Palabras iniciales del autor: ¡Hola y saludos para todos! Me llamo Matsukazekun y es un placer compartir con ustedes, mis estimados (as) lectores (as), uno de mis primeros fanfics relacionados a Inazuma Eleven (Situado entre mis animes favoritos) e inspirado en base a la trama principal y, por supuesto, a mis sueños e imaginación.
Esta historia está diseñada a tener una trama más o menos larga. Hehehe... bueno, no me gusta limitar mi imaginación, pero tampoco es mi deseo aburrirlos demasiado. -Risa nerviosa- Sé que merezco algunos tomatazos si encontraran por allí uno que otro "horror ortográfico o de sintaxis gramatical" (cualquiera se equivaca lo sé... XDDDD), pero también es prioridad mía esforzarme por hacer un buen fic, remendar mis errores y mejorar en publicaciones futuras. Así que este escritor novato les suplica a sus lectores un poquito de comprensión. ✌(◕‿-)✌
Descripción y breve reseña: El destino, fuerza mística y sobrenatural que rige sobre los seres de este mundo, suele comportarse a menudo de manera caprichosa, e incluso puede tener preparado más de una sorpresa. A consecuencia de ello, todo lo que creíamos con convicción y firmeza, hasta ese momento, resulta no ser lo que en realidad parece.
Hojas de Otoño, es una historia multi-género (Quiere decir que habrán escenas y situaciones dedicadas a la amistad, drama, humor, aventura, acción, romance, suspenso, etc.). Esta historia ha sido relatada en primera persona y desde el punto de vista de uno de los miembros del Raimon, me refiero a Kageyama Hikaru (Primer protagonista) Él nos cuenta detalles de su vida personal y además sobre su relación amistosa con algunos de los miembros del club de fútbol, en especial con Kariya Masaki (Segundo protagonista)
Aunque Kageyama Hikaru es quien narra esta historia, sin embargo la trama gira entorno a Kariya, esto debido a la inesperada llegada de una persona a su vida. Por medio de aquella persona, Hikaru descubre y se entera sobre el pasado oculto de quien considera su mejor amigo, una verdad oculta detrás de su sonrisa sarcástica.
Durante el transcurso de esta historia, Hikaru sentirá la obligación de ayudar a esa persona y a Kariya, pero al mismo tiempo teme por la reacción que pudiera tomar el defensa de dorsal número 15 y el posible riesgo de perder su amistad. Ante este gran dilema, contará con el apoyo de otra persona cercana a él, así es, nos referimos a Kirino Ramnaru (Tercer protagonista) Juntos harán todo lo posible por reunir a Kariya con esa persona, pero no será fácil... tendrán que enfrentarse a distintos problemas y situaciones adversas. Esta es una historia que va más allá de lo ordinario... Se producirá un cambio rotundo en la vida de Kariya y en las personas de su entorno.
Bueno, sin aburrirlos y florearles (palabrear) más, presentaré a continuación HOJAS DE OTOÑO.
Disclaimer: Inazuma Eleven e Inazuma Eleven Go no son de mi autoria, son propiedad de Level-5
HOJAS DE OTOÑO
Hola a todos, me llamo Kageyama Hikaru, soy integrante del club de fútbol del instituto Raimon, y voy a relatarles, con todo mi corazón, una historia basada en acontecimientos y experiencias vividas hace un tiempo atrás.
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Aún perduran en mi mente aquellos recuerdos y sentimientos encontrados, a veces tengo la impresión que todo hubiera sucedido ayer. Definitivamente, estos hechos no sólo marcaron mi vida y la de esa persona, sino de todos quienes somos sus amigos y conformamos su entorno más cercano.
Un amigo para mí es aquella persona con quien compartes varios momentos de tu vida, aquel que es feliz por el simple hecho de verte feliz, aquel que está en las malas preocupándose por ti y logra robarte una sonrisa, aquel que nos hace olvidar nuestras penas, al menos por un rato, aquel que sabe exactamente lo que estás pensando con tal sólo mirarte a los ojos, aquel con el cual tenemos peleas pero en el fondo sabemos que nos vamos a reconciliar. Y a pesar de lo dicho anteriormente, un amigo también puede tener algún secreto que, bajo discreción propia, guarda en lo más profundo de su corazón.
Evocando mis recuerdos a través de esta historia, hago reflexión sobre lo difícil y complicado que es entender la vida misma, cualquiera puede estar convencido de vivir su realidad, hasta que por causas o caprichos del destino, surgen giros inesperados, abrimos los ojos y comprendemos que todo lo que habíamos creído, hasta ese momento, no es lo que en realidad parece…
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CAPITULO 01: KARIYA EL BROMISTA
Todo empezó aquella mañana cuando al despertar, enfoqué la mirada hacia un árbol situado cerca a mi ventana, y observé aquellas hojas secas que tímidamente comenzaban a caer. Entonces me di cuenta que el otoño había llegado, una de las estaciones del año que provocaban en mí, sentimientos de tristeza y soledad.
Suspirando con nostalgia, me levanté de la cama para quitarme la pijama y ponerme ropa deportiva, pues como ya era costumbre de todas las mañanas, salía a correr por los parques cercanos a mi casa. Aunque debo confesar que en otoño e invierno me cuesta trabajo mantener esta rutina debido al intenso frío matutino.
Al regresar a casa luego de correr por varios minutos, fui a darme una ducha, me puse el uniforme, alisté mi mochila, bajé al comedor saludando con unos alegres buenos días a papá y mamá mientras tomaba mi desayuno, para finalmente dirigirme con regocijo y lleno de energía al instituto.
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En el camino troté alegremente, siempre con la esperanza de que cada día sea mejor que el anterior. Mientras iba por las calles, alzaba un brazo en señal de saludo a mis vecinos.
— ¡Que tengas un buen día! — Respondía uno de ellos.
Estando cerca al Instituto Raimon, encontré a mis amigos de clase, siguiendo mi camino, vi a algunos miembros y a las managers del club de fútbol. Como ya era costumbre, a todos ellos los saludaba con una gran sonrisa y un alegre buenos días… ¡PERO ESPEREN! aquel día pude ver a muchos de mis amigos, con excepción de…
— ¿Qué extraño? Si él es la primera persona a quien encuentro cada vez que voy camino al instituto. — Repetí esas palabras en mi mente.
Cuando de pronto, una persona desconocida se posicionó detrás mío y, sin darme cuenta, me sujetó del cuello sintiendo un brazo peludo y áspero alrededor. El sujeto no parecía mostrar una actitud amable y a la fuerza me llevó hacia un callejón, alejándonos de la vista de los demás. mirándolo de reojo, noté que en su otra mano tenía algo que parecía ser ¡UN CUCHILLO! (?)
Entré en pánico, quise gritar con todas mis fuerzas y pedir auxilio, pero mis esfuerzos eran en vano al tener una de sus manos cubriéndome la boca.
— ¿Será un asaltante, o alguien que vino a cobrar venganza por las malas acciones de mi tío Kageyama Reiji? — Era lo único que venía hacia mi mente en esos momentos de tensión.
— ¡Ha llegado tu hora Kageyama Kun! — Habló con un tono de voz grave, mientras me sujetaba, y a la vez acercó el cuchillo hacia mi cuello de manera amenazante.
— Po-por favor señor se-se lo imploro, no me haga daño. — Supliqué casi al borde de las lágrimas, al sentir que mi vida corría serio peligro.
Juntando un poco de valor, giré la mirada de manera lenta y tímida hacia el rostro de mi acosador, y me di cuenta que llevaba puesta una ¡MÁSCARA DE JASON…!
— ¡NO PUEDE SER!, En verdad existe ese personaje de las películas de terror. — Pensé colocando una mirada horrorizada.
— ¡Muy tarde! — Exclamó enérgicamente ese sujeto. — Tu castigo será… ¡LA MUERTE!
La tensión estaba al rojo vivo, quise desmayarme de la impresión pues era más de lo que podía soportar. De pronto, suelta mi cuello para tenerme frente a frente. Fue ahí cuando lo veo alzando la mano que sujetaba el cuchillo, dispuesto a incrustarlo en mi cuerpo. Sin embargo, mis instintos me permitieron actuar con rapidez, y aprovechando una fracción de segundos, corrí despavorido gritando:
— ¡AUXILIO, JASON ME QUIERE MATAR!
Antes de salir huyendo de aquél callejón, pude escuchar una sonora y aguda risa, que al cabo de un rato se transformó en una carcajada. Me detuve bruscamente para averiguar de donde provenía aquél sonido, que por un momento resultó bastante familiar. Al voltear la mirada, le veo quitándose la chamarra vieja y desgastada, unos guantes y mangas peludos, que supuse eran sus manos, un cuchillo de juguete, y por último la máscara, revelándose la identidad de aquel misterioso sujeto quien era en realidad…
— ¡KARIYA KUN, CÓMO PUDISTE HACERME ESTO! — Reprendí alzando la voz.
Estuve realmente indignado, me había provocado el mayor susto de mi vida y él vacilándose de la risa.
— De-Deberas lo-lo siento Ka-Kageyama kun… pero con tan sólo ver tu-tu cara de miedo yo…yo…
Ahí va de nuevo, Kariya quiso hablar conmigo y pedirme disculpas, pero su rostro dibujó una mueca e intentaba ocultar su risa. Una risa que acabó por estallar en una descontrolada carcajada, y para colmo en mi propia cara.
— ¡TE ODIO KARIYA KUN! — Le sentenciaba con esa frase antes de dejarlo en el callejón y seguir mi camino rumbo a la escuela. No es la primera vez que era víctima de sus bromas pesadas…
*.*.*
*/ Inicio Flashback
Aún recuerdo aquella vez, cuando Kariya me dio un sobre para el director, pidiendo que le entregara con urgencia. Sin dudar accedí a hacerle dicho favor. Cuando llegué pude ver al director, quien no parecía estar de buen humor que digamos. Así que, juntando un poco de valor, me acerqué a entregarle el sobre, y al abrirlo, en lugar de un mensaje, había un dibujo con la cara de un cerdo guiñando un ojo y sacando la lengua.
Esto enfureció más al director, y sin tener la oportunidad de defenderme, ni echar la culpa a Kariya, me castigaron sin recreo por una semana, y mi maestra me hizo escribir en todo el pizarrón "NO DEBO BURLARME DEL DIRECTOR".
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O aquella vez cuando Kariya se acercó a mí, pidiéndome ayuda para mandar un aviso por el megáfono de la escuela. Le pregunté por qué no lo hacía él, respondiendo que yo era la persona indicada para dicha misión. Inocentemente volví a confiar en sus palabras, recibiendo un papel con el mensaje. Me dirigí a la oficina del encargado del megáfono, sin embargo no se encontraba. Así que decidí ayudarlo y ser yo quien diera el mensaje.
— Uhm… A la Doctora Tukuli Tosakayama repórtese a la enfermería urgentemente, repito… Tukuli Tosakayama urgente en la enfermería.
Cuando de pronto escuché risas en toda la escuela, al principio no sabía el motivo, pero al leer detenidamente el recado, me di cuenta de la barbaridad que había, o mejor dicho, Kariya me hizo cometer. En ese momento llegó muy molesto el encargado del megáfono y nuevamente volví a ser castigado con una semana sin recreo, además, la maestra me obligó a escribir en todo el pizarrón "NO DEBO DECIR GROSERÍAS EN EL MEGÁFONO DE LA ESCUELA".
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También acordarme de aquel día, cuando estuve preso del pánico, pues de tanto entrenar la tarde anterior, se me había olvidado hacer una tarea de Literatura sobre rimas y versos dedicados a la maestra, que además, debíamos leer en clase. No sabía qué hacer, y en aquellas circunstancias, Kariya se ofreció a ayudarme. Bueno, acepté y le agradecí por el favor. Cuando estuve en clase, y sin tener la oportunidad de leer previamente mi tarea, fui uno de los primeros en salir al frente:
Para mi maestra con mucho cariño:
La primera vez que te encontré,
con espanto te miré
te dirigías hacia mí,
con sonrisa que asustaba
que pájaros mataba,
que perros aterrorizaba.
Todos me observaron sorprendidos y boquiabiertos, yo en cambio me quedé helado por lo que había leído ante mi maestra y el resto de la clase.
— ¡Gomen, gomen! Me-Me equivoqué, qui-quiero decir esta es la rima:
Granuda era mi hermana
pero contigo nadie se comparaba
Barbudo era mi hermano
pero tú le has superado.
Hubo un silencio incómodo que me hacía titubear de vergüenza, mi maestra me miraba con una cara de rabia y odio, así que tímidamente comencé a leer el tercer párrafo:
De mono deformado la cara tienes
de las feas la reina eres
llantas en la panza tienes
traumas tú me debes
de abrazos miles me quieres dar
con uno, por el psicólogo voy a andar.
Toda la clase reía sin control, hasta que la maestra explotó en cólera gritando.
— ¡KAGEYAMA HIKARU, QUEDAS CASTIGADO!
Otra vez, y por culpa de Kariya, volví a quedarme una semana más sin recreo, y de nuevo la maestra me obligó escribir en toda la pizarra. "NO DEBO FALTAR EL RESPETO A MIS MAYORES NI BURLARME DE SUS DEFECTOS FÍSICOS"
*¡Oh cielos! U_u'*
*/ Fin Flashback
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Sin mayores problemas transcurrió mi día en la escuela y posteriormente en los entrenamientos, evitando acercarme a cierta persona.
Comenzó a caer la noche, el entrenamiento llegaba a su fin y era la hora de irnos a nuestras casas, como siempre iba en compañía de Tenma y Shinsuke hablando de diversos temas, en especial de fútbol. Estuvimos conversando hasta llegar a una esquina donde me separaba de ellos. Siguiendo mi propio camino a casa, una persona se dirige hacia mí, y coloca una mano sobre mi hombro.
— Kageyama Kun, ¿aún sigues molesto por la broma de esta mañana?
Si, aquella persona de mirada felina llamada Kariya Masaki estuvo detrás mío, preguntándome con ligera preocupación.
— ¿Tú que crees? — Respondí seriamente, aparentando mostrar una mirada despectiva.
— Bueno, yo sólo… sólo quería pedirte que yo…
Juraría que jamás lo vi con esa actitud. Por lo visto, le costaba mucho decir una palabra en especial.
— ¡Cof, cof! Lo que quiero es pedirte perdón si me excedí en alguna broma que te hice.
— ¿Ah sí, en serio? — No le dí mucho crédito a sus palabras, pero estuve impresionado. Era la primera vez que me pedía disculpas y le era difícil pronunciar aquellas palabras. Estoy seguro que esto iría en contra de su orgullo.
— Es verdad Kageyama Kun, no quisiera perder tu amistad por una idiotez mía. — Habló con un tono de arrepentimiento y la mirada cabizbaja.
— ¿Y dime, dónde estuviste cuando me metiste en problemas? ¡Por tu culpa me quedé casi un mes sin recreo, aún siento el dolor en las manos de tanto escribir en el pizarrón, y hoy por poco me matas de un susto…! ¡Eres muy malo Kariya Kun!
— ¡Está bien, lo siento, fue mi culpa! — Replicó avergonzado.
Un gesto de arrepentimiento se vislumbró en su mirada felina.
— Pe-Pero si quieres estoy dispuesto a compensarte… — Estas palabras lo decía en voz baja, casi susurrando, y a pesar de ello alcancé a escuchar.
— ¿Qué dijiste? — Pregunté fingiendo estar sordo y colocando una mano en mi oído.
— ¡TSK… QUE ESTOY DISPUESTO A COMPENSARTE POR TODO EL DAÑO QUE TE HICE! — Gritó Masaki en voz alta.
— Está bien, te perdono — Respondí mostrando una sonrisa — Ahora como tienes la intención de compensarme, ummm pues hay algo que puedes hacer por mí.
Diciendo estas palabras, en mi rostro se formó una sonrisa maliciosa *Al estilo Kageyama (?)*, Kariya se rascó la mejilla mientras me miraba con una cara de duda y desconfianza…
*.*.*
Al día siguiente era sábado, y como forma de pagar por todas sus bromas de los que fui víctima, le pedí que viniera a mi casa…
— ¡Ahhh…! Ka-Kageyama Ku-Kun… No…no puedo más… ¡Ahhh! — Jadeaba alocadamente.
— Sólo un poco más, Kariya Kun, ya casi, ya casi lo logras…— Respondí dándole ánimos a continuar
— Pe…Pero ya estoy e…en mi límite, voy ah… ahhhhhhh…
Hasta que por fin y con todas sus fuerzas, Kariya logró mover el pesado mueble para que pueda hacer limpieza. Así es, convencí a mamá para que descansara, diciéndole que un compañero se ofrecía a realizar todos los quehaceres del hogar, de manera desinteresada. Y es así que durante el fin de semana, Kariya estaría en mi casa, como empleado doméstico, barriendo los pisos, lavando la ropa, limpiando la sala, la cocina, el comedor, los cuartos y el baño, recogiendo las hojas secas, regando el jardín, lavando la loza, y por último ayudando a cocinar.
Me apenó ver al pobre Masaki haciendo los quehaceres de mi casa, por esa razón decidí ayudarle y darle una manito. Aunque él era un bromista y muy travieso, me alegra saber que en el fondo sepa reconocer sus errores y buscar la forma de enmendarlos. Sin duda alguna, lo considero como un amigo especial.
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Con rapidez transcurrieron los días sábado y domingo, hasta que llegó el lunes, todo parecía indicar que sería un día normal. Yendo rumbo a la escuela encontré y saludé a todos mis amigos, entre ellos a Kariya, quien por cierto se le veía un poco exhausto, tal vez sin ánimo de hacerme alguna broma durante el resto del día, claro, luego de todos los quehaceres que realizó el fin de semana. Lo único que hice fue mostrar una mirada sonriente mientras íbamos camino a la escuela.
— Esta tarde después de las clases, debo visitar a mi abuelito en el hospital — Suspiré pensativamente, levantando la mirada al cielo…
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ESTA HISTORIA CONTINUARÁ…
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Espero que les haya gustado este primera parte, próximamente publicaré el segundo capítulo de esta historia. Si tienen alguna sugerencia, comentario o desean darme algún jaloncito de orejas por la trama o la ortografía pueden dejarme Reviews o enviarme un mensaje por inbox.
¡MatsukazeKun se despide de ustedes, hasta la próxima! ^_^
Publicado: 01/2015
