Capitulo Primero

Inicios

Había sido un caluroso verano hasta la fecha. Ron Weasley no podía dormir del calor que hacia en su habitación de la Madriguera, y eso que había abierto las ventanas de su habitación y había dejado la puerta abierta en la esperanza de que alguna ráfaga de aire nocturno enfriase un poco el ambiente de su habitación.

Eran casi las tres de la mañana y aun no había podido dormir. Esto es una estupidez pensó Podría hacer un simple hechizo de frío y cerrar las ventanas y la puerta. Sin embargo no se levanto, ni siquiera alargo el brazo para tratar de coger su varita que estaba en la mesa al lado de su cama.

Ron sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Tenia miedo….. y no por que mañana tuviese que reunirse con Hermione, una de sus mejores amigas, para ir a casa de Harry, su otro mejor amigo. Bueno, en el fondo si tengo miedo se reprocho a si mismo El año pasado metí la pata a base de bien con Hermione, recupere su amistad gracias al maldito hurón de Malfoy y su patético intento de envenenamiento. No puedo permitirme volver a fastidiarla.

Pero ese era el problema. Cerro los ojos al sentir una oleada de pánico que inundaba su cuerpo. El sentimiento inundo todos los poros de su largo cuerpo, la sensación era abrumadora hasta extremos insoportables. Se doblo sobre si mismo encogiendo las piernas hasta el pecho y adoptando una posición fetal, jadeo. Unos minutos después recupero el control de su respiración, y se incorporo de la cama.

Dioses, esta vez ha sido peor pensó para si mismo esto es absurdo, es solo Hermione. Maldita sea. Maldita sea.

Alargo la mano a la mesilla y suspiro al recoger la varita.

-Frezosus-murmuro agitando la varita.

La temperatura de la habitación comenzó a descender lentamente. Ron se permitió una sonrisa, a los pocos segundos la sonrisa se convirtió en una mueca de desesperación y miedo. La temperatura había seguido bajando de forma cada vez mas pronunciada, volutas de humo se formaron ante su cara al respirar cuando la temperatura descendió demasiado.

-Finite Incantatem- murmuro de nuevo agitando la varita.

Inmediatamente la temperatura comenzó a ascender al finalizar el encantamiento. Ron se dejo caer de espaldas sobre la cama de nuevo y cerro los ojos, apretando al mismo tiempo las mandíbulas ¿Qué demonios me pasa? Pensó mientras una oleada de miedo atravesaba su cuerpo. Se giro y enterró la cabeza en la almohada, esta vez demasiado cansado para luchar contra el sentimiento angustioso…… dejo que las lagrimas fluyeran.

Tras unos minutos se puso de pie y se tumbo boca abajo en el suelo. Comenzó una serie de flexiones. Eso siempre le ayudaba. Le agotaban y le permitía caer dormido en seguida, sin sueños y sin pesadillas de ninguna clase.

Mientras ejercitaba su cuerpo su mente no dejaba de dar vueltas al mismo tema. Tenía problemas con sus poderes, ya no eran fiables. Se pregunto porque, y como podría ayudar a Harry Potter, su amigo, si sus poderes le fallaban en algún momento.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hermione Granger frunció el entrecejo mientras repasaba el contenido de su baúl. Había tenido que recurrir a un hechizo de Agrandamiento para poder incluir todos los libros que necesitaría, así como la ropa para la semana que pasaría en casa de los Dursley. Se mordió el labio mientras pensaba en como reaccionarían los parientes de Harry ante la auto-invitación que ella y Ron se habían hecho.

Suspiro con un deje de incomodidad, y dejo la habitación. Bajo las escaleras y se acerco a la cocina, donde su madre se afanaba en hacer la comida mientras su padre estaba haciendo algo bajo el fregadero.

-Hola cariño- saludo efusivamente su madre.

-¿Ya te has levantado, ratoncita?- le llego la voz de su padre desde debajo del fregadero.

Hermione bufo. Su padre sabia que no le gustaba nada ese mote que le habían puesto de pequeña, sin embargo se trago la respuesta. Había creído que seria muy difícil convencer a sus padres para que la dejasen ir a casa de Harry, sobre todo con los acontecimientos del último año. A sus padres ya les costaba bastante aceptar el hecho de que su pequeña estuviese envuelta en una guerra.

Mientras tomaba el desayuno que le había preparado su madre, y que últimamente no tenían nada que envidiar a los desayunos que la señora Weasley preparaba, pensó en la discusión que había tenido con sus padres al regresar del anden 9 ¾. Se había sorprendido al descubrir que sus padres lo sabían todo sobre lo acontecido el año anterior, incluyendo la muerte del Profesor Dumbledore. Aunque habían mantenido el tono de voz calmado, se notaba el miedo que la voz de sus padres traslucía. Sin embargo, para su sorpresa no se opusieron a que continuase en contacto con el mundo mágico. Sus sospechas se dispararon cuando, tras pedirles permiso para ir a casa de Harry, la única pregunta que le habían hecho antes de darle permiso había sido ¿Ira Ronald Weasley?.

Tras varios días de esquivar la conversación, finalmente había conseguido descubrir la verdad. La Profesora MacGonahall y los señores Weasley habían hablado largo y tendido con sus padres. Para su asombro descubrió que sus padres habían mantenido correspondencia con los Weasley a lo largo de los últimos 5 años, desde que había quedado petrificada por el Basilisco en su segundo año en Hogwarts, de hecho la señora Weasley había insistido en invitar a los Granger a la boda de Bill y Fleur. Hermione tuvo que reprimir una carcajada al pensar en la bajita y regordeta madre de los Weasley "insistiendo" para que sus padres asistiesen a la boda.

El sonido del timbre de la puerta de la cocina hizo que Hermione dejase de pensar en sus padres. Su madre abrió la puerta.

-Arthur- exclamo y abrazo a la alta y pelirroja figura que había en el umbral. Hermione se levanto con una sonrisa en la cara.

-Buenos días, Samantha- respondió el señor Weasley que se volvió hacia el otro hombre- Thomas, como va todo- sus ojos se iluminaron al ver lo que el señor Granger estaba haciendo- ¡¡Fontanería, es extraordinario!!- exclamo mientras se agachaba para ver mejor.

Hermione reprimió una carcajada al ver las sonrisas en los rostros de sus padres, y la expresión de asombro y alegría en la cara del señor Weasley. El espíritu alegre del padre de Ron siempre se disparaba cuando descubría algo nuevo sobre los muggles. Arthur Weasley era una persona de buen corazón, algo que sus hijos habían heredado. Al pensar en el menor de los hijos Weasley Hermione sintió una pequeña punzada en el pecho.

Ron. Regreso a la mesa para terminar su desayuno mientras pensaba en todo lo que había sucedido el año pasado. Para ella, que le gustaba planificar y preparar las cosas con tiempo, era sorprendente lo mucho que había llegado a depender de la conducta caótica de Ronald Weasley. Tras un duro año emocional, las cosas parecían haberse encauzado, e incluso había descubierto, mientras consolaba a Ginny, el origen de todo el follón, antes de eso había tenido una inevitable conversación con Lavender. Ron y ella no habían hablado del tema, al principio había estado demasiado contenta por tener a Ron de vuelta, después había pensado que Ron no deseaba abordar el tema y pensó que era mejor no presionarle….. al final, el funeral de Dumbledore y el apoyar a Harry en esos momentos le habían consumido tanto tiempo que para cuando quiso abordar el tema con Ron ya estaban en la estación, cada uno con sus respectivas familias. Desecho sus pensamientos. No es momento de pensar en eso. Se dijo a si misma. Ya hablare con Ron.

Sintió una mirada, y al levantar la cabeza, observo que su madre la miraba con la típica mirada de comprensión que le reservaba solo a ella. Había tenido una conversación privada con su madre. No es que no confiase en su padre, si no que había cosas que prefería compartir solo con su madre (aunque sospechaba que esta mantenía a su padre informado, hasta cierto punto) aunque las risitas que su madre había tenido la habían sorprendido. Al final había acabado tan confusa como estaba al principio.

-Hermione- exclamo el señor Weasley- Dios mió, perdona que me había olvidado de ti- dijo mientras se levantaba y abrazaba a Hermione.

-Arthur- reprendió su padre mientras se levantaba- siempre te ofuscas cuando ves algo de tecnología muggle.

A Hermione le sorprendió la familiaridad con la sus padres y el señor Weasley se hablaban, sin embargo comprendió que la amable y alegre personalidad de los Weasley era contagiosa.

-Bueno- dijo Arthur mientras se separaba de Hermione y sacaba una carta de su capa- estoy aquí para traerte tu carta de Hogwarts- dijo con una sonrisa en la cara- La Directora MacGonahall me pidió que te la entregase personalmente- su rostro se ensombreció durante un segundo- también me pidió que te dijese que los nombramientos fueron realizados por el propio Dumbledore antes de su inesperado fallecimiento.

Con una mano temblorosa Hermione alcanzo el sobre y comprobó que era bastante grueso. Tras abrirlo saco con cuidado las tres cartas que contenía y la Banda que había en su interior. Era la Banda de Delegada de Hogwarts.

-OH, Hermione, Delegada- exclamo su madre mientras la abrazaba. Últimamente lo hacia mucho.

-Estamos muy orgullosos de ti hija- dijo su padre con ojos brillantes.

-Bueno- dijo el señor Weasley con una sonrisa- como Ron y Ginny no se han cansado de decir desde que volvieron, no hay nadie más inteligente ni más responsable que Hermione en todo Hogwarts. Habría que estar loco para no concederla el puesto de Delegada.

Hermione sintió que se sonrojaba ante la alabanza, aunque pensó que lo que mas le agradaba era saber que Ron pensaba que ella era la mas inteligente.

-¿Harry y Ron ya tienen sus cartas?- pregunto al señor Weasley, mientras comprobaba sus resultados del año anterior, todo O como había supuesto.

-Aquí traigo las dos- respondió esté mientras se daba unos golpecitos en la solapa de la capa- por cierto, ya que vas a verles hoy ¿Podrías entregárselas tu?.

-¿No ivas a llevar tu a Ron y a Hermione a casa de Harry?- Pregunto la madre de Hermione- por cierto Arthur ¿te apetece un café?.

El señor Weasley acepto el café y se sentó a la mesa junto con los padres de Hermione y Hermione.

-Por eso he venido- comenzó el señor Weasley- habíamos pensado que sería mejor que Ron y Hermione llegasen a casa de los Dursley por medios Muggles- frunció el entrecejo- cualquier medio mágico podría ser rastreado y creemos que es mejor no dar oportunidades a los Mortifagos. Así que habíamos pensado que tal vez podríais acercarlos en vuestro coche.

-No hay problema- dijo el señor Granger.

-Arthur- intervino la señora Granger- entiendo por la carta que Hogwarts va a abrir de nuevo.

-Si- confirmo el señor Weasley con una sonrisa- muchos temían que se pudiese producir un ataque, y la verdad es que hubo uno durante el verano- el miedo atenazo el corazón de Hermione, pero la sonrisa del señor Weasley se hizo mas amplia- la verdad es que aun no se ha publicado nada sobre el asunto, pero diez mortifagos, veinte dementores y tres gigantes intentaron entrar en Hogwarts, todos ellos fueron detenidos antes de que salieran del Bosque Prohibido.

-Parece que han mejorado las medidas de seguridad- dijo Hermione.

-O si –dijo el señor Weasley- la verdad es que el Ministerio ha ampliado las medidas de seguridad. Además- mientras hablaba se adelanto como si compartiese un rumor- parece ser que la Directora MacGonahall ha llegado a un acuerdo con los centauros y el resto de criaturas del Bosque Prohibido.

Saco un reloj de su bolsillo y comprobó la hora.

-Dios mío- exclamo- ¿tan tarde es?- se incorporo- os agradezco el café y todo, Thomas, Samantha, pero tengo que llegar pronto a casa sino Molly me va a echar la bronca de nuevo- los cuatro rieron ante el comentario de Arthur- Ron llegara dentro de una media hora, de todas formas nos veremos pasado mañana en El Caldero Chorreante.

Tras abrazar a Hermione y a la señora Granger y estrechar la mano del señor Granger, Arthur Weasley desapareció con un pequeño estallido.

-¿Habéis quedado con los señores Weasley?- pregunto Hermione a sus padres.

-Claro que si cariño- respondió su madre mientras su padre se retiraba para prepararse- hemos quedado con ellos para compraros los libros para Hogwarts y encargar nuestras túnicas para a boda- mientras hablaba, tomaba pequeños sorbos de su taza de café y se lanzo a describir las túnicas que sus padres llevarían el día de la boda.

Hermione escucho a su madre mientras terminaba de desayunar y pensaba que dentro de media hora volvería a ver a Ron.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Harry Potter estaba tumbado en la cama de su habitación en el número 4 de Privet Drive. Tenia una de sus manos detrás de la cabeza y la otra jugaba con un guardapelo. Perdido en sus pensamientos, miraba la pared mientras, de forma dolorosa, recordaba todas y cada una de las reuniones que había tenido con el Profesor Dumbledore, el fallecido profesor Dumbledore se recordó, a lo largo del año pasado.

Había seguido el consejo de su amiga Hermione Granger y estaba trascribiendo todo lo recordaba de cada una de las reuniones y de los recuerdos que había visto con Dumbledore en varios pergaminos.

Todos los días, desde que había regresado de Hogwarts, se leía los cuatro pergaminos que había escrito, después se tumbaba en la cama y volvía a revivir los recuerdos visitados en el pensadero del que había sido Director, cuando ya no soportaba mas el dolor del recuerdo volvía a releer los pergaminos, incorporando los nuevos detalles que había recordado. Sin embargo hacia ya cuatro días que no había escrito nada nuevo.

Dejo de jugar con el guardapelo y se llevo la mano a la cabeza revolviéndose el pelo. Al hacerlo dejo al descubierto una cicatriz, en forma de rayo, que tenia en la frente oculta por el revoltoso flequillo.

Se incorporo, tomo los pergaminos y volvió a releerlos. Todo lo que recordaba estaba ahí. Desdeño los pergaminos y se levanto de la cama, había crecido un poco a lo largo del verano, aunque no llegaría a alcanzar a Ron. Se detuvo un momento y sonrió.

Seguramente Ron seguiría tan alto como siempre, con su pelirrojo cabello y su eterna sonrisa en la cara. El año pasado su amigo había tenido un curso de lo mas movido, el follón con Hermione, su lió con Lavender, el intento de envenenamiento el día de su decimoséptimo cumpleaños…… La sonrisa de su cara se desvaneció, en su mente la imagen de un Ron Weasley sonriente se vio sustituida por otra figura. Mucho mas pequeña que su hermano, con su pelo rojo como el fuego mas largo y una enorme sonrisa en la cara. Harry se volvió a sentar, no pasaba un día sin que recordase los felices momentos que había pasado con Ginny Weasley a finales del curso pasado.

Harry recordó lo mucho que le había costado cortar con Ginny en el funeral de Dumbledore. Después de eso Ron y Hermione le habían hecho compañía. Habían hablado mucho sobre los planes para el verano. Al día siguiente, sin embargo, al abordar el Expreso de Hogwarts, Hermione se había marchado con Ginny dejando a Ron y Harry solos.

Harry suspiro y se masajeo las sienes con una mano. Ron no había preguntado nada, había sacado el tablero de ajedrez y dispuesto las fichas para jugar una partida. Para Harry, sin embargo, la situación se le había vuelto insoportable. Después de perder dos veces seguidas se decidió a abordar el tema. Le había costado mucho comenzar a hablar, pero una vez comenzó no pudo detenerse. Recordó que Ron se había revuelto nervioso en su asiento en algunos momentos de la conversación, pero Harry había querido que Ron entendiese que aun sentía algo por su hermana.

Y aun lo siento. Se dijo a si mismo. Ginny es lo mejor que me ha pasado en mi vida, mejor incluso que cuando descubrí que era mago. Pero no puedo permitirme estar cerca de ella, no puedo permitir que Voldemort trate de hacerme daño a través de Ginny.

La verdad es que Harry se sorprendió con la reacción de Ron, como le había sorprendido cuando se habían besado en la Sala Común de Gryffindor. En un par de momentos de la conversación le pareció a Harry que Ron iva a decir algo, pero luego pareció pensárselo mejor y dejo que Harry continuase con su monologo. Al final había mirado a Harry a los ojos, había esbozado una triste sonrisa y había murmurado "Si crees que es lo mejor Harry, entonces no hay más que discutir" y con eso había zanjado el tema, para alivio de Harry.

En la estación se había encontrado con el resto de la familia Weasley, que actuaron como si no pasase nada. Molly Weasley, la madre de Ron y Ginny, le había dado uno de sus fuertes abrazos, y Arthur Weasley, el padre, le había recordado a Harry que la boda de Bill y Fleur era el 3 de agosto y que esperaban que pudiese asistir.

Al final, cuando se había reunido con su tío Vernon en la estación, había mirado atrás y había cruzado sus ojos con los de Ginny. La tristeza que había visto le había dolido más que cualquier maldición que pudiesen lanzarle.

Había regresado a Privet Drive en silencio, al entrar en la casa había tenido una breve conversación con su tíos sobre la visita de Hermione y Ron , estos había reaccionado exactamente como había previsto Harry, enfadándose. Este simplemente se encogió de hombros y subió a su habitación dejando a sus asombrados y enfadados tíos en la sala de estar.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Ginny Weasley observaba a su hermano Ron desde el quicio de la puerta de su habitación. Ron se movía con cierta rapidez mientras hacia su baúl. Ginny no pudo evitar fijarse en que Ron había vuelto a crecer en este verano, tampoco en que había ensanchado espaldas y la camiseta que llevaba se ajustaba bastante, lo que revelaba un tono muscular bastante desarrollado.

Ginny estaba preocupada por su el. A lo largo del verano Ron se había dedicado de forma casi obsesiva a todo tipo de actividades físicas, desde mover las sillas y mesas que se necesitaban para la boda de su hermano mayor Bill, cortar el césped, mover muebles dentro de casa, desgnomizar el jardín, practicar quiditch….. al principio Ginny no se había fijado mucho, perdida en sus propios pensamientos, mientras le daba vueltas a todo lo que había pasado el curso anterior. Después se había asombrado al darse cuenta que Ron saltaba ante cualquier oportunidad de ayudar en casa, lo cual era un síntoma bastante raro, pero al ver que todas las actividades en las que Ron se embarcaba tenia un marcado carácter físico pensó que tal vez Ron estuviese intentando desarrollar su musculatura para impresionar a cierta sabelotodo.

Ginny no pudo evitar pensar en la última vez que había hablado con Hermione: En el tren de regreso de Hogwarts.

Entraron en uno de los compartimentos del tren. Había muchos vacíos, como consecuencia del éxodo de estudiantes que se había producido tras la muerte de Dumbledore.

Ginny se sentó en uno de los asientos, Hermione se acomodo en el de enfrente.

-Gracias por acompañarme Hermione- murmuro Ginny.

-No hay problema Ginny- respondió- Ron se encargara de mantener a Harry ocupado, jugaran al ajedrez y alguna ronda de cartas explosivas.

Durante unos segundos ninguna de las dos hablo. Ginny tenia la mirada fija en el suelo y Hermione miraba por la ventana, la barbilla descansando en la palma de su mano, con una extraña mirada en sus ojos.

-No puedo creer que Harry hiciese eso- dijo Ginny a los pocos minutos- no puedo creer que en medio del Funeral de Dumbledore me pidiese romper…- su voz se quebró, y lucho por contener las lagrimas.

Sintió una mano en su hombro, al levantar la cabeza descubrió que Hermione se había desplazado a su lado, su mirada era una mezclada de comprensión y apoyo. Ginny no pudo soportarlo y se abrazo a la otra chica.

-Ginny- murmuro Hermione en un tono bajo- debes entenderle. Harry ha sufrido dos grandes perdidas en estos dos últimos años. Primero Sirius y ahora Dumbledore.-hizo una pausa mientras Ginny se iva calmando en sus brazos- Y Harry se culpa de ambas muertes.

Ginny suspiro profundamente y se separo de la otra chica. Mas tranquila encaro a Hermione.

-Lo entiendo Hermione, lo entiendo.- comento en un susurro, a continuación esbozo una sonrisa- Pero si mi hermano intentase dejarte atrás yo te apoyaría ¿sabes?.

-No podría hacerlo- respondió la aludida- de hecho cuando hablamos con Harry tras el funeral tu hermano no intento nada parecido- frunció el ceño- y mas le valía no haber intentado nada tan entupido- se sonrojo y añadió casi en un susurro- sobretodo tras lo que paso con Lavender.

-¿Así que piensas que lo que ha hecho Harry es una estupidez?- pregunto Ginny

Hermione se puso seria y pareció pensar durante unos segundos en lo que había dicho la chica mas joven. Por fin sacudió la cabeza con determinación.

-Si, realmente creo que ha sido una estupidez- respondió- y estoy segura de que se dará cuenta en cuanto reflexione sobre ello. Tratare de hacérselo ver cuando me reúna con el

Ahora le toco a Ginny pensar durante unos segundos. La franqueza y la seguridad de la voz de Hermione eran un bálsamo para sus sentimientos. Sin embargo había un tema que aun no había tratado con Hermione, y se sintió mal por no haberlo hecho antes.

-Hermione- comenzó, la otra chica la miro- hay algo que no te he contado- desvió la mirada al suelo al sentir vergüenza de lo que estaba confesando- a principios del curso, mucho antes del partido contra Slytherin…..- se detuvo un momento- bueno… veras… habíamos terminado el entrenamiento de quiditch y Deán y yo nos habíamos ido al pasillo de la segunda planta…para, bueno, para besarnos- noto como se sonrojaba- en mitad de todo aparecieron Harry y Ron- escucho un bufido proveniente de la otra chica- no se exactamente como paso- su voz estaba perdiendo fuerza mientras continuaba con su relato-Ron estallo, como nunca le había visto… nos dijimos algunas cosas que no debimos habernos dicho… y- noto como se le quebraba la voz, pero se armo de valor, Hermione había sido sincera con ella- le dije que te habías besado con Víctor- alzo la vista para mirar a la otra chica. Hermione tenia una expresión horrorizada en su cara- entiéndeme, le dije que Harry se había besado con Cho, y que tu te habías besado con Víctor, que él era el único que no sabia lo que era eso.

El silencio se extendió por el compartimento. Ginny observaba a Hermione mientras esta reflexionaba sobre lo que le había dicho Tras unos minutos que a Ginny se le antojaron insoportables, Hermione se volvió hacia la chica mas joven.

-Eso explica algunas cosas- dijo en un tono de voz extraño, entonces sonrió con tristeza- pero no todas- miro fijamente a Ginny y suspiro- Era una confidencia Ginny, no puedo creer que se lo dijeses pero ahora- dijo levantando la mano para detener la respuesta de Ginny- ya no importa. No te preocupes Ginny, no estoy enfadada.

-Lo siento Hermione- murmuro Ginny- se que Ron y tu teníais una cita, recuerdo que estabas bastante contenta- esbozo una sonrisa- de hecho recuerdo que mi hermano y tu os empezasteis a comportar de una forma muy rara- la otra chica esbozo una sonrisa al recordar esos días, Ginny espero unos segundos- ¿Cómo están las cosas ahora?.

-No lo se- murmuro la otra chica, suspiro y miro a Ginny con unos tristes ojos- pensé que tras todo el follón con Lavender tendría mas confianza, al principio creí que no quería iniciar nada para no herir los sentimientos de Lavender, pero a medida que han pasado los días y ver que no hacia nada me he ido poniendo mas nerviosa- suspiro- tras la muerte de Dumbledore tuve una conversación con Lavender- Ginny bufo y Hermione asintió con la cabeza- pero en el funeral me estuvo consolando…sin embargo, tengo la sensación de que se me escapa algo… de que se esta cerrando pese a estar mas cerca.

Ginny alargo la mano y apretó la mano de Hermione. Así continuaron durante casi media hora.

Un gruñido saco de sus pensamientos a Ginny. Ron estaba plantado delante de lo que antes había sido su baúl. En su lugar había una de esas maletas muggles duras y con ruedecillas en la parte de abajo. Ron parecía enfadado, Ginny no podía ver ningún defecto en la transformación que Ron había llevado a cabo, pese a todo este no parecía muy satisfecho. Más bien parecía enfadado.

Ginny recordó la noche anterior. Se había levantado para ir al baño cuando escucho unos sollozos provenientes del piso de abajo. Tras unos segundos de duda había bajado, Al llegar al rellano de la escalera había descubierto a su hermano vestido solo con el pantalón de su pijama haciendo flexiones en su habitación, que tenia la puerta abierta. Se había sentado divertida observando como su hermano se esforzaba, pero tras casi media hora mirándole la diversión había dado paso al asombro y después a la preocupación. Ron estaba llevando sus capacidades al límite, de forma obsesiva.

-Hey Ron- dijo en voz alta llamando al atención de su hermano.

Ron se giro de forma inmediata. Durante unos segundo le pareció a Ginny que una expresión de miedo cruzaba su rostro. Sin embargo una sonrisa ocupo rápidamente su cara.

-Hey Ginny- su voz sonaba forzadamente despreocupada- no te había oído llegar.

-Estarías pensando en otras cosas- dijo Ginny Me pregunto en que- al final te vas hoy ¿verdad?- no pudo evitar la tristeza en su voz.

-Así es- respondió su hermano, asintiendo con la cabeza, tras unos incómodos segundos añadió- Si quieres que le de algún mensaje a Harry….

Ginny sopeso la oferta de su hermano y esbozo una sonrisa, decidida a tomarle el pelo un poco a su hermanito.

-¿Seguro que no te importaría?- dijo adoptando la pose mas maliciosa que pudo- Sería algo muy personal ¿Sabes?.

Ron enrojeció, al principio el asombro se pinto en su rostro y Ginny estuvo apunto de echarse a reír ante la expresión de su hermano. Sin embargo la risa murió en su garganta al observar como la furia sustituía al asombro y como Ron cerraba los ojos y apretaba la mandíbula, como si estuviese intentando controlarla.

¿Qué demonios le pasa? Pensó Ginny asombrada.

-¿Ron, estas bien?- dijo con voz preocupada.

-¿Qué?- respondió Ron abriendo los ojos y mirando a Ginny, entonces una sonrisa picara se dibujo en su rostro- estaba tratando de NO imaginar que clase de mensaje le querrías mandar a Harry.- y sin esperar comenzó a reírse.

Ginny se unió a la risa de su hermano, aunque en su fuero interno estaba preocupada. No recordaba haberle visto nunca actuar de esa forma tan rara. Mentira se dijo a si misma el año pasado, cuando nos descubrió a mi y a Deán, entonces también reacciono de forma parecida.

-En serio Ginny- dijo Ron al terminar de reír- ¿Quieres que le diga algo?.

-Tengo unas cartas arriba para él- murmuro Ginny, a lo largo del verano había pensado en mandarle una lechuza, pero su padre se había manifestado en contra- y otra para Hermione.

-Sin problemas, yo se las daré- dijo Ron. Y dando un largo paso hacia su hermana la envolvió entre sus brazos en un fuerte abrazo y murmuro- le diré que le hechas de menos.

Ginny agradeció el abrazo que Ron le daba, pero se sorprendió un poco de que su hermano hubiese dado ese paso. Separándose de le dijo.

-Si esperas unos minutos te las bajo- le dedico una sonrisa a su hermano y salio de la habitación. Creo que puedo ponerle unas líneas extras a Hermione pensó mientras subía los escalones de dos en dos. Tenia razón, mi hermano esta ocultando algo.