Quisiera ser tu héroe.

Capitulo I

Sobre ruedas.

La calidez del sol de mediodía bañaba a la ciudad de Jump City, los ciudadanos iban y venían despreocupadamente por las calles de su ciudad, ocupándose de sus asuntos, la vialidad de los autos era fluida y armónica, al igual que el ritmo diario de la vida en Jump City desde que sus héroes; Los Jóvenes Titanes, habían regresado de Paris después de realizar la feroz hazaña de derrotar a una de las sociedades del mal más temidas. La Hermandad del Mal fue neutralizada y pasó a formar parte de la historia criminal y a su vez los Titanes pasaron a ser héroes muy importantes a nivel internacional.

A pesar de que los jóvenes héroes recibieron a muchos mandatarios de importantes y grandes ciudades, que les venían con ofertas de reconocimientos por sus servicios heroicos y regalándoles magníficos edificios que ellos pudieran convertir en su nueva cede y hogar a cambio de que se mudaran de esa pequeña ciudad y se convirtieran en los protectores locales de esas regiones, ellos prefirieron seguir viviendo en Jump City, alegando que ese era su hogar, que hay estaba la gente que los acogió y apoyo desde un primer momento y que además era un gran sitio donde vivir. Llego el momento en que las ofertas cesaron, dado la constante negativa y Robín ante esto declaro a la prensa en nombre de todo su equipo que siempre estarían dispuestos a ayudar donde los necesitaran y a responder al llamado de la justicia, cosa que fue bien vista ante el mundo, tanto el de los civiles, como el de los héroes.

Los titanes se sintieron aliviados cuando todo el revuelo que se armo por su victoria terminara y las cosas volvieran a la normalidad, incluso Chico Bestia estaba harto de que lo dejaran ciego como topo los flashes de las cámaras, de ser asediado por hordas de personas que por poco no lo desnudaban con tal de hacerse con un "recuerdo" de él y de las contantes preguntas que le lanzaban los reporteros, y dado que algunas no las comprendía tenia un método de distracción infalible para no responderlas "¿Qué tal un par de fotos más?". Raven había sobrellevado bien el hecho de que no la dejaran en paz en ninguna parte, hasta un día en el cual iba saliendo de un baño publico y un paparazzi salto repentinamente de una planta a lo que ella reacción sorpresivamente desplegando sus poderes y dejando algo traumado al hombre, tuvo que dar bochornosas disculpas a la revista para la cual trabajaba el paparazzi y cuando volvió a casa le dijo a Robín que no volvería a salir hasta que Trigón desposeyera a esa gente y los dejaran de perseguir.

Los villanos novatos o de segunda clase seguían apareciendo para hacer algún desastre, ya que hubiera sido un milagro que todos se hubieran vuelto buenos y santos, pero los sicópatas con sed de nominación mundial parecían haberse extinto para ellos, no hubo señales de ninguno durante una buena temporada, lo cual le dejaba tiempo a los titanes para disfrutar de sus actividades cotidianas y hobbies.

Cyborg que más que nunca se había apasionado por la cocina, se dedico a hacer de cada comida en la Torre T una experiencia culinaria, con la ayuda de Starfire que se convirtió en su asistente. Resulto que Star realmente cocinaba muy bien, solo era cuestión de enseñarle los modismo terrícolas para la cocina y algunas recetas, pero Cyborg prefería no dejarla volar sola hasta que dejara de tener la necesidad de agregar "ingredientes secretos" a la comida, lo que se traducía como agregar alguna rareza tamaraneana. El almuerzo era una oportunidad perfecta para reunir al equipo, charlar y divertirse acompañados por deliciosos platillos.

—Espero que estén preparados para este almuerzo principesco amigos —Anuncio Starfire acercándose a la mesa sosteniendo una gran bandeja en cada mano, además de tener una más sobre la cabeza y no dar rastros de estar esforzándose por mantener el equilibrio.

Chico Bestia y Raven ya estaban en la mesa preparados para comer, mientras esperaban Raven leía un libro como de costumbre y Chico Bestia jugaba con un video juego portátil que había comprado para disfrutar de la acción del mundo virtual en cualquier lugar. Starfire, quien había puesto la mesa de un manera algo refinada copiando un comedor que salió en la portada de una las revista para el hogar que solía comprar y le encanto, empezó a servir la comida en los platos tarareando alegremente.

Robín, que era el único que faltaba en el salón, se unió al almuerzo atravesando las puertas automáticas secándose el cabello con una toalla evidenciando que acababa de salir de la ducha.

—Nada como darse un buen baño después de entrenar —Comentó Robín tomando su lugar en la mesa —¿Qué comeremos hoy Cy?, esa nueva pista de obstáculos me dejo hambriento.

—Déjame ayudarte con eso Robín.

Starfire tomo la toalla de Robín y empezó a frotarla fuerte y rápido en la cabeza de su amigo, como si estuviera haciendo un trabajo sumamente delicado dejo salir la punta de su lengua por la comisura de su boca en señal de extrema concentración, acto seguido retiro la toalla, la doblo con veloz delicadeza y la coloco a un lado.

—Gel —Índico a Robín.

Robín levanto la mano y en ella tenia el embace de su gel para cabello favorito, Starfire introdujo su mano en el frasco y saco una gran cantidad de producto, se lo esparció en las manos y luego se lo empezó a aplicar a Robín en el cabello haciendo algunos movimientos extraños con las manos para lograr el efecto "pelos de punta", cuando termino regulo su visión laser y le dio una rápida pasada con ella al cabello del petirrojo para que se le secara al instante.

—Te quedo increíble Star —Halago el joven líder a su amiga alienígena tocándose el cabello con delicadeza para sentirlo sin alborotarlo.

—Me complace que tú quedes conforme Robín —Respondió la pelirroja agradecida por el cumplido mientras se limpiaba el gel que le había quedado en las manos con la toalla anteriormente apartada.

Robín se hizo a un lado e hizo espacio para que Starfire se sentara a su lado. Una vez que todos estuvieron en sus respectivos asientos, el chef Cy se coloco ante ellos sonriendo ampliamente y posando satisfecho con su gorro oficial de chef y su delantal blanco.

—Un redoble de tambores por favor Bestita —Pidió a su verde amigo.

—¿Es necesario hacer esto antes de cada comida? —Pregunto Raven en un tono que mezclaba aburrimiento e incomprensión.

—Sí, es muy necesario —Respondió Cyborg casi regañando a su amiga —¡Venga el ritmo! —Exclamo emocionado.

Chico Bestia se convirtió en una tortuga sobre la mesa y Raven empezó a golpear su caparazón con un tenedor y una cuchara de la manera más animaba que pudo.

—Damas y caballeros, les presento a los señores espaguetis cuatro quesos —Dijo levantando la tapa de una de las charolas que dejo al descubierto una humeante olla repleta de espaguetis —A las señoras costillas de ternera bañadas en deliciosa salsa sorpresa —Dijo levantando la tapa de la charola número dos para que todos quedaran maravillados con las fabulosas y olorosas costillitas.

—¿Hay algo en este menú que yo pueda comer? —Pregunto exasperado Chico Bestia volviendo a la normalidad.

—Asistente revele el platillo número tres al incrédulo —Le dictamino a Starfire, la cual levanto la tapa del platillo señalando con un gran sonrisa.

—Arroz con salsa de soja acompañado de nachos y guacamole —Revelo Cyborg señalando el platillo que tenia la presentación más elaborada de los tres —Gózalo —Concluyo el mitad robot alzando una ceja en señal de suficiencia.

—Se ve tan delicioso —Confeso Chico Bestia con los ojitos brillándoles cual diamantes.

—Claro que se ve delicioso, la comida vegetariana disfraza su mal sabor tras la apariencia —Declaro Cyborg perdiendo el tono sutil que había tenido al comienzo y uniéndose a sus amigos en la mesa.

—Me lo estoy comiendo, no lo arruines —Le advirtió Chico Bestia inclinado sobre su plato y ya con algunas migas de arroz alrededor de su boca.

—Nadie necesita saber lo que hay dentro de tu boca Chico Bestia —Salto Raven en su manera de decir "no hables con la boca llena".

—Todo se ve muy bien —Agrego Robín acercando un par de costillas a su plato.

—Si yo lo cocino será comido hermano —Declaro Cyborg alegremente —Y Star también se merece aplausos por hacer la mitad de todo este festín.

—Solo use el decapitador de carnes y hortalizas y marine las costillas del bovino —Explico tratando de restarse importancia, pero sin dejar de sonreír.

Todos aplaudieron a Starfire como si acabara de dar un testimonio de recuperación absoluta en una reunión de alcohólicos anónimos.

—Y esta vez no uso hongos alucinógenos —Puntualizo el moreno recordándoles a todos la vez que terminaron drogados gracias a unos hongos que Star agrego a una sopa, vaya a saber Dios de donde los saco, la extraterrestres rió por lo bajo y se sonrojo.

Todo iba bien, otra comida deliciosa amenizada por Raven corrigiendo los modales en la mesa del Chico Bestia y este peleándole que lo dejara comer tranquilo.

—Raven no me hagas empezar con los chistes —La amenazo el chico verde.

—Por favor no, ya con tu forma de comer es suficiente tortura —Rogó la chica oscura, aunque sin dar a percibir ninguna emoción de desagrado.

—Voy a empezar a pensar...

—¡Oh, Bestita esta empezando a pensar!, será mejor que mantengamos una distancia prudente amigos porque podría hacer explosión —Bromeó Cyborg provocando que todos en la mesa, menos Chico Bestia, soltaran una sonora carcajada.

—¡Eso no fue divertido! —Renegó Chico Bestia frunciendo el ceño en señal de molestia.

—Sí, sí lo fue Chico Bestia —Afirmo Robín parando de reírse.

—Lo que intentaba decir antes de ser interrumpido —Le dirigió una mirada infantil de pocos a amigos al chico robot —Era que a Raven seguramente le deben gustar mucho mis chistes, porque si no me dejaría de molestar en la mesa cada vez que le digo que comenzare con los chistes —Alegó el verde con premura.

—Punto para el esparrago, señorita ¿tiene algo que responder al respecto? —Interrogó Cy a Raven como si estuvieran en un rueda de prensa.

—Primero que nada, Chico Bestia odio tus chistes y segundo, no te dejo de molestar porque aun tengo la ilusión de poder comer sin que caigan tus restos en mi plato —Respondió acercándose la mano de Cyborg, la cual estaba convertida en un micrófono.

—Y Raven saca la carta clásica de "Odio tus chistes" —Narró el cibernético a la expectativa.

—No te hagas la dura que dos personas en está mesa sabemos que amas mis bromas —Expuso en un intento de descolocar a su rival —Y algún día cuando menos lo pienses te sacare más que una sonrisa —Ese era claramente un comentario con doble sentido, concluyendo con eso, siguió comiendo.

—Sí ese día llegara, prométeme que me dispararas con tu cañón sónico justo en la cabeza y luego echaras mi cuerpo bajo el puente —Dijo a Cyborg hablando pausadamente y provocándole a él un gran dilema existencial.

—Por supuesto —Dijo solo para seguirle la corriente a su amiga.

—Deberíamos salir a dar un paseo, ¡hace un lindo día! —Sugirió Starfire terminando de limpiar su boca con la servilleta.

—Esa es mi Alíen —Canturreo Cyborg aprobatoriamente.

Los chicos empezaron a debatir sobre a donde seria el mejor lugar para ir a dar unas vueltas, y como cinco cabezas no piensan igual ninguna, era algo difícil tomar una decisión mientras uno gritaba "cine" y la otra "parque", saltaba uno con "centro de comercio" y todos se coronaban con un signo de interrogación imaginario sobre la cabeza cuando surgía en la selección de sitios "Las Lunas pantanosas de Morvon 7".

La cotidiana discusión se vio interrumpida por la repentina intermitencia de la luz roja que venia acompañada del sonido de la alarma, algo estaba pasando en la ciudad. Robín salto velozmente de su asiento y fue hasta la computadora para ver cual era el problema.

—¿Qué sucede? —Pregunto Raven levitando hacia su líder.

—El informe solo dice que hay un disturbio en el centro, aparentemente el responsable no esta en nuestra base de datos —Informo deprisa a su equipo.

—Genial, un payaso nuevo en el vecindario hay que ir a darle la bienvenida —Dijo Cyborg esbozando una malévola sonrisa en su rostro y transformando su mano en cañón.

—¡Titanes, andando! —Ordeno Robín.

—Pero mis nachos —Lloriqueo Chico Bestia abrazando el tazón de guacamole.

—No hay tiempo para comer Chico Bestia.

Con eso último Robín salió corriendo rumbo a la puerta siendo secundado por las chicas en vuelo y luego por Cyborg que se llevo a arrastras al cambiante. Los Chicos fueron por tierra en el auto T y las chicas por aire, de esa manera ellas llegarían primero y les informarían a los chicos que tan grabe era el problema.

—¡Raven, mira! —Indico Starfire a su compañera señalando al suelo.

Desde lo alto las titanes divisaron un edificio que se estaba derrumbando envuelto en una nube de polvo que debía ser causado por la caída de los escombros, no visualizaban al responsable desde el punto donde estaban así que aceleraron el paso.

—Robin, nuestro villano misterioso causo que se desplomara un edificio dense prisa —Se escucho la voz de Raven en el comunicador del líder.

Una vez que llegaron a la escena del crimen los chicos bajaron ágilmente del auto y las chicas descendieron a su altura, Cyborg empleando uno de los artilugios de su brazo mecánico empezó a aspirar el polvo para poder tener una mejor imagen del asunto. Sin terminar con el progreso de aspirado, los héroes se colocaron en guardia al ver varios puntos rojos que brillaban entre el desastre.

—¡Titanes, al ataque! —Gritó Robín y en su voz se notaba que tenia un mal presentimiento.

Al empezar la pelea, el movimiento hizo que el polvo se dispersara rápidamente y los atacantes quedaran al descubierto, eran unos cinco o seis robots que los chicos jamás habían visto, eran grandes y de color blanco, en la parte superior como referencia de su rostro tenían dos grandes ojos rojos, sus piernas eran semejantes a las de un velociraptor con garras mecánicas que arañaban ferozmente el pavimento y brazos que tenían la habilidad de estirarse para clavar las cuchillas incluidas al final.

—Estos chicos son realmente aterradores —Dijo Chico Bestia algo impresionado.

—No importa que tan aterradores sean, ¡solo elimínenlos! —Chillo Robín lazándose nuevamente al ataque.

No era secreto para ninguno de los héroes que su líder tenia una cierta fijación por los robots y que su cabeza estaba sacando una conclusión apresurada de quien era el responsable de la aparición de esas monstruosidades.

El primer round no fue el más exitoso, con los titanes estudiando los movimientos de sus oponentes quedaron abiertos a muchos ataques, las chicas fueron atrapadas por los tentáculos los cuales les dieron unas fuertes descargar eléctricas, dejándolas caer al suelo inmovilizadas, Chico Bestia logro destrozar a uno con sus grandes mandíbulas de tiranosaurio, pero otro lo agarro por la cola y le dio un choque que obligo al cambiante a regresar a su forma humana para luego ser atrapado por una red que parecía irrompible. Cyborg y Robín eran los que quedaban en pie, pero no se estaban dando abasto con los múltiples ataques que debían esquivar.

—¿Algún plan brillante chico maravilla? —Inquirió Cyborg lanzando rayos a diestra y siniestra.

—Trabajo en eso, sigue disparando.

Robín estaba intentando encontrar el punto débil de los robots para poder desactivarlos de un solo golpe. De repente irrumpió en el clímax de la pelea una motocicleta plateada con detalles en negro que dejo sorprendidos tanto a los titanes, como a los robots que dirigieron su atención a los giros que dio el vehículos antes de detenerse violentamente. El conductor de la moto se quito el casco y resulto ser una chica que tenia una expresión bastante sorprendida en su rostro.

—¿Qué rayos esta sucediendo aquí? —Exigió saber como la madre que encuentra a sus hijos con su jarrón favorito hecho pedazos en el suelo.

—¡Vete de aquí! ¡es muy peligroso!, los robots destruyeron el edificio —Le advirtió Robín para que se alejara.

—¡¿Esos pedazos de chatarra destruyeron mi edificio?! —Grito claramente ofendida la chica —Esto es persona —Decreto.

Robín y Cyborg que seguían luchando, tuvieron que detenerse en vista de lo que empezó a suceder, frente a ellos la chica de la moto inicio un despliegue de asombrosas técnicas de combate y artes marciales de las cuales algunas eran desconocidas para Robín. Con patadas voladoras, golpes certeros y acrobáticas sacudidas hizo retroceder a sus oponentes.

—Veamos que tenemos aquí, ¿tecnología Rex?, parece que los chicos malos están actualizados —Comento despreocupadamente.

De su cinturón, que parecía uno común y corriente, saco dos bolitas metálicas, se coloco una en cada mano y empezó a frotarlas hasta que sus manos se cubrieron con lo que parecían ser un par de guantes hechos con el metal de las bolas, de un salto despego del suelo y se puso en las espaldas de cada robot, tocando con sus transformadas manos una zona especifica en la parte de atrás de sus cabezas provocando que los androides se desplomaran en el suelo, una vez que creyó acabar con todos piso una de las partes metálicas con el tacón de su bota.

—No me satisface el hecho de haberlos destrozado engendros, ustedes se quedaran así como partes inútiles, pero ahora quien pagara los daños por 5.800 dólares que le causaron a mi nueva casa —Refunfuño la chica pisoteando con furia una cabeza metálica.

—¡Cuidado! —Gritó Chico Bestia desde la red que lo retenía.

-¿Qué?, ¿con que…?

Antes de que la muchacha pudiera terminar de formular su pregunta un robot que aun seguía en pie le clavo un zarpazo en la cabeza, tirándola al suelo y dejándola inconsciente, el monstruo amenazaba con seguir atacando sin contar con que Cyborg le daría un golpe directo con uno de sus rayos sónicos en el mismo punto en el cual la chica había estado colocando sus manos para destruir a los demás, el ultimo granuja hizo explosión y con eso se le dio punto final a la batalla. Cyborg fue a ayudar a Chico Bestia a liberarse de la red, lo logro cortándola con la cierra de su brazo, Starfire y Raven se acercaron a sus amigos ayudándose la una a la otra a caminar, ambas con el cabello sumamente esponjado y enmarañado por el choque eléctrico.

—¿Están todos bien? —Pregunto la pelirroja preocupada.

—¿Cómo lograron destruir a los robots? —Pregunto Raven algo enojada consigo misma por no haberles podido propiciar ni un golpe.

—No fuimos nosotros —Comenzó Cyborg.

—Fue ella —Término de decir Robín.

Todos voltearon a ver a su líder quien estaba en cuclillas junto a la joven revisando la herida que tenía en la cabeza, la tomo de la barbilla y giro su cabeza lentamente para verificar que no tuviera fracturas, aparte también detallo los rasgos faciales de la joven, era de tez clara, cabello negro, facciones delicadas y ojos de color gris como se había podido dar cuenta antes que cayera inconsciente, el petirrojo sonrió al encontrarla muy bonita, y a la vez un tanto familiar, pero su expresión volvió a su seriedad habitual cuando sus amigos se le acercaron para ver de quien se trataba.

—¿Quién es ella? —Pregunto Starfire curiosa —¡Su cabeza esta sangrando! —Chilló con preocupación al darse cuenta del corte en su frente.

—Amigos ella nos ayudo a derrotar a los robots, deberíamos ayudarla —Propuso Chico Bestia quien siempre tenia los buenos sentimientos por encima de todo.

—Podríamos dejarla en el hospital —Añadió Raven a la propuesta anterior.

—La herida parece profunda, se le infectara si no recibe primeros auxilios pronto —Dijo Cyborg.

—La llevaremos a la torre para atenderla —Decidió Robín.

—No me gusta el rumbo que esta tomando todo esto —Concluyo la chica oscura dejando salir un suspiro.