Inuyasha no me pertenece, esta historia ha sido hecha sin fines de lucro, su único objetivo es el de entretener
Tinta azul explotando en su cara, precioso inicio de semana había sido el de Kagome Higurshi, oh si, las risas a su alrededor atronaron nada más abrir su casillero, todos lo esperaban ya incluso ella misma, Lila McPherson rondaba por ahí, y a esas horas era extremadamente inusual. Su sensible olfato le había avisado de la tinta desde la entrada de la escuela, pero como lo último que Kagome deseaba hacer era llamar la atención sobre su persona la decisión era sencilla, hacer de tripas corazón y cerrar los ojos. Las risas comenzaron a alejarse rumbo a los salones de clase, aun con los párpados abajo, la chica podía imaginar perfectamente a la zorra de Lila, meneando sus caderas al compás de sus altísimos tacones de esquinera, el corto cabello pelirrojo, muy a la moda y de peinado impecable. La muy maldita.
-Vaya, la tinta es nueva- Sango Taijiya la miraba desde sus imponentes metro y cincuenta y seis centímetros, ofreciéndole un pañuelo húmedo del agua de la botella que sostenía en su otra mano. –Opino que destripemos a un caballo y dejemos su cabeza dentro de su cama, seguro se orina del susto-
Kagome no pudo evitar la sonrisa mientras restregaba el pañuelo sobre su rostro, tomó una liga de su casillero para apartar el cabello sucio de su cara, se miró al espejo verificando que no quedaran restos del horrible azul, una vez comprobado el hecho sus ojos castaños se desviaron a la fotografía encima del espejo de la puertecilla metálica. Cuatro jóvenes, dos chicas, dos varones, ella misma apareciendo ahí, entre su serio compañero y sus sonrientes hijos.
-¿Qué opinas Kag?-
-Que además le tiremos encima las tripas y órganos bailando desnudas sobre su cama participando en una orgía de sangre-
-Dios, ¿Por qué tienes que ser tan rara y llevar todo a los extremos?, le quitas el chiste a las cosas- El casillero se cerró con fuerza y ambas chicas comenzaron a caminar, mochilas al hombro hacia la salida, ¿Quién necesitaba la escuela? Pasaron de largo las canchas donde los apuestos bateadores estiraban calentando para el juego. Unos firmes ojos dorados atraparon la mirada de Kagome, el chico se puso el casco, abanicando el bate sin mover su rostro un centímetro, la mujer soltó un susurro al viento sabiendo que Inuyasha la escucharía.
-Te espero en casa- Inuyasha asintió al momento de sacar la pelota del campo, Kagome bufó mitad molesta, mitad divertida, excelente la idea del muchacho para pasar inadvertido, ser la estrella del equipo de beisbol en la maldita preparatoria llena de adolescentes hormonadas sedientas de admiración, aplausos al chico joder.
Bueno este es solo el prologo, si gusta la idea y dejan reviews la continuo, si no pues bueno no lo se, los reviews son motivación y ayudan a inspirar créanme, así que si les interesa que la siga ayúdenme a inspirarme XD.
