Este fic está auspiciado por la Liga Kalos, la cual Ash es la sexta vez que pierde una liga y Alain resultó siendo el vencedor. Por lo menos se lució en su pelea xD.
Saludos a todo el mundo, y ahora vengo con un crossover entre Korra y Pokémon para aportar a esta bella página y también para mostrar las situaciones de cualquier ser humano en particular, especialmente en este mundo de ahora tan convulsionado. Sin decir más palabras, enjoy
Disclaimer: Pokémon y Legend of Korra no me pertenecen, pertenecen a Nintendo/Game Freak y Michael DiMartino and Bryan Konietzko respectivamente. El objetivo de esta historia es sólo entretener y no ganar dinero con esta. La imagen pertenece a Miyuki-Tsukiyono de Deviantart ( art/a-Amourshipping-ArtxD-602370405)
Advertencia: Se recomienda discreción dado que este fic sólo puede ser visto por mayores de edad, por las siguientes cuestiones:
-Contiene lemon
-Escenas violentas
-Lenguaje adulto
-Temas sugestivos y que pueden llegar a ser sensibles
-Violencia contra la mujer
-En caso de poner sin culpa ciertos estereotipos sobre ciertas culturas, mi intención no es de ninguna manera ofender sino entretener
-Obviamente todo lo acontecido en esta historia es ficción y no corresponde con la realidad, cualquier parecido con la misma es mera coincidencia.
-Y un largo etcétera
Nota del autor: Por tratarse de personajes provenientes de distintas partes del mundo, y el hecho que estén en la capital de UK, se comunicarán en inglés obviamente; sin embargo, habrá ciertas escenas en que usarán su idioma nativo, las expresiones en otros idiomas serán colocadas en cursiva.
Nuestras vidas a lo largo del Támesis
Capítulo 1: En una ciudad llamada Londres.
Londres, Reino Unido. 14 de abril de 2017 (9:30 AM)
En un amanecer cualquiera en la capital del Reino Unido, principalmente en el distrito de Brixton, se respiraba total calma, a pesar de ser un sector que muchos considerarían como peligroso; a pesar de eso, la mayoría de habitantes (que son en mayoría inmigrantes, estudiantes de otras partes del mundo, así como otras personas que querían una vida mejor, lejos de la guerra, el terrorismo, la falta de oportunidades, el desempleo, la pobreza, o simplemente querían estar en Londres para dar algo de variedad en su vida) veían este barrio como una zona de paz y armonía.
Nos encontramos en un apartamento en ese distrito, en el cual vivían dos amigos, apuestos y de buena apariencia, que compartían un apartamento, algo desordenado y que tenían un trabajo de tiempo completo en un restaurante árabe cercano, cuyo nombre era La Mecca; es decir, no gastaban parte de su salario en el metro y podían darse sus gustos, así como la búsqueda de ahorrar para invertir en educación técnica o especializaciones.
Esos dos amigos eran Ash Ketchum García y Kai Al Masri de 24 y 25 años respectivamente, cada uno con una historia que contar.
Ash nació en suelo británico pero es hijo de inmigrantes cubanos que buscaban una vida mejor; sin embargo, sus padres fueron deportados hace apenas unos dos meses ya que no tenían los papeles y documentación que los validaba como legales; sin embargo, mantiene comunicación constante con ellos. Por su parte Kai es un refugiado sirio que salió de su país para alejarse de los horrores de la guerra y la muerte en una tortuosa travesía por Europa y obtuvo la ciudadanía británica luego de presentar sus evidencias que lo acreditaban como refugiado sirio y fue amparado gracias al programa de refugiados del Gobierno Británico.
Ash se nos hace tarde para ir al trabajo, -Gritó desesperado el muchacho de ojos verdes.
Solo un minuto más Kai, -Exclamó el azabache de manera perezosa, cubriéndose la cabeza con la almohada.
Vamos que después Bolin y Mako nos pueden llegar a despedir si llegamos tarde, -Empezó a gritar Kai y después de eso fue a la cocina para coger un vaso con agua y aventárselo a su amigo para ver si despertaba.
¡Vamos Kai eso no era necesario! –Grito sobresaltado y mojado Ash.
Tú me obligaste. –Rió Kai. Rápido, báñate y cámbiate para que puedas estar listo para trabajar.
En eso estoy pero por favor no vuelvas a hacer eso.
Si no te duermes tan tarde en la noche mirando Game of Thrones y películas por Netflix no estaría lanzándote agua.
No es mi culpa que hayan películas tan interesantes, que Game of Thrones esté muy interesante, además que será la última vez que me quede hasta tarde.
Eso espero, -Mencionó Kai y mirando a Ash los brazos, -Además hace rato que no vas al gimnasio ¡vas a perder la musculatura si sigues con esos hábitos!
Si, también he estado pensando en eso, pero tendría que hacer recortes para eso.
El azabache había estado ahorrando para estudiar una carrera técnica en tecnología ambiental; sin embargo, dadas las circunstancias como la comida, los viajes a otras ciudades de Europa o el hecho que paga mensualmente en Netflix, tendría que hacer recortes en el presupuesto lo cual implicaba gastar solamente en alimentación, gimnasio y ahorrar para los estudios. En otras palabras adiós Netflix y adiós Game of Thrones.
Lo estaré pensando, aunque hay varias películas que me gustaría mirar y que se ven interesantes. –Dijo Ash con la mano en la sien, aunque Kai lo empezó a cuestionar nuevamente.
Por favor amigo, recuerda que la plata no es para siempre, hay que pensar en ahorrar para futuros planes, no solamente viajes para subirse a la Torre Eiffel o películas por Netflix.
Me parece bien, tendré que reducir gastos pero sé que me va a doler. –Dijo Ash aplastando aún más la almohada con la cabeza.
Hay que volver al gimnasio si no quieres ponerte obeso, además las chicas lindas se dejarán de fijar en ti si no vas nuevamente. –Enfatizó el joven de ojos verdes.
Con esas afirmaciones, Ash se levantó rápidamente de la cama se bañó, se cambió rápidamente pero se estaban olvidando que aún no han realizado el desayuno y que cocinar les quitaría buena parte del tiempo.
Llevemos manzanas y los pedazos de pizza que quedaron de anoche y nos los comemos allá en el restaurante. –Sugirió Kai, pero a su amigo no le gustó tanto la idea.
Pizza para el desayuno, ¿no hay algo mejor en el refrigerador?
Si quieres llegar tarde hay unos cuantos huevos para omelette y naranjas en la estantería para jugo. –Dijo el árabe mostrando la comida que habían comprado en el supermercado hace apenas dos días.
Entonces en ese caso ¿Qué hora es? –Kai le mostro en su celular la hora a Ash y vio que faltaban 20 minutos antes que el restaurante abriera.
¡Mierda! Démonos prisa si no queremos llegar tarde. –Gritó el latino sobresaltado.
Vamos si no quieres que Mako y Bolin se encabronen nuevamente.
Los dos jóvenes se fueron corriendo del apartamento hacia el restaurante con su desayuno que comerían luego en su lugar de trabajo, para su mala suerte casi se chocan con un repartidor de periódicos.
¡Oigan, fíjense por donde van! –Respondió.
¡Lo siento! –Contestó Ash.
Después de correr y esquivar carros, bicicletas y personas, finalmente pudieron llegar al restaurante; sin embargo, los dueños Mako y Bolin estaban en la entrada del mismo, se estrellaron con ellos, ocasionando que los cuatro terminaran en el piso.
¡Ash, Kai! Llegan tarde, -Mencionaron los dos árabes. –Esa no es manera de decir buenos días, por cierto buenos días. –Respondió Mako.
Pero si apenas fue un minuto de retraso.
Eso no es excusa y por otra parte… ¿Por qué carajos tengo salsa para pizza en mi traje? –Exclamo Mako al mirar que tenía un trozo de pizza en su uniforme y miro la bolsa que tenía Ash.
Ash ¿Por qué tienes pizza en la bolsa?
Es que no nos dio tiempo para desayunar y decidimos comer pizza para el desayuno. -Respondió el azabache.
Al menos eres sincero, sobre todo porque también comí pizza en el desayuno ayer. –Rió Bolin siendo compasivo con los dos.
Vamos hermano no es gracioso. –Respondió Mako.
Déjalos que coman su desayuno, además no llegan clientes por ahora –Le contesto el hermano menor.
Justo en ese instante los dos compañeros de apartamento se apresuraron en comer la pizza y las manzanas que trajeron desde casa, al igual que hablar con los dueños del restaurante sobre varios temas, muy en especial de contratar nuevos meseros para el restaurante.
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Ese mismo día (6:00 AM) 3 horas antes.
En otra parte del distrito de Brixton, muy cerca de la estación de Underground, había un apartamento mucho más organizado por dentro, el cual estaba ocupado por una linda chica de origen japonés nacida en la isla de Hokkaido (pero estudiada en Tokio), al igual que una bella rubia peli miel de ojos azules nacida en Siberia, de madre rusa y padre francés, ambas tenían la edad de 23 años y eran estudiantes becadas en el prestigioso London School of Economics.
Buenos días Serena, ¿qué tal tu noche? -Mencionó Jinora de manera alegre mientras estaba cocinando el desayuno de ella, después de bañarse y cambiarse a muy temprana hora vestida con una blusa roja de cuadros, un pantalón marrón, junto con un collar dorado.
Grandiosa Jinora, tuve un sueño muy hermoso. –Dijo la peli miel estirando los brazos luego de haberse bañado y puesto la ropa para salir a la universidad, llevaba una blusa manga larga de color rosado y portaba un collar plateado en su cuello.
¿De qué se trataba amiga? –Preguntó dulcemente la hermosa asiática.
Soñé que estaba en un bosque frondoso, hacía mucho frío y sentía que me estaba perdiendo dentro del bosque y los lobos me querían atacar.
Eso no suena a un sueño, parece más bien una pesadilla. –Respondió la peli castaña.
Lo mismo pensé yo, pero después vi a un apuesto azabache, de ojos marrones y piel algo morena que espantó a los lobos del lugar, se comenzó a desvestir y a mostrar su amusculado cuerpo. Era tan lindo. –Se sonrojó Serena.
A la japonesa con solo pensarlo se le aguo en sus partes íntimas y se sonrojo de golpe.
¿En serio? ¿Qué más? –Preguntó Jinora con una sonrisa picaresca.
También recuerdo que estuvimos haciéndolo… –Respondió la peli miel sonrojándose aún más. –Fue tan hermoso.
En ese instante, mientras las dos estaban distraídas y sonrojadas con el sueño de la chica de ojos azules, Jinora sintió como el chocolate que estaba preparando se estaba derramando haciendo que la estufa se ensuciara y botara el líquido marrón por toda la misma y en el piso de la cocina.
¡Oh por Dios! ¡Se me derramó el chocolate! –Se preocupó la asiática.
No te preocupes Jinora, -Dijo la mujer eslava y observo la jarra donde se derramo el chocolate, -Por lo menos hay suficiente para nosotros dos.
Serena sonrió y le puso su mano derecha sobre el hombro izquierdo de Jinora para decir que no hay problema para después limpiar la estufa. La peli castaña sonrió y decidió ayudarla en limpiar el piso. Por otra parte ambas se sirvieron una ensalada de frutas hecha en casa, un pan con ajonjolí y el chocolate, puesto que estando lejos de casa debían seguir comiendo sano dada las estrictas dietas que tenían en sus familias.
Hablaban de la universidad, al igual que la esperanza que tenían en encontrar un novio en una ciudad multicultural como lo es Londres. Tanto la rusa como la asiática se encontraban estudiando una maestría en cuestiones ambientales gracias a una beca. Por otra parte, solían usar parte de su tiempo libre conociendo la ciudad, ir al gimnasio e ir de compras de vez en cuando. Si de bien, la beca cubría la estadía, los padres de las dos muchachas suelen mandarles (contando entre las dos) mensualmente cerca de 280 libras esterlinas, es decir cerca de 400 dólares mensuales que gastaban de manera muy prudente. Eso sin contar que vivían en un apartamento, propiedad de una tía de la japonesa.
¿Crees que al profesor Clemmont le agrade nuestro nuevo diseño sostenible? -Dijo Jinora de manera perseverante.
No hay ninguna duda de eso amiga. –Le respondió la peli miel de manera optimista.
Las dos jóvenes se prepararon para ir a la estación de Brixton para tomar puntualmente el metro que las llevaría a la LSE y estar en un seminario de 3 horas dictado por el profesor Clemmont, al igual que a las dos les tocaría exponer a una audiencia de cerca de 300 espectadores sobre el avance que han hecho.
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Mientras tanto en otra casa en el distrito cerca del Brockwell Park se encontraba una mujer con su sobrina, ambas de origen polaco y que la mujer mayor tenía cerca de unos 65 años, de los cuales 20, viviendo en Londres ahora pensionada.
Por su parte, la joven tenía 24 años, poseía un cabello de color rosado, piel hermosamente blanca, ojos entre rojo y claro, así como un cuerpo digno de admirar, es decir una chica que cualquier hombre desearía tener. Era Aria y se había levantado antes que su tía para preparar el desayuno, estaba vestida con un pantalón negro junto con una blusa blanca al igual que un collar de color azul celeste.
El hecho que la peli rosa se había levantado y cambiado su tía, de nombre Anna, había felicitado en idioma polaco.
Dzień dobry (Buenos días) mi querida sobrina, veo que estás haciendo el desayuno. -Se alegró la señora Anna. –Así podrás conseguir un empleo aquí rápidamente.
Buenos días tía, y gracias pero pienso dejar más hojas de vida para ver si me llegan a contratar. –Comentó la joven algo enérgica.
La peli rosada había terminado la universidad en su natal Varsovia la carrera de bellas artes, teatro y moda, había estado casi un año desempleada en su país natal. Pero como se aburrió de conseguir trabajo y de seguir la misma vida con su abuela en la casa de su familia, la cual era bastante adinerada.
Así se habla, ¿en dónde has pensado meter? –Preguntó la señora de edad.
Estaba pensando en un colegio que no está muy lejos de aquí y en Upper Norwood.
También no estaría mal para que enseñes polaco. –Le aconsejó.
Esa es una gran idea, pero muchas escuelas exigen experiencia o incluso maestría en el tema.
Siempre la experiencia, no habrá lugar en el mundo donde no la exijan. –Protestó la señora.
Así es la verdad tía, además solo hice unos nueve meses como diseñadora pero no me la valen si deseo enseñar nuestro idioma y cultura. –Respondió la joven algo desilusionada.
También puedes tratar de venderte, de hacerte conocer un poco más.
Eso he estado haciendo, incluso cuando me ofrecí en Polonia para enseñar inglés. Después de eso Aria termino su desayuno, e incluso cocino para su tía y se sentaron en el comedor para continuar con la conversación.
¿No hay otros lugares más? Un centro de modelaje o quizás para actuación.
Tía, ya te dije que no quiero entrar como modelo, hasta preferiría trabajar en un restaurante.
Pero querida, muchas veces tendrás que trabajar en ciertas cosas que te va tocar y que quizás no te lleguen a gustar. –Dijo la señora de manera pasiva.
Como dije preferiría estar en un restaurante en vez de estar sin hacer absolutamente nada o que me miren como un objeto.
Vamos hija. –Comentó dulcemente Anna, sabiendo que para ella la joven era como su propia hija y que siempre la iba a visitar en su país natal.
Tía, si no fuera por ti aún seguiría en Polonia sin hacer nada, escuchando las peleas de mi abuela. –Dijo Aria con ganas de gritar.
Si tanto dices que prefieres trabajar en un restaurante, mejor hazlo, además no es necesario que me vayas a gritar. –Trató de consolar la señora de edad. La joven peli rosa suele ser muy calmada cuando se pone a leer libros, hacer ejercicio en el parque, bailar o estar con su teléfono celular chateando; sin embargo, al molestarse se ponía algo alterada o incluso se ponía a llorar.
¡Yo solo quiero estar ocupada en algo y no me gusta presumir! Además nunca creí que esto se me saliera de las manos, yo solo quiero algo que me agrade. –Empezó a llorar la peli rosada.
¡Aria Mielcarz! Esa no es el comportamiento de una señorita de tu edad, además debes tener paciencia si quieres obtener lo que quieres.
Aria en ese momento empezó a mirar a su tía y se limpió las lágrimas en sus ojos.
Tía, la razón por la cual no quise trabajar en la Agencia de mi abuela, no era porque peleaba solamente por ella si no por otra cosa más.
Pero Palermo te podía ayudar, te hubieras convertido en una gran modelo.
¡Ella no quería escucharme!
La familia de Aria (como se había dicho anteriormente) era bastante privilegiada, así como una de las más adineradas en Varsovia. Su abuela Palermo se había retirado de su carrera de actriz y era dueña de una prestigiosa agencia de modelaje con un socio con cerca del 75% de las acciones de la misma.
Dime hija, ¿Qué te impedía trabajar con tu abuela? Es algo que nunca me has contado. –Dijo la señora peli rosa mucho más comprensiva.
La verdad es que no quisiera hablar de eso. –Aria se levantó de la mesa y llevo su plato a la cocina tratando de ocultar las lágrimas. –Además pienso en eso y entro en llanto.
Trata de pensar en algo dulce, ¿sí?
Dicho esto, la tía fue en dirección para abrazar a la joven peli rosa y mostrar el amor y aprecio que le tenía.
Tía la razón por que no quería estar con mi abuela era ese sujeto.
¿El socio de Palermo?
Simplemente no quería ser solamente modelo y ser humilde, sino también conservar mi dignidad porque ese señor siempre me miraba de una forma bastante enferma. –Dijo la joven con los ojos llorosos.
No te preocupes hija, aquí estarás a salvo, desde que tus padres pasaron a mejor mundo, sabrás que conmigo aquí tienes una familia. –Contestó Anna alegremente dándole un abrazo.
Gracias tía. –Sonrió Aria.
La joven se dispuso a buscar empleo, no solamente en los lugares que tenía planeado, sino también en servir como mesera en un restaurante. Todo con el fin de no regresar a Polonia nuevamente.
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Entretanto, en un cómodo apartamento cerca del restaurante donde trabajan Ash y Kai, vivía solo un apuesto francés de 27 años el cual poseía ojos azules y cabello color azabache, que trabajaba como asesor militar para el ejército de su país y se encontraba en una misión de gran confidencialidad encomendada en un acuerdo entre los gobiernos del Reino Unido y Francia para contener el terrorismo. Ahora mismo estaba chateando por el Whatsapp con su novia ucraniana, cuya edad era de 25 años, dando el saludo de buenos días.
Buenos días mí querida Miette. –Contestó el joven de nombre Alain quien vestía un traje militar.
Buenos días mi hombre grandioso. –Habló la ucraniana de pelo azul.
¿Como amaneciste?
Bien gracias a Dios, desayuné y empacando mis maletas y luego ir al aeropuerto enseguida porque estoy de afán.
¿Afán de qué?
Afán de estar contigo, tontín.
Alain se sonrojo y decidió continuar con la conversación sin algún inconveniente; sobre todo porque ya estaba en su lugar de trabajo antes de la hora indicada.
¿A qué hora tienes tu vuelo?
Dentro de tres horas.
¡Vaya! Será mejor que te apresures si no quieres perder el vuelo.
Miette en ese momento se encontraba en Kiev, Ucrania realizando una investigación encomendada por la Interpol con el fin de buscar a un jefe de la mafia ucraniana de nombre Giovanni quien presuntamente se encontraba en ese país de Europa Oriental realizando toda clase de actividades ilícitas, incluso posibles nexos con grupos terroristas en Medio Oriente. Tomaría un vuelo a Londres para reunirse con Dawn, coordinadora sénior sobre crimen en la sede de la policía e Interpol en Londres, para informarle de la información recolectada.
Pero antes tenía que hablar con su novio para que la fuera a recoger, así como hablar cuestiones como la familia y las veces que Miette se echa sus tragos de vodka. Obviamente, por razones que firmaron un acuerdo de confidencialidad, no podían hablar de manera detallada sobre la información sensible que trataban de manera constante.
Por su parte Alain intentaba en no solo pensar en la bella eslava de pelo azul, sino también en la misión encomendada por los generales cuando estaba en París ya que eso significaba su futuro profesional dentro del ejército y el Gobierno Francés mismo. Es decir, un trabajo que requería todas las precauciones y sutileza del caso.
Sin embargo, últimamente pensaba más en la misión que en la ucraniana, debido que cada vez que el militar hablaba con otra mujer, Miette se dejaba llevar por la ira, sin contar que muchas veces cuando iba a su Ucrania natal se emborrachaba con un litro entero de vodka (Alain apenas tomaba vino). Así mismo, ambos viajaban de manera constante, dando como consecuencia que la comunicación interpersonal entre ambos se estaba deteriorando.
En otras palabras, el francés intentaba romper con Miette, pero no podía.
Bueno, como les pareció. Espero que les haya gustado y dejen sus reviews al respecto, por ciertas cositas y demás.
Hasta un aproximo capitulo.
