Cap. 1- Hilos del destino

Una débil luz, proveniente de unas tiras de neón, iluminaba un pequeño apartamento localizado en un gran edificio. Las tiras se encontraban detrás de algunos muebles, dando la alusión a un resplandor, esta suave luz de color azul sincronizaba perfectamente con el ambiente natural de Cybertron, ya que su planeta caricia de sol, estar en ese lugar, daba la sensación de pasar una noche eterna en un ambiente futurista.

El flashazo de una luz blanca e intensa, interrumpía el ambiente pacifico del lugar. Era un pequeño vidrio con corte circular incrustado en el suelo, su luz proyectaba una serie de hologramas referentes a los sucesos más destacados de interés cybertroniano.

En noticias intergalácticas.
Optimus Prime, no solo es el héroe del momento, sino el embajador oficial de Cybertron en la Tierra, destacó que tales declaraciones sobre la compañía Sumdac realizando experimentos de hibridación, son rotundamente falsos.

Estamos haciendo todo lo posible para aclarar este asunto.

Se oyó la voz de Optimus a la vez que, se mostraba en el holograma con varios micrófonos sobre su cara.

Un robot azulado, procedió a detener la transmisión y levantarse del sofá donde se encontraba sentado, con una copa de aceite medio lleno, bueno, medio vacío para él, se dirigió hacia la puerta que daba a su balcón, esta se abrió automáticamente, el Autobot se recargó de frente, apoyando sus brazos sobre el barandal y empezó contemplar su alrededor.

Metroplex era tan pacifico ahora que, el líder Decepticon había sido derrotado nuevamente, tanto Autobots como robots neutrales podían llevar acabo su sesión de recarga sin preocupaciones, aun así, parecía que él era el único robot en todo Cybertron aun teniendo problemas para hacerlo.

Y como no, si el pobre Autobot tenía una gran carga de sentimientos tatuadas en su chispa, que simplemente no podía borrar, no importa cuánto tratara, especialmente porque la consecuencia era su mayor tesoro…

– ¿Papi?– Escuchó la voz de un niño…La voz de su niño desde atrás, sacándolo de sus pensamientos.

–Swiftshift– El Autobot menciono en tono suave, pero pausado para su ser, volteo a ambos lados antes de empujar gentilmente al otro dentro del apartamento.

Cerró la puerta del balcón manualmente con seguro, después dio media vuelta arrodillándose frente su destello acariciando su mejilla. –¿Qué estás haciendo despierto? Deberías estar en recarga.

El pequeño bostezó mientras tallaba suavemente uno de sus ópticos –Lo sé, pero hay alguien en la puerta.

El robot azul sintió como su chispa empezó a latir rápidamente en señal de susto, era tarde para una visita, no que la pequeña familia tuviera muchas, pero ya era muy tarde para recibir alguna. –Cariño, ve a tu cuarto, cierra la puerta y no salgas.

El pequeño asintió e hizo lo que su padre le dijo.

El robot mayor se puso de pie, dejando la copa aun con aceite sobre la mesa, se dirigió al panel localizado a un lado de la puerta principal, el cual, estaba conectado a una pequeña cámara, con la que podía ver quién era el visitante nocturno. Haber servido en la Guardia Elite tenía claras ventajas, no todos los robots tenían tal dispositivo en sus hogares.

El Autobot dejó salir un suspiro de alivio al ver de quien se trataba –Jazz…

El cybertroniano tecleó sobre el panel, dándole acceso al ninja mientras que, este entró sonriente al apartamento

–Hey, Blurr, ¿Se encuentran bien?

Blurr dio una cálida sonrisa a su amigo –Estamos bien, Jazz, gracias.

Ambos se sentaron en el sofá –¿Pero qué haces aquí? Dijiste que estarías fuera uno cuatro ciclos solares más– Indagó Blurr.

–Recibí tu mensaje, Blurr, tú sabes que no puedo dejarte solo sabiendo que tienes un problema, convencí a los gemelos que me cubrieran por una horas en lo que venía a verte, tú sabes que Sentinel es un mamon.

Blurr rio levemente –Si algo que no extraño de la Guardia Elite, es a él.

El ninja, al igual que Blurr, rio levemente –Bueno, pero ya estoy aquí ¿De que necesitas hablar?

El corredor no pudo evitar mirar al suelo y soltar suspiro.

Jazz era de los pocos Cybertronianos que sabían sobre su pequeño secreto. pero sobretodo, de su origen. El problema realmente tenía ya varios años y Jazz estaba consciente de eso, sin embargo, él jamás quiso presionar a Blurr, su estabilidad psicológica dependía prácticamente de un hilo, debido al fuerte trauma que sufrió y a los acontecimientos siguientes a eso.

–Será una larga charla… ¿Quieres algo de energon?

Jazz le sonrío –Si por favor, si Sentinel se da cuenta de que me escabullí, me duplicara el trabajo, por lo menos estaré bien recargado para ello, si eso sucede.

Blurr sonrío, se levantó y dirigió a la pequeña refinería del apartamento –Entendido.

Sirvió el energon en una copa y se dirigió al sofá, a sentarse nuevamente al lado de Jazz, retomando su copa de aceite en el camino.

–J-J-Jazz…– El corredor llamó, empezando a ponerse nervioso.

Aunque lo tenía presente en su cara todos los días, Blurr jamás había querido hablar del tema, pero ya no podía soportarlo más, además de que Jazz demostró ser un robot de suma confianza para él, lo que lo impulso a hablar.

–Tú…Tú estabas en conjux endura con un robot ¿Verdad? ¿Qué se siente estarlo?

Trató de sonar lo más gentil posible, él eventualmente supo lo ocurrido al compañero de Jazz, y lo menos que quería, era decepcionar a su viejo amigo.

El ninja suspiró con la vista fija en la copa de energon.

–Tú sabes cómo se sienten, querido amigo– Respondió finalmente.

–No es lo mismo…Mi vinculo nunca fue real– La voz de Blurr empezó a quebrantarse.

–T-Todo fue mentira y…– Blurr sintió la mano de Jazz sobre si hombro, en señal de apoyo.

–Y no sé si lo que me está pasando ahora, tenga que ver con eso.

Jazz ladeo la cabeza, en señal de curiosidad –¿Qué es lo que sientes Blurr? ¿Qué pasa?

Blurr respiró profundo, aun notándose tembloroso debido a los nervios, mas no evitó que articulara las palabras.

–Mi chispa empieza a latir muy rápido y...y...– Bajó la cabeza penosamente.

–Tranquilo, Blurr.

–¡Y es algo que odio! Porqué me hace pensar en cosas en las que nunca pensé que podría pensar…

La voz de Blurr de un de repente se oyó como solía hablar, pero medida que fue hablando, fue pausando hasta que las últimas palabras se convirtieron en susurros, los cuales Jazz apenas si pudo oír, pero logro comprender lo que le pasaba a su amigo.

–Parece una llamada de vinculo– concluyo el ninja

Blurr parpadeó rápidamente al oír el extraño concepto –¿Y eso es….?

–Bueno…– Jazz empezó a explicar

–Una llamada de vínculo son fuertes latidos de tu chispa, esas te las mando tu conjux y…Bueno, el punto es que tu compañero te necesita, y te lo hace saber mediante el vínculo que poseen.

El robot blanco dibujó una gran sonrisa falsa por su súper explicación.

Blurr, por otro lado, no se miraba agraciado –¿Y para que me quiere?

Jazz levantó los hombros –Y yo que voy a saber…los latidos de las chispas durante una llamada de vínculo, tienen a causar reacciones sobre el cuerpo del receptor, dependiendo de las necesidades de quien los manda.

El corredor se paralizó ante la explicación. ¿Quiere decir que todas esas cosas en las que se ponía a pensar con ese traidor…? Blurr frunció la boca

Oh no no no, eso no puede ser cierto. Pensó.

–¡Dude aliviánate!– Jazz lo llamó.

–No tiene que avergonzarte si son petición de interface, yo también reviví varias de esas…y algunas en el trabajo.

Blurr levantó una 'ceja' –¡Y tú! ¿Cómo sabes que es una reacción de interface?– Preguntó en un tono algo molesto.

Jazz rio mientras ponía un brazo detrás del cuello de Blurr –Soy un cyber ninja, Blurr, soy un cyber ninja.

Blurr suspiró –Si claro… ¡Espera! ¡¿Qué?!

¿Me está espiando o qué? Pensó.

El ninja se reincorporó –Bueno amigo, tal vez no sea el mejor consejo, pero deberías ir a visitarlo, te necesita.

Los ópticos de Blurr estuvieron a punto de desorbitarse, al escuchar tal cosa –¡¿Y porque debería hacerlo ?! ¡No quiero volver a ver a ese bastardo jamás!

De repente, un grito ahogado se apodera de él, fija su mirada en ruta a la habitación del pequeño, no la pensó dos veces para gritar a los cuatro vientos su respuesta, rezaba porque su hijo no haya escuchado algo.

Su amigo, en cambio, no puedo evitar saltar del sofá, debido a la hostil respuesta del corredor, a pesar de ello, muy en el interior le alegraba saber que Blurr aun tenia espíritu.

–¡Wow tranquilo! Es la única manera de lidiar con tu problema, tal vez él quiera eh... "Eso" pero no significa que tengan que hacerlo ¿Me explico? Tal vez una charla sea todo lo que necesita y ya dejara de molestarte ¡Blurr! ¡¿Qué estás haciendo con esa silla?

El corredor volteó a ver a su amigo –¿Qué?–

Miro la silla y luego a Jazz – No creíste que tenía pensado levantarla y golpearte ¿O sí?

Jazz evitó contacto visual –Te conozco, sé que eres algo ehm… impulsivo.

–¡Ja!

El Autobot azulado puso una mano sobre su pecho.

–¿Impulsivo? ¿Yo? ¿Cómo es posible que creas tal cosa?– Dijo con un tono notoriamente fingido de indignación.

Después, soltó una leve risa sentándose nuevamente en el sofá –No eh bebido algo adulterado que me haga sentirme impulsivo, todo… simplemente cambio desde que…

Suspiró –Swiftshift estaba dentro de mí.

Jazz simuló un levantón de ceja –Entonces ¿Admites que solías tener un problema con la bebida?

Blurr simplemente cruzó los brazos, giró la cabeza y refunfuñó.

Jazz sonríe, ante el acto tan infantil del corredor. A veces, se le hacía difícil creer que este Blurr, era el mismo cybertroniando que, fue el centro de la polémica por causas de fuerza mayor, pensar que él, tan lleno de vitalidad para servir a los suyos, haya sido encerrado sin posibilidad de seguir engrandeciendo a su facción, él, que lo dio todo por los suyos, y que por una simple equivocación, ahora su grandeza no es más que un recuerdo.

Nota como el corredor pierde su postura aniñada, para volver a ese estado pasivo…si, un Blurr pasivo ¿Quién lo diría? Quien diría que por toda esta situación, lo que te caracterizaba, haya sido oprimido de una manera tan repentina.

–¿No existe algún término para eso en Cybertron? En la Tierra lo llaman embarazo o gestación.

El Autobot blanco volvió a sentarse a su lado –Mhh... Gestación suena bien, pero tal vez en estado de "doble chispa" sea lo más apropiado para nosotros.

Blurr suspiró –Ok.

Hubo un corto tiempo de silencio, el corredor se encargó de romperla –Jazz.

–¿Si?

–¿Qué crees que él quiera de mí? Nunca había tenido una reacción en mi chispa tan intensa hasta ahora, y… bueno ¿Por qué le interesaría en volver a comunicarse con migo? Como si realmente hubiera significado yo algo para él… estamos hablando de un Decepticon...– Blurr casi rompía la copa que llevaba en la mano, esas memorias eran tan hermosas y dolorosas a la vez, la mezcla de ambos lo hacía fundirse de coraje.

–Bueno amigo, eso lo sabrás cuándo lo veas– Jazz procedió a levantarse dándole a entender a Blurr que ya era tiempo de irse

–Entonces que, ¿Le informo al departamento de inteligencia que iras a la prisión de máxima seguridad en Kaon?

Blurr sintió un escalofrió al oír ese nombre, Kaon solía ser la capital Decepticon, pero desde su caída, la ciudad no era más que un lugar fantasma, y no era difícil pensar por que los Autobots no deseaban vivir ahí. Lo único que se mantenía funcional en esa ciudad, era la prisión de máxima seguridad de Trypticon. Hecha precisamente, con los restos de un poderoso guerrero Decepticon que solía portar ese nombre.

Blurr bajó la cabeza –Ya no pertenezco a la Guardia Elite ni al Grupo de Inteligencia…Jamás me darán acceso.

El ninja, muy entusiasmado, puso sus manos sobre los hombros de Blurr – ¿Estas bromeando? ¡Si eres el mejor oficial de Inteligencia de la Guardia Elite!, nadie ha podido supérate, el departamento aún espera tu regreso y te concederá cualquier capricho con tan de que regreses algún día.

Blurr sonrió débilmente, aunque, dudaba que dichas palabras eran ciertas, vamos, muchos lo vieron como un potencial traidor, por algo estaba encerrado en este lugar, por algo inventan excusas para que no tuviera que salir de su hogar. Por más que odie la idea de ir, al menos, tenía un buen pretexto para salir de casa. –Iré mañana, cuando Swiftshift este con sus lecciones con Arcee.

–Bien, iré contigo.

Con eso dicho, Jazz cruzó la puerta y se marchó, en cuanto cerró la puerta, Blurr se puso de espaldas recargándose en ella, se deslizó en pesar hasta sentarse en el suelo, él solo quería olvidar y lo único que haría sería revivir todo con mayor intensidad.

–Primus, por favor, dame fuerzas– Rezó mientras una lagrima recorrió su cara.

Al día siguiente.

Blurr se encontraba caminando por la calles de Metroplex, tomando la mano de su destello con firmeza, su hijo era un Cybertroniano bastante curioso, de solo pensar de que se le podía zafar de su mano y perderlo de vista, lo tenía algo nervioso.

El pequeño por su parte, giraba su procesador a todas direcciones, rara vez Blurr lo sacaba del apartamento, quitando las veces en las que va con Arcee para sus lecciones.

–¿A dónde vamos papi?– Preguntó inocentemente

El corredor dibujo una sonrisa –Con Arcee.

Se le dificultó un poco mantener la sonrisa al pequeño, más siguió optimista –Pero, esta no es la ruta. ¿Qué haremos?

Blurr suspiró –Hoy tendrás una lección hemm…"Especial"

El corredor había quedado de verse con Arcee, en la tienda de mini-robots asistentes, un lugar donde cualquier Cybertroniano, podía comprar pequeños robots de bajo intelecto con el fin de proporcionar compañía o entretenimiento, como dicen en la Tierra una "Mascota"

Ambos cruzaron la calle, en cuanto el pequeño puso un pie en el otro lado, forcejeo para zafarse de su padre y correr hacia la figura familiar que se encontraba más adelante, el destellito abrazó las piernas de su maestra favorita, que es lo único que alcanzaba a abrazar –¡Señorita Arcee!

La maestra dibujó una cálida sonrisa –Hola jovencito, ¿Listo para tu primera mascota?

–¿Mascota?– Swiftshift volteó hacia atrás por unos instantes después volvió a ver a Arcee –¡¿Lo convenció?!

Arcee puso un dedo sóbrela boca del destello para que calmara su emoción –Claro que lo hice.

Blurr no tardo en alcanzarlos –Oye A-Arcee este… Aun no estoy seguro si de tener un mini-bot en casa, ¿No crees que podrían ser eh... Peligroso?

Arcee soltó una leve risa –Ay Blurr suenas como un primerizo.

El corredor frunció el ceño, ¡Pero si era un primerizo! –Bueno yo ya debo irme, tengo cosas que hacer hoy.

Se arrodilló a la altura de su destello y beso su frente –Pórtate bien ¿Si?–

Swiftshift asintió sonrientemente.

Blurr y Arcee intercambiaron miradas una vez más a si mismo que el corredor le dio los respectivos créditos para poder comprar al mini-bot.

-X-

Dentro de la tienda.

La maestra le sonríó a su estudiante –¿Ya desiste que clase de mini-bot o modelo escogerás?

–Me gustaría un K4T, Jazz me dijo que se parecen mucho a los gatos de la Tierra– El pequeño puso una mano en su barba –Aunque no sé qué modelo aun.

Ambos se acercaron al área de los K4T, cada modelo representaba diferentes patrones de color, finalmente el pequeño escogió un modelo calicó. El encargado de la tienda tomo el cuerpo sin vida del mini-bot y lo activo, revelando un par de ojos amarillos.

El pequeño gato robótico empezó a ver sus alrededores como al igual que un destello recién nacido, Swiftshift lo tomo en sus brazos y este se acurruco en ellos.

El encargado de la tienda sonrió –Este modelo es especial, te responderá y tratara bien siempre y cuando la trates como a una femme, por cierto, ¿Ya le tienes algún nombre?

Swiftshift sonrió –Si es una femme entonces…mhhh… ¡Miko! Se llamara Miko.

Su maestra parpadeo en sorpresa – ¿Miko? Es ah… ¡Bonito!

–Nyaarr– Miko saltó de los brazos de Swiftshift y empezó a dar sus primeros pasos, el destello lo siguió felizmente hasta salir de la tienda, mientras que Arcee pagaba por el mini-bot.

Arcee corría por las calles, tratando de alcanzar al destello de Blurr y a su nueva mascota, no era exageradamente rápido como Blurr, pero si podía escurrirse fácilmente, especialmente por su pequeño tamaño

–¡Cariño, por favor, espera!– La maestra lo llamó, sin embargo, su estudiante ya se encontraba demasiado lejos hasta que lo perdió completamente de vista.

¡Primus! Ahora sabia porque Blurr jamás le soltaba la mano, lo buscó por un buen rato por los alrededores mas no lo encontró, ahora, solo le quedaba una sola cosa, llamar a sus contactos de la Guardia Elite…Si, muchos Cybertronianos se pierden a diario, pero este era el ¡Destello de Blurr! Estaba casi segura que sus superiores la colgarían por este grave descuido.

-X-

Sin tener la más mínima idea de que su destello se encontraba perdido. Blurr se encontraba atorado en el elevador de la base principal de la Guardia Elite, habían pasado bastantes años desde que Blurr había puesto un pie en ese lugar, sintió como una parte de él revivía, recordando lo mucho que discutía con Jazz y Sentinel de lo lento que era el elevador para él, Jazz siempre trataba de calmarlo mientras que Sentinel le seguía la corriente, haciendo su estancia en el elevador un infierno para los tres, el corredor no pudo evitar sonreír ante eso. Finalmente el elevador llegó al piso correspondiente al área de inteligencia donde se encontró con Jazz quien ya estaba discutiendo con Cliffjumper sobre su "Visita especial"

Cliffjumper levantó un brazo para darle la bienvenida a su viejo amigo –¡Hey Blurr Tenia siglos sin verte!–

–Cliff Jumper ¡Hola!– Blurr lo saludó alegre e informalmente, él sabía que su amigo ahora era un robot de más respeto, después de lo sucedido con Longarm, Cliffjumper se volvió el nuevo Autobot al mando del área de inteligencia, aun así, ambos se conocían desde la academia, no iban dejar que unos cambios de puesto arruinara su amistad.

El robot carmín sonrío –Veo que no has cambiado, me alegro por eso–

Se acercó un poco a ambos Autobots, para tener un conversación un poco más privada –No fue sencillo, tuve que mover varios favores, mis robots te estarán esperando en la entrada de Trypticon, ellos te guiaran a donde se encuentra, tendrás un tiempo para hablar con él en lo que llegan los verdaderos guardias.

–Entonces ¿Dónde estarán los verdaderos guardias?– Jazz preguntó algo confundido.

–Como dije, tuve que mover varios favores, sería un poco difícil de explicar todo lo que tuve que hacer para quitar a los verdaderos guardias, mis agentes están bien entrenados y podrán retener cualquier intento de revuelta.

Ahora, Blurr fue quien se tornó confuso –¿Revuelta?

–¡Oh no no!– Cliffjumper trato de justificarse rápidamente

–En la prisión de Trypticon, no permiten visitantes de ningún tipo, digo, no es que muchos Autobots estén interesados en visitar Decepticons, tú eres una gran excepción, así que correremos el riego, él estará desarmado, pero posee algo de fuerza bruta, así que tenemos que ser precavidos.

–Entendido– Dijo Blurr.

–Deberían de marcharse ya– El líder de inteligencia puso una mano sobre su comm-link.

–Acabo de recibir un mensaje de mis agentes, están a punto de marcharse a la prisión, si van tras ellos, tendrás más tiempo para poder hablar con el traidor.

Jazz se dirigió al elevador –Entonces ya debemos irnos.

Blurr asintió y lo siguió.

–Suerte chicos.

-X-

–¡Miko espérame!– El pequeño robot continuó siguiendo a su mascota sin tener la más mínima idea de que ya no estaba bajo supervisión de su maestra, ambos llegaron a una clase de almacén, Swiftshift admiró la vista, hasta que se dio cuenta de que su gatita brincó sobre algunas cajas, como buen robot basado en gatos de la Tierra, Miko ya no pudo bajarse y empezó a maullar del miedo brincado adentro de la caja que se encontraba hasta el tope.

–¡Miko, no te muevas, yo te bajare!– Swiftshift rápidamente empezó a escalar, cuando llegó la caja en donde se encontraba Miko, metió medio cuerpo para alcanzar a su mascotita y sacarla de la caja.

De repente ambos escucharon voces –¡Oye ya apúrate! ¡Ya le avise al jefe que íbamos en camino!–

El destello perdió el balance y cayó dentro de la caja junto con Miko.

Otro robot respondió al primero –Ya voy, deja y empaco esta última caja y nos vamos–

El Autobot tomó la caja donde Swiftshift y Miko se encontraban, la coloco dentro del espacio del equipaje de otro de sus compañeros que ya se encontraba en modo vehículo.

–Ok, ya estamos listos ¡Transfórmense ya!– Todos los robots presentes se transformaron y tomaron ruta a su destino.

Swiftshift no tenía idea de lo que sucedía, se recargó en una de las esquinas de la caja, estaba un poco asustado, pero su padre siempre le había dicho que se mantuviera fuerte no importa lo que pasara, y supuso que ese era uno de esos momentos, Miko se acercó a él lamiendo su mejilla.

–No te preocupes Miko, te sacare de aquí.