Eran parecidos, ambos eran héroes, luchadores experimentados en el uso de armas combate cuerpo a cuerpo y magia de ataque y de defensa, eran rubios natural, y humanos, pero aun que compartían gustos incluso en algunas cosas como que su comida favorita eran los emparedados de gálea de mantequilla de maní y mermelada, hasta que su mayor temor seguía siendo el océano, al empezar a convivir como pareja, había traído un pequeño contratiempo que no había conocido hasta que encontraron a otro humano
- No pintaremos la casa de color naranja y es mi última palabra – replico el chico mirando seriamente a la rubia que en esos momentos le hacía un gesto obsceno
- Oh claro olvide lo hermosamente decorada que estaba "tu casa del árbol" - reclamo la chica sarcásticamente – Como olvidar el hermoso tobogán de moho, oh el cadáver de shoko debajo de la cocina –
- Al menos mi casa no estaba llena de pelos de gata, y no quiero hablar de ese olor nauseabundo del sanitario –
- Como te atreves – gruño la chica – Al menos Cake se lavaba las manos antes de cocinar –
- Bueno al menos Jake no intentaba casarme a la primera oportunidad –
Discutir con tu pareja era algo nuevo y quizás estresante a un que ambos sabían a lo que se atenían al mudarse juntos a la tierra de Eee, lejos de Ooo y sus problemas con las ex novias de Finn y Aaa y los celos desmedidos de los ex novios de Fionna, pero hasta ahora el problema más grande era su sentido de la decoración
Habían discutido el número de habitaciones, el material, el diseño, la ubicación incluso, el número de tablones de madera para el piso, solo faltaba pintar la casa y la batalla final, la más peligrosa y única en una relación
Comprar y acomodar los nuevos muebles, pero regresando a nuestra batalla inicial ambos rubios se habían puesto en lados contrarios de la habitación con un bote de pintura de su preferencia y una brocha de pintar
- Naranja – replico la chica mirando seriamente a su novio
- Blanca de una buena vez mujer – grito el chico – va con los acabados en madera –
- El naranja es más vivo le dará más calidez a nuestro hogar –
- El blanco será una buena base si decidimos volver a pintar -
Un ligero movimiento y la habitación se cubrieron de una gigantesca mancha de blanco con naranja, que al final termino en una especie de color entre sésamo y coral casi pegándole más al albaricoque
La pinta acabada y el cansancio reclamando una tregua, los hizo caer rendidos en el sofá de la sala, mirando hacia la gigantesca ventana del segundo piso
- Las cortinas no combinan – crítico la rubia
- No empieces si – replico el rubio mientras sonreía – al menos el albaricoque no es un color tan gay, como el rosa pastel con el que Gumbal o la Dulce Princesa pintan sus cuartos –
- Deberías ver los calzoncillos de Marshall Lee – repuso la chica con una mirada de miedo
- No creo que sean tan diferentes del bikini de Marseline –
Ambos rubios rieron mientras el cansancio los vencía y caían fatigado en los brazos de Morfeo con una sonrisa, quizás siempre discutían pero no cambiarían al otro jamás
