Resumen
"Muñecos con alma humana que pueden sentir, moverse y pensar como un humano… dispuestos a pelear por sus Masters en juego macabro"
Al cumplir 15 años, Tsunayoshi recibe un extraño paquete sin remitente. Al abrirlo se topa con la muñeca de un joven moreno con bellos ojos grises y piel pálida, un semblante regio y con expresión solemne. Los detalles son tan realistas que pareciese que tuviera vida. Se queda maravillado por el objeto en sus manos y de su belleza que decide quedárselo sin sospechar que esa acción marcaría el inicio de un juego macabro.
Poco después es secuestrado y pierde el conocimiento para despertar en un paraje desolado. Ahora en compañía de desconocidos deben superar los retos de quien les dirige desde las sombras para ganar y sobrevivir… pero pronto se darán cuenta que el juego les hará vivir la verdadera desesperación y angustia a medida que conozcan las verdades detrás del telón.
Las reglas son estas:
Habrá ocho competidores en el juego.
Cada competidor se le otorga un muñeca quien obtiene el título de Servant para que le proteja.
Pueden el Master ayudar a su Servant si consigue armas que amplifiquen sus llamas que le servirán para el ataque.
El juego será realizado en un pueblo desierto donde sólo estarán los competidores y sus servant.
Cada tres días habrá un reto a superar, si se logra se obtendrán las contraseñas para mantenerse en el juego, si se falla un Master deberá morir.
Habrá que cuidarse de las criaturas que rondan por las noches y sobrevivir a sus ataques.
Si se logra pasar todos los obstáculos se les concederá un deseo al final del juego. Pero hay una condición que no debe ser rota.
Parejas 1827, 8059, XS, RL, 10051, BF, 6927 (Leve), 10069 (Leve).
Notas del fanfic:
Jugadores:
Sawada Tsunayoshi- 15 años. Master.
Hibari Kyoya-aparentemente 16 años. Muñeca de Tsuna que obtiene el título de Servant para entrar en el juego. A diferencia del resto tiene algunos recuerdos, pero la mayoría están difusos.
Gokudera Hayato- 15 años. Master.
Yamamoto Takeshi- 15 años. Servant de Gokudera. No tiene memoria. Armas: Katana Shigure Kintoki.
Xanxus-18 años. Master. Alguien le metió en el juego a pesar de que se deshizo de la muñeca en un principio.
Superbi Squalo- 18 años. Servant de Xanxus. Al igual que la mayoría de las muñecas, no recuerda quien es. No soporta a Xanxus pero no evita querer protegerlo. Armas: Espadas.
Lambo-14 años. Master. La razón por la que se queda con la muñeca es que se le hizo familiar aunque no recuerda a quien se asemeja. Acepta pedir el deseo de Reborn a cambio de que le salve.
Reborn- 25 años. Servant de Lambo. No soporta a Lambo pero debido a la condición que le impuso para protegerlo lo acepta. Armas: Leon.
Irie Shoichi – 24 años. Master. Él y Byakuran estaban investigando las desapariciones de los últimos 50 años en la ciudad de Namimori antes de ser enrolados en el juego.
Byakuran- 25 años. Servant de Soichi. Durante la investigación fue capturado y no recuerda que pasó después de ello. Aunque si recuerda los sucesos de su vida decide guardar silencio y finge no recordar. Soichi y él deciden no comentar nada acerca de la investigación por el momento.
Fran- 13 años. Master. Él ve en Belphegor a alguien de su pasado pero no comenta nada cuando el rubio le desconoce.
Belphegor- 24 años- Servan de Fran. No recuerda nada de su vida anterior a excepción que fue un asesino. Armas: serie de cuchillos los cuales controla mediante hilos.
(Sólo porti Ceci lo puse ^^ espero te agrade el BF)
Sasagawa Kyoko- 14 años. Master. Conoce a Tsunayoshi desde inicio de instituto medio y se apoya en él en el juego. No soporta estar mucho tiempo con su muñeca ya que le recuerda a su hermano.
Sasagawa Ryohei- 16 años. Servant de Kyoko. Su fidelidad a la castaña es incondicional que atormenta a Kyoko. Armas: pelea cuerpo a cuerpo usando guantes boxeo.
Fumito (si, el de Blood-C, no se me ocurría a alguien más psicópata XD) – 30 años (aunque no tenga esa edad en el anime). Master. El mayor de los presentes y en apariencia alguien confiable de lo cual tomará provecho.
Sei- 14 años. Servant de Fumito. Personaje OC. No habla y es muy seria. Su expresión siempre es fría y sin sentimientos. Viste siempre una yukata blanca y una bufanda roja. Armas: abanicos con los cuales arroja ráfagas cortantes.
Otros personajes
Masakaki (de [C]: The Money of Soul and Possibility Control) . Extraño personaje que da consejos a los participantes. No se sabe si es humano y le encanta ser espectador del juego (me encantó el personaje y pensé que era perfecto para el papel ;P).
69 (muñeca que se mete en el juego) con mención a 96 (Master de Mukuro muerta en combate)
Luce (Muñeca caída)
Unni (¿?)
Lian (personaje oc). Master. Ha estado atrapada desde hace 1 año sin oportunidad de salir.
Girge (de Break Blade, mi yandere favorito ^/^). El servant de Lian y Arcano; Título de Apostol desconocido.
Ginger. Arcano.
Senji Kiyomasa. Arcano con título de Apostol. Obtiene el nombre de James (Santiago).
Y otros que se me ocurran.
OPENINGS
PRIMER ARCO:
Tsumi to batsu to aganai no shoujo por Ayane
watch?v=EWdZqNtgMe0
SEGUNDO ARCO:
Hallelujah por Rurutia
watch?v=YTBuPnWPXvU
TERCER ARCO:
Ta ga tame no sekai por Akiko Shikata
watch?v=s_1WdlYMHgE
ENDINGS
PRIMER ARCO:
Mnemosyne
watch?v=a_aQhLflzJU
SEGUNDO ARCO:
Lost Children por Akiko Shikata
watch?v=cT5hOQZ33RQ
TERCER ARCO:
One sided love por Akiko Shikata
watch?v=7eoaqWmYy3w
N/A:
(Aparece Kyo tambaleándose)
Kyo: aquí… (cae de lleno al piso y se forma un charco de sangre)
Anna: eso es por no cumplir con el plazo ¬¬ (Mira con sonrisa radiante al público) Para los que no me conocen mi nombre es Anna o Yamiryuk, soy la editora de este cadave... ejemm de la autora Kyomi120500, Kyo-chan para los amigos o dame-Kyo como yo le digo. Disfruten la nueva entrega. Reviews y comentarios son bienvenidos ^^.
Rating: M:
Disclaimer: KHR pertenece a Akira Amano-sensei (por el momento ¬¬)
Advertencia: Gore, asesinatos y violencia.
Juego de muñecas.
By: Kyomi120500
Capítulo 1:
Empieza el juego macabro.
Su mente le pedía que se alejara lo más posible de ahí, "¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!" le gritaba su interior mientras corría desesperadamente por las desiertas calles. Su rostro se había tornado blanco del terror que estaba sintiendo, su corazón latía desbocado por la adrenalina, sus ojos se mantenían muy abiertos en alerta a lo que vendría en su huida. Sintió a la abominable criatura arrastrándose en sus cuatro extremidades tras de él, chillando cada vez más cerca mientras le daba caza. Corría como hacía tiempo que no lo hacía con la mayor velocidad que le podían proporcionar sus piernas.
La desesperación por ponerse a salvo no le dejaba pensar claro y tener a un sobrenatural ente no ayudaba mucho a la razón pora formular un mejor plan de escape. Sabía la condición que tenía y poco a poco sus piernas comenzaban a doler desacelerando el ritmo cada vez más, se maldecía por no ser más atlético ahora que necesitaba resistencia para sobrevivir.
Volteó justo a tiempo para ver a esa cosa abalanzarse sobre él y esquivarlo en el proceso, provocando que se estampara contra la pared del edificio dándole tiempo al castaño de seguir corriendo hacia supuestamente se encontraría la ayuda.
Vio con gran ilusión aquel edificio de tipo alforja, una bella casa señorial sino fuese por esa espeluznante fachada que le proporcionaba el adobe ya que con el tiempo y desgaste provocado por la humedad, el color de las paredes se había tornado en un tono grisáceo sucio: era la comisaría.
Tal vez fue la gran esperanza de ver la edificación arriba de la colina por lo que aminoró el paso escasos segundos… pocos pero los suficientes para que la criatura le tomara de la pierna y con su increíble fuerza lo levantara para azotarlo violentamente contra el piso. Tsunayoshi no pudo evitar soltar un gemido de dolor al sentir el golpe en su cuerpo. Volvió a alzarlo para arrojarlo de nueva cuenta hacia la pared del edificio al cual el castaño desesperadamente quería entrar.
Tsunayoshi aturdido por las contusiones sólo podía sentir con impotencia el cómo, fuese lo que fuese, le golpeaba y lastimaba con increíble violencia.
- ¡AAAGGHH! –gritó al sentir un terrible dolor en su pierna cuando esa mano fétida y putrefacta le apretaba con demasiada fuerza.
El mórbido espectro se posicionó encima del menor dirigiendo ahora hacia su cuello ahorcándolo. No podía respirar y cada vez costaba más mantener la consciencia ante el tremendo dolor y el escaso oxígeno que guardaban sus pulmones. Con sus pocas fuerzas trataba de empujarlo para liberarse de las extremidades de ese ente pero era inútil comparar su fuerza con la de un monstruo.
De pronto se sintió libre del agarre de la criatura mientras tosía para recuperar el aire perdido por la estrangulación. Quería creer que alguien le había salvado pero sus ilusiones fueron hechas añicos. Ahora presenciaba un monstruo mucho mayor al que le había atacado. Era dos veces mayor en tamaño con una alargada cola, se sostenía en cuatro extremidades mientras otras dos se mantenían alzadas del suelo adheridas al elevando torso del cual emergían dos cabezas, su cubierta parecía una manta cosida de otras pieles porque debajo se veía la putrefacta carne. La sola apariencia hacía ver al otro espectro insignificante comparándolo con el gran opresor.
Un rugido bestial surgió de la abertura de sus cabezas, ya que Tsuna no sabía si denominarlas bocas, era tan potente y amenazante que dejaba reducido al otro en un simple gemido de un bebé. La criatura dominante trataba de intimidar a su competido por la presa pero el otro se negaba a dejarle el premio tan fácilmente. Se inició una disputa donde el galardón sería el pobre chico que trataba de reincorporarse apoyándose en los muros ya que el dolor era insoportable al igual que las quemaduras donde la criatura le había tocado, pero aún con semejante tortura debía aprovechar tal oportunidad para escapar.
Rápidamente se hizo notar la superioridad del mayor de las bestias ya que estaba ganando terreno al otro ser, el cual parecía estarse retractado de seguir retando al mayor. Instinto animal o no, el macho alfa se percató de las intenciones de su presa y le arremetió con su cola estrellando a Tsunayoshi contra los ventanales arrojándolo al interior del edificio.
Malherido con ese último golpe, Tsuna se percató de que el lugar comenzaba a oscurecerse… no, él estaba perdiendo la consciencia.
"¿Dónde estoy?" Se pregunto en medio de las tinieblas que le envolvían. Su cuerpo adormecido y pesado por la droga yacía en el suelo frío y húmedo de ese oscuro sitio. El lugar no podría ser más lúgubre ya que cuando abrió los ojos pudo observar los barrotes del metal corroído que le aprisionaban en esa habitación.
Más consciente trató de reincorporarse para observar más la situación. Estaba en una celda de algún edificio muy viejo, discernió el joven al ver la condición de las baldosas o lo que quedaban de ellas y la avanzada oxidación que tornaba rojizo al travesaño.
"¿Cómo había llegado ahí?" trataba de recordar mientras poco a poco la desesperación lo embargaba.
Hizo memoria, había pasado un día desde su cumpleaños donde recibió un extraño paquete a primera hora de la mañana. Usualmente no abriría tan sospechoso presente pero movido por su curiosidad se decidió a abrirlo. Dentro de la envoltura había una caja de ébano, la cual abrió y se topó con la figura de una muñeca tan bien elaborada y con detalles tan exquisitos que pareciese que tuviese vida propia. Ni siquiera notó lo tétrico de su pensamiento ya que se encontraba maravillado por el objeto de sus manos.
La muñeca estaba cuidadosamente elaborada, quien fuese su creador sin duda era un maestro en el arte. Sus cabellos color azabache caían con gracia a los costados de su rostro. Su mirada afilada y hasta podría decirse que amenazante, no ocultaba la belleza de sus ojos grises. Su piel era tan tersa y aterciopelada, tan nívea como el marfil más caro. Sus labios delgados tenían una expresión regia dando un aire estoico a tan perfecta figura. Podía observar que el resto de su cuerpo era delgado pero bien formado a través de las ropas de prefecto escolar que vestía la muñeca. El cuerpo creaba una excelente conjunción con los rasgos de la cara. El menor no podría negar que se sintió tentado a desvestir la muñeca para observar más a fondo (N/A: Tsuna pervertido ^/^ Anna: mira quien lo dice ¬¬), pero la naturaleza de tal pensamiento lo avergonzó y dejó el asunto zanjado.
Al día siguiente por la mañana salía de su casa en dirección al instituto por lo cual vestía su uniforme compuesto por una camisa blanca debajo de un chaleco azul marino y un pantalón negro, con respecto a su cabello se había rendido ya que no lograba domar esa maraña castaña por lo que lo tenía alborotada. El trayecto había sido tranquilo hasta que pasando por unos callejones que lo llevarían pronto a su destino sintió unas manos que emergieron de la oscuridad sujetándolo por la espalda para que no pudiese escapar. Trató de forcejear asustado por lo que estaba aconteciendo pero su fuerza era inútil frente a su captor a quien no podía verle la cara. Antes de poder siquiera gritar por auxilio, una mano con una tela le tapó la boca sintiéndose mareado al respirar la tela impregnada. Sodomizado, el pequeño estudiante fue tragado por las sombras sin que nadie se diera cuenta y ahora despertaba en ese extraño sitio
Se revisó para ver el estado de su cuerpo ya que temía por su integridad pero no había rastros de maltrato o de abuso físico, pero sí un extraño código de barras en su muñeca. A excepción por la marca estaba en excelente condición por lo que decidió huir y buscar ayuda. Pero al pararse un trozo de papel calló de su uniforme por lo que se lo levantó y leyó las palabras escritas:
Bienvenido joven Tsunayoshi al primer día de su muerte. Al aceptar la invitación se le ha aceptado como miembro en este juego de supervivencia. Si gana los desafíos la recompensa será el mayor de sus deseos, sino quedará atrapado en este lugar con su alma como pago.
Al ser su primer día deduzco que tendrá muchas preguntas por lo que le aconsejo buscar a Masakaki quien les brindará información a usted y a los otros participantes del juego.
Un consejo a mi novato jugador: durante las noches el sitio se vuelve peligroso y recomiendo quedarse refugiado ante los seres que ronda las calles. No me molestaré en describir cuan riesgoso es encontrarse con alguno de ellos ya que usted lo experimentará en carne propia.
No se preocupe, para su seguridad se le ha asignado una muñeca que unge el rol de guardián que le ayudará ante cualquier adversidad, así que le recomiendo buscarla cuanto antes. Dicho objeto no debe estar a más de 100 metros de usted para cuando despierte.
Esperare ansioso el desarrollo y su desempeño durante el juego.
Atentamente P.
No podía creerlo, esperaba sinceramente que se tratara de una broma de mal gusto de alguno de sus compañeros de instituto. Incluso pensó que un pervertido era mejor ante el psicópata quien se había molestado en escribirle esas líneas.
Ante el peligro que se cernía sobre él decidió salir de la celda cuya puerta estaba abierta, cuidando que alguien le viese y lo delatara estropeando su huida. Caminó por el pasillo en medio de las cárceles para desembocar en una escalera de caracol que se elevaba estrechamente por los oscuros y húmedos muros. Subió pausadamente debido a la pésima condición en que se encontraba la escalinata que amenazaba con sucumbir ante el peso del castaño. En todo momento se mantuvo sigiloso agudizando sus oídos para distinguir el más mínimo ruido que delatara que Tsuna no se encontraba sólo.
Salió de la penumbra para dar a parar a una sala de estar cuyo inmobiliario databa de varías décadas atrás, quizá de los 70´s u 80´s cuando mucho. El sitio parecía la recepción de alguna vieja comisaría.
Lentamente y cerciorando que nadie estuviese dentro del establecimiento salió a la calle. No negaba el sentimiento por salir despavorido corriendo hasta encontrarse a salvo, pero el ambiente de ese lugar era tan sofocante y sombrío que el castaño supo que debía ser cauteloso en todo momento.
Caminó buscando rastro de civilización, pero el sitio estaba abandonado de cualquier ser vivo. El atardecer se cernía sobre la vieja localidad coloreándola de tonos rojizos y naranjas. El lugar estaba desierto de cualquier persona pero los establecimientos estaban abiertos como si esperaran la llegada de nuevos clientes a sus destartalados escaparates. Los antiguos semáforos se mantenían en funcionamiento pese a que no había ningún vehículo transitando.
En medio del siniestro silencio oyó una música a lo lejos. Pensando que podía encontrar a alguien quien pudiese sacarlo de ese suplicio se acercó hacia la melodía pegajosa hasta llegar a una cafetería. El sonido provenía de una rockola al fondo de las mesas tocando una compilación de los éxitos de los años 70´s.
Abatido por no encontrar a alguien en el sitio se sentó para descansar frente a la barra de la cafetería. Miró el reloj que marcaba menos diez para las seis de la tarde. Suspiró pensando en una forma de salir del pueblo pero tampoco le agradaba la idea de andar fuera cuando oscureciera.
-¿Té o café? –preguntó una voz sacando al castaño de sus cavilaciones y asustándolo cuando se topó cara a cara con tan singular personaje.
Decir que lo tiró de su asiento por la sorpresa no sería exagerado ya que no sólo fue el desconcierto de encontrarse a alguien lo que lo alteró, sino también la extravagante apariencia. Cabellos magenta hasta arriba de sus hombros, piel tan blanca contrarrestando con esos ojos dorados y esa sonrisa macabra. Su vestimenta consistía en una sombrero negro de copa alta adornado con la inicial de su nombre, una chaqueta negra con solapas, un pantalón corto del mismo tono que la chaqueta pero con rayas blancas bajando por su piernas hasta llegar a unas medias magenta; un chaleco cuadriculado color azul rey por encima de una camisa blanca de la cual estaba sujeta una pajarita de color rojo, y una pequeña capa del tono de sus cabellos encima de sus hombros, sus manos estaban cubiertas por guantes blancos y sus zapatos terminaban en punta. Si pudiera describirlo con escasas palabras era como ver al sombrerero loco fuera de las historias de Lewis Carrol.
-¿Té o café? –volvió a preguntar el extraño personaje quien ni se inmutaba por el asombro del castaño.
No sabía si huir o quedarse a conocer al individuo quien se apoyaba en la barra descansando su cabeza en el puente que formaban sus manos.
-¿E-eres Ma-Masakaki? –no evitó tartamudear la situación lo aterraba aunque trataba de mantener la calma.
-Así es. Tú eres Tsunayoshi ¿cierto? –Era más como una afirmación que una pregunta –dime ¿quieres té o café? –volvió a preguntar restando importancia a la situación.
-No… gracias –contestó volviendo a tomar asiento para conversar con la figura frente a sus ojos.
-Pues yo quiero té –y tras la orden por la barra de deslizó una tasa sobre un plato.
Tsunayoshi anonadado buscó con la mirada al responsable de servir la bebida a su acompañante mientras este disfrutaba de un sorbo.
-¿C-cómo…? –no podía armar una frase lógica ante tal acontecimiento.
-mmm necesito más azúcar –interrumpió al castaño solicitando el endulzante el cual se deslizó por el otro lado de la barra hacia Masakaki –mucho mejor –comentó después de diluir una cucharada en su bebida.
-¿Quién eres? ¿Por qué estoy aquí? ¡Exijo que me lleven de vuelta a mi hogar! –ya su paciencia se había esfumado y ahora reclamaba a la persona frente a él.
-Imposible, aceptaste la invitación por lo que se te recibió en el juego –dijo para volver a disfrutar de otro sorbo.
-¡Yo no recuerdo aceptar nada! –dijo alterado mientras se levantaba violentamente de su sitio.
-Lo hiciste. ¿Recuerdas la muñeca? Te la quedaste por un día y con ello se finalizó el contrato. La marca en tu muñeca es la prueba que eres un participante del juego.
-¡Nadie me dijo nada…!
-Mmm parece ser que no leíste la nota que venía adjunta. Decía "Acepta este regalo como prueba de nuestro trato"… la aceptaste y ahora formas parte del juego.
-Pues no planeo formar parte de este circo, no pienso seguir con este embrollo.
-Pésima elección. Si me permites aconsejarte sería mejor que fueras por tu muñeca antes de que sean las seis –miró el reloj del establecimiento –a no ser que quieras morir –sonrió ante éste último comentario dejando mudo al castaño -. Pero sería muy aburrido que iniciando el juego terminaras asesinado por algún Ghoul*.
Volvió a dar un sorbo calmadamente frente a un aterrorizado Tsunayoshi.
-Te daré una ayuda especial –dijo con unas sonrisa como muestra que se divertía –recuerdas que despertaste en las celdas de la comisaría ¿cierto? –Apenas Tsuna alcanzó a asentir, ninguna palabra quería salir de su labios –Tu muñeca está en la recepción pero necesitaras esta llave para sacarla de su caja- dijo entregándole una llave plateada-. Para que te obedezca sin rechistar mancha la llave con tu sangre y decir en voz alta "Acepto el regalo" ¿Ya ves? Es muy sencillo. Y un detallito extra… cuando obtengas tu Servant ve al colegio del pueblo ahí se te darán las siguientes instrucciones.
Al terminar de saborear su té negro se levantó de su asiento y tal cual fantasma, atravesó la barra ante un atónico castaño.
-No vemos al inicio del desafío –expresó quitándose su sombrero mientras hacía una reverencia, que lejos de ser educada parecía una burla por la jocosa sonrisa –yo que usted me dirigiría a la comisaría cuanto antes. Le quedan cinco minutos –se despidió evaporándose en el aire literalmente dejando pálido al menor.
Su respiración estaba entrecortada y sus ojos amenazaban con salirse de sus cuencas tras la demostración que había presenciado. Pese a que quería salir corriendo y gritar por la aparición, sentía las piernas de plomo y las palabras atoradas en su garganta, además de que el vértigo se arremolinó en su cabeza y las náuseas a su estómago.
Ya más calmado y consciente de la situación decidió hacer caso de la sugerencia de Masakaki, por lo que apresuró sus piernas de vuelta al sitio de partida esperando encontrar a alguien de carne y hueso porque sino, aseguraba que perdería la razón en tan demente sitio.
Sus súplicas parecían haber sido escuchadas por que al doblar la esquina se topó con la figura de un niño de escasos cinco años mientras arrastraba con una de sus manos un carrito de madera sobre la acera.
-¡Hey! ¡Por favor! ¡Ayúdame! –Le gritó mientras se acercaba al infante, a esas alturas no le importaba implorarle a un pequeño que le ayudara a salir de ahí –Por favor dime donde…
Pero detuvo su paso estrepitosamente ya que algo no estaba bien… No se había topado con ninguna persona en aquel inhóspito lugar pero ahora de la nada se encontraba con una muy convenientemente, tanto que Tsunayoshi comenzaba a sospechar, no tardó en preguntarse acerca de dónde había salido ese niño o que hacía alguien como él en un sitio tan desolado. Observar que el carrito de carga no llevaba ruedas y llevaba en su interior una muñeca la cual aparentemente había sido demacrada al ser apuñada con algún instrumento filoso en varias ocasiones hasta que ahora llevaba vacías los espacios donde debían ir sus ojos y una sonrisa atravesada por una herida.
Su instinto le advirtió que debía alejarse cuanto antes, que ese niño escondía algo peligroso pero era tarde… el pequeño se percató de la presencia de Tsunayoshi mirándolo vacíamente, cómo si no hubiese visto a alguien como él… no, parecía examinarlo como si se tratara de un objeto raro que quería tener para luego encaminarse hacia el castaño.
No le dio buena espina y comenzó a retroceder por que tras esa mirada inocente se envergaba un apetito por su persona, casi como si quisiera devorarlo.
Sintió temor e hizo reaccionar sus piernas para no tardar en correr, y así lo hizo mientras se alejaba del pequeño por la diferencia de estaturas. El infante paró de repente y el castaño al ver que estaba lo suficientemente alejado del crío también decidió detener su avance.
Iba a proseguir con la caminata alejándose de tan sospechoso niño ahora que se había rendido de perseguirlo cuando oyó un grito desgarrador cada vez más agudo, como si fuese de un animal herido y cuál fue su sorpresa al ver que el sonido provenía del menor cuyo cuerpo comenzaba a convulsionarse violentamente para luego doblarse de forma inhumana mientras la ropa caía rasgada al suelo al verse incapaz de contener semejante cuerpo. No era un niño… ¡Era un monstruo! Era una apariencia espeluznante y bastante grotesca. La piel parecía caérsele revelando el hediondo cadáver, mientras que su rostro carente de cualquier cubierta revelaba la quijada llena de afilados colmillos. Las extremidades se posaron en el piso como un cuadrúpedo esperando que terminará su metamorfosis. En cuanto el cambio terminó se abalanzó contra el atemorizado Tsuna, quien a ver la cercanía y a rapidez con la que se movía reaccionó para escapar de la criatura.
No importaba cuanto le costase, debía llegar a la comisaría… era lo único en su mente.
Un gran gemido lo hizo recobrar el conocimiento para luego tratar de levantarse. Cayó estrepitosamente al suelo lleno de cristales provenientes de la ventana. Se dio cuenta de la gravedad de la herida de su pierna derecha la cual tenía enterrado varios trozos de cristales impidiéndole desplazarse.
Oyó un segundo gemido lastimero lo cual le hizo pensar que el menor de las criaturas había perdido la batalla y muy seguramente había sido herido. El mayor no tardaría en ir tras él y en la condición en la que estaba ya no podría huir así que era inútil cualquier resistencia… la cólera de su impotencia lo inundó dándole fuerzas para buscar la salida a ese callejón. Se rehusaba a morir en semejante sitio ¡aún tenía cosas por realizar antes de siquiera pensar en morir! por lo que arrastrándose como pudo se escondió tras la recepción de la comisaría debajo de una mesa.
Buscando con la mirada examinó por algo que le ayudara a defenderse ya que se le agotaba el tiempo y podía en cualquier momento ver a ese Ghoul atravesar la entrada, pero ahí sólo habían artículos de oficina. Pronto algo llamó su atención, encima del quinto estante del librero observó la misma caja que el día anterior había recibido, la cual a pesar de ser el inicio de sus tragedias ahora también representaba su esperanza para salir con vida.
Se arrastró lentamente hacía el librero lamentando la suerte que tenía por no ser capaz de pararse cuando escucho un crujir proveniente de los vidrios rotos regados en el suelo seguido de un bajo gruñido. Rápidamente se ocultó de la vista del ente necrófago el cual se arrastraba por el lugar en búsqueda de su presa.
Al observar más atentamente a la criatura se percató de que su vista era muy pobre ya que no evitaba los muebles de la sala de espera y chocaba con ellos constantemente. Parecía que se basaba en sus otros sentidos como era el olfato ya que parecía que por el olor se acercaba cada vez más a él.
Una idea atravesó su cabeza: tomó un pedazo de vidrio con su mano, mientras rogaba que su plan funcionara y en un hábil movimiento logró lanzarlo en dirección opuesta hacia el pasillo que conducía a las mazmorras. La vibración y el sonido que provocado por el golpe seco desorientó a la criatura quien parecía hacer lo calculado por Tsunayoshi.
Tenía poco tiempo y eso lo sabía muy bien antes de que su depredador volviera, así que con un sobreesfuerzo se levantó sintiendo las punzadas del vidrio contando su carne e internándose más en ella haciendo que más sangre saliera de sus heridas, tanta que sin duda el aroma más concentrado atraería rápidamente al Ghoul de regreso, y así fue… cuando Tsunayoshi por fin había alcanzado el recipiente vio emerger a la criatura por la entrada del cuarto.
Se abalanzó sobre su presa, pero el castaño se negaba a rendirse por lo que mientras con su mano izquierda sostenía la urna, con la otra empujó con todo su peso el librero para que impactara contra el Ghoul. Aunque su plan fue exitoso y el ser se encontraba entorpecido en sus movimientos, la oscilación hizo también caer a Tsuna al piso y con el impacto la llave que llevaba cargando cayó a unos metros de él.
Exasperado se arrastraba para alcanzar el artefacto pero sintió como su pierna derecha era sujetada alejándolo cada vez más de su cometido. El Ghoul había atrapado la pierna herida del castaño y lo jalaba para desesperación de su presa quien pataleaba sin parar para liberarse. Un gemido de dolor lanzó Tsuna al sentir las garras enterrándose en sus músculos aumentando su calvario.
Pero en vez de apaciguar la voluntad de Tsunayoshi, la hizo acrecentar. Ya no le importaba perder una pierna, no planeaba ser asesinado por semejante ser y lo demostró cuando tomó en sus manos un pedazo de vidrio y un bolígrafo de oficina tirados en el suelo. Con el primero apuntó a la mano huesuda que le sujetaba y cuando la criatura lanzó un grito de dolor Tsuna tomó la pluma y apuñaló con toda su fuerza directo a una de las cabezas de la bestia logrando así su libertad.
Rápidamente se lanzó hacia la llave y con la mano sangrando por el arma usada comenzó el ritual.
-¡Acepto el regalo! –gritó casi triunfante al abrir la caja expectante de lo que venía a continuación.
Pero nada ocurrió, no hubo algún cambio en su situación donde él sería asesinado por semejante demonio.
Desmoralizado no vio venir que el Ghoul se había liberado de su trampa y se dirigía hacia él ahora más amenazante que nunca. Le tomó del cuello alzándole del piso mientras Tsuna estaba taciturno sin ninguna esperanza ya.
-"Me engañaron" –no evitó pensar mientras unas lágrimas de desespero bajaban por sus mejillas convencido de que este en realidad era el fin.
La criatura hizo crecer en la mano libre unas afiladas garras, las cuales tenía la intención de enterrar incontables veces en el cuerpo que sujetaba. El menor al ver esto no pudo más que aterrorizarse aún más… No deseaba morir, incluso si algunas veces pidió ese deseo, ahora su instinto de sobrevivencia le pedía a gritos que no quería morir.
-¡AYÚDENMEEE!
