Esa semana de Noviembre.

Era la segunda luna del mes de Noviembre, me vi acostado en mi cama, era algo tarde ya pero no lograba conciliar el sueño, supongo que estoy algo nervioso, mañana sería un día especial, para bien o para mal hace unos años nos reunimos el 3 de Noviembre en mi casa, al principio solo éramos China, Taiwán y yo, Japón, pero con el tiempo Corea y Macau se fueron agregando y ya en la actualidad vienen Estados Unidos e Inglaterra, se volvió una reunión anual y llevamos algo así como 14 años haciéndola, no hacemos nada en especial como discutir problemas internacionales ni nada por el estilo, solo vienen a aprovecharse de mi papel de anfitrión, la cordialidad japonesa quizás es conocida, tampoco es que me moleste, de hecho me agrada ese día, reímos, bebemos, gritamos y entre las ideas tontas de Estados Unidos siempre está cocinar hamburguesas... Japonesas, no sé qué pretende con hacer un platillo que come todos los días a toda hora pero ahora en otro país, el solo lleva viniendo 3 años, este sería el cuarto pero esas 3 veces lo hemos hecho, no sabría explicarlo pero es simplemente una semana agradable, si, dura una semana este "evento", por llamarlo de alguna manera, ya casi termina esta noche del 2 de Noviembre para pasar a ser la madrugada del 3, debería dormir, aunque es un día agradable es cansado.

La mañana siguiente, estoy orgulloso de mis hábitos matutinos, me levanto temprano a preparar lo que necesito para ese día que no pude hacer en días anteriores, como la comida por ejemplo, eran las 9 de la mañana aproximadamente cuando ya todo estaba listo, la comida del almuerzo estaba escogida y unos abrebocas o tentempiés para cuando lleguen, aunque no suelen llegar temprano, solamente China llega temprano y ocasionalmente Inglaterra y Taiwán, pero igual espero a China pronto, ella siempre ha sido alegre y servicial, bueno, me cuidó en mi infancia, supongo que la quiero mucho.

- ¡Holaaaaa! ~
- China, ¿Cómo estás?
- Pues bien, ¿Tienes dangos?
- Hahaha, como siempre, están listos para ti, vamos a la mesa.
- Siii, me encantan, tu sabes ~
- Haha, si, lo sé.

Llevé a China al comedor que preparo para este día y nos sentamos, una de las que trabaja en mi casa trajo el recipiente con dangos.

- Waaaa, que delicia, aunque me diste la receta no logro hacerlos así de buenos.
- Quizás tu harina de arroz es distinta, quién sabe.
- ¡Llegué yooo!
- ¿Huh?

Pasa al comedor Estados Unidos, estaba extrañado pero lo invité a sentarse y le ofrecí Dangos.

- ¿Qué haces tan temprano Estados Unidos?
- Inglaterra me molestó para llegar temprano, anda camino al comedor y también la linda chica de la flor.
- Ah, Taiwán, supongo que tendré a todos temprano en esta ocasión.
- Buenos días Japón-niichan.
- Hola Japón, buenos días.
- Muy buenos días a ambos.
- Oh, dangos.
- Haha, sírvanse.
Disculpe traiga los tentempiés que mandé a hacer, por favor.
- Japón-niichan, Macau y Corea dijeron que llegarían mañana.
- Que raro, ¿Sabías algo, China?
- Ñom ñom ñom, ah, sí, hablé con Macau más temprano, pero olvidé que me dijo, ñom ñom ñom, ¡Está delicioso!
- Hehe, me alegro que te guste.
- ¡Japón!
- ¿Qué sucede América?
- ¿Habrá Hamburguesa hoy?
- No... Pero como siempre haremos una noche.
- Peroooo...
- Oye, Japón, ¿Podemos ver una película?
- Pues sí.
- Traje una película clásica inglesa.
- ¿Película clásica inglesa?, ¿Cuál?
- Inglaterra un reino único.
- Ah, la película donde sales tú.
- ¡Calla América!
- Hahaha, podemos verla, vamos a un cuarto para reproducirla, pediré que traigan cosas para comer allí, síganme entonces.

Nos dirigimos a un cuarto oscuro que tengo para ver películas y shows de sombras, tiene varios sofás para 2 personas en cada uno, acolchados, cómodos a mi parecer, aunque estaba algo cansado de no dormir bien anoche, puse la película, me senté con Taiwán y no sé en qué momento me quedé dormido, al despertarme estaba América diciendo cosas de manera ruidosa, no sé cómo no me despertó su pequeño escándalo.

- Al fin despertaste Japón-niichan.
- ¿Ah?, ¡Perdona!

No me había dado cuenta pero me quedé dormido en las piernas de Taiwán.

- Hehe, te veías muy lindo dormido, no quise despertarte.
- Perdona...

Estaba avergonzado, al menos fue con Taiwán, con ella y China me llevo muy bien nos conocemos de hace mucho y somos algo íntimos, creo que con china mas, porque llevo menos tiempo conociendo a Taiwán, pero igual siempre nos hemos llevado bien.

- ¡Qué buena película Inglaterra!
- ¡Gracias América!
- Japón, perdona pero, ¿Podrías llevarme a mi habitación?
- Claro China, ¿Necesitas algo?, lo puedo mandar a buscar si no es algo personal.
- No, estoy cansada y pues quisiese descansar.
- Oh, claro, ¿Alguno más quisiera descansar?, seguro fue un viaje largo.

Al final todos dijeron que tenían algo de cansancio, solo eran como las 6pm pero fuimos a dormir.

- Si necesitan algo pueden ir a mi habitación o hablar con las que trabajan aquí, igual, estaré en mi habitación, no voy a dormir aún, voy a hacer unas cosas en ellas, pueden pasar si necesitan algo de mí.

Ya en mi habitación me puse a hacer mis figuras de origami, corazones, grullas, tortugas y varias figuras que hago siempre en estas fechas, hasta que alguien toca mi puerta e interrumpe mi papiroflexia.

- Pase.
- Japón-oniichan, esto...
- Oh, Hu Xiao, buenas noches.
- Cierto, cuando estamos solos podemos llamarnos por nuestros nombres, buenas noches Kiku.
- Haha, siempre lo olvidas, ese mismo trato lo tenemos solamente China, tu y yo, de resto nadie más me llama por mi nombre, ni si quiera estando solos, ¿Está todo bien Hu Xiao?
- Pues no puedo dormir y tu dijiste que estarías despierto un rato y pues... ¿Te importaría que te acompañase un rato?, me siento algo sola en mi habitación.
- Claro, deja termino este último y ya.
- ¿Origami?
- Si, siempre hago en estas fechas, hago muchas figuras, unas 600 aproximadamente, no sé el número exacto, solo las hago hasta que siento que son suficientes.
- ¿Para qué?
- No es nada importante, ya terminé por hoy, supongo, ¿Qué te mantiene despierta Hu Xiao?
- Pues... Solo me siento sola, no tengo una buena relación con nadie, así como tú y China, América e Inglaterra o Korea y Macau... Cuando los veo me siento sola y pues... Siento melancolía en la noche.

Hu Xiao se acostó en mi cama y se arropó cubriendo un poco su rostro.

- Ya veo.

Yo me acosté con ella pero encima de la sábana/cobertor que tenía encima, acaricié su cabeza y le di una grulla que hice antes, ella se quitó un poco lo que la arropaba y lo tomó.

- Alguien allá afuera te ama.
- ¿Qué dices Kiku?
- Pues tu y yo nos llevamos bien, podríamos incluso llevarnos mejor, esto no se lo he contado a nadie creo, no, no se lo he dicho a China, incluso a mis amigos del eje tampoco, pero este día, un 3 de Noviembre pasó algo en Japón, ya lo superamos, pero igual sigue siendo un recuerdo muy triste, China vio cuanto me deprimía este día y comenzó a venir para pasarla bien, luego se fueron agregando personas y ya llega a ser una fecha muy alegre para mí pero en las noches al igual que tu siento la melancolía, comencé a hacer estas figuras de papel y las dejaba con una carta que decía "Alguien allá afuera te ama", para animar a mi pueblo y no sé, solo siento que es algo bueno por ellos, los dejo en muchas casas, que alguien te diga que te ama debe ser lo suficientemente reconfortante para una situación dura o solo para despertar felicidad en el corazón de la gente, aunque venga de alguien tan poco especial como yo, por eso, aunque venga de mi Hu Xiao, "Alguien allá afuera te ama", no tiene por qué ser yo, pero alguien tan bella como tu debe ser querida por muchos.

Hu Xiao me miró algo atónita, se le habían salido unas lágrimas, no sé en qué momento la conmoví de tal manera, saltó sobre mi abrazándome y recostando su cabeza en mi pecho, era una cesación muy agradable, le acaricié el cabello.

- Yo aprecio mucho esto Kiku, de verdad, gracias, no solo por el origami y la buena intención, también que compartieses conmigo esto, no sé, solo me gustó.
- Haha, me alegra haberte reconfortado.
- ¿Puedo dormir contigo?
- S-su-supongo que s-si, ¿A qué viene esto tan de repente?
- ¿Te molesta?
- No he dicho eso, quédate lo que quieras.

Al final terminó dormida sobre mi pecho, la arropé y también me quedé dormido.

- Continuará -