Buenas.
Bueno, al principio quería hacer de eso un oneshoot largo, pero hace un rato me vino a la cabeza un idea, y la seguí. Al acabar de leer ese pequeño prólogo, sabréis de que pareja va a tratar.
Música recomendada: Christmas Eve Sarajevo- de Trans Siberian Orchestra y Slipped away- de Avril Lavigne.
Todos los personajes pertenecen a J.K.Rowling
Se levantó de golpe otra vez empapada de un tibio sudor que le bajaba por al frente y por la espalda. Observó su alrededor y comprobó que, una vez más, estaba en el dormitorio de las chicas de sexto. Vestía con su habitual pijama azul claro con unas pequeñas flores azules y que, otra vez, estaba completamente mojado a causa de la sudor. El pelo se le pegaba en la frente y en el cuello, y las manos mojaban las sábanas. Su pulso estaba agitado, y su respiración era ruidosa y rápida. Observaba su entorno con los ojos bien abiertos, como si quisiera comprobar que todo iba a la perfección. Sus compañeras de cuarto, Parvati y Lavander, dormían placidamente en sus camas sin ningún tipo de información sobre lo que pasaba por la agitada mente de Hermione.
Había tenido esa pesadilla otra vez. Llevaba casi un año con lo mismo, y aún no adivinaba lo que quería decir su pesadilla. Cada día rezaba para que no llegar la noche, se acostaba tarde con alguna excusa tonta y se levantaba a las seis y media. Porque sabía que iba a soñar con eso. Y le atemorizaba.
Se veía ella misma en una sala negra, completamente sola y tenía miedo. De repente, oía una risa satánica que no sabía de dónde procedía y, después de que terminara, empezaba a ahogarse. Le faltaba el aire y se caía al suelo, buscando oxigeno. Se retorcía allí, en el frío y oscuro suelo, mientras que la risa volvía a repetirse, pero en periodos más cortos. Y, cuando era casi imposible respirar, decía "Ayúdame, Sirius." "No me dejes sola, ayúdame, Sirius." Y entonces, cuando estaba a punto de morir, veía a un mortífago completamente encapuchado que se paraba frente a ella. Se reía, y entonces comprobaba que la risa que oía era la de aquél mortífago misterioso. Alzaba la mano, y gritaba con energía las últimas palabras que oía en aquel sueño: Avada Kedavra. Lo curioso es que siempre llevaba la misma ropa.
La ropa que llevó en la noche que murió Sirius.
En la noche que murió una parte de ella.
Decidme si os gustó o no, porque tengo ya la continuación en la cabeza.
Abrazos
ECDP
