Stiles se había enterado por casualidad sobre el trabajo del Hale mayor, solo había sido coincidencia el que lo viera saliendo de un buen restaurant y viera que le pagaban, y su curiosidad creció aún más al preguntarse de que trataba su trabajo, las primeras veces pensó en que era acompañante, con ese encanto que se cargaba el lobo zombie podría serlo, pero no habían marcas en su ropa.
Su curiosidad crecía así que espero a la siguiente reunión donde todos se reunirían en su casa a cenar, y cuando llego se sorprendió venía con aquel traje en donde descubrió su secreto. El mayor le miro y le guiño un ojo mientras pasaba por su lado para saludar a los demás.
Stiles cerró la puerta un tanto shokeado y mirando hacia la dirección donde se dirigía Peter para saludar a los demás que le miraban igual de impactados.
Lidia se le acercó con un vaso, cuando el llego junto con los demás —Nunca creí ver a Peter de ese modo —menciono la pelirroja mujer
—¿así como? —levanto una ceja el chico de los lunares observándola y notando como sus mejillas se ponían rojas al notar la sonrisa pícara de su amiga.
—De los demás puedes ocultar cosas, pero de mí, pequeño Stiles, No
Nervioso comenzó a beber de su vaso mientras su rostro sonrojado sobre salía, Peter se acercó a ambos sonriendo socarronamente observando de pies a cabeza al ya no menor de edad. —No era necesario que vinieras con traje.
—Vengo del trabajo Stilinsky, ¿pensé que lo sabias?
—¿Trabajas? —pregunto Scott, llamando la atención de todos los demás.
—No soy un vago, como mi sobrino —escucho a Derek gruñirle y el rio — hace cinco meses en un bar, yo pensé que tú y Stiles se contaban todo.
—Fue un accidente —se defendió rápidamente — fui a comprar comida para la noche, cuando lo vi salir de un Bar.
Todos se quedaron en silencio por unos breves minutos sin atreverse a preguntar, pero notando como Stiles casi saltaba al no poder contener su curiosidad.
—Solo pregunta
—¿Cuál es tu trabajo?
—ven a verme y lo sabrás —canturreo entretenido.
—Que?... yo no podría entrar ahí, el lugar es demasiado lujoso. —se cruzó de brazos enfurruñado, pero intentando solucionar su problema lo más rápido posible
El sheriff solo los observaba de lejos, sabía algo de ese pequeño jueguito que tenían ellos dos, y que cierta atracción había comenzado en ambos hace más de un año. Estaba seguro que el lobo solo esperaba que su hijo fuera legal para lanzarse a comérselo, y debería dejar de tener esas ideas sobre su propio retoño.
Así que para arrancar eso de raíz hablo —¿Por qué no vamos todos? —ahora el sheriff tenía la atención del grupo en el patio —Seria lo mejor, así todos dejan de renegar su curiosidad, además estoy seguro que con ese tiempo puedes reservarnos un par de mesas y yo puedo pedir unos cuantos favores, después de todo soy el sheriff.
Los ojos de su hijo brillaban al ver la hermosa solución que le daba su padre —Sabia que tu mente no se había perdido entre la barba del señor Argent —Comento sin esperar que su padre empezara a toser la cerveza y los demás rieran por su broma, mientras el corría a ayudarlo.
No era un secreto para ambos que el cazador coqueteaba con su padre, después de todo había visto el cortejo extraño que este hacía, las comidas a la comisaria el conversar con él por teléfono por altas horas o el hecho de que ambos se ponían levemente rojos al estar solos como si hubieran hecho algo.
Peter solo sonreía mientras bebía su trago y notaba como el pequeño hijo del sheriff le observaba de reojo, le encantaba ese pequeño niño y deseaba hacerlo suyo de muchas formas, enlazarlo para el para siempre como lo deseaba desde la primera vez que le vio.
El día llego todos traían un traje elegante, algunos a regañadientes listos para ver en que trabajaba el mayor de los Hale, el mesero los puso cerca del escenario, sirviéndoles de inmediato unos tragos, solo unos segundos bastaron para que la música comenzara y apareciera las luces se atenuaran, y en medio del escenario el lobo con un micrófono en frente comenzara a cantar con una voz profunda y sintiendo como la piel se les erizaba.
—Sunday is gloomy, My hours are Slumberless. Dearest, the shadows, I live with are numberless. Little white flowers will never awaken you. Not where that black coach of sorrow has taken you. It´s a Gloomy Sunday…
Stiles sentía que todo su mundo se detenía, aun viendo como sus amigos se quedaban levemente con la boca abierta al llevarse aquella sorpresa como el, la música continua en vivo, sabía que esa voz profunda y sensual era del lobo, sus ojos se hallaron y levemente, comprendiendo que esa canción era para ambos y al notarlo, el mundo se detuvo para ambos. Solo estaban ellos y aquella hermosa canción.
—Angels have no thought of ever returning you. Would they be angry if I thought of joinin you? Soon there´ll be candles and prayers that are said, I know. Let them not weep, Let them Know that I´m glad to go, Death is a dream, For in death I´m caressing you. Whit the last breath of my soul, I´ll be blessing you, Gloomy Sunday
Escuchaba como las mujeres alrededor suspiraban y como su padre se congelaba y cierto cazador se encelaba y tragaba su trago de forma brusca, en algún momento de la canción noto como más de uno de sus compañeros abandonaba el lugar sintiéndose un poco incómodo, hasta quedar solo en la mesa, observando como el lobo solo le dedicaba su mirada a él con las ultimas estrofas aquella canción maldita que le robaba su corazón, comprendiendo aquel amor enfermos que el mayor y él se tenían, Stiles ahora podía decir que esa era una de las confesiones más bizarras que tendría en su vida, la primera y la última.
—Gloomy Sunday with shadows I spend it all my heart and I have decided to end it all soon there´ll be candles and prayers that are said, I know. Let them not weep let them know that i´m glad to go. Gloomy Sunday It´s a Gloomy Sunday… One Gloomy Sunday.
Se quedó todo el resto del show observando con benevolencia al mayor, apreciando y absorbiendo cada una de las letras que el lobo le dedicaba, hasta que la jornada termino y le espero afuera, donde apenas lo vio salir se le arrojo a los labios besándolo, aclamándolo como suyo siendo correspondido en menos de un segundo.
Separándose en medio de una risa divertida, para luego subirse al auto del lobo e irse al apartamento de este, a cumplir lo que tanto deseaba hacerle y poder por fin reclamarlo como suyo, cumpliendo no solo su deseo, si no, el de ambos.
