Disclaimer: Nada me pertenece. Todos los personajes así como el mundo en el que se desarrolla la trama le pertenecen a la grandiosa Rowling. La historia pertenece a Colubrina. Historia únicamente registrada en FanFiction. net.


La gente asume que el tiempo es una progresión estricta de causa de causa y efecto, pero, en realidad, desde un punto de vista no lineal y no subjetivo, es más como una gran bola de materia temporal tambaleante.

Dr. Who.

Cuando Hermione Granger despertó, ella no se encontraba en su cama. Por un lado, la luz estaba mal y por el otro, el olor era diferente. Su propia habitación olía a la costosa crema de rosas que Ron le regalaba en cada cumpleaños y esta habitación olía más como a la humedad de una antigua librería y a fuego de leña.

Tomo una respiración profunda y mantuvo los ojos cerrados. Eres una heroína de guerra, se recordó a sí misma. Sobreviviste a un monstruo y a las atenciones personales de su sirviente más confiable. Sin importar lo que pase, estarás bien. Estiro su mano bajo la almohada, lugar donde siempre guardaba su varita en casa, y cuando sus dedos se cerraron alrededor de la familiar vara de madera, se relajo con alivio al saber que no estaba desarmada.

— Bueno, eso responde una pregunta.

Ella se sentó y apunto su varita hacia el lugar de donde había venido la voz, y se encontró a sí misma mirando a un hombre vestido con lo que parecía ser algún tipo de traje de época y se pregunto brevemente si de alguna manera había ido a casa con un actor. El hombre estaba sentado en una de las dos sillas frente a un fuego encendido, tenia oscuro cabello negro y brillantes ojos azules, y tenía su propia varita apuntando hacia ella.

— ¿Qué pregunta seria esa? — Hermione fue repentinamente consciente de que estaba en nada más que ropa interior y una vieja camiseta Muggle que proclamaba su amor por los Sex Pistols. Encontrarse con hombre por primera vez mientras llevaba una camiseta con la palabra "Sexo" en letras grandes sobre el pecho no parecía una manera adecuada de empezar una relación pero, más importante aún, era muy extraño. ¿Por qué estaba llevando la ropa que usaba para dormir cuando dormía sola en su propio apartamento, siendo que estaba en una habitación desconocida?

Algo muy extraño estaba pasando.

— Si es usted una bruja o no. — Dijo el hombre. — Obviamente, lo es. — Él hablaba con un acento de clase alta que era un poco demasiado perfecto. Lo aprendió, ella pensó. No nació con él.

— ¿Quién demonios eres tú? — Contesto Hermione, entornando los ojos. — ¿Y cómo llegue aquí?

— En cuanto a lo último, no tengo idea. — Respondió el hombre. — Usted ya estaba aquí cuando llegue a casa. Habría supuesto que ingreso por propia voluntad si no fuera por el hecho de que la última mujer que intento entrar a mi vida por medio del sexo murió de manera tan desagradable que nadie volvió a intentarlo desde entonces.

— Encantador. — Hermione murmuró.

— Además las protecciones de las salas son casi imposibles de romper. — El hombre continúo como si ella no hubiera hablado. — Así que es usted un rompecabezas interesante. — Él aparto los ojos de su rostro por primera vez. — Linda camiseta.

— Son una banda excelente. — Le dijo Hermione. — ¿Cuál dijiste que era tu nombre?

El hombre arqueo las cejas. — Tom Riddle. ¿Y usted es…?

Hermione no era débil. Ella había logrado vencer a la debilidad con la fría práctica que había conseguido durante la guerra, la guerra que ella había ayudado a ganar, peleando contra un monstruo. Ahora el elegante y guapo hombre frente a ella decía ser ese monstruo y fue por eso que, cuando ella oyó su nombre, estrecho los ojos y dijo: Avada Kedavra. Lanzó la maldición hacia él sin detenerse. Él la bloqueo fácilmente.

— Interesante. — Dijo él. — Usted se vuelve más interesante a cada momento. ¿Nos conocemos?

— ¿Qué año es este? — Siseo Hermione.

— 1953. — El hombre -Tom Riddle- respondió. Ella gruño y probó con la Maldición Asesina de nuevo. Él la bloqueo nuevamente. — Ya ha fallado con esa una vez. — Le dijo. — No se convierta en alguien aburrida.

Sectrumsempra. — Le espeto ella y él lo bloqueo también.

— Creo que desconozco esta. — Le dijo él. — Felicitaciones por seguir siendo intrigante. — Repentinamente ella sintió como perdía el agarre sobre su varita y observo con horror como esta cruzaba el cuarto y caía en manos de Tom Riddle. — Aun así, creo que ya he tenido suficiente.

Hermione se revolvió para salir de la cama y se preparo para intentar cruzar la habitación hacia la puerta.

— Deténgase. — Le ordeno Tom Riddle, su varita apuntando hacia ella. — En primer lugar, creo haber mencionado las protecciones de las salas. Nadie entra ni sale de esta habitación sin mi expreso permiso. — Él frunció el ceño. — Normalmente. — Hizo un gesto hacia la otra silla junto a la chimenea. — En segundo lugar, este castillo esta hasta el techo de mis subordinados, la mayoría de los cuales solo haría una cosa con una atractiva mujer que va vestida como usted lo hace. Tengamos una agradable y civilizada discusión, en lugar de ir corriendo de cabeza a un desagradable duelo. Luego, si lo desea, podemos volver a los duelos. Aunque me veo en la obligación de advertirle que de hacerlo, muy probablemente usted vaya a morir.

— Que te jodan. — Hermione escupió hacia él.

— ¿De qué año viene usted? — Él pregunto.

— 2003. — Contesto Hermione.

— Los modales en 2003 parecen ser atroces. — Le dijo. — Y la moda no está mucho mejor tampoco. — Su voz se endureció repentinamente. — Siéntese o la hare sentarse.

Hermione envió una mirada asesina hacia él pero se sentó.

Él hizo un rápido hechizo que ella no reconoció y en unos instantes alguien golpeo la puerta. Tom Riddle abrió la puerta con un movimiento de su varita y dijo al hombre al otro lado de la puerta. — Estoy entreteniendo a un invitado. Has que la cocina envié té y un aperitivo ligero, y encuentra algo de ropa decente para una mujer de alta categoría. — El hombre -un perfecto duplicado de Draco Malfoy, ella advirtió- comenzó a preguntar y Tom, con obvia irritación, contesto. — Solo hazlo y ahórrame los detalles tediosos. ¿O es que acaso eres incapaz de realizar algo tan trivial sin instrucciones específicas e incentivos?

El hombre se encargo rápidamente de hacer saber a "Su Señor" que no había ningún problema. Él recorrió a Hermione con la mirada sin embargo parecía que estuviera tratando de evaluar rápidamente su tamaño en lugar de sus encantos.

— ¿Ya usas en privado el patético apodo "Lord Voldemort"? — Ella pregunto luego de que el hombre se hubiera ido.

Tom Riddle hizo girar su varita entre sus dedos. — Muy interesante. — Él dijo. — Usted parece saber quién soy y yo ni siquiera se su nombre.

Hermione no contesto.

— Parece ser que hemos iniciado con el pie equivocado. — Dijo Tom Riddle. — Sin embargo, usted parece estar bastante bien informada acerca de mi vida. De ser así, entonces sabrá que soy un Legilimens talentoso. Así que, podemos tener una conversación civilizada o puedo invadir su cerebro. ¿Qué prefiere?

— Estas muerto. — Ella dijo. — En el futuro. Solo para que lo sepas. ¿Todos tus planes? ¿Todos tus planes patéticamente malos? No tienen valor. Estas muerto y yo ayude a matarte.

— Eso me pone tan triste. — Dijo Tom Riddle. — Y yo que tenía grandes esperanzas en mi sueño de abrir una cadena de panaderías. Bien, si eso está destinado al fracaso, me limitare a tratar de gobernar el mundo. ¿Cómo me dijiste que te llamabas?

— Hermione Granger. — Le dijo ella, viendo que era inevitable. — Por cierto, soy una sangre sucia.

Riddle se encogió de hombros. — Yo no le mencionaría eso a Abraxas. Él tiene opiniones respecto a esa cuestión. Pero como ya me ha encantado con su repentina aparición de la nada y su completa falta de vacilación a la hora de usar las Maldiciones Imperdonables, pienso que podría pasar por alto que usted señorita Granger…. ¿Es señorita, no es verdad?

— Si. — Ella murmuro. — Es Señorita.

— Casi una solterona. — Señalo él.

— En 2003 una mujer de 25 años no es considerada una solterona. — Dijo Hermione, molesta. — Y tengo novio.

Eso era, pensó, en su mayoría verdad. Ellos habían roto - de nuevo – pero siempre volvían a estar juntos luego de todas aquellas rupturas. Técnicamente, ella no tenia novio en este momento, sin embargo, lo había tenido un mes atrás y lo tendría de nuevo en un par de semanas. Así eran las cosas. Ellos peleaban todo el tiempo y Ron se iba furioso, y luego él regresaba y se disculpaba.

— En definitiva, no uno para el que se haya molestado en vestirse. — Dijo Riddle, señalando su aspecto y su afirmación de tener un novio. — ¿Otro sangre sucia, supongo?

— Es un Sangre Pura. — Le espeto ella.

— ¡Oh, mi...! — Él dijo. — Usted es toda una escaladora social ¿No es así? Bien hecho, Señorita Granger. Ciertamente, usted luce como una.

Ella sacudió la cabeza con furia e incredibilidad. Ella estaba discutiendo sobre su vida personal con Tom Riddle y él estaba, de una manera algo peculiar, felicitándola por ella. Una bandeja apareció en la mesa en medio de ellos y él empezó a servir finamente el té en dos tazas de una sencilla tetera. — ¿Le gustaría azúcar o leche? — Le pregunto. Ella negó con la cabeza y se sentó, perpleja, mientras Tom Riddle le entregaba una taza de té y le ofrecía una galleta.

— No, gracias. — Le dijo ella y devolvió la taza de té a la mesa, sin siquiera probarlo.

— Este no es el Infierno. — Le dijo él divertido. — Y yo no soy Hades. No será encerrada por la eternidad solo porque coma algo.

— Me temo que no concuerdo con usted en lo respecta al infierno. — Ella dijo. — Sin embargo, estoy de acuerdo en que no alcanza el nivel de un Dios. Sin importar cuanto lo desee.

Tom Riddle suspiro y tomo un sorbo de su propio té. — Me pregunto, ¿Qué debería hacer contigo? — Reflexiono. — Tú me has matado en tu pasado y en mi futuro. Como ya lo hiciste, no puedes deshacerlo. — Se echo hacia atrás y se mordió el labio mientras reflexionaba. — ¿O quizá podamos cambiar el futuro? Y si es así ¿Cuánto?

— Yo no quiero cambiar el futuro. — Espeto ella. — Cualquier futuro que termina contigo muerto es bueno.

Él la miro. — Debe ser muy desagradable, ese futuro. — Él dijo. — Hizo que me odiaras mucho y todo lo que he hecho es ofrecerte té.

— Y amenazarme con Legilimancia, entre otras cosas. — Ella indico.

— Intentaste matarme en el momento en que oíste mi nombre. — Le recordó Tom Riddle. — Un hombre razonable podría obviar eso. — Él dio otro sorbo a su té. — Sin embargo, he enviado a un hombre a buscarte ropa y estoy sentado tratando de tener una discusión cuando, para ser justos, nadie podría culparme por matarte. — Hurgo entre las galletas antes de añadir. — En defensa propia, ya sabes. Y tú utilizaste una Maldición Imperdonable contra mí, o al menos eso intentaste. — Él echó un vistazo hacia ella. — Pretendías hacer lo mismo.

Lo hice. — Hermione concordó. — Regrésame mi varita y lo haré de nuevo.

— No lo creo. — Dijo Tom Riddle. Él le sonrió. — Preferiría tenerte de mi brazo como mi leal y encantadora compañera.

— ¿Estás loco? — Le pregunto Hermione antes de empezar a murmurar. — No importa, por supuesto que lo estas. No te molestes en responder eso.

— Estoy bastante cuerdo. — Dijo Riddle. — ¿No lo estoy en el futuro?

— No. — Dijo ella sin rodeos. — Estás completamente loco.

— Mira, me gustaría evitar eso. — Él sonrió. — Y creo que tú me ayudaras.

— No. — Respondió ella secamente.

Alguien llamo a la puerta y, de nuevo, Tom abrió desde donde estaba sentado y, de nuevo, un hombre que Hermione supuso era Abraxas Malfoy estaba en la puerta. Él tenía dos bolsas de compras grandes de Harrods, de todos los lugares, ese parecía estar siempre repleto. — Tuve que… —

— No importa. — Dijo Riddle. — ¿Hiciste lo que te pedí?

— Sí, mi Señor. — Dijo el hombre.

— Entonces deja las bolsas y retírate. — Dijo Riddle. Una vez que la puerta estuvo cerrada, él suspiro. — Un buen servicio es difícil de conseguir. — Le dijo a modo de explicación y luego la despacho con un gesto. — Ve y ponte algo. ¿Asumo que eres capaz de hacer alteraciones mágicas menores por tu cuenta?

— Necesitaría mi varita para eso. — Dijo Hermione, extendiendo su mano. Él arrojo la varita hacia ella y en el momento – en el momento exacto - que estuvo en sus manos, ella intento una Maldición Cruciatus.

— Admiro tu determinada intención. — Dijo Tom Riddle mientras de alguna forma convocaba su varita de regreso hacia él. — Así como la manera en que has intentado con una nueva estrategia, pero simplemente no puedo permitirte maldecirme. Veo que tendré que arreglar todos los problemas de tu nuevo vestuario yo mismo. — Él dejo que sus ojos viajaran a lo largo de todo su cuerpo. — ¿Quieres quedarte en bragas?

Hermione se sonrojo y dio media vuelta para ir en busca de las bolsas, pensando con cierto humor negro que era una lástima que ella nunca sería capaz de decirle a Draco Malfoy que su abuelo había ido de compras por ella a una gran tienda Muggle. O había, al menos, aparecido dentro, robado un montón de cosas, y desaparecido de nuevo. Abraxas tenía un gusto excelente, ella tenía que admitirlo, y un buen ojo para los talles femeninos; se coloco un vestido polka de puntos con un collar blanco y un cinturón a juego, y se permitió a sí misma una pequeña y femenina vuelta de placer con la gran falda.

— Mucho mejor. — Dijo Tom Riddle. — No puedo decir cuan desconcertante que era conversar contigo antes. — Él hizo un gesto hacia su asiento y ella volvió a sentarse. — Como estaba diciendo, creo que serás mi encantadora compañera.

— ¿Normalmente solo informas a la gente de este tipo de cosas? — Preguntó ella. — No un "Dios, me gustaría salir con usted, Señorita Granger." Simplemente un "Hazlo."

Tom Riddle se encogió de hombros. — Estas atrapada en un tiempo en el que no perteneces, en un castillo con un hombre al que has matado, o mataras, y a quien odias. Y, si bien es aburrido señalar lo obvio, no estoy interesado en cortejarte, solo quiero sacar provecho de tus conocimientos. ¿No estás al menos un poco interesada en saber cómo terminaste aquí? — Él le sonrió de nuevo y ella se estremeció ante la cálida y atractiva sonrisa. — Y, en realidad, matarme quizá sea una mala idea. ¿Quién sabe lo que eso le haría a la línea temporal?

— Estoy trabajando con el plan "Mata a Lord Voldemort primero. Resuelve la paradoja temporal después."— Dijo Hermione. Intento mantener sus ojos lejos de su varita. — O eso me gustaría.

— ¿No tienes interés alguno en cambiar el futuro? — Dijo Tom Riddle. — Piensa en cuanta influencia podrías tener sobre mí como mi confiable consejera.

— ¿Confiable? — Ella resoplo ante eso.

— Dormirás en mi cama y comerás a mi lado. — Él sonrió. — Todo el mundo supondrá que estamos locamente enamorados. — Dejó su taza de té sobre la mesa y estudió sus uñas. — Y si tú sobrepasas la línea, te haré desear estar muerta.

— Nunca dejare de intentar matarte. — Dijo Hermione.

— Siempre y cuando lo hagas en privado. — Dijo Riddle con un encogimiento de hombros. — Sería malo para mi imagen que tú estuvieras tan, déjame ver, ¿Cómo debería llamarlo?-

— ¿Deseosa de matarte? ¿No en realidad una novia sino más bien una prisionera? — Sugirió Hermione.

— Oh, a mis subordinados no les importaría que fueras una prisionera. — Dijo Riddle. — Ciertamente, ellos han tenido los suyos. No. — Le dijo y ella palideció. — Simplemente no puedo tenerlos pensando que es aceptable atacarme y si lo hubieras hecho en un lugar donde ellos pudieron haberte visto, yo tendría que cortar ese pequeño problema de comportamiento de raíz. — Se puso de pie. — No es como si en realidad tuviera una opción, Señorita Granger. Podemos disfrutar de la compañía del otro mientras desentrañamos los misterios de su aparición en mi cama o puedo torturarla repetidamente para divertirme a mí mismo y luego hacerle preguntas sobre el futuro mientras solloza derrumbada en el suelo. — Él miro hacia la cicatriz en su brazo. — Podríamos querer cubrir eso. Como dije, Abraxas tiene opiniones.

— ¿Por qué no solo hacer lo último? — Exigió Hermione mientras el hombre arrojaba un glamour para ocultar la cicatriz.

— Eres intrigante. — Le dijo. — Era imposible para ti aparecerte aquí y aun así lo hiciste. Eres inteligente y talentosa, y estoy fácilmente aburrido. Y la posibilidad de que podrías ayudarme a hacerlo mejor, independientemente de si lo deseas o no, hace que valga la pena mantenerte mentalmente entera.

— Te odio. — Le dijo ella en voz baja.

— Tú ni siquiera me conoces. — Dijo Tom Riddle. — Quizá cuando profundicemos más en nuestra relación cambies de opinión.

Hermione exhalo, aterrada ante esa posibilidad. Aun así, ella podría estar verdaderamente atrapada aquí, era mejor seguirle el juego por ahora.

Tom Riddle le tendió su brazo y, reconociendo la orden implícita, ella se levanto y lo tomó. — Es hora de que conozcas a mis subordinados. — Le dijo. — La mayoría de ellos son idiotas. Trata de no estar tan decepcionada por su falta de ingenio y talento.

— Es probable que sea a causa de toda la endogamia. — Ella murmuro.

La risa de Tom Riddle llenó la habitación mientras abría la puerta para ella.

— Sabía que me gustabas. — Él dijo.


Nota de la Traductora: Algunas palabras han sido cambiadas o reemplazadas por sus sinónimos y/o definiciones con el fin de que el lector pueda comprender y entender lo aquí narrado. Nada me pertenece. La traducción de esta historia es sin fines de lucro y tiene como único objetivo entretener al lector y dar la oportunidad a aquellas personas de habla hispana el poder de disfrutar de esta excelente historia. Esta historia está concluida en su idioma de origen. Cuenta con 12 capítulos y pertenece a Colubrina. Para hallar los enlaces a la historia, consultar perfil (historias favoritas y autores favoritos). Cualquier reclamo y/o consulta será bien recibida.

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