Soñé
Miraba a la ventana. Veía que la nieve caía silenciosamente, blanca y fría. Inocente. Conciliar el sueño no estaba entre sus planes. Sus planes no tenían cabida ese día. No pensaría en mañana, pensaría en hoy. La noche es perfecta para que las personas acomoden sus ideas. Pensar de noche es más gratificante que de día. El silencio que da paz a la reflexión.
Y no pensaba en nada más que no fuera ella. Porque de noche, precisamente, era cuando no sentía culpable de pensar en ella, de observarla en su mente, pues la conocía a la perfección. Sentía que pensar en ella era la manera más fácil de sobrellevar las cosas. La adora.
La nieve caía sobre el pasto una noche de invierno en Hogwarts, y sí, Ron Weasley observaba los copos de nieve caer, incorruptos, fríos, perfectos. El viento que movía a la nieve, la nieve que orillaba a sentir paz. Caminaba por el pastizal, tocaba la hierba, húmeda y de color verde amarillento. La veía y sus ojos denotaban cierto brillo, sentía que tranquilidad y nada podía quitarle esa sensación. Atrás estaba lo oscuro, lo malo, lo que todos queremos en algún momento de nuestras vidas queremos olvidar. Y veía el atardecer, idéntico a una pintura, perfecto… y estaba con ella, sólo con ella.
Una mano, dos manos, entrelazadas, dos cuerpos yacían en el suelo, respiraciones tranquilas, inocentes. Felicidad. Y el sol brillaba, una mirada, dos miradas y el cielo era más azul que de costumbre, y su mano sobre la de ella, juntas, como deberían de estar, como debería de ser.
El viento soplaba de la manera más armoniosa posible, parecía tener una tonada, se podría creer que era una canción. Le decía algo al oído, y miraba sus ojos, esos ojos que nunca olvidaría, que eran preciosos, y el aire que ambos respiraban, seguía el tono feliz que tenía, y respirarían juntos para siempre. No había nada que perder.
Ambas manos, cabello castaño y cabello rojo mezclados, no existía el color, sólo ellos dos. Un beso, otro beso. ¿Era amor? Palabra hermosa que abría la puerta a un sentimiento sin igual, tal vez lo era, tal vez era vivir el momento. El sol en su máximo esplendor, era rojo y brillaba y los ojos de ambos también. Quizá, vivían el presente y sin importar el futuro. Pues no había nada que perder.
Y los copos de nieve seguían cayendo sin hacer ruido, fríos y blancos. Hermosos. Y ya nadie los observaba en su camino hacia el suelo, pintando el pasto de color blanco. Ya nadie los miraba, todos soñaban. Él soñaba.
Soñé - Zoé. Bien, la música me inspira a hacer estas cosas, y la verdad me encanta. No participa en ningún reto, y está en un momento de la historia donde se sabe que la guerra viene y Ron sueña sobre lo que espera que pase cuando acabe. Bastante lógico para alguien enamorado¿no?, y no, no estoy enamorada, estoy inspirada. Escuchen la canción es preciosa, me encanta. Espero les guste esta viñeta.
Besos, flores, tomates, todo en un review.
Yezzie ♥
