Señoras y señores, he aquí mi primer fic de Death Note. Es un retrato momentáneo y estático sobre la escena del final del anime, donde al yacer muerto Light se puede ver el espíritu de L contemplándolo. Es un relato bastante subjetivo pero está hecho con la mayor fidelidad a la obra original posible. Las siguientes palabras corresponden a la reflexión de L sobre la muerte de Light. Ojalá lo disfruten y espero indulgencia si no ocurre tal cosa.

Disclaimer: Death Note y sus personajes pertenecen a Tsugumi Ouba y a Takeshi Obata.


Muy arrogante fuiste, me das pena. Podría humillarme y admitir con recelo la majestuosidad de tu obra pero no puedo hacerlo porque tal flaqueza no me es digna. Tu deceso realmente me apena y habiendo llegado a la cúspide de lo que fue una existencia ingrata para tantos me avergüenzo, y no lo puedo evitar, de extrañarte. Qué desperdicio de lucidez. Pero no te alegres de mis condolencias; mi abatimiento es culpa exclusivamente mía, porque realmente disfrutaba de ese juego jamás perpetuo del gato que caza al ratón y haber abandonado los dos esa rutina me entristece, porque aquello me parecía divertido.

No tendré nunca la certeza por la cual viniste a este mundo, por la cual lo habitaste, pero creo saber muy bien que te desviaste del camino que tenías destinado y, consciente de ello, avanzaste con soberbia y regocijo sobre todo lo que fue cayendo a tu paso. Vidas, almas. Has reído sobre el dolor de tanto viudo y sobre mi tumba escupiste, blasfemaste y osaste olvidar que sin mí no hubieses llegado a donde llegaste. Hoy la gente te recuerda como un pobre tipo que jugó a ser Dios y murió en el intento.

Me entristece sin querer esta penosa realidad que te condena hoy. Si hubieses admitido la culpa desde el principio no estarías ahora aquí, derramado como agua podrida en un atardecer nostálgico, tus ojos apagados y perdidos en un último rasguño de vida desquiciada, tu corazón frío e inmóvil hace ya varios minutos y ese alma negra descendiendo con un halo de mentira hasta el Seol. Te la hubieras hecho más fácil y acaso hubieras tenido una muerte más digna.

Ahora que te veo como estoy yo, me doy cuenta de cuánto nos parecemos, pero la diferencia es que yo morí en el intento irrevocable de atraparte, en el deseo limpio de hacer justicia; jamás retrocedí, y morí triste porque perdí al único amigo que nunca tuve y feliz porque preví tu derrota. Y tú, quien de la justicia fuiste el mayor detractor, huiste como un cobarde y te moriste sin ganas ni orgullo. Lástima que no estuve allí para reír.

Muchas noches te embriagaste gozoso de tus victorias, muchas noches invocaste mi nombre ignoto con la creencia infantil de que mi alma te buscaría para vengarse. Y jamás recordaste que en el afán de diferir de mí, terminaste pareciendoteme más y cada vez más, pero sin bondad. Porque todos tus procedimientos fueron primeramente míos y todas tus ideas me precedieron. Y si a mi lado no hubieses estado te hubiera durado menos el galardón.

Sinvergüenza. Asesinaste. Extinguiste. Juzgaste sin derecho. Haz hecho una pueril parodia de mí. Qué mal me has imitado.

Has aquí, como trapo sucio, donde nadie puede verte ni contemplarte en tu última hora sino yo, que me fui antes. Ni siquiera tuviste la suerte de contar con un público conmovido. Dudo que nos rencontremos en el mismo páramo y espero que donde mores reflexiones sobre el holocausto de tu error. Y hasta que culminen las pesquisas, velen tu cuerpo, te arrojen en el sótano de los que no vuelven y te dejen morir en paz me quedaré a tu lado, asombrado por tu estrategia y lamentando tu fin. ¡Incluso elevaré una plegaria por tu alma!

Pobre de Amane.


Me encantó escribir lo anterior, sean compasivos por favor n.n

Gracias por leer.

Natali.