Miércoles 11 de julio, 2006

Fue hace unas horas, si, así es. Lo recuerdo bien, cada palabra para ser exacta, es una pequeña oración, pero, sin embargo, uno nunca sabe qué cosas, por pequeñas que sean, pueden llegar a cambiarte la vida. Éste es uno de eso casos, en que algo pequeño trae un gran cambio por detrás.

"Nos mudaremos" fueron las únicas palabras que dijo mi madre antes de cerrar la puerta de mi cuarto y dejarme en silencio con las palabras retumbando en mi cabeza.

Mi madre es una gran persona, pero ha cometido muchos errores en el pasado y vive huyendo de ellos. Cree que mudarse de ciudad en ciudad es la solución para olvidar todos los recuerdos que pueda llegar a traerle el lugar. Está muy equivocada y ya se lo he dicho más de una vez pero no me escucha. Quiere olvidarlo todo, y no mirar atrás.

-Kori, cariño, ¿Sigues escribiendo en tu diario?- Preguntó su madre mientras manejaba.

-Si, mamá-Contestó ella de mala gana.

Al percatarse de tal contestación, dejó salir un leve suspiro de sus labios, y agregó:

-Hija, cariño, escucha, se cuánto detestas que nos mudemos pero…

-¡Si tanto lo sabes, ¿por qué me haces esto de nuevo?!

-Porque intento hacer lo mejor por ti.

-Te estas equivocando, mamá, ¡esta vez te equivocas! ¡¿Crees que es bueno para mí dejar atrás a mis amigos, a mi escuela, a mi casa o a todos mis recuerdos?!

Todo quedó en silencio, solo se oía el ruido del motor del auto, y alguna que otra cosa que estaba suelta dentro de las cajas. Kori trató de tranquilizarse y luego agregó:

-Puede que tu quieras olvidarlo todo, mamá… pero yo no. Creo que esta vez estas pensando en ti y solo en ti. Te olvidas que tienes una hija, que quiere tener su propia vida.

Luego de estas palabras, Regan no se atrevió a contestar nada y siguió manejando en silencio, rumbo a lo que ahora sería su nuevo hogar, En silencio, Kori miró por la ventanilla, veía como las gotas de lluvia pegaban fuertemente contra el vidrio, sería una larga noche, así que intentó dormir.