–¿Neji-niisan...?

Él se volvió hacia la voz que había dicho su nombre y por un momento contuvo el aliento ¿Esa era Hinata?

–¿Hi... Hinata?– Pregunto algo inseguro, los recuerdos que tenia de su prima eran de una niñita tímida de cabello corto que constantemente bajaba la mirada o se ruborizaba intensamente, alguien que mas que hablar susurraba, alguien que no destacaba en lo más mínimo, pero la chica que en ese momento le sonreía y se dirigía hacia él definitivamente no era nada de eso

–¡Neji-niisan!– Dijo con una voz llena de alegría y una sonrisa en los labios, Hinata si que había cambiado en esos cuatro años, se había dejado crecer el cabello y ahora este le llegaba a la cintura excepto por dos mechones que enmarcaban su rostro y que caían a la altura de su pecho, estaba mas alta, su rostro ya había perdido casi por completo sus facciones infantiles y hacia que sus ojos plateados, iguales a los de él, brillaran de una manera casi misteriosa, su piel blanca parecía de la porcelana más fina, su busto... ¡Wow! No cabía duda que su prima había crecido mucho, su talle y su diminuta cintura rematada por sus bien torneadas piernas la hacían lucir realmente preciosa, su prima se había convertido en una autentica belleza, y esa belleza le sonreía mientras corría en su dirección, Neji no salió de su asombro hasta que ella se arrojo en sus brazos, feliz de volver a verlo –¡Neji-niisan, que alegría volver a verte!– le decía la joven mientras lo abrazaba efusivamente

–Hinata... ¿Realmente eres tu?– Le preguntaba él, aun sin salir de su asombro tratando de responder torpemente al abrazo de su prima

–¿Qué pregunta es esa? ¡Claro que soy yo!– Se aparto para poder mirarlo, Neji había crecido mucho en el tiempo que no se vieron, estaba más alto, seguía usando el cabello largo solo que ahora dejaba que algunos mechones de este cayeran a los lados de su frente, a pesar de la ropa podía notarse un extraordinario estado fisco, no le sorprendía, su primo siempre había sido un genio de los deportes y alguien muy disciplinado –Veo que te has cuidado muy bien todo este tiempo, ¡Te ves muy bien, niisan!

–¿Y que me dices de ti?– Le respondió devolviéndole la sonrisa después de mirarla con más detenimiento –No me esperaba que te hubieras puesta tan linda, Hinata– El comentario hizo que un gesto de sorpresa apareciera en el rostro de su prima al mismo tiempo que sus mejillas se enrojecían, Neji sonrió aun más al ver esto, aunque había crecido mucho, Hinata no había cambiado nada en algunos aspectos, de alguna manera eso le alegraba –Bien, vayamos por tu equipaje, debes estar cansada y ansiosa de ir a casa– Ella solo le sonrió y asintió con la cabeza, comenzaron a caminar hacia donde estaba la banda transportadora de equipaje. Hace unos momentos Neji estaba preocupado y algo incomodo por el regreso de su prima, pero en ese momento, se encontraba feliz de que ella estuviera ahí con él.

El trayecto de regreso a la casa Hyuuga fue agradable para ambos primos, charlaron animadamente sobre la escuela, el padre y la hermana de Hinata, y varias cosas más, cuando faltaba poco para llegar a su destino Hinata bostezo, parecía algo somnolienta.

–Debes estar muy cansada– Le dijo su primo, ella negó con la cabeza mientras le sonreía

–Más bien es el cambio de horario, me tomara algo de tiempo acostumbrarme, fue igual cuando me fui de Japón– Sin embargo, después de un rato, cuando Neji volteo a mirarla para decirle algo se encontró con que ella estaba profundamente dormida, él solo sonrió mirándola ahí, ¡Se veía tan linda!, un cálido y fraternal sentimiento le lleno el pecho, pero al ir inspeccionando más detenidamente la figura de su prima el sentimiento ya no fue tan fraternal, Neji aparto la mirada y sacudió la cabeza, no cabía duda que su prima había crecido mucho... en más de un sentido.

Hinata no recordaba en que momento se había quedado dormida, pero al sentir que su cuerpo se movía suavemente, como si flotara comenzó a despertar, entreabrió los ojos y se encontró en los brazos de su primo Neji, que la llevaba al interior de la casa, sorprendida abrió los ojos de golpe mientras su rostro se sonrojaba intensamente

–¡¡¿Neji-niisan?!!– Dijo ya completamente despierta mientras intentaba incorporarse entre los brazos de Neji

–Lo siento– Le decía él, divertido por su reacción –No quería despertarte

­–No, no, esta bien, debo acostumbrarme al horario lo más rápido posible...– Decía ella mientras Neji la colocaba en él suelo, después volvió la mirada hacia la casa y una sonrisa nostálgica pareció en su rostro –Estoy en casa...– Suspiro, en ese momento sintió la mano de su primo sobre su hombro

–Bienvenida a casa, Hinata...– Ella volvió el rostro para sonreírle, él le devolvió la sonrisa y ambos entraron.

Hinata entro a su habitación, todo estaba tal y como lo recordaba, lo único diferente era que sobre su cama encontró el uniforme de su nueva escuela y sobre el escritorio sus nuevos libros, los ojeo brevemente, Neji siempre había sido muy atento con ella, aunque algo frió, esperaba que eso cambiara ahora que estarían viviendo juntos, al pensar en eso un leve rubor cubrió sus mejillas, volteo el rostro hacia una repisa donde había varias fotografías elegantemente enmarcadas, había una donde ella y Neji estaban juntos, si recordaba bien, esa foto la tomaron cuando ella cumplió 4 años y conoció a su primo, aun si nunca había sido muy unidos, ella siempre le había admirado.

El día paso rápidamente, aunque Hinata lo intentaba, el sueño la venció en un par de ocasiones, finalmente se dio por vencida y se retiro a su habitación, disculpándose por dejar a su primo cenar solo, él no le dio importancia, estaba acostumbrado a la soledad, pero por alguna razón, ese día el comedor le pareció más enorme y frió que de costumbre, finalmente él también se retiro a dormir dejando su cena a medio terminar.

Neji se encontraba dormitando, estaba a punto de quedarse dormido cuando escucho que la puerta de su habitación se abría lentamente, parpadeo tratando de divisar a la persona que se encontraba en el marco de la puerta, después de un momento sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, su prima lo miraba con una extraña sonrisa mientras caminaba lentamente hacia su cama, eso hizo que él sueño se le espantara de golpe

–¿Hi... Hinata, pasa algo?– Le pegunto sorprendido y algo nervioso

–Bueno... No podía dormir, tu sabes, el cambio de horario...– Había algo extraño en el tono de voz de su prima, no se escuchaba tranquila y tierna como de costumbre, le hablaba en voz baja y algo... sensual, empezó a sentirse aun más nervioso, su corazón comenzó a latir un poco más apresurado, ella ya estaba de pie a un lado de su cama –Y pensé... En dormir contigo...– La mirada que tenia en sus ojos plateados podría haber hecho desfallecer a cualquiera, Neji trago saliva

–¿Do... Dormir... Conmigo...?– Ahora su corazón si que latía acelerado, por un momento pensó que le saldría del pecho, Hinata vestía una pijama de blusa ajustada sin mangas y un short de color rosa que dejaba apreciar sus hermosas piernas, el brillo en sus ojos era tan seductor, Neji se incorporo a medias en la cama, no sabia que decir, repentinamente sintió como que hacia más calor en su habitación –¿Po... Porque qui... Quieres dormir conmigo?

–Bueno... Ya te lo dije... Tengo que acostumbrarme al horario, pero en este momento no tengo nada de sueño...– Lentamente, ella comenzó a subir a la cama de su primo, que la miraba tremendamente sorprendido, cuando se dio cuenta ella ya se encontraba sobre él con su rostro a pocos centímetros del suyo –...Y pensé que podías ayudarme con eso– Le decía sin dejar de sonreír

–¿A... Ayudarte... Como...?– El rostro de Neji estaba tan ruborizado como el de su prima cuando se sentía avergonzada, aunque en ese momento ella lucia tan... Seductora, repentinamente, sin darle tiempo a reaccionar, ella lo beso, él sintió el dulce sabor de sus labios mientras sus ojos se abrían cuan grandes eran y sentía que un calor abrasador comenzaba a despertar en su interior, ella se separo de él y lo miro a los ojos, aquella sonrisa no había desaparecido de su bello rostro

–¿Y bien, Neji? ¿No quisieras dejar de portarte de manera correcta por una vez y ayudarme con esto?

Por toda respuesta Neji la sujeto de la nuca y la atrajo hacia si, besándola con pasión, explorando su boca con su lengua, la lengua de ella salió a su encuentro, un calor tremendo comenzó a envolverlos, se separaron para tomar aire, él la miro intensamente, con un rápido movimiento la coloco debajo de él mientras la besaba de nuevo, el dulce aroma floral que emanaba el cuerpo de ella le inundo los sentidos, disparando su excitación, con sus manos comenzó a acariciarla por encima de la ropa, explorando cuidadosamente cada una de sus curvas, como queriendo memorizarlas en toda su perfección, deteniéndose en sus pechos que comenzó a acariciar suavemente, esto provoco que un gemido ahogado escapara de los labios de la chica. Hinata comenzó a desabrochar la camisa de la pijama de Neji, la abrió y con sus manos acaricio el pecho de su primo, después sus labios siguieron el mismo camino que sus manos, haciéndolo gemir de deseo, con una seductora sonrisa, ella le hablo

–Te mantienes en forma... ¿Verdad?

–¿Qué me dices de ti?

–¿No prefieres averiguarlo por ti mismo?

Por toda respuesta él se quito la camisa y siguió acariciándola, en un momento ya la había despojado de sus prendas, él se encontraba fuera de control, no pensaba detenerse aunque el mundo se viniera abajo, se preparaba para entrar en ella, para ser uno, el deseo que sentía era tan intenso...

Y en ese momento la alarma del reloj lo despertó anunciando que un nuevo día comenzaba

Neji abrió los ojos y se sentó de golpe sobre su cama, respiraba de manera agitada ¿Qué rayos había sido ese sueño? Se llevo las manos a la cabeza... ¡Había sido tan real! Observo su cama y una maldición escapo de sus labios, tendría que lavar las sabanas más tarde, consternado y con los recuerdos de su sueño aún rondando en su cabeza se levanto y se dirigió al baño, necesitaba una ducha fría. Mientras el agua caía sobre su cuerpo reflexionaba sobre el "acalorado" sueño, tratando de convencerse de que no tenia importancia, no era la primera vez que tenia ese tipo de sueños, después de todo era un hombre, aunque si era la primera vez que uno de sus sueños era tan intenso y tan real, pero lo que más le preocupaba era que su prima hubiera aparecido en su sueño... ¡Y de que forma! No le prestaría tanta importancia si se hubiera tratado de cualquier otra chica, pero no, tuvo que ser su prima, bueno, no era tan raro, después de todo, Hinata se había convertido en una preciosidad, tal vez el reencontrarse con ella después de tanto tiempo le había afectado un poco, si, eso debía ser.

Termino de ducharse y se vistió, se dirigió a la cocina para prepararse algo de desayunar, excepto por el chofer y dos personas que iban dos veces por semana a hacer la limpieza de la enorme mansión, no había nadie más con él así que estaba acostumbrado a atenderse solo, pero se sorprendió al sentir que un delicioso aroma salía de esta, entro y encontró a Hinata sirviendo el desayuno, llevaba puesto su nuevo uniforme y encima de este un hermoso delantal blanco para evitar ensuciarse

–¡Buenos días, Neji-niisan!– Lo saludo sonriente al verlo de pie en el marco de la puerta, parpadeo sorprendida la ver que él se ruborizaba y apartaba la mirada –El desayuno esta listo

–N... No debiste molestarte...– Le respondió, tomando asiento algo nervioso –Debiste levantarte muy temprano...

–Algo así, más bien no podía dormir...– Le respondía mientras desataba el listón del delantal en su espalda para quitárselo

–¿El cambio de horario?– Le pregunto Neji, sonriendo

–Eso mismo...– Se quito el delantal y estaba a punto de tomar asiento, pero se detuvo al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Neji –¿Pasa algo?

–No... Nada... Es solo que...–Una sonrisa traviesa apareció en su rostro –Tu uniforme te queda muy bien...– Sonrió aún más al ver que ella se ruborizaba, no bromeaba, el uniforme escolar le sentaba de maravilla, acentuaba su hermoso busto y su estrecha cintura, además de que la falda, poco encima de la rodilla, resaltaba sus hermosas piernas.

Desayunaron tranquilamente, el ambiente era tan cálido y familiar que pronto Neji desecho las preocupaciones que le había provocado el sueño de la noche anterior, después de todo, Hinata era como una hermana pequeña. Después de desayunar se dirigieron a la escuela, durante el trayecto, Neji miro disimuladamente por centésima ocasión a su prima, le preocupaba un poco que no se encontraran en el mismo grado, ella era un año menor, así que no podría vigilarla lo suficiente, ¡Ya podía ver a todos los patanes intentando ligarla! La idea no le agradaba nada, después de todo, su tío le pidió que cuidara de ella, solo esperaba que ella eligiera a sus amistades cuidadosamente.

Llegaron la escuela, desde el primer momento en que pusieron un pie en ella fueron el centro de atención, los rumores no se hicieron esperar "¡Ya viste! ¿Quién será la chica que viene con Neji?" "Debe ser una nueva estudiante..." "¿Por qué esa chica esta tan cerca de Neji-Sempai?" Preguntaban algo molestas las admiradoras de Neji, todo esto hizo que Hinata se sintiera aún más nerviosa, no estaba acostumbrada a la atención, inconscientemente se acerco más a su primo, quien por cierto miraba disgustado a unos chicos que hacían comentarios sobre "La belleza" que venia acompañando a Hyuuga-Sempai. Después de atravesar el patio, Neji la llevo directamente a la oficina del prefecto, si no se daban prisa, ambos llegarían tarde, esa era una falla que Neji no se permitía nunca. Una vez que se encontraban frente a la oficina del prefecto Ebizu, justo cuando Neji levantaba la mano para golpear a la puerta unos gritos que se escuchaban en el interior lo detuvieron, alguien discutía violentamente con el prefecto.

Hinata abrió los ojos, sorprendida mientras escuchaba las voces en el interior de la oficina, el profesor reprendía a alguien, pero lo que la sorprendió fueron las agresivas palabras del estudiante que se encontraba ahí, nunca en su vida había escuchado a alguien responder tan agresivamente a un profesor. Hinata giro la cabeza para ver a su primo, que tenia un gesto de disgusto y sus ojos fijos en la puerta

–Naruto...– Dijo en voz baja

–¿He...?– Ella no comprendía lo que estaba pasando, pero era obvio que disgustaba a su primo

En medio de la discusión, un sonoro "Váyase al diablo" corto con la voz del maestro, repentinamente la puerta de la oficina se abrió y un chico salió de ella con una expresión de furia, salió tan precipitadamente que no se percato que había dos personas ahí hasta que las empujo al pasar violentamente en medio de ellas, separándolas.

Naruto se sentía tan furioso de tener que lidiar con el prefecto tan temprano en la mañana que lo único que quería era alejarse de ahí, ignorando las palabras del prefecto Ebizu que lo sermoneaba por que uno de los profesores se había quejado de él, otra vez, le grito furioso mientras se dirigía hacia la salida

–¡Váyase al diablo!– Sin esperar siquiera a ver la reacción del prefecto salió de la oficina, lo hizo tan rápida y bruscamente que no se dio cuenta de que había dos personas de pie en la entrada, las cuales empujo al pasar violentamente en medio de ellas, de reojo pudo ver que una de ellas era ni más ni menos que Neji Hyuuga –¡Para terminar de arruinarme la mañana...!– Pensó Naruto, sin ánimos de ver a la persona que tanto le irritaba, volteo sus ojos hacia el lado contrario, entonces la vio...

Sus miradas se cruzaron por un instante, pero fue como si el tiempo se detuviera, Lo primero que vio Naruto fueron unos ojos platinos, casi blancos, iguales a los del odioso de Neji, pero estos poseían una pureza inmaculada, al igual que el rostro al que pertenecían, un rostro angelical que lo miraba en esos momentos con una expresión entre la sorpresa y el miedo, sus mejillas estaban sonrojadas y sus labios rojos entreabiertos, solo una palabra cruzo por la mente de Naruto en ese instante –Bonita...–

Por su parte, Hinata se encontró con los ojos más azules que había visto en toda su vida, los cuales brillaban con furia en un rostro varonil, pero de hermosas facciones, tal vez se veían algo rudas debido a la expresión de disgusto que el chico tenia en ese momento, pero algo en ese rostro le llamo poderosamente la atención, pues sintió que su corazón se agito en su pecho por un momento, Hinata nunca había visto unos ojos como esos, determinados, decididos y con cierto toque misterioso, esos ojos la miraron intensamente por una fracción de segundo, pero eso basto para provocar que cierto rubor cubriera sus mejillas.

Él tiempo retomo su marcha y Naruto siguió su camino, sin decirle nada a las personas que había empujado, furioso por su falta de educación, Neji le grito

–¡Fíjate por donde vas, idiota!

Por toda respuesta Naruto volvió el rostro y sin dejar de caminar le fulmino con la mirada, para después volver a posar brevemente sus ojos en la chica que lo acompañaba, finalmente desapareció en una de las esquinas que llevaban a un pasillo. Neji no sabia por que, pero aunque solo fue por una fracción de segundo no le había gustado la forma en la que ese sujeto había visto a su prima.

–Neji-niisan ¿Conoces a ese chico?– Pregunto Hinata tímidamente

–Si, es Uzumaki Naruto, una autentica lacra...– Volvió su rostro para mirar a su prima, pero ella no lo veía a él, su mirada estaba fija en el lugar por donde Naruto había desaparecido, por alguna razón eso no le gusto –¡Harás bien en no acercarte a él!

–Uzumaki Naruto– Repitió ella lentamente, preguntándose que seria ese vuelco que dio su corazón cuando lo había mirado a los ojos