Oliwis... Soy yo devuelta.

No me gusta influir mucho en la historia asi que sere breve...

Para todos aquellos que de pura casualidad "A Candy Story" veran que al comienzo del mismo, la Dulce Princesa estaba llorando... ¿Pero por que? Solo yo lo se... :)

En fin, esa parte esta escrita en forma de presente y luego viene un flashback que recuerda todo lo que paso con Marceline. (Comienza con el "¿Recordar el dia? No, por su bienestar, yo se los dire")

Lo que intento explicar es por que Bonnibel estaba llorando, eso es lo que busco en este fic.

Para aquellos que antes de ponerse de lleno con este fic, desean leer "A Candy Story" pueden visitar mi perfil. (Hubiera querido subir el link del fanfic, pero Fanfiction y sus putas restricciones no me dejan)

Sin mas preambulos, el fanfic...

Capitulo 1: Continuando con lo mismo...

"Hola lenta Princesa"

Marceline, "Ven Conmigo"

Al fin... eran felices y juntas no habia nada que las detuviera, ellas creian que era algo tonto pensar que lo unico que necesitaban para alcanzar esa felicidad tan anhelada era el calor de su alma gemela... Pero los hechos vencieron a sus palabras, ya que desde ese dia en el que sus almas se volvieron a juntar, podrian decir sin ninguna sombra de duda que volvieron a ser felices...

Pero no todo dura para siempre, y ellas dos lo entenderan de la mala forma...

Luego de esa noche, la vampira rockera quedo en vivir en el Castillo de su novia, por que esa noche juntas juraron que intentarian proteger ese vinvulo que habian formado con la vida... Y ademas ¡Joder! ¿Que mas da si tenia a su novia vampiresa en su Castillo?

Los primeros dias los subditos no la queran y hasta la repudiaran a ella y a la relacion que mantiene con la Princesa... Pero sera cuestion de tiempo que los Dulces subditos se habituen a la vampira y a su extraña pero linda relacion.

Eran dificiles las despedidas, y todas duelen, aun mas cuando te despides de alguien que estuvo toda la vida contigo...

Con bajo en mano, la vampiresa se despidio de su casa, testigo de casi todas sus penurias, todos sus altibajos y sobretodo, ese lugar que una podria llamar hogar... Pero que equivocada que estaba...

Un hogar es donde estan esas personas que siempre estaran en tu corazon, y por mas tormentas que quieran lavar los sentimientos de esa persona, estos seguiran intactos... Sabia que hacia lo correcto llendo a vivir con Bonnibel, sabia que dentro de poco y con el tiempo necesario podria llamar al Dulce Reino "hogar"... Pero eso si, primero debia habituarse a las costumbres que residian alli... Eso significaba, nada de rock, nada de fiestas... Nada de eso que hacia que Marceline sea...bueno, Marceline. Pero lucharia por poder conyevar eso y un monton de cosas mas solo para tener a su lado a la persona que tanto extraño...

Llego al Reino de su novia con las valijas llenas de recuerdos de su antigua casa, y con la esperanza de que algun dia podria llamar al Dulce Reino hogar... Bonnibel estaba en la entrada, con los brazos abiertos...

Daria un paso y ya esta, seria parte de ese reino... ¿Pero se animaria a dar el paso?

Apuesto a que si... Si era lo que mas deseaba...

Se dirigio a Bonnibel y le dio un abrazo tierno y calido, para que luego Bonnibel susurrara en su oido "Bienvendia a casa, Marcy"

Caminaron de la mano hacia el nuevo cuarto de Marceline... y como era de esperar, estaba forrado por el rosa mas empalagoso que se pudiera haber creado. Pero cuando Bonnibel no estuviera, lo pintaria de rojo o negro... Muy "Marcy Style"

Okey...Espero qu te sientas a gusto amor - Dijo Bonnibel - Y recuerda, siempre que necesites algo yo estare alli para ti...

Gracias Bonnie - Dijo la vampiresa besando a Bonnibel - Espero no ser una molestia...

Por lo contrario, eres lo que he necesitado todo este tiempo - Dijo Bonnibel - Solo debo y quiero pedirte una simple cosa...

¿Que pasa?

No te vayas nunca... Por favor - Dijo Bonnibel, abrazando muy fuerte a Marceline. ¡Que tierno! La estaba abrazando por amor... O tal vez...

Le estaba abrazando para ocultar sus lagrimas en el pecho de Marceline...

Bonnie...¿Estas llorando?

Es que...que..

Venga Bonnie...

No quiero perderte de nuevo...

¿No quieres que me valla?

Mira Marcy, si hubiera sido por mi, tu y yo estariamos juntas desde siempre, pero como sabras...

Tus padres se interpusieron...

Marceline miro el techo, buscando la respuesta alli, pero bien sabia que la respuesta estaba en su corazon... Debia tranquilizar a Bonnibel y encontro la mejor forma de hacerlo...

Te necesito, eres esa razon por la que siguio vivia, asi que nunca me separare de ti...

Gracias Marcy - Dijo Bonnibel mirando fijamente a los ojos carmesi de Marceline. Esos ojos tan profundos eran hermosos, pero le infundian un miedo que podria pasar desapercibido con el nombre de "placer"

Entonces ambas chicas unieron sus labios. Sintiendo el aliento de su alma gemela nada podia deprimirlas... O al menos eso pensaba Marceline...

Ahora ve, que debo cambiarme - Dijo Marceline, apartando sus labios de los de Bonnibel y tomandola por los hombros.

Prometeme que no te escaparas - Dijo Bonnibel.

¡Joder Bonnie... Si que estas paranoica! - Dijo Marceline.

No sabia si lo que dijo estuvo mal o hirio de alguna forma a Bonnibel ya que cuando lo dijo, una lagrima solitario surco la mejilla de Bonnibel.

Decuida...No me ire - Dijo Marceline limpiando la lagrima que sola recorria toda la mejilla de Bonnibel.

Te quiero... - Dijo Bonnibel, tomando la mano de Marceline.

Te amo - Respondio Marceline tirandose encima de la Princesa y clavandole un beso sin permiso... Bonnibel debia admitir cuando Marceline la besaba. Le gustaba el sabor de sus labios, su fresco aliento, le gustaba sentir sus colmillos... En fin, besar a Marceline era un acto muy placentero y vaya que lo disfrutaria a diario...

Te dejo para que te cambies - Dijo Bonnibel, pasando su lengua por su labio, todavia sintiendo fresco el sabor a fresas que Marceline poseeia en la boca.

Cuando Bonnibel se fue, Marceline empezo a quitarse la blusa que llevaba puesta, ya que Bonnibel la empapo con sus lagrimas...

Abrio su valija para buscar al menos una playera o algo para ponerse encima... Pero algo la detuvo, mejor dicho alguien...

Sigues igual de sexy desde el dia que nos conocimos...

Esa voz...esa era una de las voces que mas odiaba... Era Ash... Y como siempre, tan oportuno...

Espera un momento... Ella solo tenia un sosten y los jeans puestos ¡Y su ex-novio estaba mirandola como un depravado!

¡ASH! - Grito Marceline, tapandose el cuerpo con la sabanas de su cama -¡Vete de aqui!

Vamos Mar-Mar - Dijo Ash entrando al cuarto - Si yo he visto mas que eso... Quitate eso...

Entonces Ash rodeo la cintura de Marceline con el brazo, haciendo que sus cuerpos se juntaran... Y la boba de Marceline no se le ocurrio hacer otra cosa que ruborizarse...

¿Me extrañaste Mar-Mar? - Dijo Ash, juntando sus rostros.

Yo...no... ¡No te extrañe! - Dijo Marceline, intentando safarse del agarre de Ash.

Ese rubor en tu rostro no dice lo mismo - Dijo Ash.

Vi el beso que le diste a la estupida de la chiclosa - Dijo Ash - Parece que no te has oxidado para nada...

Por que no me das una prueba de lo que mejor sabes hacer...

¡ASH! ¡VETE DE AQUI AHORA MISMO!

¿Y que si no me voy? - Pregunto Ash.

Hare que te arrepientas el resto de tu vida - Dijo Marceline mostrando los colmillos.

Ash sabia que Marceline no mentia, si ya lo habia hecho con miles... ¿Por que no hacerlo con el? ¿Por que era su ex-novio?

Ni hablar, era exactamente por eso que se lo merecia...

Me voy... Pero no creas que esta sera la ultima vez que nos vemos... - Dijo Ash, saliendo por la ventana...

Adios Mar-Mar...

Marceline no lo podia creer, el idiota de su ex-novio volvio por ella y encima de todo eso, quizo besarla...

El corazon no paraba de bombear sangre, aunque cuando ese idiota surco la ventana, sintio como toda la sangre dejaba de correr en su cuerpo, como todo lo que hacia se detenia para ese estupido...

Fue una suerte que Bonnibel no entro de repente y los vio en...bueno, esa posicion tan comprometedora...

Pero nadie le daba la seguridad de que no volveria a pasar, Ash se lo dijo, y tampoco era seguro que si ocurria, Bonnibel no fuera testigo...

Malditos sentimientos... Maldito Ash...