CAPÍTULO 1: EL COMIENZO.
Comenzaba
el nuevo curso en Hogwarts. Harry había pasado el verano en
casa de sus tíos menos los últimos 15 días que
paso en la Madriguera.
La noche antes de la vuelta a Hogwarts,
Harry tuvo un extraño sueño, en el que había un
baile en Hogwarts... tal vez podría ser el baile de San
Valentín, pero no podía asegurarlo... Harry se iba
abriendo paso entre la multitud... entonces, veía a su amigo,
Ron, bailando con una chica... una chica con el pelo liso y que le
resultaba totalmente familiar... Entonces, la chica empezó a
llamarlo... -Harry, Harry- decía la chica... entonces, Harry
se levanto. Alguien lo estaba levantando en la realidad... Era
Hermione, que lo despertó con un dulce beso en la mejilla.
-
Es hora de salir, o vamos a perder el expreso de Hogwarts
- Ya
voy- dijo Harry levantándose de la cama despeinado y con los
ojos entreabiertos.
- Ron y yo estamos preparados, te esperamos
abajo
Harry se vistió a toda prisa, y bajo a la cocina a
tomar una tostada. Entonces, el señor Weasley empezó a
pitar con su coche muggle... un coche que había comprado para
ir sin levantar sospecha... todo el verano lo había dedicado a
sacar su carné de conducir.
Llegaron a la estación,
y se metieron en el anden 9 y ¾ cuando nadie los
observaba... allí, todos se despidieron y Harry, Ron, y
Hermione entraron al expreso que los llevaría a Hogwarts otro
año...
Los tres buscaron un vagón que a ser posible
no estuviera ocupado... Al final del pasillo, lo encontraron.
Harry,
Ron y Hermione tomaron asiento y esperaron a la salida del tren...
Al final, el tren empezó a moverse lentamente, y al poco
tiempo el tren cogió una gran velocidad... El cielo se iba
oscureciendo cada vez más, y el frío había
empañado los cristales que también eran azotados por la
lluvia...
Al final, los alumnos, llegaron a los terrenos de
Hogwarts... Hagrid esperaba a los alumnos de primer curso para
guiarlos...
Mientras una señora poco conocida para ellos
los guiaba hasta los carruajes que los guiarían hasta el
castillo.
Ron parecía ruborizado cuando tuvo que sentarse
al lado de Hermione... sus orejas se pusieron tan coloradas que no se
le distinguían con el pelo.
Entonces, Hermione intento
empezar con el una conversación:
- ¿Qué te
pasa Ron?
- No...mm... nada- dijo el poniéndose aun mas
colorado y sin mirar a la chica.
La noche pasó como cualquier otra noche de principios de curso, y los alumnos se acostaron temprano, pues el viaje había sido mas largo de lo que esperaban.
