Carta a Leon.

Estimado Leon Oswald:

¿Por qué me enamoré de ti?

Cada vez que miro el cielo, pienso en ti. Y cada vez que pienso en ti, todo mi entorno se pierde al perderme yo en tus ojos. No sé como seas, no te entiendo ni te he tratado, y sin embargo me siento parte tuya.

¿Por qué me enamoré de ti? Ni yo misma me lo explico. Cada vez que pienso en ti, solo existes en mi universo como mi única verdad. Nada tiene sentido si no estás, y nada lo tendrá si te marchas.

Hablo de ti como si te conociera de toda la vida, como si alguna ves nos hubiéramos dirigido la palabra, como si fuéramos amigos que, después de una larga ausencia, nos volviéramos a encontrar. Hablo de ti como si tu hablaras de mi.

Te vi al lado de Sora Naegino, realizando esa increíble técnica, y sentí unos celos mortales al ver como compartían su actuación a tal grado que parecía que, en cada movimiento, demostraran cuanto amor sienten el uno por el otro.

Te envío este mensaje como advertencia de que iré a presentar en las próximas audiciones, no me importa que no me reconozcas, pero sabrás que estuve ahí. Si quedo, me esforzaré al grado de llegar a actuar a tu lado, o de lo contrario, de fracasar en mi intento de acercarme a ti, todo habrá acabado para mi, seguiré con mi vida normal, pero aunque llegue a mostrar vida, todos los que me conocen sabrán que estoy ya muerta. Pero, al menos, tuve el valor de escribirte esto. Te lo envío junto con mi corazón y te deseo la mejor de las suertes.

Con amor, "Green"

Tras leer esto, Leon arrugó la hoja y la tiró a la basura. Ese día eran las audiciones y, aunque no le daba la mayor importancia, debía estar presente, y no se podía distraer con las cartas de las fanáticas.

-Joven Leon -era Sora la que le hablaba– estamos por comenzar, el jefe dice que se apresure. Las audiciones son en...

-No tienes que decirme lo que ya sé- dijo secamente cuando tomó su abrigo y salió directo al gimnasio donde se efectuaran las audiciones –Te espero en el auto.

Al verlo salir, Sora divisó la hoja arrugada, y leyéndola, descubrió algo por lo que jamás se había preocupado: El amor a sus compañeros. Sin llegar a explicárselo a si misma, una lágrima traicionera salió de sus ojos al terminar la carta. ¿Acaso eran celos lo que sentía?

-Vamos¿o es que prefieres ir caminando bajo la lluvia?- grito Leon desde el auto, sacando a Sora de sus pensamientos.

-Ya voy joven Leon.

Y tiró la hoja como se tira un mal recuerdo...

FIN