Hilo Rojo

Doy gracias a Yukiko-kun por recordarme esa leyenda (aunque sin saberlo ya que sólo le servía a su fic) y en la cuál me he basado para escribir este one-shot

-¿Hilo rojo?- preguntó Midorikawa a lo que Aki asintió emocionada.

-Sí. Es una creencia que dice que dos personas destinadas a estar juntas resultan estar unidas con un hilo rojo que se encuentra amarrado en el meñique de ambos- explicó.

-Y no sólo eso, también se dice que ese hilo no se puede romper por nada del mundo, sin importar las circunstancias- agregó Haruna, ambas muchachas parecían extasiadas con la idea.

-Es una hermosa leyenda de amor- agregó Fuyuka con ternura

Kazemaru no dijo nada pero observó su dedo meñique pensativo igual que muchas otros de sus compañeros de Inazuma Japan, se preguntaba si el tendría su hilo rojo conectado con alguien, esperaba que sí…no, de hecho no sólo deseba que así fuera sino que deseaba que fuera con "él". Miró de reojo al goleador estrella de su equipo, Goenji, el cuál, igual que muchos otros, miraba su dedo meñique. El peli-azul suspiró burlándose de su mismo por ser tan estúpidamente romántico y guardar falsas esperanzas ya que tenía bastante claro que Goenji no compartía los sentimientos que sentía por él y que lo atormentaban días y noches.

Intentando no darle más vueltas al asunto miró nuevamente a sus compañeros, en ese momento Midorikawa abrazaba por el cuello a Hiroto, tenía un ojo cerrado en forma de guiño y alzaba su dedo meñique.

-Entonces Hiroto y yo debemos tener ese hilo justo aquí- dijo de manera juguetona y entrelazó en dedo de ambos, Hiroto se sonrojó y lo separó.

-¡M-Midorikawa no es necesario que digas cosas como esas!- le reclamó lo que hizo a sus amigos reír.

-En fin, eso sólo se cree por que la arteria ulnar une al dedo meñique con el corazón, fuera de eso no necesariamente es cierta- dijo Kidou restándole importancia.

-Mo! onii-chan, tu si que eres muy poco romántico- se quejó Haruna –no es necesario matarle la ilusión a todo esto- terminó.

Kidou se disculpó un poco abochornado por el regaño de su hermana menor y nuevas risas acompañaron a esto. Sin que Kazemaru se diera cuenta, el goleador de fuego lo miró de reojo para luego desviar la mirada y masajearse el cuello de forma avergonzada.

A unos metros allá una mujer de apariencia misteriosa los observaba, tenía que cabello rojo hasta las rodillas que le caía lacio y que parecía mantenerse ondeando por un viento inexistente, sus ojos también eran rojizos y su pálida piel contrastaba con el kimono ceremonial color cereza que tenía puesto.

-Ellos dos están sufriendo mucho por no captar las señales que se dan mutuamente, creo que ya he esperado demasiado, definitivamente intervendré, especialmente ahora que está cercano el "Mizu no Matsuri" (*1)- musitó con una voz que sonó angelicalmente hermosa, luego de eso desapareció con una ráfaga de pétalos de Sakuras.

Los muchachos de Inazuma se prepararon para almorzar, estaría en ese pequeño pueblo por unos días a petición de las chicas ya que estaba pronto a celebrarse un festival que les causaba mucha ilusión, de ahí es de donde había salido la conversación acerca de la leyenda del hilo rojo del destino. El festival era al día siguiente luego de que el sol se ocultara, habría una especie de feria en la que estarían los juegos tradicionales japoneses como lo era la pesca de peces dorados con una pequeña red de papel, otro punto que emocionaba a las muchachas era que debía irse con kimono (en el caso de las mujeres) y con yukata en el caso de los hombres. Parte importante del festival era la despedida de las barcas, evento del cuál salía el nombre del festival, los enamorados escribían su nombre en un pequeño rollo de papel atado a un amuleto que hacía de peso para que no se volara y se ponía en una barca comprada con anterioridad en el mismo festival, se decía que si se dejaba el papel y despedías a la barca las personas que deseaban estar juntas aunque el hilo rojo no los uniera serían bendecidos por Aka-Kami (*2) apareciendo luego el codiciado hilo y los que ya estaban unidos lograrían que su hilo fuera mucho más poderoso.

-¿Y de dónde sacaremos los kimonos y las yukatas?- preguntó Sakuma a las cuatro muchachas que comían conversando felices. Cuatro por que desde hace ya unos días que Natsumi había comenzado a viajar con ellos.

-Lo iremos a comprar en unas horas más cuando hayan descansado y bajado la comida- les contestó Natsumi a todos los muchachos que las escuchaban interesados

Así pasaron las horas todos conversando tranquilamente sin ningún problema de algún tipo, claro, ignorando que nuevamente Kogure había puesto picante en el plato de Megane y Kabeyama y que estos había tenido que tomar litros de agua por ello. Ya era hora de ir a la zona comercial de ese pueblo que contaba sólo con algunas tiendas, cuando encontraron a la que se especializaba en lo que necesitaban entraron aunque lo hicieron en grupos pequeños para no organizar un caos en el interior del pequeño local; Kazemaru entró con Endou, Goenji, Kidou, Toramaru y Aki dedicándose a mirar las yukatas en silencio aunque no logró elegir ninguna que le gustara por que de un momento a otro la chica le puso una azul en los brazos.

-Creo que esta te quedara bien Kazemaru-kun ¿por que no te la pruebas?- le ofreció con una sonrisa.

-Eh…Ah…Hai- aceptó mirando de reojo a sus otros compañeros.

Endou tenía en sus brazos una yukata de color verde oscuro, mientras que Kidou tenía una azul piedra, por otro lado Toramaru tenía una amarilla mostaza y Goenji examinaba una de color rojo oscuro. Kazemaru entró a un probador para cambiarse y cuando salió la chica soltó un suspiró de admiración.

-Te queda muy bien Kazemaru-kun- exclamó atrayendo la mirada de los otros cuatro.

Endou, Kidou y Toramaru le dieron su asentimiento con una sonrisa pero cuando el peli-azul miró al peli-crema para pedir su opinión este le desvió la mirada y se metió al probador de al lado para probarse la yukata que tenía en la mano.

Kazemaru lo miró levemente dolido mientras que Aki y Kidou observaban la situación un poco preocupados y Endou conversaba con Toramaru sin notar nada de lo que ocurría…o eso parecía.

Cuando terminaron de comprar todos los de Inazuma junto a las muchachas se dirigieron de vuelta a la caravana relámpago pero cuando iban a medio camino se vieron interceptados por un equipo de futbol que los retó a un partido, los chicos dudaron un poco en aceptar ya que sentían algo sobrenatural en ellos pero aceptaron de todas formas cuando los del equipo contrario apelaron a su orgullo.

El partido comenzó y el equipo de Inazuma tomó rápidamente la ventaja gracias a la "Tiger Storm" de Goenji y Toramaru, en ese momento Kazemaru iba con el balón a gran velocidad, logró pasar a los defensas del equipo contrario pero una muchacha pelirroja a la que hasta ese momento no había visto se cruzó en su camino y le arrebató el balón, frustrado el ex atleta lo recuperó y le dio un pase a Kurimatsu pero la de cabellos rojos lo interceptó ante el desconcierto de los jugadores de Japón que no sabían de donde había salido, aunque eso perdió importancia cuando de una fuerte patada se la lanzó a Kazemaru directo al estómago.

El peli-azul no alcanzó a reaccionar y salió despedido hacia atrás por la fuerza del impacto, Goenji vio aterrado la escena e intentó atrapar a Kazemaru situándose a su espalda, rodeó la cintura de su compañero pero salió despedido junto con él hacia atrás. Si no lo soltaba, ambos se darían un fuerte golpe contra el palo de la portería pero aún así lo único que hizo fue apretar el agarre que tenía en el más bajo. El golpe llegó y los hizo soltar a los dos un gemido de dolor.

-¡Goenji, Kazemaru!- gritó Endou horrorizado pero al intentar llegar hacia ellos la mujer se atravesó.

-Ellos necesitan este sueño- dijo como si eso lo explicara todo.

Ninguno de los de Raimon le hizo caso e intentaron llegar a sus dos amigos que yacían inconcientes, Kazemaru sobre Goenji y este abrazándolo de manera protectora, pero una especie de barrera invisible se los impidió.

-¡¿Qué demonios?- exclamó Midorikawa preocupado a sobre manera por su amigo peliazul que no sólo había recibido el impacto del palo sino también el del balón en su estómago.

-¿Qué...es este lugar?- preguntó Kazemaru confundido.

Se encontraba sólo en un escenario completamente blanco que tenía como único componente un árbol de Sakura en lo que el supuso sería el centro, iba avanzar hacia él cuando tropezó y al voltear a ver que era lo que había provocado su caída pudo notar un brillante hilo rojo que estaba enredado a sus pies, se lo desenredó y al hacerlo pudo ver que un extremo del hilo estaba atado a su meñique y el otro…el otro no lo sabía por que se perdía tras el árbol.

"Dos personas destinadas a estar juntas"

"Unidas con un hilo rojo que se encuentra amarrado en el meñique de ambos"

"Es una hermosa leyenda de amor"

Esas palabras asaltaron su mente mientras corría para poder ver a la persona que se mantenía fuera de su alcance visual pero cuando logró verlo se detuvo en seco, Goenji se observaba el meñique igual de confundido que el anteriormente; tan ocupado estaba observándolo que no notó como el peli-crema jalaba del hilo con fuerza y como consecuencia de ello arrastró a Kazemaru hasta que lo tuvo frente a él, ambos chicos se quedaron en silencio y cuando notaron el hilo se sonrojaron fuertemente desviando sus miradas del otro al unísono.

-Ah…bueno…¿Tienes idea de en donde estamos?- preguntó Kazemaru intentando sonar normal…con poco éxito

-No, pero creo…que estamos dormidos- dijo Goenji, el otro lo miró desconcertado- bueno, más bien, inconcientes, lo último que recuerdo de antes de llegar a este lugar es que intenté atraparte cuando saliste impulsado por el pelotazo de esa mujer-.

-Oh…ya veo, pero eso no nos dice que salir de aquí- dijo Kazemaru y, un poco desalentado, se sentó al pie del árbol, Goenji lo imitó.

Mientras tanto los demás miembros de Inazuma miraban frustrados a sus dos amigos unos metros más allá mientras que la chica de cabello rojo les sonreía con tranquilidad, de pronto Midorikawa bajó la mirada hasta su mano al notar que la muchacha hacía discretamente lo mismo, y al hacerlo pudo notar sorprendido como un hilo rojo en su dedo meñique tenía su otro extremo atado en el meñique de Hiroto.

-Oye, Hiroto…mira esto- le dijo realmente extrañado, Hiroto lo miró.

-¿Qué pasa?- preguntó el pelirrojo, como toda respuesta el otro levantó su dedo.

Hiroto vio el hilo y lo siguió con la mirada sonrojándose a más no poder cuando notó que ambos estaban unidos, por su parte Midorikawa estaba demasiado ocupado mirando alrededor como para notar el sonrojo de su novio o sonrojarse el mismo.

-¡Mira! Tsunami y Tachimukai también están unidos por un hilo- dijo el muchacho. Sin que ninguno lo notara la mujer pelirroja había desaparecido.

-Eh…¿¡Eh!- atinó a decir Tsunami mirando su mano.

-¿Qué, por qué esto?- dijo Tachimukai avergonzado intentando desatarse el hilo, Tsunami lo miró un poco sentido.

-De cierta forma, eso me resulta ofensivo Tachimukai-.

-Pero, por que yo no…- musitó Tobitaka que estaba junto a Fudou. Todos los miraron y pudieron ver que ninguno de los dos tenía hilo alguno uniéndolos.

-Pero ¿Por qué? Incluso si ambos son novios- dijo Aki cubriéndose la boca con las manos.

Los dos muchachos no dijeron nada y se marcharon del lugar bajo la mirada preocupada de los demás.

Por otro lado Kazemaru y Goenji se había levantado de un salto cuando vieron a la mujer pelirroja sentada en una rama del árbol.

-No se preocupen- les sonrió –vengo a decirles como salir de este lugar-.

-…-

-La solución es muy fácil, sólo deben unirse y entender de una vez por todas sus sentimientos mutuos- explicó.

-¿Nuestros sentimientos mutuos?- repitieron por inercia ambos muchachos.- Eso significa-.

Ambos se miraron e intentaron sonreírse pero los nervios se lo impidieron, finalmente Goenji decidió tomar la iniciativa y, jalando a Kazemaru del brazo, lo envolvió en un abrazo, Kazemaru se sonrojó pero sin decir nada entrelazaron sus manos, luego de eso la mujer sonrió y una fuerte luz blanca los cegó.

Mizu no Matsuri: significaría literalmente festival del agua, no se si existe o si se llama así pero lo he creado sólo por el bien del fic.

Aka = rojo; Kami= dios.