Te quiero, a pesar del tiempo

Resumen:

Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza. No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay. En el rocío de las pequeñas cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.

Disclaimer: Harry Potter no me pertenece

Notas: La historia se desarrolla durante el sexto curso en Hogwarts. Los epígrafes que estoy colocando son como el resumen del capítulo. El título del fic también es una cita pero su autor es anónimo.

Drarry/Harco

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Depresión

"Sólo Dios sabe cuántas veces me he dormido con el deseo y la esperanza de no despertar más"

Goethe

Draco Malfoy despertó sintiéndose miserable. Se vistió con parsimonia mientras observaba las cortinas de su cama, esas cortinas negras que habían estado allí desde que él podía recordar. Las mismas cortinas que su padre había comprado para que aprendiera a no temerle a la oscuridad, pero no la oscuridad que ahora habitaba su casa, deslizándose por los pasillos suavemente, suavemente como si la seda de sus cortinas negras fueran arrastrándose por el piso.

Demoró todo lo que pudo con su arreglo personal. Mientras más pudiera evitar estar cerca de esa criatura que había sido un mago tiempo atrás; mientras menos pudiera ver a Voldemort relamiéndose cada vez que lo veía, a él y a su madre, mejor. Sabía que cuando se lo pidiera, su padre entregaría a cualquiera de los dos para que fuera poseído por ese ser asqueroso.

Toda su vida se había vuelto miserable después de la misión, esa tarea que tenía que realizar a cambio de su vida y la de su madre, su padre bien podía estar yéndose al infierno. Sabía que su madre había pedido ayuda a Snape, sabía que éste no dudaría en ayudarlo pero, eso no lo hacía más fácil. Matar a Albus Dumbledore ni más ni menos, tenía que encontrar una forma de hacer algo que no quería hacer. Sabía perfectamente que no tenía oportunidad, que la serpiente le había encargado la misión sólo para humillar al inútil de su padre. Además estaba Él…

- Buenos días Draco- lo saludó una mujer elegante cuya belleza aún se apreciaba detrás del cansancio.

-Buenos días madre- saludó de vuelta mecánicamente

-No hay nadie aquí, querido

Draco se apresuró a abrazar a su madre con fuerza y permitió que ella le besara ambas mejillas. Dejó salir dos lágrimas que su madre se apresuró a limpiar, sólo ella podría entender el dolor que sentía y apoyarlo, sólo ella podría ser llamada humana en esa mansión de la que ya no sentía ganas de jactarse. Ella no sabía de la amenaza del lord, si lo supiera llegaría a suicidarse para evitar que Draco se convirtiera en asesino.

-Algún día escaparemos de esto- susurró ella- la pesadilla terminará

-Ese día me parece cada vez más lejano, hay veces que al dormir pienso en que sería mucho mejor que a mi corazón le diera pereza despertar

-No debes perder la esperanza, lo que sucede no es culpa tuya. Me gustaría haber tenido el valor de desafiar a mi familia y casarme con algún mestizo o un sangre pura pobre

-No, no te culpes. Si aún queda esperanza entonces no quiero que te culpes

Escucharon pasos acercarse a ellos y como siempre tuvieron que separarse sin decir palabra. Draco caminó por un pasillo preguntándose que podría hacer, ¿podría pedirle ayuda a él? O tendría que arreglárselas solo. Deseó una vez más morir durmiendo, mientras caminaba por ese pasillo oscuro, tan oscuro como las cortinas negras de su cama.

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Breve introducción de la historia, la narración cambiará en los siguientes capítulos.

Saludos

A. Winter