"Empieza por el principio –dijo el rey con gravedad-

y sigue hasta el final; allí te paras."

PRÓLOGO

Estaba en su habitación. Claro que la reconocía. Allí estaba su escritorio, sus libros, su sencilla cama, la pequeña muñeca que tenía sobre la cabecera y el nochero donde estaba la lámpara, única fuente de luz en el lugar. Lo demás estaba en sombras, pero no era nada extraño; era de noche, su hora de dormir, y esperaba pacientemente a que su madre llegara para leerle un cuento. Se acercó hasta su escritorio y tomó uno que había allí, de pastas tan desgastadas que apenas si podía leerse el título. Tenía, aún así, unos hermosos arabescos que no perdían su color dorado, que bordeaban una imagen ya borrosa de una niña junto al agujero de un gran árbol. Abrió la portada y leyó "Alicia en el país de las Maravillas". Tal vez fuera su libro favorito, desde siempre, desde que podía recordar. Había algo tan oculto en aquel relato, que le hacía desear vivir las mas grandiosas aventuras. Escuchó los pasos de su madre acercándose a la habitación, y se aproximó alegremente hacia la cama, metiéndose bajo las sabanas impaciente por escuchar el relato.

Vio llegar a su madre, su rostro oculto por las sombras, pero viendo claramente su hermosa sonrisa y los mechones de cabello que caían graciosamente por sus hombros. Se sentó junto a ella, pasando un delicado brazo por los pequeños hombros infantiles, depósito un beso en su coronilla y le tomó el libro de las manos.

- ¿Nuevamente? -Le preguntó con una sonrisa que parecía forzada. Por algún motivo no parecía agradarle mucho aquél libro.

- Por favor! – le rogó la pequeña con ojos suplicantes.

Pero en realidad ya no era esa pequeña. De repente observo sus manos delgadas y de dedos finos, con perfecta manicura, sus piernas torneadas, su cabello largo, y notó no la voz de una niña, sino la de alguien que ya se acercaba a la madurez. Esto la sobresaltó, pero su madre susurro a su lado tranquilizándola. Después de todo, si estaba con ella, todo era normal.

Su madre le sonrió nuevamente, esta vez con la tristeza escapando por las orillas de su boca.

- Entonces tendrás que entenderlo bien algún día.

Asintió, aunque no entendía bien lo que le era dicho, y se acomodó lista para la lectura. La voz de su madre parecía flotar en el aire, como un halo mágico que la envolvía en un cálido capullo y le permitía viajar a lugares inimaginables.

"¿Podrá acaso existir un lugar así? Porque quisiera visitarlo. Quisiera ver con mis propios ojos tal cosa. Y si fuera, ¿acaso podría volver? No quisiera quedarme allí eternamente, porque todo lo que quiero esta aquí. Mi familia… mis amigos… ¿Podría hacer nuevos amigos en aquel lugar? Pero si así fuera, igual no tendría a mamá ni a papá, ni a mi hermano… aunque podría llevarlos conmigo. Tal vez no quieran ir en primer lugar, pero luego cambiarían de opinión. Seríamos muy felices allí…"

En tales cavilaciones se encontraba mientras la voz continuaba envolviéndola. No era de extrañar, después de todo, era sólo una niña, ¿o no lo era?

Pensó que tal vez no importara mucho. En realidad, lo único que importaba allí era responder aquella inquietud que la embargaba siempre al escuchar aquella historia. ¿Cómo ir allí? ¿Cómo lograr alcanzar aquel extraño mundo? Porque ésa se había convertido, ante todo, en su mayor prioridad.

"Me pregunto por qué lo habré olvidado. ¿Por qué han cambiado mis prioridades en el tiempo?"

Aquí se sorprendió nuevamente. ¿Cuál tiempo? ¿Acaso este había corrido sin que lo notara? ¡Si solo era una pequeña! T vez estaba pensando demasiado en cosas ridículas. ¿Y si estoy loca? Se cuestionó. "Aquí todos estamos locos" Ahora podía verse desde fuera. Se sentó en la silla de su escritorio, de frente al espaldar, apoyando en este sus esbeltos brazos, mirando como si fueran la cosa mas interesante del mundo sus uñas de color rosa pálido. Podía ver perfectamente la cama desde allí: su madre cubriendo sus hombros con su brazo, y su propia persona, con su menudo cuerpo de 3 años envuelto entre las sábanas, con los pesados párpados amenazando con cerrarse. Pensó que estaba teniendo pensamientos muy avanzados para una pequeña de 3 años. "Casi me considero un genio. Fíjate que pensar tales cosas a esta edad."

Notó que su madre levantaba la vista y pudo ver sus ojos, aquellos que no había visto al entrar ella a la habitación, llenos de sorpresa, que luego se transformo en angustia. Aún así, no detuvo su lectura.

"Puede verme". La revelación le pareció intrascendente, no así el sentimiento reflejado en aquellos ojos. La luz se hacía cada vez más tenue. Empezaba a sentir el cuerpo más pesado, y un tremendo cansancio.

"…Al principio, la madriguera del conejo se extendía en línea recta como un túnel, y después se torció bruscamente hacia abajo, tan bruscamente que Alicia no tuvo siquiera tiempo de pensar en detenerse y se encontró cayendo por lo que parecía un pozo muy profundo…"

La voz de su madre la arrullaba, y un río de imágenes empezó a danzar tras sus ojos cerrados. Caía por un túnel sin fin, donde no lograba ver el fondo, y a su alrededor flotaban los objetos mas curiosos. Delicados platillos de cerámica cuyas imágenes se movían sin parar, frascos de mermelada vacíos, murciélagos que se estrellaban contra las estanterías (¿Acaso este lugar afecta su capacidad de vuelo? –se preguntó intrigada), las cuales estaban repletas de libros cuyos lomos no mostraban titulo alguno. Uno de ellos llamó su atención (No parecía notar el largo tiempo que llevaba cayendo) ya que parecía relucir en medio de todos los demás. Quiso tomarlo, pero por algún motivo, el maldito salía volando hacia otra estantería.

- Bien, esto no es nada divertido –exclamó frustrada- ¿quién quiere leer un libro que no se deja sujetar?

Bufó quitándose un mechón de cabello del rostro, mientras miraba aquel libro que parecía estar jugando con ella. Entonces pareció caer en cuenta de que aún no tocaba fondo. Si seguía así, se haría vieja esperando, ya comenzaba en serio a aburrirse. Todo ese lugar era ridículo, pero ella, más que nada, quería tener la posibilidad de echar un vistazo a tan esquivo libro.

En medio de un inquieto vuelo, lo atrapó desprevenido.

"¡No!"

Escuchó la advertencia de su madre, que hablaba con angustia.

"¡No lo hagas! ¡Aún no es hora!"

La oía tan lejana que pensó que debía ser solo un sueño. Observo la hermosa cubierta.

No. No era hermosa. Aquel aparente resplandor parecía ser simplemente un truco, porque de la portada oscura adornada de inquietantes imágenes no se desprendía ningún brillo. Quiso soltarlo, porque de repente empezó a sentir cómo un dolor frío se esparcía por sus dedos, pero estos estaban extrañamente adheridos al libro, subiendo lentamente por sus brazos, zarcillos de oscuridad que se enrollaban por su cuerpo, por su garganta, asfixiándola, atrapándola, y en medio del terror y el dolor que atenazaba su corazón, quiso gritar desesperadamente. El libro se abrió, y sus letras se derramaron por el eterno túnel, adhiriéndose como una capa de oscuro petróleo a las paredes, a los murciélagos que emitían entonces un terrible sonido de agonía. La brea continuaba esparciéndose, cubriéndola por completo, y mientras el ultimo trozo de su ser era devorado por aquella terrible y dolorosa oscuridad, pudo ver aquellos ojos.

Unos ojos tan llenos de dolor que pudo conocer así, con una sola mirada, el origen del más profundo odio.

Su grito se perdió en la infinitud de aquel lugar.


Notas de autor:

Chan chan chaaaaan…. Bien, con ésta inicio una nueva historia, la venía trabajando desde hace bastante tiempo. Gracias a la preciosa Asuka Hime, que me colaboró con unas cuantas dudas que tuve que me impedían desarrollar bien la idea, pude comenzar por fin y ya tengo varias cosas listas que me harán más fácil una actualización constante, sin exceso de retrasos (porque igualmente saben que hay cosas inevitables *como el bloqueo de escritor que no hay quien pueda con él, por muchas cosas que se tengan preparadas*). A pesar de su juventud, creo que es una gran escritora así que de paso, si no la han leído, vayan (vaaaa-yaaaaannnn…. Vaaaaaaa-yaaaaaannnn… *soy la voz de su conciencia*)

No siendo más, éste es un escrito corto ya que sólo es el prólogo, pero quiero ver qué tal le va. Pronto subiré el primer capítulo, y a partir de ese, probablemente actualice una vez por mes, para que tengan tiempo de leer otras cosas! :D

Ahora sí las dejo. Que tengan un feliz día (tarde… noche…) y suerte! ;)

Dulce