When your tears roll down your pillow like a river

I'll be there for you, I'll be there for you

When you scream out but they only hear you whisper

I'll be loud for you, but you gotta be there for me too

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Cuando tus lágrimas caigan por tu almohada como un río

Estaré ahí para ti, estaré ahí para ti

Cuando grites pero solo te oigan susurrar

Yo haré ruido por ti, pero tú tienes que estar ahí para mí también

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Las lágrimas fluían por la almohada de Dirk. No es que estuviera especialmente triste, ni nada por el estilo, pero es que era tan solo la memoria de lo que había pasado que lo hacía llorar de tanto en tanto.

Intentaba no hacer ruido, para no despertar a Jake. Se habían ido a dormir tarde, gracias al tipo de actividades que bastantes parejas celebran en la cama, y ahora no quería molestarlo con sus necesidades codiciosas. Por eso, intentaba que sus sollozos fueran lo menos ruidosos posible. Y ni que hubiera muchos de estos: eran más bien lágrimas silenciosas en estos casos. Como no eran el resultado de un momento de rabia o tristeza concreto, sino de una larga realidad de ellas, era un lloro casi tranquilo. Uno al que ya se había acostumbrado, uno resignado.

Ahora todo estaba mucho mejor, era consciente. Y eso le hizo sonreír un poco. Pero que ahora fuera más feliz no quitaba que lo hubiera pasado fatal, así que las lágrimas continuaban.

-Nnh, Dirk... -Jake dijo con la voz baja desde detrás suyo. Mierda, lo he despertado. Estaban en posición de cuchara, y Jake tenía sus brazos alrededor del torso de Dirk, sus piernas entrelazadas. El rubio intentó hablar.

-Siento realmente haberte despertado, Jake, de veras -sollozó-. Es que ya sabes, a veces... Me pasan estas cosas.

-Ostras, cari, ¿estás bien? -le preguntó cándidamente como si no se hubiera dado cuenta antes de que Dirk lloraba. De hecho, probablemente no lo había hecho. Hizo más estrecho el abrazo y le plantó un beso suave en el reverso del cuello- No pasa nada, amor, no pasa nada -le besó otra vez, y Dirk pudo jurar que podía sentir el ceño fruncido tristemente de Jake en su cuello. Juntó sus manos con las suyas, y entrelazó sus dedos mientras seguía llorando-. Llora, cariño, que es bueno. Llora, mi amor.

Así hizo. Lloró, dejando ir su voz esta vez. Se dejó agarrar por Jake, apretado contra su tronco, amarrándose a él con dedicación entre sollozos. Las caricias que Jake le impartía suave pero firmemente le daban la seguridad suficiente para seguir llorando, con la promesa de que su novio no lo iba a juzgar ni a burlarse de él por ello. Era una sensación... Reconfortante, como mínimo.

Dirk dejó que Jake lo apaciguara, a partir de caricias, besos suaves, palabras bonitas susurradas a su oído... Al final, Dirk se quedó con la respiración agitada, pero habiendo terminado de llorar.

Se quedaron un rato en silencio. Unos minutos más tarde, Jake le preguntó amorosamente:

-¿Mejor ahora?

-Sí, sí, cariño, gracias -le respondió Dirk. Se recolocó con la espalda contra la cama, y miró a Jake con una sonrisa débil.

Jake no perdió un momento y lo abrazó. Juntó las frentes de los dos, y cerraron los ojos, una de las manos de Jake en la cara de su novio quitando los residuos de las lágrimas que quedaban. Pasado un rato, Jake lo besó, y Dirk correspondió.

-Jake, gracias, de veras. No sé qué haría sin ti.

-Lo mismo te digo, amor. Y los agradecimientos no se merecen, de veras. Tan solo con verte mejor ya me siento del todo recompensado.

El abrazo siguió, respirando las pieles desnudas del otro y regocijándose en el amor que compartían.

-Jake, te amo.

-Y yo a ti, Dirk.

Se miraron a los ojos, sonriendo, y se volvieron a besar.

Se quedaron dormidos unos minutos más tarde, enredados.