Disclaimer |Ni Shingeki no Kyojin y sus personajes me pertenecen, son propiedad desu autor, Hajime Isayama, yo sólo realizo esta obra por diversión sin fines de lucro. Derechos reservadosde este Fic a Corp. Charly.
Advertencia | BL. Levi Centauro. Eren Oráculo. AU
Notas | Este Fic es Dedicado a ElisaM2331, ella que es mi Madre Gea, y la amo con más que mi alma y porque ella es una gran colaboradora de esta historia.
The Darkest Seduction
Capitulo
1
.
.
.
.
Deseos bajos y animales son los de la carne, provocadores de males y tragedias. ¡Oh benditos sean! Mieles de Hebe, ambrosia de los Dioses sois.
De pie, en el centro de aldea, Levi observó de reojo a sus hermanos y compañeros, colocados en fila. Todos ellos observando atentos, con las armas en las manos pero con el gesto de sorpresa pintado en los hombre de coleta enfrente de ellos era la desesperación misma y sus palabras eran una marejada de nervios y dolor, sus suplicas eran demasiadas. La incertidumbre flotaba en el aire.
Los centauros eran salvajes, rebeldes y fuertes, y no se llevaban con los humanos. Hacer favores y aceptar tratos sumisamente no estaba en su naturaleza. Pero ahí estaban todos, viendo a su líder hablar con una bola de humanos que suplicaban por su ayuda. Aquella escena no pintaba bien para los humanos, olía a sangre y terror.
—Debes de ayudarnos, Guardián Levi, líder de los centauros —los labios temblorosos del hombre hacían que las palabras salieran algo entrecortadas —. Estamos a un paso a la aniquilación.
— ¿Y eso debe de importarme?— la voz ruda del centauro causó una presión en el pecho del humano suplicante —. Lo que a ustedes les pase es sólo de su incumbencia, no de nosotros. No te atrevas a meternos en sus problemas.
— ¡No lo entiendes! — el grito se esparció por todo el lugar —. Ahora somos nosotros y una vez que ellos obtengan el Ojo, serán ustedes.
Levi aniquiló al hombre con la mirada.
— Nosotros no hemos sido quien ha desafiado a los bastardos de los Dioses, desde la centauromaquia, nos hemos mantenido al margen, no habría porque de atacarnos.
—Ellos los odian y están eliminando a todos aquellos que consideran sus posibles enemigos — las palabras se mezclaron con las lágrimas nacientes.
— Grisha, déjalo. — una mujer castaña y de ojos avellanas se acercó al hombre que ahora estaba de rodillas —. Veremos cómo llevar al Ojo hasta María sin que le pase ningún percance.
— Estamos acabados — sollozó el hombre.
— Levi…— la voz casi en un susurro hizo que el azabache girara el rostro. Un centauro de cabellos bicolor le hacía un gesto de que se acercara. Levi obedeció y cuando estuvo a unos pasos de él, su voz grave penetró en sus odios — ¿Y si es cierto lo que dicen ellos? ¿Qué pasara si los Dioses al final si nos atacan?
— Si los ayudamos lo harán — contraatacó el líder.
—Pero ellos poseen al Ojo y eso…— las otras palabras se quedaron flotando en el aire.
— Esto es una mierda. Tsk. — el centauro di una pisada molesta al chistar la lengua.
El azabache se giró hacia donde la comitiva de humanos que había llegado se estaba marchando. La pareja que dirigía a aquellas gentes es la que más denotaba la derrota de haber llegado hasta ahí.
—Oi. — les llamó y el hombre de coleta se giró con los ojos húmedos —.No seré la puta niñera de nadie, durante el viaje verá como proveerse por si misma— cada palabra salió como un siseo letal —Le protegeré hasta llegar a los límites de María, de ahí verá cómo se las arregla.
—Gracias, infinitas gracias —el hombre se había vuelto hasta donde Levi y echado de rodillas le agradecía sin para — Mañana al amanecer le traeremos, deben de partir cuanto antes.
— Ya cállate. En cuanto más rápido me deshaga de esto, mejor —su voz fastidiada no causó el efecto deseado en el hombre arrodillado en frente de él, en cambio vio como los ojos se iluminaron y la sonrisa aliviada nacía, luego como se levantaba y se marchaba con sus gentes repitiendo gracias varias veces más —. Humanos fastidiosos — soltó cuando los de la comitiva ya no se veía en el bosque que rodeaba a la aldea.
.
.
.
El ahogo cerrándole la garganta, el latir errático del corazón y las pupilas dilatas eran las pruebas fehacientes del despertar súbito de una nueva pesadilla o más bien una nueva visión. El cuerpo tembloroso sobre las mantas trataba infructuosamente de sacarse de la mente aquellas imágenes. La sangre y los gritos, su desesperación misma producto de la impotencia ante la masacre, las maldiciones de los Dioses y de su Rey antes de ser decapitado por un ente que no podía ver con claridad.
Aquella visión era la quehabía alentado a sus protectores para dar el siguiente paso en la batalla contra los Dioses. Pero habían sido traicionados y su existencia había sido revelada. El sometimiento y la aniquilación de la humanidad estaban sobre sus hombros, así como también la salvación y redención. Quería gritar y llorar. Pero no podía, él tenía que ser fuerte, demostrar serenidad porque era la esperanza y lo único que realmente tenían contra los Dioses. Si demostraba desesperación, todo se iría al infierno.
Cubriéndose con las mantas trató de volverse a dormir, pero los pasos y voces de sus protectores le alertaron. Las cortinas fueron descorridas inundando la habitación por la luz de las velas del pasillo.
— Eren, despierta — la voz de su madre fue la primera que escuchó.
— Vamos, debes de alistarte — esta vez fue su padre — Anda muchacho, que hemos conseguido ayuda.
— ¿Quiénes? — fue su única pregunta, puesto que sabía que nadie estaría dispuesto a ayudarles.
— Los poderosos centauros — canturreó su padre —. Ellos te protegerán hasta María. Vamos alístate, que sabes que tienes que llegar antes del eclipse de sol.
Eren aun aturdido por el recién despertar se tambaleó cuando se puso de pie. Se anudó mejor la toga y se pasó los dedos por el pelo tratando de acomodarlos aunque no lo logró.
— ¿Qué les dijiste para convencerlos? Nosotros no somos de su agrado.
— Le hable de tu profecía.
— ¡¿Qué?! Prometiste no contárselo a nadie más. Sabes que no es algo seguro. —su reclamó fue alto y molestó a su progenitor.
— Que más podía hacer. Necesitamos que llegues a María, cualquier recursos es válido.
— Padre, tienes idea de lo que acabas de hacer. Esto sólo podría empeorar las cosas. No quiero…— un gimoteo lastimero brotó de sus labios.
— Basta Eren, los humanos hemos soportado demasiado tiempo ser las mascotas de los Dioses, por fin las fuerzas se han unido y estamos dando batalla, tienes que entender que usaremos todo lo que esté a nuestro alcance para ganar.
— Eren. — la voz cariñosa de su madre le sorprendido desde la espalda, la mujer tenía entre sus manos una pequeña maletita —. Cariño, sé que no deseas involucrar a nadie más, pero estamos seguro que esto es por un bien mayor. Trata de serenarte — le acarició los cabellos castaños a su vástago — Toma esto. Tenemos que salir ya mismo, casi esta por amanecer.
Eren tomó la pequeña maleta y agachó la cabeza en señal de derrota. Él amaba a sus padres y por ellos estaría dispuesto a todo pero no quería involucrar a más personas, porque al hacerlo sus visiones cambiarían y eso sería terrible para los planes de sus padres. Él no quería verlos muertos y había algo que le decía ese era el destino más próximo para sus congéneres.
Todo era un tormento para él.
Ser quien era, era un tormento.
.
.
.
Dentro de la aldea de los centauros todo era un revuelo. Los murmullos iban desde los preocupados hasta los molestos por la decisión de su líder. Ellos se habían alejado de todo lo que tuviera que ver con los Dioses como para ponerse en el ojo del huracán por una batalla que no era suya.
— Cállense ya — la voz del líder fue acatada en un segundo y todo quedo en silencio —. Sólo iré yo, cualquier consecuencia será asumida por mí mismo. Dejen de fastidiar— estaba enfado.
— Levi…— la voz sibilante de Farlan, su hermano era una muda disculpa, puesto que había sido él quien puso la duda en su mente.
— No digas nada, Farlan. Ellos ya llegaron — la voz de Levi, sonó más calmada — Hazte cargo de ellos en mi ausencia. Volveré — en ese momento salió rumbo al bosque, no quería que se acercaran nuevamente a la aldea.
El alba ya se podía ver entre los arboles cuando Levi alcanzó a los humanos en medio de la vegetación. Esta vez sólo iban los líderes de la comitiva anterior con una persona envuelta en telas de sedas azules.
— Guardián Levi — exclamo el mayor —. ¿Viene solo?
— No necesito a nadie más para esto.
— Pero creí que...— las palabras fueron cortadas por la voz del azabache.
— Fui yo quien se comprometió, no mi gente. Y es toda la ayuda que tendrán.
— Bien. — dijo resignado el hombre.
— Eren. — la voz de la mujer bailó en el aire —. Ven con el guardián.
La figura envuelta dio pasos hacia Levi y fue entonces que se descorrió las telas.
El azabache se quedó paralizado. Aquel ser….aquel ser…era el ser más bello que había contemplado. Tenía la piel acaramelada, el cabello castaño, una boca deliciosa y unos ojos más allá de lo cautivante.
Era perfecto y además…
Su aroma….era extraordinario….una mezcla de orquídeas y menta…fue entonces que lo vio con más claridad, era un varón, pero el hombre más hermoso que hubiese contemplado y su sangre se calentó.
No debía seguirlo viendo.
Alejarse era lo mejor…pero...tal vez no….
El muchacho frente a él hizo un gesto extraño y dio dos pasos atrás.
— No iré con él — su voz preciosa fue una melodía para Levi.
— ¿Qué? — tanto la mujer como el hombre mayor vieron sorprendidos a su hijo — ¿Qué estás diciendo? — el reclamó le llego del padre.
— Es que….me mira como una cosa rara — hizo un puchero.
« La cosa más deliciosamente rara » Quiso decir Levi, pero se contuvo.
— No seas infantil, Eren. Ve con él. — la mujer lo empujó hacia adelante.
El muchacho se resignó y dio los pasos faltantes hasta llegar al centauro. Las miradas chocaron. La mente de Levi estaba flotando más allá.
Saboreando el nombre del adolescente.
« Eren…un nombre perfecto para tan bella criatura »
Imaginando su cuerpo desnudo y jadeante, perlado por el sudo, boqueando y con su olor pegado en todo el cuerpo.
Estaba condenado. En ese instante supo que llevar 'integro' al muchacho hasta María, sería el reto más grande de su vida, obviando el hecho de que cualquier criatura podría atacarlos en el camino.
Estaba perdido aquellos encantadores ojos lo habían perdido.
Giró el rostro y soltó unas palabras cortantes.
— Andado mocoso. Espero deshacerme pronto de ti — cerró los ojos un momento y trato de alejar de su pensamiento el olor embriagante del muchacho.
Eren le siguió silencioso, encerrado en su propio mundo, ajeno a los pensamientos del centauro, enfocado únicamente en su preocupación por todos sus congéneres.
El viaje apenas estaba empezando.
Notas finales:
¿Y que les pareció? Esta cortito, pero lo bueno y sexy se viene pronto.
Si le gusto déjenme un review.
Con amor
Charly*
