Disclaimer: los personajes no me pertenecen!
ROJO
"Rojo es el color del amor, rojo es el color de mis mejillas cuando mis manos rozas con las tuyas. Rojo es el color del amor, de la pasión, rojo intenso, intenso es el amor que por ti siento. Rojo es el color de la sangre que irriga mi corazón, al rojo vivo arde la llama del fuego que encendiste en mí, con tu amor, aquí, aquí en mi...corazón. " – Hasta el fin del sol
Poco a poco a Dino le comenzó a gustar el color rojo.
Antes odiaba el rojo.
Muchas personas asociaban aquel color con el amor, muchas otras las asociaban con la sangre. Dino estaba en el segundo bando. El color rojo siempre le recordaba a él aquel mundo en el que nació. Le recordaban la crueldad que puede surgir de muchas personas, de la sangre derramada de muchos de sus hombres y amigos y el sabor oxido que saboreaba cada vez que entraba en una batalla.
A Dino no le gustaba el rojo. Cada vez que lo veía lo ponía enfermo y siempre tenía miedo de encontrar tirado cerca de él un cuerpo.
Entonces apareció aquel chico de cabello rojo.
Rojo. Rojo. Rojo
La primera vez que lo vio (cuando fingía ser profesor de inglés) pensó que al pobre chico le partieron la cabeza. Pero después de observarlo por unos segundos se dió cuenta que su cabello era de color rojo ¿será natural? Cuando iba por los pasillos a veces podía observar como aquel muchacho era regañado por los profesores por tener su cabello teñido.
-Es natural- respondía el niño con un susurro.
Se dio cuenta que aquel muchacho siempre andaba con su hermanito.
-Se llama Enma. Kozato Enma de la familia Shimon –le contestó Tsuna- al principio tuvimos peleas pero ahora él se convirtió en un valioso amigo.
Entonces Dino recordó lo de la pelea entre Shimon y Vongola y la historia de Vongola Primo y Cozart.
Sintiendo curiosidad por el líder de la familia Shimon comenzó a observarlo.
Se dio cuenta que las personalidades de Enma y Tsuna eran muy similares. Al igual que su hermanito Enma también era intimidado, a pesar de ser más fuerte que aquellos patanes. Constantemente lo veía con parches y curitas en su rostro. Tanto Tsuna como Enma tenían bajas calificaciones. Enma nunca hablaba en clase y algunas veces lo encontraba dormido, cuando lo regañaba él se disculpaba con un susurro. Tenía una voz tranquila.
Pasaron los días y su observación acerca del muchacho se hizo natural.
Poco a poco comenzó a acostumbrarse al rojo.
Entonces la maldición de los arcobalenos fue rota y Dino dejo de trabajar como profesor.
Y sin saberlo comenzó a extrañar ver el color rojo constantemente.
Pasaron unos días y en una noche estaba caminando por la calle después de visitar a su Tsuna cuando desde lejos vio un punto rojo, cerca del rio Namimori.
Sin pensarlo se acercó al aquel punto.
-¿Enma?
El muchacho dirigió la mirada hacia la voz.- ¿Sensei?
-Ya no trabajo como profesor, Enma- le explico amablemente- puedes llamarme Dino si quieres.
El chico lo pensó por un momento- Entonces te llamaré Dino-san
Dino le sonrió ignorando el leve cosquilleo que surgió en su interior al escuchar a Enma decir su nombre.
-¿Qué haces aquí de noche?
- Estoy alimentando a los gatos
Entonces Dino observó que alrededor del chico había cerca de una docena de gatos. Enma estaba sosteniendo uno de los gatos, un atigrado de color marrón, y le comenzó a rascar la barbilla y por detrás de las orejas. El gato, contento con las caricias comenzó a ronronear provocando una leve sonrisa en el chico. Dino, atento al chico, se sorprendió de la sonrisa de Enma, nunca lo veía sonreír a menos que estuviera cerca de su hermanito, cada vez que veía a Tsuna platicar con Enma al pelirrojo se le podía notar la alegría en su rostro.
En ese momento se sintió un poco celoso de Tsuna.
También le gustaría a él poder provocar una sonrisa en Enma.
-¿Te gustan los gatos?- preguntó Dino.
- Si- Emma sonrió- me gustan mucho.
Y Dino observo el rostro de Emma. Sus ojos –rojos también- estaban brillantes, su sonrisa ya no era apenas visible sino que sonrió mostrando un pocos los dientes, sus labios –aunque estaban levemente agrietados por las constantes magulladuras- se veían más suaves, pero lo que más le atrajo a Dino fue el leve sonrojo que pintaba en las mejillas del chico. Un leve u suave tono rojo.
Comenzó a nacer un deseo en su interior
Desde aquel instante Dino comenzó a anhelar el color rojo.
-Oye, Reborn
-¿Qué sucede, Dino?
-¿Es posible comenzar a enamorarse de alguien por su color?
Reborn sonrió. Él ya lo presentía, siempre lo sabía.
-Quien sabe. En el amor nunca se sabe.
-Enma
-¿S-si, Dino-san?
La reacción fue instantánea. Ojos desorbitados, boca abierta y su rostro, orejas y cuello están pintados de rojo, un bello y pintoresco rojo. Combinados con los ojos y el cabello del mismo color Enma parecía una cereza, una linda y apetecible cereza.
Dino amaba el rojo pero no cualquier rojo. Solo amaba el rojo que pintaba aquel niño. Solo el, solo Enma.
Y lo abrazó
-¡Me gustas mucho!
Y en un beso terminó.
Holaaa…. No he actualizado nada desde mucho tiempo. He escrito ese fic porque tenía muchas ganas de escribir sobre esta pareja, sigo con aquellas ganas. No sé si algunos de ustedes leían un fic que se llamaba Estúpido Primer Amor, bueno la cosa es que borre aquel fanfic, siendo sincera me bloquee, no tenía bien estructurada la historia y por impulsiva la subí y al final yo misma me bloquee y no quería solo meter por meter. Si alguno de ustedes había leído aquel fanfic pienso subirlo de nuevo pero mejor estructurado. Bueno siguiendo con esta historia, quería hacer un fanfic de ellos dos, algo tierno y dulce, no sé cómo soy con esa categoría, tengo mis dudas. Me di cuenta que lo que más destaca de Enma…es su color jajaja parece los personajes de Kuroko no Basket! Ojos y cabello del mismo color. ¿Quién ve Kuroko? Yo shippeo a todo mundo ahí jaja
Bueno espero que les guste esta pequeña historia, tal vez el final se fue como que ….muy rápido pero como dije quiero seguir practicando en esa categoría. Narrar mejor los sentimientos y eso.
Bye Bye. Cuidense. Acepto críticas y comentarios.
