Misma, o mejor dicho, parecida a La niña perdida (es una reedición).

Discleimer: sé qeu los lectores sabran muy bien que personajes y que lugares no son mios y cuales salieron de mi cabezota.

Advertencia: Maíra Susana, o un intento de.

Tiempo: luego del cuarto libro, vendría a ser un alternativo al quinto.

Dedicado desde lo más profundo a mis sobrinas Lila y Cati (son y mi luz) y a todas las personas a las que creen en el Andén 9 3/4


Perdidos, encontrados

1.

La más insólita de las reuniones.

La cocina de número 12 de Grimmauld Place, fría, como de costumbre, se utilizaba para las reuniones cotidianas de la Orden del Fénix.

Pero esta vez no era una reunión como las demás, ya que contaba con la presencia de todos los miembros de la Orden incluyendo al mismísimo Albus Dumbledore, además de Harry, Hermione, Ron, Ginny y los gemelos Fred y George, también estaban allí, algo inusual, ya que por ser menores no se les permitían asistir a las mismas.

—¿A qué se debe todo esto Dumbledore? —preguntó la señora Weasley con un tono de disgusto en la voz dado que ella era la primera en prohibir que sus hijos, Harry y Hermione frecuentaran las reuniones.

—Los he convocado a todos ustedes —explicó poniéndose de pie en la cabecera de la mesa larga que ocupaba gran parte del lugar —para presentarles a una persona muy importante para la Orden, que fue difícil encontrarla, pero tenerla de nuestro lado nos ayudará mucho en nuestra lucha contra Voldemort —la mayoría de los miembros se estremecieron y algunos se atragantaron con la bebida.

—Pero, ¿por qué mandaste a llamar a los niños?

—Por que esta nueva integrante va a ser compañera de curso de Harry, de Ron y de Hermione, sí Molly ya sé que los menores deben estar apartados con todas las cosas que implican a la Orden, pero es muy importante presentarla por qué estará bajo su custodia —se excusó al ver la cara de reproche de ella.

—Díganos quién es el nuevo integrante —pidió la voz ronca de Sirius —

—Es una estudiante de Beauxbatons. Severus ve a buscarla, esta en el vestíbulo.

El profesor de Pociones de los chicos, se levanto y salió de la cocina, dirigiendo una mirada de desprecio a Sirius, sacudiendo su pelo negro, lacio y grasoso antes de atravesar la puerta.

Unos segundos más tarde, Snape ingresaba en la mugrosa cocina con una acompañante. Era morena de ojos y pelo oscuro llevaba sobre sus hombros una capa de viaje color caoba.

—Ella es Selena Riddle —la presentó el director a las caras atónicas de cada uno de los integrantes.

—Es igual a mi hermana Hydra —dijo aún confuso Sirius.

—¿Hermana? Nunca me dijiste que tenías una —reclamó Harry.

—Oh. Es que no me gusta hablar de ella —se explicó su padrino —Era mas pequeña que yo, pero más grande que Regulus, fue la única, además de mí, obviamente, que no perteneció a Slytherin, ella fue a Ravenclaw.

—Una inteligencia como pocas, poseía —declaró la profesora McGonagall —. Realmente excepcional.

—¿Por qué no te gusta hablar de ella Sirius? —pregunto Ginny.

—Porque es mejor no hacerlo.

—¿Esta muerta?-inquirió Hermione con delicadeza.

Pero esta vez Sirius no fue el que contesto, la voz de Selena se hizo escuchar en la sala

—Ella fue raptada, torturada y asesinada por Lord Voldemort.

—¿Cómo sabes eso?- pregunto Sirius pasmado de que una extraña supiera de su hermana.

—Te sorprenderías al darte cuenta todo lo que se sobre su causa. —respondió resguardándose su fuente de información.

—Hoy no es día de interrogatorio, Sirius- dijo Dumbledore al ver que este abría la boca para reprochar la falta de argumento en la respuesta a su pregunta —. Bueno. Listo lo importante, creo que los chicos ya pueden subir y mostrarle a Selena la casa; yo tengo que atender otros asuntos. Se da levantada la sesión —desapareció.

Poco a poco los demás integrantes de la Orden fueron vaciando la sala, quedando un número más o menos reducido a veinte personas, incluidos los señores Weasley, Sirius, Lupin, Tonks y Mundungus.

Hermione, con una amable sonrisa, se dirigió hacia Selena y se presentó extendiendo la mano:

—Soy Hermione Granger. Ellos, Harry Potter y Fred, George, Ginny y Ron Weasley.

A medida que los iba nombrando cada uno de ellos fue asintiendo con la cabeza.

—Un placer. Yo, bueno, ya saben, Selena.

—Parecido al Selenio —aclaró George y agregó al ver las caras estupefactas de sus amigos —. Es un elemento de la tabla periódica muggle.

—Eso ya lo sabemos, lo que nos deja atónitos es que sepas, al menos, un elemento de la tabla periódica —dijo Ginny. Los demás consintieron lo dicho por la pelirroja y rieron al darse cuenta que todos pensaron lo mismo.

—Selena, querida —la llamo Molly con cariño — ¿No quieres subir y descansar un rato? Debes estar cansada por el viaje. Ginny por que no le muestras su dormitorio. Espero que no te importe compartirlo con las chicas.

—Nada que ver, me encanta. Después de todo, vamos a compartirlos, también, en Hogwarts. ¿Vamos?

—Vamos todos —sugirió George —¿Quieres que te lleve el equipaje?

—Gracias, pero es muy pesado.

—Con un hechizo levitador basta. Deja que me encargue, ya soy mayor de edad.

—Seguro que le gustas —susurró Ginny.

—¡Ginny! —le llamó la atención su hermano —. Que quiera hacer amistades con chicas bonitas como ellas no quieren decir que me gusten. Solamente hay que ser buenos con nuestra nueva compañera de Hogwarts.

—¿Van a subir o quieren quedarse aquí hasta cenar? —preguntó la señora Weasley con enojo ya que ellos no permitían que nadie saliera o entrara porque estaban parados en la puerta.

Harry nunca había entrado en la habitación de las chicas. Este, al igual que el suyo, conservaba su estilo tenebroso, pero las colchas rosadas que cubrían las camas y los demás peluches daban un toque femenino y cálido. Las paredes desiertas y con la pintura rasqueteada daban una cruel frialdad, sin embargo, las cortinas que no eran verdes y mohosas como las de su habitación, sino, eran de color crema con flores pintadas daban un aspecto de luz y dulzura.

Ni bien hubieran entrado todos, George dejo el bolso al lado de una tercera cama sin preparar (la señora Weasley, seguramente, había depositado aquella cama al enterarse que un nuevo miembro viviría con ellos) y fue arrastrado por su gemelo hacia la salida, él despidiéndose con unas disculpas por tener un hermano tan insensible. Ginny salió después de ellos. Dejando solamente en la habitación Harry, Ron, Hermione y Selene. Listo para dar un interrogatorio.

Harry se sentó en una de las camas, al lado de Ron; las chicas se sentaron en la de enfrente.

-¿Quién eres? —preguntó Harry decidido a que no hacía falta tanta formalidad.

—Ya lo dijo Dumbledore, Selena Riddle —respondió a la defensiva debido a la brusquedad de la pregunta.

—Lo que Harry se refiere —explicó Hermione dirigiendo una mirada de disgusto a su amigo —es por qué siendo Riddle estas en la Orden.

—Eso también ya lo dijo.

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Enfadado porque Dumbledore había interrumpido su momento de inspiración, pero el permiso de estar esa noche en la cocina junto a los más grandes luchadores contra el terrorista, merecía mucho más que perdón. Tal vez un nuevo chasque con su nombre.

La mejor parte era que su señora madre no se podía negar a una petición del director, estaba claro que luego se desquitaría con ellos mas tarde obligándoles a limpiar vidrios, cortinas, estantes y demás cosas polvorientas sin el uso de su apreciada magia. Aunque seguramente el patriarca con su obsesión muggle le guste reemplazarnos sin que ella se entere.

Sumido en pensamientos como esos, George vio salir al profesor nariz de cuervo de la sala y volver acompañado de una persona no conocida.

De pronto sintió como su corazón latía con una arritmia desaforada. La quinceañera le sonrió y para él fue el momento más mágico de su vida. Tuvo la sensación de que ambos eran imanes.

Quería saber el nombre de su mujer.

-Selena Riddle- escucho a Dumbledore presentarla, y no necesito ningun dato más para grabar en su corazón esas palabras Selena Riddle repite su conciencia

Estupefacto aún por la recién llegada notó que la cocina poco a poco se iba vaciando. Debía presentarse, debía conquistarla. Seguro de si mismo se levanto de la silla, inspiró profundo y cuando abrió la boca no salió ningún sonido. Había quedado helado por su perfume.

-George- lo presento Hermione.

Rápido debes decir algo interesante, que sepa que eres el hombre de su vida

—Parecido al Selenio —aclaró George y agregó al ver las caras estupefactas de sus amigos —. Es un elemento de la tabla periódica muggle.

De todas las idioteces que se te podían haber ocurrido esa es la peor, ahora me puedesdecir ¿cómo vas a levantar tu imagen de empollón

Ya se ofrece a subir el equipaje, stodo un hombre.

—¿Quieres que te lleve el equipaje? Con un hechizo levitador basta. Deja que me encargue, ya soy mayor de edad.

¡George Weasley! Mejor no digas nada más. Entiendo que la quieras conquistar pero de ahí a "ya soy mayor de edad. Tú sí que te pasas.

*******

-Mi pequeño Gredse puede saber qué te atraviesa por esa cabezota colorada?- Pregunta su gemelo luego de haber dejado a los demás en la habitación de las chicas y de haberle puesto el cierre a la puerta de la suya.

-No sucede nada mi pequeño Feorge.-responde este cerrando la ventana, dejando así la habitación a oscuras-¿Por qué preguntas?

-¿No vas a admitir que esa chica te ha dejado como si vieras a Snape con el pelo recién lavado?

-Pero es que ¿no viste sus ojos? Tan lindos- cerrando los ojos para poder recordar a los de ella- ¿sentiste el perfume cuando entró?

-¿De veras te escuchas? Hasta pareces haber tragado un poco de esa pócima maloliente que Mundungus nos quizo vender el otro día.

-¿En serio doy ese aspecto?- Recordando ese liquido verde con olor a orina

-¿Viste sus ojos?-Fred imita la voz emocionada y empalagosa de su hermano- ¿oliste su perfume cuando entró?- suspirando al igual que él

-¡Oh der hern! Necesito ayuda- pide George con sus ojos horrorizados al ver sus compartamientos en el cuerpo de su hermano.

Pues George Weasley nunca debería comportarse como una niñita a la que le han dado su primer beso.

-Descuida mi preciado hermano- dice Fred propinándole unos golpes en la espalda- para eso somos gemelos. Cuando uno cae el otro lo ayuda a levantarse.


Espero que les haya gustado.

¡Besotes!