Kiyoshi Teppei | Cumplido
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Eran novios desde hace ya un buen tiempo y no podía ser más perfecto. Aunque lo supiste apenas le viste jugar por primera vez, desde que están juntos era imposible no notar lo atento que era, cómo siempre estaba preocupado por los demás -por ti- y los esfuerzos que siempre hacía para que su tiempo juntos fuese increíbe.
Incluso ahora. Estaban regresando del hospital, ya que habían ido a ver el avance de su recuperación, y con sólo observarle sabías que no estaba en su mejor momento. No quisiste hacer comentarios para evitarle el mal rato, pero de todas formas estabas preocupada por él.
Y sin embargo, Kiyoshi no dejaba de sonreír al verte, haciendo bromas sólo para poder escucharte reír. Se esforzaba por no revelar sus pensamientos más tristes, ya que en ese momento sólo deseaba verte a ti feliz. Eso le calmaba más que nada en el mundo, tranquilizando sus temores: la seguridad que le dabas por estar a su lado.
—Eres increíble —dijiste, interrumpiéndolo. —Realmente increíble, Teppei.
No es que hubieses querido que dejara de hablar, pero no pudiste evitar expresar lo que en ese momento pasaba por tu mente. Tus palabras eran sinceras, tal como lo eran tus sentimientos por él, y pudiste notar que él también lo sabía.
Se quedó en silencio por un momento, mirándote sin entender muy bien de dónde había salido eso, pero en menos de un segundo sus mejillas habían adquirido un cálido color escarlata. Tomó tu mano e hizo que te acercaras un poco más a él, entrecruzando sus dedos con los tuyos mientras una sincera sonrisa comenzaba a brotar de sus labios.
—La increíble aquí eres tú.