Tony siempre se consideró un hombre fuerte, astuto un genio de gran categoría y con grandes amigos y familia que siempre estaban cuando los necesitaba o eso creía, ahora estaba destrozado, deprimido y agonizante como nunca lo hubiera estado antes.

Y todo desde que se volvió Iron Man, primero el reactor en su corazón, las batallas de gran peligro, Fury y los vengadores. Los vengadores sus antiguos compañeros de equipo que se escondían en Wakanda, porque él lo supo desde el principio, porque ellos eran su familia y su equipo, pero aun así el dolor y la tristeza de ser remplazado y abandonado le invadían de sobre manera.

Tomo aire sintiendo sus pulmones a punto de colapsar estaba otras vez con aquel ataque el cual le hiso recordar al pequeño chico que le ayudo en una ocasión Harley, el joven genio que lo llamo… como lo llamaba no lograba recordarlo, cerro sus ojos fuertemente intentando calmarse nuevamente con poco éxito, otro recuerdo Peter, su chico araña el cual adoraba como un hijo, error a ambos niños los adoraba como sus hijos, tenía que dejarles algo si el fallaba en su lucha interna, esa lucha que llevaba dentro del hace meses, meses dolorosos y destructivos, donde no veía ni la luz de sol, donde escucho más de una vez como su puerta era tocada por Bruce Wayne y Clark Kent que lo iban a ver para ver su estado, pero estaba ahogado, ahogado en toda la culpa, el terror y eso ya lo descontrolaba.

Mintió cuando dijo que estaba bien que solo estaba cansado y que deseaba estar solo, mentira ya lo tenía todo planeado y nadie lo detendría dejaría todo listo antes de irse, porque no soportaba todo aquello, no soportaba el dolor de su alma y ni el peso de esta, no soportaba los terribles dolores que le daban con los ataques de pánico y ya no soportaba seguir con vida.

Le dejo una gran herencia a ambos niños para que creciera con todo lo necesario, dejo escrito que su empresa fuera mitad para Bruce Wayne su amigo, uno de sus mejores amigos el cual se culparía por no notarlo antes, por eso le escribió una carta a él pidiéndole que no se culpara, no solo a él a todos a cada uno que lo conoció.

La otra mitad era para los vengadores quienes debían seguir sin él, seguir adelante continuar luchando aunque él no estuviera, su hermano de ciencias Bruce, cuando se enterara se enojaría y Hulk saldría llorarían ambas partes y él lo sabía, adoraba a ese hombre con el sujeto o sin él, porque nunca lo juzgo.

—Señor…

— ¿sí?

—el señor Wayne llama para saber cómo esta, también dice que viene en camino…

— ¿En cuánto estará aquí?

—20 minutos señor, viene con el señor Clark…

Sonrió tristemente no alcanzaría a llegar, ni aunque Clark volara más rápido no llegarían, saco el teléfono de aquel cajón, tomando las cartas y los documentos, dejándolos sobre la cama a simple vista, miro el teléfono el cual aún tenía en su mano y solo envió un breve mensaje para luego dejarlo junto con lo demás.

Saco el arma cargada y lista, respiro varias veces mientras ponía está en su sien y cerraba los ojos, escucho los pasos corriendo hacia él y disparo.

—TONY... — El grito del Wayne se escuchó, mientras se acercaba al cuerpo ya sin vida de su amigo.

Sus sesos se habían salido de su cabeza, ya que el arma la había puesto en el lugar correcto y la lejanía exacta para que no pudieran traerlo de vuelta, la sangre y el aspecto daban deseos de vomitar, sus ojos con el brillo apagado y su cuerpo con aquellos traumas que el murciélago no había notado. Porque Tony se había marcado, tenía cortes y golpes que había ocultado y ahora con la falta de sangre se hacían terriblemente visibles.

Clark le miraba con culpa y tristeza, cerrando sus ojos y derramando lágrimas al ver a su pareja abrazar el cuerpo mientras lo llamaba, ahí en aquel momento en que desvió su mirada vio todas aquellos papeles y un celular vibrando, lento se acercó y contesto, sin poder sacar la voz escuchando al otro lado a su antiguo colega el cual parecía angustiado al no escuchar nada.

—Tony… ¿Qué significa eso?, ¿Por qué me escribiste eso?, ¿Por qué me decías adiós?

Sollozo un poco y soltó —lo siento Steve, no llegamos a tiempo el… —trago saliva —el acaba de suicidarse.

No se escuchó nada al otro lado, ya que el soldado lo tenía el alta voz en donde estaba todo el equipo en shock —No juegues —el capitán sintió como si fuera solo una broma pesada, no podía, no podía ser que su, que la persona que amaba se haya ido.

—lo siento —corto

El capitán no sobrevivió aquella noche, le siguió en aquel camino que su compañero había tomado, porque él lo amaba más de lo pensado, porque puede que Tony hubiera deseado que él siguiera fijo en aquel camino de héroe, pero el, el no sobreviviría toda aquella vida que le quedaba sin aquellos ojos castaños y su hermoso sarcasmo, el no sobreviviría sin la persona quien le dio una nueva vida y familia.

Simplemente no lo soporto, su corazón no lo soporto y en silencio bajo el techo de su habitación ocurrió, había tomado un cuchillo y se degolló sin pensarlo dos veces, la sangre broto a borbotones por el profundo corte ; Natasha encontró el cuerpo cuando vio el gran charco de sangre que salía del cuarto del rubio, sus ojos ya estaban oscurecidos y sin vida, su piel tan blanca como la nieve y la sangre tan roja como el infierno.

Dos héroes muertos aquel día, uno muriendo de soledad y dolor; y el otro al perder su sol; aun así todo continuo, todos lloraron y suplicaron que aquello fuera una pesadilla, pidieron que fuera un error, pero no lo era, el funeral se había hecho y todos aquellos vienes fueron entregados.

Pero Bruce, Bruce contemplaba la vista de ambas tumbas, una al lado de la otra, él lo sabía, siempre lo supo si uno de los dos moría el otro le seguiría como él lo haría por Clark, como Clark lo haría por él, porque ese amor que se tenían, el cual no se decían era tan grande que ni siquiera la muerte los detendría.