Bueno, no pude evitarlo, anoche mientras dormía la idea surgió en mi cabeza así nada más y pense que tenía que hacerlo, y es que no me dejo en paz en todo el día, y pense que no lo haría hasta que la escribiera, así que aqui tienen otra historia, espero que la disfruten, y pues les dire que esta es corta, son solo cinco capitulos (es increible que pensara en todo, incluido el numero de capitulos, pues generalmente cuando escribo una historia dejo que la imaginación me guie y me diga cuando parar), bueno, espero que les guste
Buscando La Felicidad
By Karolina Phantom
Prologo
Iba mirando por la ventana mientras una ráfaga de recuerdos la invadía a cada paisaje que se cruzaba por sus ojos.
Había tantos lugares en aquella cuidad que la hacían recordar su pasado… Su pasado… Cuantas veces había intentado borrarlo fracasando rotundamente, y con la esperanza de que las heridas se cerraran se había marchado hacía ocho años de aquel lugar en el cual paso momentos inolvidables, tanto felices como tristes.
Y ella se imaginaba que nunca regresaría ¿De qué serviría? Si aquel gris día del que salió de la ciudad se juro a si misma olvidarlo, pero fue inútil, a cada momento, a cada instante, incluso cuando había intentado superarlo estando con otras personas, gente que llego a amarla más de lo que ella hubiera imaginado, jamás lo había logrado, todo fue en vano, él aún se encontraba ahí, en su mente… Tan presente como la última vez que lo había visto…
Recordaba perfectamente como iba vestido e incluso aquella tristeza que nunca vio en los ojos de su amigo, aquella que opacaba sus hermosos ojos azules, y aun podía percibir aquel perfume que él solía usar cuando despidiéndose de ella le soltó un repentino y sorpresivo abrazo que la impresiono tanto a ella como a su otro mejor amigo.
De pronto observo en el reflejo de la ventana como una lagrima se le escapaba opacando el brillo en sus ojos violetas, no estaba sorprendida, pues aquel duró recuerdo siempre le sacaba por lo menos una lágrima.
-Ya llegamos señorita Manson-dijo el chofer interrumpiendo sus pensamientos.
Seco de inmediato esa lágrima y le dio una leve sonrisa al chofer al momento que decía un poco audible "Gracias"
Bajo del auto y el chofer comenzó a bajar unas cuantas maletas, ella observó la mansión que años atrás había sido su hogar, la observo con detenimiento y un sentimiento de nostalgia la invadió, a pesar de todo aquella había sido su casa y habías pasado buenos momentos ahí.
Ella se acercó al chofer para cargar un par de maletas, pero el chofer la detuvo.
-No señorita, si sus padres la ven podrían despedirme
-Pero no me gusta que haga usted todo solo-dijo con un dejo de molestia en la voz, y es que era verdad, algo que ella odiaba era que le hicieran las cosas. Era perfectamente capaz de hacer cualquier cosa, odiaba que otros le ayudaran.
-Por favor-dijo el chofer con voz amable-Necesito el empleo.
Dejo de insistir y sintió algo de culpa por su terquedad. Dio la vuelta dispuesta a entrar a su viejo hogar cuando escucho su nombre y acto seguido solo pudo ver una cabellera negra junto a ella y sintió como él la rodeaba con sus brazos.
-¡Que bueno que volviste!-dijo aquel joven sin soltarla, sentía que si lo hacía se le volvería a ir-¡Te extrañe mucho!
Se quedo paralizada por un segundo en el cual pudo sentir como cada fibra de su ser había esperado aquel día por ocho años. Cerró sus ojos un segundo y pudo percibir aquel aroma… Aquel perfume que siempre recordaba.
-Yo… Yo también…-contesto al fin casi en un susurro y al momento que se reprendía por dejar escapar aquella lágrima que juro nunca volver a derramar, pero ella misma sabía que eso era casi como negarle a sus pulmones el aire.
-¿Por qué lloras?-le pregunto el ojiazul al soltarla.
-Emoción…-mintió ella-Por que tenía muchas ganas de verte…
-Yo también-dijo volviéndola a abrazar con fuerza-Por favor, no me vuelvas a dejar…
Pudo notar como la voz del joven se quebró al decir esto último y aquel sentimiento de esperanza la invadió de nuevo, pero algo dentro de ella lo apago casi tan pronto como se había iniciado.
-No lo haré-dijo dedicándole una bella sonrisa, una que le reservaba solo a él-Lo prometo
Él le devolvió el gesto y pudo notar como sus ojos se llenaban de vida otra vez.
