INTRODUCCIÓN
Eran más de la media noche, no podía dejar el trabajo a la mitad. Llevaba mas de 4 años con esa investigación, se permitió cerrar los ojos por unos minutos. El sueño la vención y quedo profundamente dormida. Se despertó por unos golpes en la puerta de su dormitorio, se removió en la cama.
- ¡Temari- san! ¡Abre la puerta!- Gritó una voz femenina
Tardó un poco al distinguir aquella voz, cuando lo hizo se paró lo mas rapido que pudo.
- Pasa- vio como aquella chica se sonrojaba al verla, cayó en cuenta que solo traia unos calzoncillos y una sport. La hizo pasar y fue a la ducha
- ¿Sabes quien me llamo? - le pregunto la chica que inspeccionaba el cuarto de su amiga
-No- se escuchó la contestación de la otra
- Tsunade sama, dice que ha checado los informes y se empezaran hacer las pruebas hoy. No importa si esta completa la vacuna o no. -comentó la joven, al no recibir contestación de la rubia continúo.
- Le dije que nos diera un poco más de tiempo, pero su contestación fue que si nosotras no podiamos...
- Todo va a salir mal, aun no esta lista la vacuna, y no sabemos como va a reaccionar el paciente que la pruebe.- contesto saliendo del baño.
- Es lo que trate de decirle pero hizo caso omiso. - emprendieron el paso hacia la Corporación Akatsuki.
-El clima para hoy en Konoha city es de 37 grados, un buen dia para un picnic o ir a la playa.- por medio de la television se veía a una rubia con coleta alta dando el pronostico del clima.
Pensó que habia caido tan bajo para hacer ese trabajo, todas sus compañeras tenian alguna carrera importante, mientras ella era la corresponsal del clima.
Termino su pronostico y salió del lugar, queria ir a visitar a aquel hombre que conocío en el bar. Pero no tenía el suficiente valor para encararlo.
Además, el chico no era de la ciudad.
Durante el trayecto en el auto de la rubia, se podia distinguir muy a lo lejos la corporación, de reojo miró a su acompañante, aún se preguntaba como rayos es que se habían vuelto muy unidas. Generalmente ella no dejaba que nadie la ayudára o hablara tan siquiera. Hinata no era como las otras, todas(os) se acercabán a ella por una simple razón, la hija del presidente de Kantô. De igual manera Hinata es primogenita de unos de los hombres mas poderosos de Japón, aunque en su caso es diferente, a ella la trajeron a Konoha city desde muy pequeña. Llegamos a las grandes puertas de la Corporación y el jefe de seguridad nos pidió las credenciales. Estacione mi auto y bajamos de el.
- Ustedes dos seran mi manos derechas, Sakura no me dejes mal- comentó una rubia con senos grandes.
- Claro que no. Cuente conmigo- le dio una sonrisa.
Cuando llegamos al despacho de Tsunade, se encontraba Sakura Haruno e Hidan.
- Llegan tarde- hablo molesta la rubia mayor
- Si, fue mi culpa. Estuve trabajando toda la noche en el proyecto y me temo que lo que usted quiere hacer va mas allá de nuestros limites, no creo que sea conveniente que realicemos las pruebas. Si me diera más tiem...
- Ya te di el tiempo suficiente! ¿Y que me tienes? Una vacuna para la influenza. Debes de estar jugando conmigo Sabaku No. Si tu no puedes con el trabajo mi ahijada les ayudará. - ordenó Tsunade
- ¡Ahora largence de mi oficina!- Grito molesta la Jefa.
Salimos los 4 de la oficina y nos dirijimos haciá el laboratorio, Sakura era buena, no podia negarlo aunque quisiera, su gran defecto de la pelirosa era que creía tener la razón en todo. Era dificil trabajar con ella por el simple echo de que segun a su parecer todos le tenian "envidia". Soportar a Sakura era un reto pero a ese imbecil mucho más.
Hizimos el mismo procedimiento de siempre. En la puerta estaba el simbolo de "peligro bilogico" al entrar se cerraba automaticamente, los vidrios eran de recistencia, ninguna vala podria perforar ese cristal. La puerta solo se abria por dentro y con cornets especiales.
4 semanas despúes
Los dias habian sido agotados estar en ese lugar la estaba enfermando, con la ayuda de Sakura pudieron acelerar el proceso de la vacuna.
