Prólogo: Melodía de Concierto

Todo estaba listo para que ella comenzara.

Todos los miembros del staff ya estaban en sus posiciones, ella ya estaba lista y maquillada para salir al escenario, pero había una cosa, una única cosa, que aún no estaba lista, por esa cosa la princesa idol, Asuna Yuuki, no podía salir al escenario.

Estaba preocupada y tensa porque esa cosa aún no estaba lista, si salía así al escenario quien sabe que podría suceder, para este punto ya debería estar poniéndose en posición para salir por la plataforma con la que iniciaría su show de apertura pero no podía, no sin esa cosa, no sin él.

"¿Dónde estás Kirito-kun?"

¿Por qué su adorado novio no aparecía para darle su beso de buena suerte? Él sabía claramente que ella no podría cantar bien o se le olvidaría la letra de la canción si él no hacia esa cosa por ella, si él no llegaba a besarla no podría iniciar su concierto, sus besos eran su mejor amuleto de buena suerte, desde su debut eso había quedado demostrado, entonces si él sabía claramente esto ¿dónde rayos estaba? se estaba empezando a impacientar además de que en cinco minutos tendría que ir al escenario independientemente de que su novio le dé un beso o no.

¿La tierra ha comenzado a temblar?

No... La que había comenzado a temblar era ella, estaba asustada, nunca había salido a cantar a ningún concierto sin que su novio la besase antes, casi fallaba el día de su debut si no fuera por su novio la beso y le dio un "hechizo" para que triunfara, podría sonar increíblemente tonto pero… en los últimos años desde que entro en el medio, su novio nunca había dejado de hacerlo. De repente se escucharon unos golpes suaves en la puerta de su camerino, ilusionada pensó que sería su novio el que tocaba su puerta hasta que escuchó una voz femenina llamarla.

- Asuna ya no podemos esperar más, tienes que salir rápidamente al escenario.

¡Oh, rayos! Kirito-kun date prisa, no podré hacerlo sin ti

Pensaba la ojimiel, mientras sentía como sus ojos se aguaban. Listo, iba a llorar, como la buena bebe llorona que era cuando su novio no estaba con ella.

- Espera sólo unos minutos más Kaete-san - le grito a través de la puerta a su representante que estaba parada afuera de su camerino.

- No podemos esperar más Asuna, tienes que salir ya.

Armándose con el poco valor que poseía, abrió la puerta del camerino encontrándose con el rostro impaciente de su representante, comenzó a caminar por el pasillo que iba hacia la parte posterior del escenario mientras pensaba como le iba decir que cancelara el concierto porque no podía dar su 100% para sus fans, se apenaba de verdad pero simplemente no podía, en ese momento, se escuchó un fuerte ajetreo al fondo del pasillo que daba hacia la salida del estadio, como de personas luchando, que solo provocó que se asustara más y las lágrimas quisieron derramarse con más ganas, si comenzaba a derramarlas ella ya no podría detenerlas y arruinaría su maquillaje en el proceso, ante ella y su representante apareció un guardia de seguridad.

- Señoritas avancen al escenario por favor, nosotros estamos manejando a un intruso fanático que se ha querido colar a la zona de camerinos.

- ¿Como que un intruso? Cuando se contrató a su compañía nos garantizaron la seguridad de la señorita Asuna, creí que había quedado claro que esta es de alta prioridad, ¿Que acaso no pueden lidiar con un simple fanático? Ustedes son…– mientras su representante reprendía al guardia se escuchó una voz masculina gritar, tan clara para ella que la voz de su representante, el guardia de seguridad y el ajetreo dejaron de importarle.

- YA LES DIJE QUE SOY SU NOVIO ¡DÉJENME PASAR! ELLA NO PODRÁ CANTAR SI NO LA VEO PRIMERO - grito un joven pelinegro de ojos grises, el cual pudo llegar hasta un corredor donde diviso la silueta de su querida novia vistiendo su típica ropa de idol color rosa, ella estaba junto a su representante, Kaete-san, y un hombre mayor que vestía el mismo uniforme que esos idiotas que no lo dejaban pasar a ver a su novia, conociéndola como lo hacía, la pobre ya debe de estar temblando de los nervios porque él no llegaba a besarla y desearle buena suerte. No le quedaba de otra, haría uso de sus habilidades…

De inmediato el corazón de la pelinaranja comenzó a latir desbocado, incapaz de controlar sus emociones, su delicado cuerpo temblaba sin control alguno mientras una sola frase se filtraba en su cabeza como un mantra:

¡Gracias a Dios!

Entonces sin pensarlo dos veces salió corriendo al encuentro de su ser amado, gritando mientras corría lo más rápido que sus pies le permitían- Kirito-kun ¡KIRITO-KUN!

Siendo más rápidos que ella y aprovechando la distracción de su novio los guardias que estaban con él lo derribaron, sacándole el aire en el proceso y dándole un susto de muerte a la pelinaranja, reaccionando a esto apresuro más el paso para llegar a su novio, una vez que llego hasta donde se encontraban ellos la ojimiel comenzó a gritar de forma un poco histérica haciendo que estos se apartaran de él, terminando por darles unas palabras en voz baja que nada tenían que ver con la forma inicial con la que les gritó, fueron tan bajas que el pelinegro no alcanzó a escuchar lo que su novia les dijo pero a juzgar por la cara de terror que pusieron estos se imaginaba de que iba la cosa, pocas personas conocían su tempestuoso temperamento pero una vez que ella lo mostraba podría asustar al más valiente de los hombres.

En ocasiones el pelinegro se preguntaba si su novia tendría trastorno de personalidad o algo parecido ya que en momentos podría ser el más dulce de los ángeles, la más valiente de las guerreras a pasar a ser el bebé llorón que necesitaba de él, hasta parecer el mismísimo satanás encarnado; en fin, él la amaba a ella y a sus múltiples personalidades, nada podría cambiar eso.

Sumamente preocupada la chica se acercó hasta el lugar donde su pelinegro yacía en el piso mientras le preguntaba – ¿Kirito-kun aún sigues vivo?

- Estoy bien Asuna, me la he visto en peores situaciones pero necesito que me dejes descansar un poco antes de intentar levantarme, aunque… - lo que sea que haya dicho fue tan bajo que la pelinaranja no fue capaz de escucharlo pero le dio una increíble curiosidad dado el notorio sonrojo en el rostro de su novio. Pocas eran las veces que él se sonrojaba de esa manera, con lo descarado que era, nada lo apenaba, sólo cuando le decía algo que el definía como "cursilerías tontas" pero que a ella la emocionaban mucho siempre que se presentaban, pensando que esta era una de esas ocasiones la pelinaranja se emocionó de la misma forma que siempre mientras preguntaba en el tono más dulce que era capaz de dar.

- ¿Qué has dicho Kirito-kun? No he podido entenderte – con las palabras de ella, su novio, que aún estaba tirado en el piso con la vista hacia ella se sonrojo aún más si era posible, haciendo que el corazón de Asuna se volviera loco.

- No te molestes pero… desde esta posición y a este ángulo puedo ver perfectamente tus bragas blancas de lacitos – termino por decir mientras desviaba la mirada, pero no lo hacía del todo, para poder ver por el rabillo del ojo lo que evitaba ver directamente, dejado a su novia petrificada con sus palabras. Luego del minuto de silencio más tenso que el joven había experimentado en mucho tiempo, su novia se movió rápidamente preparándose para gritarle

-¡KIRITO-KUN, IDIOTA, DESCEREBRADO, PERVERTIDO, MIRÓN! – mientras ella continuaba con su diatriba a todo volumen, llego su representante a un lado de ella indicándole que hace diez minutos ella debió haber salido al escenario – ya voy Kaete-san, lamento la pérdida de tiempo.

Dándole una última mirada de indignación al pervertido tirado en el piso comenzó a dar grandes zancadas directo al escenario, maldito fuera ese ojigris pervertido, ella preocupándose por él, mientras que el sólo actuaba como el mismo tonto de siempre.

Llegando por debajo del escenario podía escuchar los ensordecedores gritos de sus fans aclamando por ella, cuando estaba posicionada en la plataforma que la iba a sacar directo al escenario, Asuna fue jalada de su brazo, después sintió la caricia de unos dulces labios que eran como una droga para ella en los propios, seguido por el tacto de esos labios en su oreja mientras escuchaba la voz de su novio, a pesar, de los incesantes gritos que aclamaban por ella – Que tengas el mejor de los conciertos mi dulce princesa, la más grande de las ovaciones y la felicidad más grande al hacer lo que tanto amas, aunque con esa angelical voz eso no será nada difícil de conseguir.

¡El hechizo!

Casi se olvidaba de este, con lo enojada que estaba con su pervertido y descarado novio ¡Iba a subir sin él y sin su beso! poniendo automáticamente la mejor de sus sonrisas la pelinaranja miro fijamente a su novio olvidando su enojo anterior – Gracias, Kirito-kun.

Sintiendo como la plataforma a sus pies se movía, Kazuto dio unos cuantos pasos atrás para evitar ser elevado con su novia, mientras veía como ella se preparaba para dar inicio a su show. De repente la música comenzó, así como la melodiosa voz que reconocía como la de su novia se escuchó por todo el lugar silenciando al público que tanto la aclamaba…

Zutto… hikari no naka kinou

made wa nakatta

ashiato tadotte kita hodo

(Entre más sigo las huellas que siempre estuvieron en la luz pero que descubrí hasta ayer)

gooru no mienai meiro ame ni utareta chizu

koukai mo nanimo nai kedo

(Más me adentro en un laberinto sin salida con un mapa mojado por la lluvia, no me arrepiento pero)

Al menos el concierto había tenido un buen inicio, con un poco de retraso, pero no se escuchaba a ninguno de los espectadores quejándose por ello, todo lo que se escuchaba era a su novia cantando y al público ovacionándola, esperaba que el concierto terminara sin ningún percance más.

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Akiru kurai zenbu kimi ga suki da yo haato wa egao de ippai

(Te quiero tanto como para cansarme de ti, mi corazón está lleno de lágrimas)

koi no iroha mo sukoshi wakaritainda

(Pero aun no entiendo lo básico del amor)

nandomo kurikaesu kedo sunzen de mata jikai he

(Esto se sigue repitiendo pero cuando estoy a punto de entender, pasamos a otra cosa)

Sweet na otome gokoro wa izen toriatsukettenai no desu

(Desafortunadamente el dulce corazón de una doncella es difícil de tratar)

Nee, kore ga I love you?

(Oye, ¿esto es un Te amo?)

MUCHAS GRACIAS POR HABER ASISTIDO HOY, MUCHAS GRACIAS A TODOS – se podía escuchar la voz de su novia despidiéndose de todos, era mejor que se acercara al lateral por el cual ella ingresaría tras bambalinas para felicitarla por otro buen concierto, aunque cuál de los conciertos de su novia no eran buenos, el público la amaba y ella amaba cantar para todos, no había ningún problema, todos eran felices.

Mentira

El sí que sufría bastante y era un poco, solo un poquito, infeliz y es que ser novio de una idol era un trabajo a tiempo completo, como ahora que estaba chequeando el camerino de su novia para asegurarse que ningún acosador estuviese en el camerino, también había checado toda la zona de bambalinas durante todo el concierto cuidando que todo funcionase bien, no es como que un estudiante de preparatoria pudiese hacer mucho, pero él contaba con una motivación más grande que los demás, después de todo era su persona más importante la que subía al escenario a cantar. Pero claro que el nunca admitiría a nadie en voz alta esto, lo acusaban de despistado, pero su novia era la más despistada del mundo, lo cual lo beneficiaba a el de sobremanera, lo avergonzaría mucho si ella se diese cuenta de todo lo que hacía por ella, hablando del rey de roma, su novia iba hacia el corriendo lo más rápido que podía y lanzándose a sus brazos le lanzó la pregunta que siempre le hacía al final de cada concierto – Kirito-kun, Kirito-kun ¿Te gusto el concierto?

- Por supuesto, lo hiciste muy bien – decía mientras le daba palmaditas en la cabeza una vez que se separaron de su apretado abrazo. Se miraron fijamente demostrándose con los ojos lo mucho que se querían y acercando sus bocas cada vez más para unirlas en un necesitado beso fueron interrumpidos por un carraspeo seguido de una femenina voz.

- Asuna, tienes una convivencia pendiente con las personas que pagaron boleto V.I.P.

- Por supuesto Kaete-san, permíteme asearme el sudor y luego iré con ellos

- No te tardes – pero Asuna ya iba hacia el camerino y no alcanzó a escuchar esta última frase, dejando un silencio incomodo entre el pelinegro y la mujer mayor gracias al hecho de que no era ningún secreto lo mucho que la representante de Asuna se oponía terminantemente a su relación, según ella, Asuna tendría más fans si su status fuera el de soltera pero aun así él se negaba a dejarla.

- ¿Cuánto va a durar esa convivencia?

- Lo que tenga que durar – la mujer dio media vuelta dejándolo con la palabra en la boca, el necesitaba saber cuántos fans habría ahí y si tendrían personal de seguridad dispuesto cerca de ellos, junto con miles de preguntas más, maldita fuese esa mujer. Un toque suave en su mano lo saco de sus cavilaciones encontrándose con su novia vistiendo ropa informal mientras aferraba sus manos – vamos Kirito-kun, no podemos dejar a mis fans esperando.

Bueno por lo menos su novia quería llevarlo con ella, ya quería ver la cara que pondría su representante cuando los viera tomados de las manos, al menos sabiendo que va a acompañar a Asuna se sentía más aliviado con respecto a esa dichosa convivencia.

Definitivamente ser novio de una idol era un trabajo a tiempo completo y multifuncional.

Esta historia ha salido de mi necesidad de ver sufrir a kazu un poquito porque siempre es mi Asuna la que sufre los celos y las dificultades de esa relación, tanto en el canon como en la mayoría de los fanfics que he leído.

Las canciones que aparecen son Courage y Q&A Recital, ambas de Haruka Tomatsu

Agradezco a los lectores que le han dado una oportunidad a mi historia espero que les haya gustado, díganme que opinan de ella, toda crítica es bien recibida.

PDTA: pido disculpas por la cacografía y los horrores de ortografía que se me hayan pasado, no duden en decírmelos, para mejorar mi historia.