Huellas del pasado

Por Desire Black


Capítulo 1

Recordando el pasado


Había sido otro día más. Un hombre de cabello y ojos oscuros suspiraba pensando en lo que le estaba pasando. No sabía si seguiría soportando tanto estrés. Con el regreso y aparición pública de Voldemort, tenía muchas cosas que hacer. Casi todos los fines de semana había reuniones en las que discutían planes y estrategias para organizar ataques. Le era difícil conseguir más información, ya que el Dark Lord cada vez los presionaba más. Él sabía que entre sus seguidores había un traidor, porque muchos de sus ataques eran arruinados por aurores y debido a eso había tenido varias bajas. Por eso el Dark Lord intentaba descubrir al traidor; castigando, presionando, y tratando de penetrar en la mente de sus seguidores, pero seguía sin descubrir quien era todavía. Sabía que sospechaba de él, pero gracias a sus conocimientos de Oclumancia, podía contrarrestarlo y no dejaba que supiera que le mentía, aunque cada vez lo presionaba más.

Por si fuera poco, todavía tenía que soportar a los fastidiosos alumnos, los cuales no apreciaban el valor que tenía el conocimiento exacto del arte de elaborar pociones y eso lo frustraba. Si tan solo Dumbledore le diera la asignatura que todos los años le pedía, DCAO, pero no, siempre lo rechazaba, quizás temiendo que profundizará demasiado en el tema y que otra vez volviera a estar completamente del lado oscuro. Parecía que Dumbledore no entendía que jamás volvería a estar ciegamente del lado oscuro, no después de lo que había pasado. Se encontró de pronto recordando su pasado.

Cuando era un joven slytherin, sabía que solo el conocimiento le daría el poder que buscaba, el poder para acabar por fin con la persona que más odiaba (incluso más que a Potter) y que jamás perdono: su padre. Lo odiaba profundamente. Desde que era pequeño lo trataba mal, con desprecio, haciéndolo sentir como una basura, indeseable. Era duro e inflexible con él, lo obligaba a aprender numerosos maleficios, para que honrara la tradición y exterminara a todos los sangresucias y muggles que contaminaban el mundo, para hacer que los sangre limpia gobernaran por fin y que asumieran el poder que les correspondía por derecho. Cuando no acataba sus órdenes, usaba la violencia. Así fue acumulando rencor durante muchos años. Pero por lo que lo odiaba más era por como trataba a su madre, su único apoyo, a la cual acabo destruyendo psicológicamente con su maltrato y desprecio y por eso lo culpaba de su muerte, sabía que la mala vida que le daba el hombre que ella alguna vez llego a amar, la orillo a buscar una salida y decidió acabar con su vida: se suicido. Eso paso cuando Severus tenía catorce años. Una lágrima silenciosa recorrió su rostro, recordarlo le era aún difícil.

A partir de entonces decidió cerrarse y guardar sus pensamientos y sentimientos para sí mismo. También tenía una gran paranoia hacia los que lo rodeaban, sentía que por todos lados tenía enemigos y que todos confabulaban contra él y le querían hacer daño. Era un infierno estar en su casa y el ir a Hogwarts lo animaba un poco, aunque ahí también lo era, gracias al maldito de Potter. Él, con su montón de amigos buenos para nada que solo se dedicaban a hacer disturbios y molestarlo por ser como era. Por eso buscaba la manera de hacer que los expulsarán de Hogwarts, creando teorías de lo que hacían, buscando indicios y persiguiéndolos cuando tenía tiempo y les echaba maleficios cada vez que los podía tomar desprevenidos, en especial a Black y Potter, como los odiaba. Pensaba que cuando tuviera más poder el mismo se daría el gusto de acabar con ellos.

También recordaba a la única persona que lo apoyo en el momento en que su madre murió: Albus Dumbledore. Él no le comento a nadie lo que había sucedido, no confiaba en nadie y no podía descargar la gran pena y dolor que lo embargaba, lo cual iba acabando poco a poco con él y con su cordura. Pero Dumbledore se dio cuenta de esto y por sus conocimientos de Legeremancia, descubrió lo que guardaba y le ayudo a sobreponerse un poco a la pérdida, aconsejándolo y pidiéndole que descargara con él todo aquello que tenía dentro, que confiara en él. Y en cierta manera había sido agradable tener alguien que se preocupará sinceramente por él

Pero el gran rencor que había en su interior iba creciendo conforme pasaba el tiempo, a cada momento se recordaba que tenía que vengar la muerte de su madre y acabar con ese hombre que la había hecho tan infeliz, tenía que prepararse para aquello. Por eso empezó a unirse a sus compañeros, que le hablaban de alguien que podría darles todo el poder, a cambio de sus servicios, por eso decidió unirse al Dark Lord, para que le diera ese poder que tanto anhelaba para acabar con todos sus enemigos y tenerlos a sus pies y también conseguir algo más… algo que sabía que jamás tendría, pero que sin duda era lo que más deseaba... a ella.

Recordó a la persona que más había amado en su vida: Lily Evans.

Era una gryffindor de su mismo curso, con un largo cabello rojo oscuro rizado, alta y delgada, con unos hermosos ojos verde esmeralda y una sonrisa cautivante. El solo recordarla hacía que se estremeciera involuntariamente. La había conocido desde el primer curso, pero siempre la vio con desprecio, así lo habían enseñado a tratar a los hijos de muggles, sin el más leve atisbo de compasión ni respeto. Pero como él solía pasársela en la biblioteca para llevar excelente en todas sus materias, solía ver mucho por ahí a Lily, que era demasiado aplicada en sus estudios. Al principio le molestaba su presencia, la forma en que siempre quería ser la primera en todo, de que siempre cumpliera con las normas y que siempre fuera amable con todo el mundo, incluso con él, que le mostraba desprecio, que ella fuera tan popular. Simplemente lo exasperaba que pudiera existir alguien como ella. Pero poco a poco se percato del encanto que poseía, la forma en que se ensortijaba el cabello distraídamente, como se mordía el labio cuando se concentraba, sus ojos verdes que siempre brillaban cuando sonreía. A veces sin darse cuenta se le quedaba viendo embobado y cuando sus miradas se encontraban ella le sonreía al reconocerlo, quizás por lo mucho que lo veía ahí en la biblioteca y él volteaba la cara. No quería delatarse y arriesgarse a que ella lo rechazara. No podría soportarlo. Ella despertaba en él un sentimiento que le era desconocido y que lo confundía, algo que no podía controlar y era frustrante. Sobre todo que fuera ella quien lo hiciera, una sangre sucia.

También recordó la ocasión en que ella había presenciado el peor momento de su vida. Y ella había tratado de defenderlo, pero él la insulto. No pudo evitarlo, habían herido su orgullo slytherin, lo habían humillado de la peor manera y no pudo defenderse de ellos y además para rematar ella lo trato de ayudar¡una mujer y para colmo hija de muggles, no podía caer más bajo. Solo se retiro de ahí humillado y ardiendo en deseos de venganza. Lo planeo todo y se los cobro caro a todos, uno por uno, sintiendo una gran satisfacción. Maldito Potter, ni muerto podía dejar de odiarlo.

Cuando días después se encontró nuevamente en la biblioteca (de la cual por cierto no salía, ya que además de que se encontraba en los TIMOS, no quería que los demás estudiantes lo vieran, ya que en esos días era la burla de todo el colegio), volvió ver a Lily, la cual por cierto, también se encontraba estudiando. Ella lo vio y volteo la cara, visiblemente enojada, todavía se encontraba bastante molesta por lo que le había hecho. No era para menos. Él dirigió la mirada hacia abajo, se sentía mal por lo que le había dicho y que por esa causa lo odiará. ¡Pero como era posible que se sintiera así, si era un slytherin! El no debería tener sentimientos, ni que estos tratarán de controlarlo, tenía que extinguirlos, alejarlo todo de su mente. Pero era inútil, ya no podía seguir engañándose más, ella era quizás la persona más importante que tenía, tal vez la amaba... ¡Pero como iba a saber eso, si era algo que nunca había sentido y que nadie le había hecho sentir! No podía creer lo que le estaba pasando.

Alzo la mirada y la vio ahí viéndolo fijamente, con unos ojos de profundo reproche. No podía soportar que lo viera así. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba haciendo, se puso de pie y fue hacia ella. Cuando por fin reacciono se encontraba enfrente de ella, sin saber que decir y ella lo observaba con ojos expectantes y el entrecejo fruncido.

¿Se te hace ofrece algo? – le pregunto fríamente Lily.

- Esteee...- se había quedado sin palabras, de su garganta no parecía querer salir ningún sonido.

- Si no vas a decirme nada, te pediría que no me sigas interrumpiendo – dijo harta Lily.

"Diablos, porque tengo que ponerme tan nervioso" – Quiero que me disculpes... – dijo en un tono inaudible.

¿Perdón? – replico ella visiblemente molesta.

- Que quiero... disculparme contigo por lo que te dije el otro día - le repitió esperando que le creyera.

Lily quedo sorprendida. No esperaba que le dijera eso.

¡Por Dios no puedo creerlo¿desde cuando los slytherins se disculpan¡Creí que no viviría lo suficiente para ver eso!

- Mira, yo solo quería disculparme pero si te vas a burlar de eso... mejor aquí lo dejo– dijo Severus haciendo un gesto de irse. No iba a aguantar que se mofaran más de él. Podría quererla mucho, pero él también tenía su orgullo.

- No espera, no quería burlarme así, es solo que me pareció increíble y no supe que decir, y perdóname¿sí? Aunque sigo molesta por lo del otro día, pero no puedo ignorar tu gesto, así que si, si te disculpo.

Severus estaba sorprendido por lo fácil que había resultado y ya no sabía que más decir - Ah, pues eso es todo, yo...

- Ah, pero para creer verdaderamente en tu palabra, te pediré un favor. Puedes ayudarme a repasar Pociones. Sé que eres el mejor en esa materia, incluso más que yo, y el TIMO va ha ser muy difícil. Ayúdame ¿sí? – le dijo Lily tomándole la mano y poniendo una cara muy tierna a la que no le podía negar nada.

Ante esto, Severus se empezó a poner muy nervioso y aunque comúnmente tenía la cara muy pálida, estaba adquiriendo un poco de color. – Pero yo... – balbuceo sin saber que responder.

¡Pero nada¿Vas a ayudarme si o no?

La vio tan linda que no pudo resistir y la ayudo a estudiar. Se coloco al lado de ella en la mesa y empezaron a repasar. No podía concentrarse, el tenerla tan cerca, sentir su presencia, respirar su aroma, era como encontrarse en un sueño. Pero hizo uso de toda su fuerza de voluntad, no podía dejar que se diera cuenta de sus sentimientos y arriesgarse a lo que podía pasar.

- Por fin terminamos. – dijo Lily al cabo de un rato - Vaya que sabes mucho, me has ayudado bastante. Sabes, creo que realmente no eres como pensé. Eres un buen chico cuando te lo propones. Aunque es una pena que no nos tratemos más… Casi nunca te veo, solo es aquí, en la biblioteca y siempre pareces tan concentrado en lo que haces… Tienes ese halo de misterio que me parece tan intrigante… Me gustaría conocerte más... ¿te gustaría ser mi amigo?

Severus no podía creerlo, ella le estaba ofreciendo su amistad así sin más, sin importarle que fuera un slytherin, que hubiera sido grosero con ella, que sus ideas fueran simplemente incompatibles… sin duda esa chica era especial.

- Este... sí, por supuesto.


Ay amor, aquí estoy preso de tu recuerdo en mi soledad.

Ay amor, son tantos años y no hay remedio para mi mal


Desde entonces empezaron a tratarse más, conociéndose entre si. Pasaban mucho tiempo en la biblioteca estudiando juntos, ya que era uno de los lugares que la gente no frecuentaba mucho y donde no había quien los molestara. Ella le contó algunas cosas que no le había contado a nadie en su vida y él le contó también algunas de su vida, además de que era la única persona que podía hacerlo reír. Parecía que la vida le estaba volviendo a sonreír, le daba la oportunidad de ser feliz. El sentimiento que tenía hacia ella crecía cada día más y cada vez le era más difícil ocultarlo.

Pero llego el momento en que todos se dieron cuenta de su amistad. Los merodeadores no dejaban de molestarlo, en especial Potter, y los de Slytherin lo presionaban y molestaban para que dejara de andar con Lily, ya que deshonraba a Slytherin andando con sangresucias.

Todo esto comenzó a afectarlo y lo hizo pensar en todo lo que tendría que enfrentar si continuaba con eso. Se enfrentaría a los de Slytherin, a su padre e incluso a Voldemort, que aunque todavía no daba a conocer totalmente, ya se encontraba reuniendo su ejército y ya casi era uno de sus seguidores. Pero al ver a Lily se daba cuenta de que no importaba, ya nada importaba más que ella, se había dado cuenta de que en realidad la amaba.


Ay amor, estoy vencido, no tengo fuerzas para luchar.

Ay amor, no cabe duda que sigo siendo sentimental...


Ya no podía continuar así, se había decidido a confesarle todos sus sentimientos. Trataba de reunir el valor suficiente para hacerlo y para afrontar las consecuencias, ya que sabía que después de eso, ya nada volvería a ser igual entre ellos. Pero aún así valía la pena intentarlo, si tenía la mínima posibilidad de que ella le correspondiera… realmente lo valía.

Pero el día que decidió confesarle a Lily todo lo que sentía, en que le diría por fin todo aquello que había guardado tanto tiempo, ella le dio la peor noticia que le pudo haber dado. Llego muy emocionada y le dijo con la mayor sonrisa que había visto en su cara, que era novia de Potter. La noticia le cayó tan sorpresivamente que no supo como reaccionar... ¿cómo era posible que se hiciera novia de ese estúpido de Potter? Ella lo miraba expectante, esperando que le diera su aprobación, pero él no pudo decirle nada y se alejo, dejándola desconcertada.

Desde ese día se empezó a alejarse de ella. A veces la encontraba por los pasillos y al mirarseél desviaba la vista y se alejaba rápidamente de ella. Ella lo miraba suplicante, lo alcanzaba y le preguntaba porque no quería hablar con ella, que le dijera que había hecho para que la tratara así. ¿Cómo podría decirle que era por esa relación que tenía con Potter y que con eso había matado todos los sueños que alguna vez se atrevió a tener¿Cómo podía olvidar algo que nunca había existido, algo a lo que se había aferrado miserablemente como su última salvación? Sabía que si le decía que la amaba solo conseguiría un no por respuesta y ella sentiría lástima por él. Él entendía perfectamente que ella no la amaba y sentía que separarse era lo mejor para él, estar alejado de ella para tratar de olvidarla, para no tenerla que ver en los brazos de Potter y saber que jamás sería suya. Había vuelto otra vez a la realidad, la cruel realidad, donde sabía que nunca sería feliz. Las esperanzas se habían terminado en él… ya nada valía la pena para seguir viviendo.


¿Dónde estas?

Que el cielo cruzas sin extrañarme,

nube perdida…

¿Por que no vienes a iluminarme, luz de mi vida?

Regresa pronto que yo no vivo si no es por ti…


Volvió a la actitud que tenía antes, siendo déspota, cruel, alguien que parecía no tener sentimientos... Decidió continuar con sus planes de venganza y terminar de unirse completamente al Dark Lord, realmente ya no tenía nada que perder. Sus compañeros de Slytherin vieron con buenos ojos su cambio de actitud y se unió a ellos una vez más. Llevaría a cabo los planes del Dark Lord y acabaría con todos los que se opusieran. Si él nunca sería feliz, nadie más lo sería. Se construyo una coraza impenetrable y se encerró en si mismo donde enterraba sus sentimientos en lo más profundo de su ser y no dejaba que nadie entrará. Los reprimía baja una cara impasible, fría. Así podía andar por el mundo sin sentir nada, nadie podría hacerle daño nunca más. Pero pagaba el precio de no poder amar a nadie, y se sentía solo siempre, una gran soledad que lo iba consumiendo lentamente.

El no tener nada que perder, nada que lo atara, lo hacía perfecto para el trabajo de mortifago; cumplía perfectamente con las misiones que se le encargaban. En él ya no existían el perdón, la misericordia, la esperanza... ya nada importaba. Esta actitud, aunado con la astucia y perfeccionismo que siempre lo había caracterizado, hizo que en poco tiempo se encontrará entre los más cercanos seguidores del Dark Lord. Tiempo después, con el poder adquirido pudo cumplir con su venganza y se dio el placer de acabar con la vida del ser que había arruinado la suya, su padre y juro que pronto haría caer a Potter y a todos los demás.


¿Dónde estas?

Detén tu vuelo y vuelve a casa,

nube viajera…

Por una sola de tus caricias, todo lo diera,

aunque volvieras de nuevo a irte lejos de mí…


Pero inesperadamente algo sucedió, que agito esa vida que tenía en la que se iba hundiendo cada vez más. Era en el tiempo en que la lucha era más cruenta y el poderío del Dark Lord se extendía cada vez más. Un día que se encontraba en una reunión importante con los más allegados al Dark Lord, este les comunico de algo que los dejo desconcertados, de una profecía. La mayoría no veían la importancia que tenía eso, realmente él pensaba que las profecías no eran solo más que supersticiones estúpidas, pero el Dark Lord no quería arriesgarse y decidió que habría que acabar lo antes posible con el niño del que hablaba. Y al investigar un poco, se dieron cuenta que solo había dos opciones: el hijo de los Longbottom o el de los Potter.

Al oír esto le dio un vuelco en el corazón. Si atacaba a los Potter, acabaría con el maldito de Potter, pero lo más seguro es que también acabará con Lily. Inmediatamente se inmiscuyo en los planes, tratando de hacerle ver al Dark Lord que la mejor opción era atacar a los Longbottom. Pero la decisión ya había sido tomada: atacarían primero a los Potter. Eso lo intranquilizo mucho, pero según la información que habían conseguido, sabía que los Potter estaban muy protegidos, no sabía como llegarían a ellos. Nadie sabía su paradero. Entonces el Dark Lord les informo que alguien cercano a ellos le estaba sirviendo de espía y que pronto le revelaría el paradero de los Potter. No podía creerlo, había un traidor y eso solo quería decir que pronto los Potter serían eliminados. "Eso que me importa" pensó, tratando de no darle importancia al asunto, pero se le vino a la mente la imagen de Lily. Y no pudo soportarlo más. Y aunque ella no lo amará y nunca lo hiciera, aunque nunca sería suyaél no podía abandonarla, no podía dejar que la dañarán. No a ella.

Pero¿cómo podría ayudarla? Mil y una teorías pasaban por su mente, una más improbable que las otras. Solo le quedaba una opción… Y fue, arriesgándose a perder la vida si lo descubrían, con la única persona que sabía que podía ayudarlo y del que se había alejado tiempo atrás: Albus Dumbledore.


¿Dónde estas?

Que el cielo cruzas sin extrañarme,

nube perdida…

¿Por que no vienes a iluminarme, luz de mi vida?

Regresa pronto que yo no vivo si no es por ti…


Después de una larga charla exponiéndole sus verdaderos motivosél acepto en admitirlo como espía y él tomo el riesgo que eso conllevaba. Oportunamente, también el Dark Lord le había encargado la misión de infiltrase en el bando contrario y ganarse la confianza de Dumbledore. Así estuvo un tiempo, tratando de averiguar toda la información que podía para evitar el ataque a los Potter y descubrir quien era el traidor. Le informo a Dumbledore de que alguien cercano a los Potter los estaba traicionando y se pusieron alerta para descubrir la identidad del traidor. Tenían sospechas en Remus Lupin (aunque infundadas) y sobre todo en Sirius Black, quien era el guardián secreto de los Potter.

Pero lo inevitable sucedió, y sin previo aviso, fue el mismo Dark Lord quien llevo a cabo la misión de acabar con los Potter. En cuanto se entero Severus dio aviso para que evitarán la muerte de los Potter, la de Lily, pero llegaron muy tarde. Dumbledore le aviso lo que había sucedido, y le dio unas palmadas en la espalda, tratando de consolarlo. Severus se aparto bruscamente de él. Trato de controlarse, de controlar lo que quería salir de él y sin que se lo pidieraél se ofreció para hacerse cargo de los cuerpos de los Potter. Dumbledore le pidió que no lo hiciera, porque seguramente sería muy difícil para él, dado lo alterado que se encontraba. Pero él dando muestra de un gran valor, le dijo que él lo haría. Quería verla, a ella, por última vez…

Cuando llego al lugar, solo encontró la marca tenebrosa encima de la casa de los Potter y escombros de la misma, que se encontraba ruinosa, como si una gran batalla se hubiera llevado a cabo en ella. Encontró el cuerpo sin vida de James Potter en la entrada con la señal inequívoca de que le habían aplicado el Avada Kedavra. Sin prestarle mucha atención, subió ansiosamente por las escaleras y entro en un pequeño cuarto que sin duda había pertenecido a un bebe. En la entrada del cuarto encontró un lío de ropas que parecían pertenecer a Voldemort y su varita. Por alguna extraña razón, parecía que algo había acabado con el Dark Lord. También noto que el bebé que podría haber estado ahí ya no se encontraba en la cuna. Seguramente se lo habían llevado ya. Bajo la mirada, buscando algo que lo angustiaba mucho, era por lo que había ido hasta ahí y sorpresivamente lo encontró. Al pie de la cuna se encontró con lo que más había esperado y a la vez temido ver, el cuerpo sin vida de Lily Evans.

Lentamente se acerco al cuerpo inerte de Lily, observo sus ojos abiertos por la sorpresa pero en los que aún se notaba la fiereza que siempre la había caracterizado. Lentamente cerró aquellos ojos que jamás volverían a abrirse. La tomo delicadamente entre sus brazos y sintió que estaba helada, había perdido todo el calor que desprendía. De pronto comprendió que nunca volvería a ver sus hermosos ojos, su sonrisa, nunca más volvería a verla. Lily Evans había muerto. Lanzo un grito desesperado, desgarrador que rompió el silencio de la noche. Trataba de descargar todo el gran dolor que sentía y lentamente gruesas lágrimas cayeron por su cara. Estaba llorando como nunca lo había hecho en su vida. Le había fallado, no había podido salvarla. Sabía que había cometido un gran error al separarse de ella y haber perdido la posibilidad de seguir compartiendo tiempo y bellos momentos con ella. Pero ya no podía haber remordimientos. Se seco las lágrimas y como último gesto se acerco a ella y beso sus fríos labios, lo que nunca se atrevió a hacer cuando ella estaba viva. La tomo más fuertemente entre sus brazos, la levanto y la llevo a lo que sería su última morada, donde descansaría eternamente su cuerpo. Todos los años, en Hallowen visitaba su tumba y le prometía que algún día vengaría su muerte y que aunque odiará a su hijo, en parte por su extraordinario parecido con James Potter y en parte porque hubiese querido que fuera su hijo y no lo era, le prometió que si de él dependía, le salvaría la vida como no lo pudo hacer con ella.


¿Dónde estas?

Detén tu vuelo y vuelve a casa,

nube viajera…

Por una sola de tus caricias, todo lo diera,

Aunque volvieras de nuevo a irte lejos de mí…


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Espero que les haya gustado, es mi primer fic (perdón si no es muy bueno, ténganme paciencia). Nunca pensé que empezaría con uno de Severus pero ya ven. Va a ser una pareja un poco rara, pero se me ocurrió en un momento de inspiración cuando estaban en una clase (en esas en que te estas durmiendo pero luego te llegan pensamientos pecaminosos). La canción es Nube viajera, de Alejandro Fernández (andaba recordando música que hace mucho que no escuchaba), aunque pienso ponerle otras canciones (creo que pondré muchas de Alejandro Sanz, me gusta mucho y me inspira) Puede que después se ponga un poco fuerte (aun no lo decido) con un poco de lemon pero no muy fuerte. Espero que me dejen reviews. Me gustaría que me dejaran críticas (constructivas), quejas, sugerencias, páginas de fan art, recomendaciones de fics (en especial slash, de esos no he leído muchos, pero que tengan historia y sean buenos), etc. Lo que ustedes quieran y si quieren recomiéndenme sus fics, prometo leer todos los que me sugieran. Bye

Desire Black