Lealtad

Moriarty estaba aburrido, y para la sociedad londinense, eso era una terrible noticia, tal vez pronto iban a sufrir un ataque terrorista, ¿una bomba? ¿El Gobierno iba a tener un problema con hackers?

No, no y no. Por una vez, Jim iba a concentrarse solo en una persona.

Y no, no era Sherlock, aunque bien podía pensarse que al final si era él, pero bueno, ¿acaso era su culpa que su mascota le siguiera a todos lados?

Por supuesto que no, pero él quería saber hasta dónde llegaba la lealtad de John Watson hacia Sherlock Holmes, y para satisfacer su curiosidad, solo tuvo que pensar un momento para crear su plan.

Y solo tuvo que esperar unas horas para que pudiera capturar al pequeño John, al pequeño, pero muy fiero John que dejó a dos de sus hombres inconscientes antes de que lo sometieran.

Y cuando por fin lo tuvo amarrado y amordazado, empezó con sus pruebas.

Prueba #1 –Libertad por información (Sujeto: John H. Watson)

Sentó al rubio en una silla, negándole la vista al haberle puesto una venda en los ojos, y el movimiento, al haberlo amarrado a esta.

-John, John, John…

Canturreó mientras danzaba a su alrededor.

-Dime, pequeño John, ¿estás dispuesto a darme información personal de Sherlock a cambio de tú libertad?

-Vete a la mierda.

Resultado #1 –Fracaso por negativa rotunda

Prueba #2 –Falso Sherlock (Sujeto: John H. Watson)

John seguía en el mismo sitio, irritado y cansado, solo quería regresar a Baker Street a tomar una taza de té e irse a dormir para despertar a las tres de la mañana por culpa de Sherlock y su violín, pelear un poco con él y regresar a su deliciosa y acolchonada cama.

-¡John!

La voz de Sherlock lo sorprendió y movió su cabeza en todas direcciones, intentando encontrarlo.

-¡Sherlock!

Respondió preocupado por su amigo.

Resultado #2 –Éxito rotundo, el sujeto responde perfectamente

Solo quedaba una prueba más, Moriarty sonrió cuando todo estaba en su lugar y las piezas en sus posiciones.

Prueba #3 –Mascota explosiva (Sujetos: John H. Watson y Sherlock Holmes)

Jim podía decir, que John era muy aburrido a la hora de transmitirle sus palabras a Sherlock, eso fue lo que lo motivo a mostrarse, esperando conseguir más datos.

Y vaya que los obtuvo, primero, cuando John se abalanzó sobre él, diciéndole a Sherlock que le disparara y después, cuando ambos acordaron dispararle a la bomba con una sola mirada.

Resultado #3 -¡Lealtad al 1000%!