Kalos, una región hermosa, tanto por su clima, geografía y gente, es el nuevo destino de tres singulares personas. Originarios de Pueblo Paleta, en Kanto, Ciudad Lilycove en Hoenn y Pueblo Vaniville, de esta misma región.
La primera persona es un joven entrenador Pokémon, de tez algo morena, ojos marrones y cabello negro. Siempre al lado de su amigo Pikachu persigue el sueño de ser el más grande maestro Pokémon. Es una persona humilde, respetuoso, obediente y siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesite, además de su gran valentía. El es Ash, de Pueblo Paleta.
La segunda persona, es un entrenador al igual que Ash, de tez un poco más blanca, ojos negros y cabello negro un poco más claro. ¿Su personalidad? Distinta completamente. No se podría decir que es respetuoso; ¿La humildad? No es su fuerte, y tampoco el seguir órdenes, pero al igual que Ash siempre está dispuesto a ayudar. El es Santi, de Ciudad Lilycove.
Y la tercera persona, una chica que aún no sabe lo que quiere. De cabello color miel, tez blanca y ojos azules. Alegre y extrovertida, respetuosa y hasta cierto punto, obediente. Siempre aportará ayuda y valentía. Serena, de Pueblo Vaniville.
Pero bueno, ya basta de presentaciones. Vayamos a la historia.
—Que lindo día ¿Verdad Pikachu?—Dijo Ash bajando del avión.
—Pika pika. —Respondió el Pikachu emocionado.
—Bueno, hoy empieza nuestro viaje en Kalos. Vamos por la liga. —Dijo Ash con inspiración terminando se salir del avión.
Mientras en otra parte, específicamente en el laboratorio del profesor Sycamore.
—Entonces, profe ¿Para la megaevolución solo se necesita la Piedra Llave y la megapiedra correspondiente al Pokémon? —Dijo Santi acariciando un Fennekin que había en la sala.
—Pues si, pero no es tan fácil de encontrar. —Dijo el profesor mientras sacaba una Pokédex de un cajón.
—Lo supuse. —Dijo dejando al Fennekin en el suelo.
—Toma, esta es tu Pokédex. —Dijo Sycamore entregándosela.
—Gracias profesor. —Dijo mientras buscaba una forma de encenderla.
—¿Y como vas con las medallas? —Dijo Sycamore sentado en un sillón frente a el.
—Ya están todas. Profe, honestamente, fue un gusto hablar con usted pero, debo irme. —Exclamó levantándose y caminando a la puerta con la Pokédex ya en la mochila.—Hasta pronto. —Dijo abriendo la puerta del laboratorio.
—Adiós.— Dijo Sycamore.
Ahora, ubicados en a las afueras del laboratorio, Serena se dirigía al mismo lugar de donde acababa de salir Santi, de hecho logró escuchar un "Hasta pronto".
Al llegar al laboratorio, tocó la puerta que no tardó nada en abrirse.
—Hola, me llamo Serena. —Dijo ella a quien le abrió la puerta. Era el profesor.
—Hola Serena. Soy el profesor Sycamore, y supongo estás aquí por tu primer Pokémon.
—Efectivamente. —Dijo con una sonrisa.
—Pues, pasa. —Dijo Sycamore invitándola a pasar.
Esta entró y enseguida vino un carrito con Pokébolas, una Pokédex suponía ella y tres Pokémon.
—Bien, Serena, estos son los tres Pokémon que puedes elegir. —Dijo Sycamore mostrándolos, pero ella ya sabía su decisión.
Habló con los tres, pero su decisión estaba clara.
—Profesor, la verdad, ya sabía a quién quería. Quiero a Fennekin.
El zorro se alegró al oír esto y se lanzó a los brazos de Serena.
—De acuerdo, aquí tienes diez Pokébolas, tu Pokédex y la Pokébola de Fennekin.
Sin mas nada que decir, esta se despidió del profesor e inició su viaje hacia la próxima ciudad.
Gracias a una crítica muy constructiva que recibí, decidí rehacer la historia, y agradezco mucho la crítica, estoy muy de acuerdo en que hize a Santi demasiado perfecto; De hecho esto no solo aquí me lo dijeron, también me lo dijo en quien me basé para hacerlo.
Muchas gracias. Bye...
