Este corto fic ha sido escrito en esos momentos que se va internet durante una noche y estoy sola en el salón viendo un DVD (en este caso era la película El Topo en inglés) y se me ocurre una idea que se plasma en algo, esto de dejarse llevar por lo que surja se llama: Escritura automática.
Se encontraba durmiendo, cuando de repente llamaron a la puerta. Se levantó, se puso la bata y fue hacia ella, que abrió. Allí se lo encontró, a él, a la razón de su ser, estaba debilitado y se notaba. Le hizo pasar, le sentó en el sofá, le dio un vaso de agua y le tapó con una manta.
Mientras bebía el agua, él fue a buscar el botiquín, curó las heridas de su improvisado huésped y luego le cambió la ropa por un pijama caliente. Tenía la frente caliente, la fiebre empezaba a asomarse y no quería que su huésped estuviera así. Le llevó a cama, donde le dejó después de los cuidados de médico que correspondían.
Cuando se marchó, se preparó el sofá cama y durmió en el salón. Cuando se despertó notó la mano de alguien agarrando su cintura, era la de su amigo, que se había levantado y caminado hasta llegar a junto de él. Sonrió al notarle cerca, le gustaba, que narices, le amaba por encima de cualquier otra cosa.
Cuando se despertó, se encontraba mejor, los cuidados habían servido para mucho, así que sonrió al verle mejor, el menor de los hermanos Holmes era lo mejor que le había pasado y por eso le gustaba verle bien y no enfermo.
Sherlock abrazó a John, era raro verle tan efusivo, pero lo estaba, Sherlock se encontraba estupendamente gracias a John.
Tal era la efusividad que besó a John, un corto beso, que hizo que el médico se sonrojara mucho y se riera de una manera pícara.
Sherlock se sentía bien, pero sus heridas seguían en su cuerpo, que después de la ducha caliente que se dio, John le curó con esmero y cuidado. Aguantó la aguja y el hilo, ya que los puntos que le había dado por la noche poco habían durado, ya que habían sido hechos a prisa.
Poco a poco Sherlock fue mejorando y las heridas de su cuerpo desapareciendo, John se sentía muy bien al lado del detective, ya que cuando se sentía efusivo, algún beso caía.
Cuando se curó del todo, Sherlock se marchó, pero no sin antes despedirse del médico como se merecía. Le besó y le susurró al odio lo que John deseaba escuchar y que saliese de la boca de su amigo: Te Quiero. Cuando John lo escuchó se agarró al cuello de Sherlock y le susurró que él también le quería.
Desde ese momento, John y Sherlock llevan juntos diez años y hoy por fin se han podido casar, a pesar de que Mycroft y mucha más gente no aprobara el matrimonio, ellos lo han llevado a cabo. John a su vez ha sido el padrino de boda de su pequeña Annabel, su hija, ha visto a su ex de nuevo y no le ha importado que le viera del brazo de Sherlock, al contrario, se ha sentido orgulloso.
Espero que mi Escritura automática les haya gustado, espero ver sus reviews de algo que surge espontaneo y se plasma en el papel.
