Afuera de la casa Hyuuga caía una gran tormenta acompañada de grandes estruendos de relámpagos, dentro de la casa se podía decir que el ambiente era exactamente igual o peor. Una chica de cabello negro azulado y ojos azules claros discutía con su padre quien posee los mismos ojos de ella, ojos que eran característicos de su familia.

-¡Estás loco!-gritó la chica llena de rabia a su padre.

-Vamos Hinata, tu sabes que es lo mejor, tú no puedes cuidar a ese bebé, porque de una vez de advierto, si lo tienes no te daré ni un centavo-

-¡No me importa!-

-Hinata, puedes tener más hijos-decía su padre intentado no mostrarse desesperado.

-No lo haré, no abortaré a mi hijo-le respondió la peliazul, con lágrimas en los ojos de coraje.

-Hinata, se sensata, abórtalo, vamos solo firma ese papel y el doctor esta allá abajo esperando-

-¡El que no es sensato aquí eres tú!-

-Hinata, estas colmando mi paciencia-

-No te preocupes, no la colmaré más, yo me largo-la peliazul salió y fue directo a su habitación, tomó una mochila y empezó a guardar cosas.

-Si te largas con ese bastardo que llevas dentro, no te llevas nada de esta casa-dijo su padre amenazándola.

-Perfecto-Hinata dejo caer la mochila al suelo y salió de su cuarto directo a la puerta.

-Hinata, si das un paso afuera de esa puerta, no podrás volver aquí, me oíste-

-Sí, y no te preocupes es lo que más deseo-La chica salió por la puerta a pesar de que la lluvia no se calmaba y solo la protegía un poco de esta, una chamarra que ya se había empapado, camino como diez minutos cuando se refugió en el techo de una casa y sacó su celular busco un contacto y marcó-

-Hola-dijo una voz masculina al otro lado del teléfono.

-Sasuke…-

-Hinata, ¿estás bien?, te oyes acelerada-

-Yo…deje mi casa-

-Hinata-dijo el chico con ternura-¿Dónde estás?, voy por ti-

-Estoy a cuatro cuadras de mi casa, frente a una casa de color jade-

-Bien, estaré ahí en diez minutos-

Pasados exactamente los diez minutos un porsche negro apareció frente a la chica, de él salió un chico de cabello y ojos negros, tez pálida y cabello un poco alborotado y largo para ser hombre. El chico camino hacia ella.

-Hinata-le puso una chamarra-Sube al auto-dijo abriéndole la puerta del copiloto.

La peliazul le hizo caso, en pocos minutos el coche ya había arrancado.

-Gracias-le dijo la chica.

-No debes agradecer-

-Me contarás ¿qué paso?-le preguntó el pelinegro.

-Mi padre quería que firmará uno papeles para…que abortara a mi bebé-dijo la chica y Sasuke frenó el carro de repente.

-¡¿Qué?- el pelinegro volteó a verla-Espera estacionare el auto-

Sasuke lo hizo y apago el automóvil, para poder escuchar lo que le decía Hinata mientras las gotas de lluvia caían-

-Lo que oíste-dijo Hinata.

-Y por eso huiste, ¿cierto?-

-Sí, pero temo que no se quede tranquilo, de seguro hará algo, yo no quiero que me quiten a mi bebé, o que lo mate-dijo la chica tocándose su vientre.

-Tu padre esta, loco es muy riesgoso el aborto, tienes cinco meses además-

-El piensa que tengo tres, ya ves que no se me nota mucho el embarazo-

-Hinata…Cásate conmigo-dijo de pronto el moreno.

-¿Qué?-esto había tomado por sorpresa a la pelinegra-Estas loco, no, no pudo aceptar-

-Hinata, si nos casamos, será más difícil que tu padre te quite al bebé, lo registraré a mi nombre, porque vamos, sabemos que tu padre puede usar el pretexto de que eres madre soltera, y que ha tenido intentos de suicidio.

Hinata agacho la cabeza ante el último comentario –Esos intentos, fueron hace mucho, ya no ha pasado de nuevo-

-Lo sé, pero tu padre puede usarlo en tu contra-

-Pero además, estás loco, nuestros padres se odian, sería lo peor que podría hacer-

-Nos podemos ir de aquí, yo tengo dinero y mi madre nos ayudaría ella no me daría la espalda-

-Pero tu padre…mi padre, harían lo que sea por disolver el matrimonio, además no es correcto-

-Hinata, es la mejor opción que tienes, además estarías casada y el bebé no sería un bastardo como diría tu padre-

-Pero, el problema es que eres Uchiha, mi padre los odia, y el sentimiento es mutuo-

-Lo sé Hinata, pero que harás tu sola, sin dinero, tu padre se hará cargo de que no encuentres trabajo-

La chica se quedó callada, lo que decía Sasuke era cierto, no tenía nada.

-Podrías incluso que tener que dar el bebé en adopción-dijo el moreno seriamente.

-¡No!-El rostro de Hinata se llenó de terror-Todo menos eso-

-Ya te dí la mejor opción, de ti depende-

Hinata tenía la cabeza dándole vueltas no podía creer lo que estaba pasándole, era cierto ella sola no podría con el bebé, era cierto, lo que le decía Sasuke, no tenía mejor opción.

-Está bien, casémonos, pero ¿Cuándo sería?-

-Viendo la situación, mañana-

-Ok-

-Naeko, apúrate, que se está haciendo tarde-

-Ya voy mamá-Una niña de cinco años de edad bajaba las escaleras a toda prisa, iba con un vestidito azul, zapatos negro y un gorro blanco en la cabeza-Lo siento-.

Un claxon sonó afuera de la casa.

-Lo ves, tu padre ya está desesperado-dijo su madre y en eso el claxon volvió a sonar.

-¡Ya vamos!-gritó enojada por la impaciencia de su marido.

Ambas mujeres salieron de las casa y se dirigieron al automóvil, ambas eran idénticas, tenían el cabello negro azulado, la tez blanca, las mismas facciones en la cara, salvo que la pequeña, tenía los ojos más azules que si madre, los de ella eran intensos, de un color turquesa, a comparación de los de su madre que eran azules, pero pálidos.

-Espero no lleguemos tarde-dijo molestó Sasuke y arrancó el auto. –Mujeres debían de ser-dijo el pelinegro mientras manejaban.

-Ni digas Sasuke que la semana pasada se nos hizo tarde, porque alguien no acababa de arreglarse su cabello-

-Tsk-fue lo único que respondió ante el comentario de su esposa el moreno –Tendré que dejarte en la florería, si dejo a Naeko, antes no llegaré al trabajo-

-Pero es su primer día en la primeria-dijo Hinata desilusionada.

-Lo siento, pero no llegaré a tiempo al trabajo y ay sabes cómo es Pain-

-Bien-dijo Hinata.

Sasuke dejo a Hinata en la florería donde trabajaba –Suerte hija, siento no poder acompañarte-le dijo Hinata a la pequeña, la niña solo se limitó a sonreír.

-¿Vienes por mí a las seis?-le dijo al moreno.

-Sí-dijo Sasuke-Nos vemos-

Sasuke arranco el auto y llevo a su hija a la escuela, cuando llegaron el moreno bajo del auto y le abrió a la pequeña y le ayudo bajando sus cosas. La tomó de la mano y llevo hasta la entrada.

-Buenos días, ¿cuál es el nombre de su hija?-preguntó una profesora del colegio que estaba en la entrada.

-Buenos días, Naeko Uchiha-dijo Sasuke.

-mmmmm-dijo la maestra mientras buscaba en una lista-Ya te encontré, eres mi alumna, pasa por aquí-le dijo sonriente la profesora a la niña.

-Bueno-Sasuke se hincó a la altura de la niña –Te portas bien, nos vemos al rato-le dijo con un sonrisa y se despidió de ella besando su mejilla.

-Bye papi-dijo alegremente la niña.

-Bye pequeña-dijo Sasuke tocando una de las trenzas de la pequeña, y luego se retiro –Hasta luego-dijo a la profesora y subió al auto.

-Más te valía no llegar tarde-dijo un hombre pelirrojo.

-¿Qué quieres Pain?-dijo Sasuke mientras se sentaba en el escritorio.

-No le hables así a tu jefe, y ten debes tramitar estas actas-

-Bien-dijo el moreno malhumorado -¿Qué pasa?-dijo Sasuke cuando se dio cuenta que Pain no le quitaba la mirada de encima.

-Sabes tengo curiosidad, como es que con el sueldo que recibes, tienes mejor auto que yo, una casa nada mal y tu hija bueno la acabas de inscribir en una de las mejores escuelas de por aquí, sin mencionar que tu esposa trabaja porque quiere, ya que, bien podría no hacer nada-

-No sé de que hablas-

-Como digas, Sasuke, no más te aviso donde me entere que estas metido en algo sucio, yo no estaré de tu parte-

-¿Crees que este metido en algo sucio?-Sasuke le dijo con un sonrisa.

-Vamos Sasuke, tramitar actas de defunción en un funeraria no deja mucho dinero que digamos, no el suficiente para mantener un hijo y una casa-

-Tsk, como digas-

-Ya te dije, cuidado y estas metido en algo sucio, Uchiha-Pain salió de la oficina y azotó la puerta.

-Mmmmm, maldito entrometido-dijo el moreno un poco malhumorado y prendió su ordenador para meterse enseguida a la página del banco de Konoha, abrió su estado de cuenta y una sonrisa cruzo por su rostro.

-Ya te habías tardado papá-dijo mientras veía el depósito nuevo en su cuenta por 100 000 dólares- Después abrió su correo, se encontró con que su padre le había enviado uno, Sasuke lo abrió leyó el contenido y lo borró.

-¡Demonios!-fue lo grito asimilando las palabras amenazantes de su padre.

.cl/web_images/ojos_

image//size_2