Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, les pertenecen a Tadatoshi Fujimaki. Cualquier modificación a su idea original es para el abuso del entretenimiento mío y el de ustedes lectores.

N.T:Hola mis amores, ¿cómo han estado? ¿Bien? ¿Mal? ¿Felices por todo el material nuevo para shippear? Sí que hay mucho Feeling en esta temporada y aún falta por estrenarse. Fujoshiando con Love Stage!, shippeando en Free! E.S, sufriendo con la censura de Dramatical Murder, fanserviceando con Kuroshitsuji: Book of circus, emocionada con Ao Haru Ride o ¿emocionadas por ese mega momento sasusaku yo? *los que leen el manga saben a lo que me refiero*, sí sigo esta lista no terminaría nunca XD.

Sean bienvenidos/as Criaturitas marvadas a este nuevo proyecto. Espero que les guste y no sé, no lanzarme tomatazos en caso de que no, whatever, gracias por apoyar. *Se inclina en una reverencia como Sebastian Michaelis* Este es mi primer Fic de Kuroko No Basuke, asi que no se queden callados/as con los comentarios sobre si tengo que mejorar en algo.

Bueno, menos bla bla bla y disfruten del fic c:.


Observaba el océano desde la ventana del avión; una vista que siempre me fascinaba observar. Vivir en Japón será una nueva experiencia, siempre quise tener la oportunidad de vivir en Japón y tal parece que ahora es el momento. Escuche la voz del piloto agradecer por preferir volar con ellos, que dulce. Al aterrizar, sabía que no habría una vuelta atrás. Espere por mi equipaje y una vez lo tuve en mano empecé a dirigirme a la salida. Mis padres decidieron enviarme antes para según ellos "acostumbrarme a mi nueva vida". A pesar de que ya he estado en Japón antes, no es la misma situación ya que solo eran por cortas estancias, no para vivir. Tomé un taxi y le dí la dirección de la casa de mi mejor amigo, creo que en momentos como este agradezco a mi madre por enseñarme japonés. El viaje fue un poco largo y aburrido, el lado malo de viajar sola.

Le pagué y agradecí al taxista por el viaje, un sujeto muy amable. Caminé hasta la puerta de entrada y toqué el timbre; una mucama fue quien me recibió y su cara se me hacía muy familiar.

-Sasori, es un gusto verte de nuevo, te has vuelto una jovencita muy hermosa –dijo la señora mientras me sonreía. Es una cara un tanto difícil de olvidar ya que se trata de mi ex nana, la señora Fujisaki.

-Es un gusto verla de nuevo nana –dije abrazándola.

-Basta de emociones y es momento de que veas a quien viniste a ver en realidad –dijo soltándose de mi abrazo. Se movió un poco al lado dando a entender que podía pasar. Al entrar la casa (mansión) estaba un poco diferente a cuando vine la última vez. Era un poco extraño ver una casa al más puro victoriano en un lugar tan tradicional como Japón.

-Ven Haru*, el joven amo está en la sala de juegos, te llevare con él, pero antes quiero mostrarte tu habitación –dijo la señora Fujisaki con una sonrisa. Es algo que no podre olvidar de ella, sus grandes sonrisas, el chocolate caliente que nos preparaba todas las noches, cosas pequeñas, cosas que en algunas ocasiones tienen más significado que las grandes.

–Tendrás que evitar un poco el desorden, los señores se encuentran fuera de la ciudad y el joven amo espera unas visitas mañana –dijo con otra de sus cálidas sonrisas. La casa en si no se encontraba desordenada, si por desorden se refería a unas cajas que estaban en la entrada (que incluso parecen parte de la decoración), no puedo imaginármela ordenada.

Caminamos hasta el segundo nivel, donde la señora Fujisaki me mostró la que sería mi habitación hasta que mis padres regresen.

-Es un poco pequeña, espero no te moleste –dijo una voz a mis espaldas. Volteé y ahí estaba la persona que mas estaba deseando ver.

-Sei-chan –dije mientras lo abrazaba por el cuello, sus brazos se posaron en mi cintura y nuestros cuerpos no mantenían ninguna distancia. Habían pasado unos cuantos meses desde que lo pude abrazar y estar de nuevo con él se siente muy bien.

-Hace mucho tiempo que quería verte –dijo a mi oído.

-Ahora estoy aquí y no planeo irme por un tiempo –dije abrazándolo más fuerte. Luego de unos minutos se separó de mí y tomó mi mano, la llevó a sus labios donde depositó un suave beso. Muy típico de él conmigo. Le sonreí y observé la habitación, la cual pequeña no era. Mientras observaba noté que la señora Fujisaki no se encontraba con nosotros y a él no parecía importarle.

-Quiero que te acomodes y bajes a cenar, siéntete libre y toma una ducha ¿todavía conservas aquel abrigo que te regalé? –dijo acariciando mi mejilla. Claro, como podría olvidar lo detallista que es.

-Claro que lo conservo, no todos los días me das algo así de inusual –dije viéndolo a los ojos. Él me observaba fijamente, como si no quisiera perder ningún movimiento que hiciera.

-Quiero que lo uses el lunes y que estés conmigo en todo momento y no acepto un no por respuesta. Ahora prepárate para cenar –dijo soltando mi mano saliendo de la habitación. Si no estuviera acostumbrada a sus cambios de humor me lo encontraría extraño pero estamos hablando de Akashi Seijūrō después de todo.

Tome una ducha y me prepare para bajar a cenar, al parecer el tiempo pasa muy rápido aquí. Baje las escaleras y mientas más me acercaba a la cocina, mas podía olfatear el olor a la comida de la señora fujisaki. Entré a la cocina y ahí estaba ella, preparando la cena muy empeñada. Sonreí y me acerque a ella. Algo que disfrutaba era cocinar y con la señora Fujisaki siempre era divertido.

-¿Necesita que le ayude en algo? –dije una vez estuve a su lado. Ella sólo me observo con esa cálida sonrisa suya negó con la cabeza.

-Mejor ve al comedor junto con el joven amo, serviré la cena en poco tiempo, así que fuera de mi cocina –dijo con una sonrisa mientas movía sus manos. Solté una pequeña risa y caminé con dirección al comedor; cuando entré a este, Akashi jugaba un juego de Shogi en el comedor, uno de sus tantos pasatiempos.

-¿No es aburrido jugar solo? –pregunté mientras me sentaba a su lado; él sólo me miró y me dio una de sus sonrisas arrogantes.

-Ya estoy acostumbrado –dijo mirando detenidamente el tablero. Ya había jugado antes con él y es difícil ganarle. Siguió jugando como si no existiera nada a su alrededor, su nivel de concentración a veces me sorprendía, lo cual significaba un reto el tratar de desconcentrarlo y amo los retos.

Me levante de mi asiento y me senté en sus piernas, él ni siquiera se inmuto; Puse mis brazos alrededor de su cuello y comencé besar la comisura de su boca, sin ningún resultado ya este seguía muy concentrado en su juego. Decidí cambiar de posición y puse ambas piernas alrededor de la silla, de modo que estaba a horcadas sobre él; puse mis manos en su pecho y acerque mi rostro al suyo lo más que pude. Nuestros alientos se mezclaban y es todavía seguía moviendo fichas en el tablero, como si no le importara nada de lo que estaba haciendo.

Miré sus ojos y estos hicieron contacto con los míos su mirada bicolor era algo que siempre me ha fascinado. Sorpresivamente dejó el tablero y se quedó quieto, expectante a mi próximo movimiento. Le sonreí y junte nuestros labios, un beso lento y lleno de cariño; algo que él cambio rápidamente. Sus manos subieron lentamente por mis muslos, subió mi falda hasta quedar sobre mis glúteos. Abrí mi boca en sorpresa, oportunidad que él no desaprovechó para entrar su lengua en mi cavidad bucal.

Nuestras lenguas danzaban mientras el beso subía de tono y el comedor se volvía más y más caliente. Realmente disfrutaba momentos como este con Akashi y no me molestaban en lo absoluto. Sus manos dejaron mis glúteos para subir a mis pechos mientras su boca dejaba la mía y se dirigía a mi cuello; intentaba el no dejar salir ningún sonido, pero era algo casi imposible. Cuando el primer gemido salió de mi, una de sus manos se dirigió a mi boca, evitando que hiciera algún ruido.

-Veo que con el tiempo no se te quita lo ruidosa –dijo a mi oído con su voz ronca. Su mano dejó mi boca y se concentro en volver a besarme. Sentía sus ágiles manos desabrochar los botones de mi camisa y bajarla hasta la altura de mis codos, dejándome con el pecho a su merced. Abandono mi boca para dirigirse de nuevo a mi cuello y esta vez moví mi cabeza hacia atrás dándole mejor acceso. Si las cosa no paraban ahora, no creo que lo harán después. Sus manos volvieron hacia mis glúteos mientras el bajaba sus besos hacia mis senos.

-Por…favor, para...-dije con dificultad. él no se detuvo y no creo que tenga planes para hacerlo.

-Tus pechos crecieron más desde la última vez, me gustan aún más –dijo viéndome a los ojos. Le sonreí y él depósitó un casto beso en mis labios. Empezó a acomodar mi blusa y abrochar los botones uno por uno. Una vez termino acarició por última vez mi trasero y me sonrió.

-Al parecer los viejos hábitos no cambian –dije colocando ambas manos alrededor de su cuello. Akashi podía tener sus momentos de personalidad fría, desalmada y sin corazón; pero conmigo era todo lo contrario. Mientras esta con otras personas, Akashi no es más que un desalmado bastardo que no le importa el sufrimiento de los demás; pero cuando estamos solos es totalmente lo opuesto. Solté una pequeña risa y bajé de las piernas de Akashi, él me observaba expectante a que haría después, simplemente lo observé fijamente sin perder el contacto.

-¿Quiénes son tus visitas de mañana?, claro, si es que puedo saberlo –dije sosteniendo su mano.

-Mañana el equipo de baloncesto de Rakuzan vendrá para discutir los últimos detalles sobre la Winter Cup y sobre donde será nuestro campamento de entrenamiento –dijo con voz fría. Fruncí el seño visiblemente, no es que detestara el deporte, sólo a los jugadores.

-Odio a los jugadores de baloncesto –dije con voz dura. Akashi me observó detenidamente con su mirada fría.

-Dices eso cuando es una gran mentira –dijo con una sonrisa torcida en su rostro. La señora Fujisaki entro al comedor con una bandeja y comenzó a dejar los platos con nuestra cena. Una vez término hizo una pequeña reverencia y salió con dirección a la cocina. Observé a Akashi esperando a que dijera algo más, este sólo me sonrió y empezó a comer.

Cenamos en silencio, lo cual es algo extraño en nosotros dos. Una vez Akashi terminó se despidió y salió del comedor. Observaba su espala mientras salía. No podía esperar que después de tantos años el mundo de Akashi girara en torno a mí. Termine de cenar en silencio y me levanté del comedor. Subí las escaleras con dirección a mi habitación y podía sentir como alguien me observaba. Entre a mi habitación y rápidamente me cambié por mi pijama.

Pensaba que mi estadía en Japón seria más divertida ya que estaría más cerca de Akashi, al parecer me equivoqué. Aún era sábado en la noche y me moría de aburrimiento. Todo en la mansión estaba callado, al parecer Akashi ya estaba durmiendo al igual que la señora Fujisaki. Sentí mi celular vibrar y era sólo un mensaje de mi padre.


De: Yuzuru Yagami

Para: Oto-san no Hime-chan

Asunto: Japón

Hija, espero que tu viaje haya sido placentero. Si estás leyendo esto es porque ya llegaste a Japón y estas en casa de Akashi-kun. Espero que hayas descansado y cenado debidamente, también que estés debidamente abrigada, el invierno espera ser muy frío este año (〃艸〃)

Estamos trabajando lo más que podemos para llegar más rápido a Japón, al parecer tardaremos un poco más de lo esperado. Espero que todo esté bien y que asistas a la escuela el lunes. Nos vemos.

Oto-san


El simple hecho que mis padres demoren más en llegar a Japón sólo incrementa mi odio por los jugadores de baloncesto, mejor dicho, odio a quienes su vida diaria se relaciona a este deporte. Seguro en estos momentos ambos están en un hotel cinco estrellas en una ciudad cualquiera de América, mientras yo tengo que estar aquí en Japón viviendo con los Akashi hasta que mis padres decidan aparecer. Estuve tan emocionada sobre reunirme con Sei-chan que olvidó totalmente sobre llamar a mi padre.


De: Haru Yagami

Para: Yuzuru Yagami

Asunto: Escuela

Lo lamento mucho Oto-san, olvide llamarte cuando llegué a Japón, de verdad lo siento. Espero que mamá y tú puedan venir pronto. ¿Cuándo será el próximo juego? Tengo ganas de verte jugar aunque sea por televisión o internet (v)

Sobre la escuela; no tengo ni la menor idea sobre donde estudiaré, supongo que tendré que preguntarle a Sei-chan después. Espero que puedan volver pronto, estaré esperándoles. Nos vemos.

Hime-chan*


Solté un suspiro y observó la pantalla de mi celular. A pesar de no estar mucho tiempo en casa, mis padres siempre estaban pendientes de mí. Tomé una almohada y la puse sobre mi rostro y deje salir un grito de frustración. Odio mentirle. Escuché como se abría la puerta de mi habitación y caminaban hasta mi cama. Dicha persona se recostó a mi lado y puso una mano sobre la mía. No era necesario remover la almohada para saber de quién se trataba, por sus movimientos y su perfume sabía perfectamente de quien se trataba.

-¿Qué quieres? –dije moviendo mi cuerpo en su dirección luego de que retirara la almohada de mi rostro. Observaba sus ojos y esa mirada bicolor siempre me dejaba fascinada. Él sólo me observaba con una sonrisa ladina en el rostro.

-Vine a ver si podías dormir bien, después de todo baje a tomar un vaso con agua y cuando subí y estaba a punto de ingresar a mi habitación, escuché ruidos extraños provenientes de aquí ¿está todo bien? –dijo acariciando mi mejilla. Solté un suspiro y me acerqué más a su cuerpo. Su perfume siempre me ha fascinado; su perfume de vainilla y sus ojos bicolores son la combinación perfecta para mí. Coloque mi cabeza en su pecho mientras el acariciaba mi cabello.

-Mi padre me envió un mensaje, al parecer tardaran más tiempo en poder estar aquí de lo planeado; aunque siempre ha sido así por lo que estoy acostumbrada.

-¿No entiendes el porqué, cierto? –Dijo juntando nuestras frentes, moví mi cabeza de forma negativa a lo cual una pequeña sonrisa apareció en su rostro –lo hacen porque te aman, tus padres quieren dejar atrás muchas cosas para comenzar de nuevo aquí en Japón, esa es la razón. Cambiando de tema, tus padres me dejaron a cargo para decidir donde estudiaras, creo que es momento de que te hable de ello. Quería decírtelo mañana pero al parecer será hoy. Asistirás a la misma escuela que yo y seremos compañeros de salón. Tu uniforme estará aquí mañana pero te lo entregaré el lunes a primera hora. Participaras en el club de tu elección, pero cuando acabes tus actividades pasaras por el club donde estoy ya que es uno de los más extendidos y luego nos iremos a casa. Cualquier cosa que no entiendas durante las clases te lo explicaré, permanecerás a mi lado todo el tiempo a acepción de las horas en el club. Como eres una estudiante transferida de una escuela hermana en los estados, todos tus datos serán transferidos y deberían de llegar en medio de la semana ¿alguna duda?

-¿El club de Karate está formado? –dije con cierta emoción en mi voz.

-Sabía que preguntarías por eso; el club ya está formado y es el mismo estilo que practicas. Considerando el grado de tu cinturón serías una de las más altas después del maestro.

-Nunca pensé que diría esto, pero ya quiero que empiecen las clases –dije con una gran sonrisa en mi rostro

-Vamos, descansa, mañana será un día muy ajetreado –dijo acariciando mi cabello. él me conocía muy bien y sabía que acariciar mi cabello provocaba mis ganas de dormir. Lentamente fui sucumbiendo a Morfeo.


ACLARACIÓN: Su nombre es Haru, pero su apodo es Sasori. En la próxima actualización les diré porqué.
*"Hime-chan" signigica "princesa" así que cuando él escribe "oto-san no hime-chan" se refería a "la princesa de papá".(Cuanto amorch paterno)

Gracias por haber perdido su tiempo dándole una oportunidad este fic y espero que les haya gustado .

Estoy favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo." O/ Los reviews son lo que inspiran al escritor para seguir con su proyecto, los favoritos y seguir la historia es alentador pero que te digan "Sigue, vas muy bien" es la verdadera inspiración. Sin quitarles más tiempo me despido (^.^)/ Sayonara y hasta la próxima~